Cuéntame una historia

A pesar de su extensa obra publicada, no tenía idea de la existencia de Lluís Llort. Tampoco es extraño, teniendo en cuenta que toda esa obra está publicada en catalán. Herencias colaterales es su primera novela traducida al castellano, pero con todo, podría haberme pasado inadvertida de no ser porque también ha sido la primera novela en ganar el Premio Paco Camarasa de Novela Negra. Me enteré a la vez de que se había creado el Premio y de que lo había ganado esta novela en su primera edición.  Por si queda alguien que no lo sepa, Paco Camarasa fue el alma durante varios años del Festival Internacional BCNegra (Barcelona Negra). También fue el dueño de la librería Negra y Criminal desde 2002 hasta 2015, librería que estaba situada en la calle La Sal de la Barceloneta, concretamente en el número 5. Nunca me tiraré de los pelos lo suficiente sabiendo que la segunda vez que he estuve en Barcelona, en 2009, ya estaba allí la librería. Lo malo es que yo no tenía idea de tal cosa y me quedé

Durante el mes de marzo, El tintero de oro  convoca una iniciativa muy interesante. Se trata de escribir un relato de 250 palabras como máximo, suponiendo que algún hito histórico se hubiera producido de otra manera. Lo que se llama p unto Jonbar .   Además, lógicamente,   hay que indicar cuál es el punto Jonbar que hemos alterado. ¿Y  si...  ? Lo que se nos ocurra, y a mí, después de mucho pensar y no queriendo caer en cosas ya muy vistas, se me ha ocurrido esto. Normalmente, los Otros suelen vivir en distintas zonas de las ciudades y si coincidimos en el trabajo ellos hacen vida aparte durante los ratos libres. Solo muy de tarde en tarde, alguno de nosotros se relaciona con ellos y se dan casos de verdadera amistad y hasta parejas mixtas. A papá no le gustó nada que una familia de ellos se estableciera en la casa de al lado. No es frecuente, pero a veces sucede y te encuentras como vecina una familia de los Otros. Papá siempre ha dicho que prefiere que sus hijas nos emparejemos c

En la cuarta edición de Tres eran tres , hay una serie que sigo desde hace años y de la que ahora traigo la decimotercera entrega, un autor escocés al que no conocía de nada y me ha parecido fabuloso y, por primera vez en esta sección, un ensayo científico de divulgación sobre la evolución humana.  Tres muy buenas lecturas que recomiendo. " Laidlaw ". William McIlvanney. Desconocía totalmente el autor y la novela y ha sido una gran sorpresa encontrarme con la prosa de McIlnney, directa, certera, con un punto poético que atrapa desde el primer párrafo. "Correr es algo extraño. El ruido que oyes son tus pies que golpean la acera. Las luces de los coches te castigan los ojos al pasar. Tus brazos aparecen erráticamente ante ti, surgen de la nada, ajenos a tu cuerpo, independientes uno del otro. Es como si aparecieran las manos de muchas personas que se están ahogando. Y no sirve de nada fijarse en estas cosas, como cuando un coche se ha estrellado, el conductor está muerto y

" Esto va de un tipo que se asfixia con una bolsa en la cabeza. Un tío solo, amarrado, que piensa mientras se muere porque es lo único que puede hacer: pensar. Manda cojones. La sinopsis de la novela menos vendida del año. ¿Investigando mi propio asesinato? Pues sí, porque esto es un asesinato. Está claro " .  No sabemos muy bien qué es esto cuando empezamos a leer, pero sabemos lo que no es. No es la novela menos vendida del año y sí una novela que cosechará varios premios a lo largo del mismo. O no, pero desde luego es una gran novela. Una muy buena novela. Todos sabéis que Alexis Ravelo es uno de mis escritores favoritos. Con cada nueva novela suya que leo se confirma como tal. ¿Quién es capaz de ambientar una novela en los pocos minutos que puede una persona resistir con una bolsa sellada al cuello con cinta, y manos y pies atados por bridas? ¿Quién es capaz de escribir esa novela y conseguir que el lector la lea sin poder apenas soltarla y deseando volver a cogerla cuand

La última novela de Elizabeth Strout, Luz de febrero , tiene como título original Olive again que me viene mucho mejor para esta doble reseña sobre dos novelas en las que hay una presencia constante y es la de Olive Kitteridge, una mujer grande, no muy agraciada, no muy simpática, nada complaciente, nada convencional.  La primera de estas novelas de título indiscutible, Olive Kitteridge , obtuvo el Premio Pulitzer en 2009. Posteriormente, se hizo una miniserie para televisión de cuatro capítulos que fue donde yo conocí al personaje y a la autora de la novela. No me había decidido a leerla hasta ahora en que al volver a encontrar al personaje en Luz de febrero , he querido leer el inicio de la historia de Olive. Ambos libros son en realidad un conjunto de relatos acerca de los habitantes de un pueblo ficticio, Crosby, en la costa de Maine. Olive Kitteridge aparece en todos ellos, aunque no en todos sea un personaje importante. En algunos tan solo es mencionada o se la ve pasar por allí

"[...] todas las enfermedades son vagos intentos de nombrar a la muerte, metáforas que viajan desde el sentido real del cuerpo hasta el sentido figurado de la muerte. Torpes balbuceos de la palabra hasta una buena pronunciación final. Me sigue costando creer que él vaya a dejar de existir, que el hombre de acción vaya a dedicar sus días, pongamos que una eternidad, a no hacer nada, absolutamente nada. Tal vez esa sea la razón por la que regreso día tras día a ese hospital. A ver qué dicen los síntomas" .  Virginia espera a que su padre muera y lo visita cada día en el hospital. No sabemos bien si desea ser testigo de esa muerte o si sencillamente se siente en la obligación de asistir a los últimos momentos de su padre y no dejar sola a su madre en un momento tan traumático. No sabemos si desea, como por una cuestión de revancha un tanto infantil, asistir a la muerte del hombre al que tantas cosas reprocha, aunque bien es cierto que es el único apoyo de su madre. Su hermana Es