"El secreto" Donna Tartt

«No reconocimos la gravedad de nuestra situación hasta varias semanas después, cuando la nieve de las montañas ya se estaba fundiendo. Bunny llevaba diez días muerto cuando lo encontraron. Fue la operación de búsqueda más intensa de la historia de Vermont: policía estatal, el FBI, incluso un helicóptero del ejército. Cerraron la universidad, cerraron la fábrica de tintes de Hampton, acudió gente de New Hampshire, de Nueva York y hasta de Boston.
Cuesta creer que el sencillo plan de Henry funcionara tan bien, a pesar de los imprevistos. No nos habíamos propuesto ocultar el cuerpo en un lugar donde no pudieran hallarlo. De hecho, no lo ocultamos en absoluto, sino que nos limitamos a dejarlo allí, donde había caído, con la esperanza de que algún infortunado paseante tropezara con él antes de que nadie notara siquiera su desaparición». Pero esa noche nevó y Bunny estuvo diez días desaparecido antes de que se descubriera su cadáver y en esos diez días pasaron muchas cosas.

Pocos libros empiezan contando el crimen que va a constituir el grueso de la historia. Contándolo y desvelando quién es el asesino. En este caso los asesinos, y uno de ellos es el propio narrador, Richard Papen, un joven que ha salido de California tratando de escapar a un futuro trabajando en la gasolinera de su padre. También huye de una familia en la que nunca ha encontrado el apoyo y el afecto que toda familia debería proveer. Ha escapado a la otra punta del país,  al Hampden College, en Hampden, Vermont. Allí, seducido por un grupo de alumnos y un profesor, cambiará sus planes iniciales y se matriculará en las clases de griego clásico de Julian Morrow. Este peculiar profesor solo admite cinco alumnos y, de momento, tiene el cupo completo, pero terminará haciendo un hueco a Richard y aumentando a seis el número de estudiantes que atenderá ese año. 

Richard enseguida se verá a seducido y abducido por esos cinco alumnos tan distintos a él. Henry Winter,  Bunny Corcoran, Francis Abernathy y los gemelos Charles y Camilla Macaulay. «Ni ahora ni nunca he tenido nada en común con ninguno de ellos, nada excepto el conocimiento del griego y un año de mi vida en su compañía. Y si el amor es algo que se tiene en común, supongo que también compartíamos eso, aunque me doy cuenta de que, a la luz de la historia que voy a contar, puede parecer raro». Ricos, desenfadados, capaces de hablar en griego clásico, muy alejados de la vida superficial del resto de los compañeros. Para Richard entrar en su círculo fue como ingresar en un club selecto al que nunca hubiera creído poder acceder.

Pero es un club selecto en el que hay muchas cosas oscuras. Cada uno de sus miembros tiene sus secretos y debilidades que Richard irá descubriendo a la vez que se va viendo metido de lleno en las actividades de los amigos. Tanto se verá comprometido con ellos que incluso cuando surge la necesidad de asesinar a Bunny, una necesidad que no le afecta a él personalmente, se pondrá de su lado de para llevar a cabo el crimen involucrándose al cien por cien. Y así es como nos encontramos el prólogo con ese inicio de la novela.

No desvelo nada, no destripo ningún final. La narración empieza con el asesinato e inmediatamente vuelve atrás para contarnos los hechos que llevaron al mismo. Y Richard empieza narrando su infancia y su vida en Plano, California. «Mi padre era pobre, nuestra casa era fea y mi madre no me prestaba mucha atención; yo llevaba ropa barata y el pelo excesivamente corto, y en la escuela no le caía demasiado bien a nadie; y, dado que así estaban las cosas desde que yo tenía uso de razón, me parecía que las cosas seguirían siempre en ese deprimente estado. En resumen, sentía que mi existencia estaba determinada de alguna manera sutil pero esencial». Unos pocos párrafos, al inicio del primer capítulo, para poner al lector en antecedentes y que entienda perfectamente lo que Richard sintió en Hampden al verse admitido en el grupo más sofisticado de todo el College, en el Olimpo de los estudiantes.

«Los envidiaba y los encontraba atractivos. Además, aquella extraña cualidad, lejos de ser natural, tenía trazas de haber sido cultivada. (Lo mismo sucedía, como acabaría por saber, con Julian: aunque daba la impresión más bien contraria, de frescura y candor, no era espontaneidad, sino un arte superior lo que le hacía parecer natural). Afectados o no, yo quería ser como ellos. Era embriagador pensar que aquellas cualidades eran adquiridas y que, tal vez, aquél era el camino para aprenderlas. Había recorrido un largo camino desde Plano y la gasolinera de mi padre».

Y una vez uno ha sido admitido en el grupo de los elegidos, hará cualquier cosa por permanecer en él. Y cuando uno de los componentes es condenado al ostracismo, uno será el primero en volverle la cara o en aplaudir su asesinato si es el caso... aunque no todo es tan simple. Richard hará todo lo posible por mantenerse unido al grupo, por pertenecer a algo y sentir que forma parte de ello. Y más teniendo en cuenta que no es un grupo cualquiera, son, o así se consideran, los elegidos de los dioses, los más elegantes, originales y cultos de todo el campus.

La cultura griega clásica, que sienten que los eleva por encima del resto, juega un papel importante en la forma de plantearse la vida, las relaciones, las diversiones. Y es cuando intentan experimentar El arrebato dionisíaco cuando todo se tuerce. Richard no estaba presente, pero cuando se lo cuenta Henry rápidamente se siente afectado y asume la responsabilidad de ayudar a sus amigos. «¿hay algo más terrorífico y bello, para almas como las griegas o las nuestras, que perder por completo el control? ¿Librarnos de las cadenas del ser por un instante, suprimir el accidente de nuestro yo mortal?  Eurípides habla de las Ménades: la cabeza echada hacia atrás, la garganta hacia las estrellas, “más parecían ciervos que seres humanos”. ¡Ser absolutamente libre! Desde luego, es posible rechazar estas pasiones destructivas con medios más vulgares y menos eficaces. Pero ¡qué glorioso liberarlas en un único estallido! Cantar, gritar, danzar descalzo por los bosques en plena noche, con tan poca conciencia de la mortalidad como un animal».

¿Hay algo más terrorífico y bello que sentirse por encima del bien y del mal, liberado por mor de la superioridad de las normas morales que rigen para el resto de los mortales? Una borrachera de poder que Julian ha ido sembrando en ellos con su intento de hacerles partícipes de las maravillas del antiguo mundo griego.

Y vendrá el crimen con el que empieza el prólogo del libro. Y vendrá el después del crimen, hasta que encuentran el cadáver y lo entierran. Y vendrá el después del después, cuando los amigos vayan cayendo cada uno en su infierno particular porque incluso para los escogidos del Olimpo hay un infierno que pagar por cada pecado que se comete. 

Richard nos hablará de sus sentimientos. Analizará la situación tratando de explicar y entender cómo se llega a matar a una persona, una persona difícil, que puede llegar a hacerse odiosa, que llega a resultar un grave problema para la vida tranquila de los que le rodean, pero una persona a la que se aprecia.  «Tengo que decir que no me considero mala persona (aunque admito que eso es precisamente lo que diría un asesino). [...] Nunca me he considerado muy buena persona, pero tampoco puedo decir que sea detestablemente malvado. Quizá sea imposible pensar en esos términos de uno mismo, [...] Lo que hicimos es terrible, y sin embargo no me parece que ninguno de nosotros fuera exactamente malo; podéis llamarlo como queráis: debilidad, en mi caso; arrogancia, en el de Henry; o demasiadas redacciones de prosa griega».

Donna Tartt

Hace varios años leí la última novela de esta autora, El jilguero. Esa novela fue ganadora del Premio Pulitzer en 2014 y desde entonces Donna Tartt no ha escrito más novelas. El Jilguero me gustó mucho o me estaba gustando mucho hasta que empezó a flojear, si bien es cierto que se recuperó más tarde.  Creo que es el Pulitzer más flojo de cuantos he leído, aunque no deja de ser una novela notable y muy digna de recomendar.

El secreto tampoco es una obra compacta y uniforme en lo que a calidad se refiere. He leído en algunos sitios que es la mejor novela (y la primera por cierto) de su autora. De momento, y a falta de leer la segunda, Un juego de niños, estoy de acuerdo. Tiene momentos brillantes y cautivadores, tiene algún detalle que me sobra y que podría haber aligerado las cerca de ochocientas páginas de la novela, tiene algún episodio un tanto increíble, pero, dicho esto, creo que es muy recomendable y estas pequeñas objeciones no deben disuadir a nadie de su lectura.

Termino con una cita que me ha gustado especialmente y que da una idea del tono de la historia. 

«[...] comprendí, horrorizado, que en cierto modo Henry tenía razón. Pese a lo espantoso que había sido, no se podía negar que el asesinato de Bunny había coloreado todos los sucesos posteriores con una especie de reluciente tecnicolor. Y pese a que aquella nueva lucidez resultaba a menudo horripilante, no era una sensación completamente desagradable».

Título del libro: El secreto
Autora: Donna Tartt
Nacionalidad: Estados Unidos
Título original: The Secret History
Traducción: Gemma Rovira Ortega
Editorial: Lumen
Año de publicación: 2021
Año de publicación original: 1992
Nº de páginas: 776

Comentarios

  1. Buenos días, Rosa:

    Debo decir que la novela tiene un principio argumental muy interesante. Por otro lado, me ha recordado ligeramente a dos novelas: Jill de Philip Larkin y El talento de Mr. Ripley de Patricia Highsmith. Lo que subyace en ambos títulos recuerda a lo que nos cuentas de la novela de Donna Tartt, ¿puede ser? Apunto encantada para leerla en verano, mi época de thrillers y misterios tochos :)

    Un abrazo y gracias por esta estupenda reseña!!

    PD: Gracias por poner el banner del sorteo <3

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No he leído ninguna de esas dos novelas que mencionas, aunque he visto una película sobre El talento de Mr. Ripley, aunque la verdad es que no recuerdo casi nada.
      El planteamiento es interesante, y da lugar a interesantes reflexiones.
      Por supuesto que puse el banner, faltaría más. Gracias a ti por el sorteo.
      Un beso.

      Eliminar
  2. Hola, Rosa. Esta novela sí que la leí hace un tiempo. También he leído "El jilguero" y coincido con lo que dices, son tan largas que es inevitable que la calidad narrativa decaiga en algún momento pero, en general, son historias bien construidas y muy amenas. Estupenda tu reseña. Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo las he disfrutado mucho las dos. Son interesantes y muy atractivas y adictivas. Ninguna de las dos es perfecta, pero las dos merecen la pena. Están bien escritas y muy bien planteadas.
      Un beso.

      Eliminar
  3. No he leído la autora y eso que El jilguero llegó a casa en su momento, pero ahí se quedó así que antes de ponerme con otras lo haré con la que duerme el sueño de los justos.
    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Recuerdo la lectura de El jilguero como una de las más adictivas. Era Navidad, estaba de vacaciones y lo disfruté mucho. Tuvo un declive hacia la mitad, pero se recuperó. El secreto no decae, pero tal vez se alarga demasiado.
      Un beso.

      Eliminar
  4. Qué influenciables son (hemos sido todos) los jóvenes. Cuánto poder tiene quien es capaz de influir en ellos y cuán peligrosa puede ser esa influencia aun cuando intente ser tan bienintencionada como el sembrar amor y fascinación por la cultura griega. El tema de chico de origen humilde que ingresa en club selecto universitario no es novedoso pero aun así me resulta atractivo. No he leído a Donna Tartt a pesar de que me he planteado varias veces hacerlo. Sobre El jilguero he leído opiniones de todo tipo. En cuanto a este título que nos traes y a Un juego de niños siempre me han llamado mucho la atención. Cuando me enfrento a novelas tan extensas sé que corro el riesgo de encontrarme con altibajos o bien con la sensación de que le sobran páginas. Es verdad que a veces esas lecturas pueden resultar un fiasco, pero cuando el cómputo es positivo suelo ser indulgente con ciertos excesos. En cualquier caso tu reseña anima a leer esta novela.
    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es cierto que el planteamiento de chico pobre que entra en contacto con chicos ricos no tiene nada de original, pero en este caso lo original está en ese inicio dando noticia del asesinato del amigo. Tampoco es una novela de intriga ni policiaca. Lo más interesante es la narración de los hechos que llevan al crimen y las consecuencias que tuvo para todos. Me ha gustado más que El jilguero, aunque es cierto que de esta he olvidado bastante.
      No son novelas perfectas y les sobran algunas páginas, pero el balance es positivo y como tú tiendo a ser indulgente. hay pocas novelas perfectas y estas no lo son, pero merecen la pena. A ver qué me depara Un juego de niños.
      Un beso.

      Eliminar
  5. Leí "El jilguero" que me gustó aunque como tú bien dices tiene momentos en que decae. Las novelas tan largas es lo que tienen. Parece que "El secreto" m¡no le va a la zaga en longitud. Ya eso me echa un poco para atrás, pero con todo y con eso tomo debida nota.
    Comenzar un relato por el final no es tan novedoso. Lo dice ya en el primer comentario Undine. Y sí es verdad. Es recurso muy cinematográfico.
    Un beso

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tampoco creo que la autora quiera ser original con ese comienzo y, sin embargo, todo el análisis posterior de los hechos resulta si no novedoso, sí muy interesante.
      A pesar de la extensión es una novela que se lee muy bien porque engancha y resulta muy entretenida.
      A pesar de las objeciones, pequeñas, que le pueda poner, creo que es recomendable.
      Un beso.

      Eliminar
  6. Ese recurso ya utilizado de comenzar por el final, entre otros, por Orson Welles en el comienzo Ciudadano Kane me encanta si se sabe utilizar con pericia por un buen escritor o guionista. Lo que no llevo bien es que los libros se vayan más allá de las 500 páginas y ya no te cuento si nos vamos a las 800 o 1000. En cualquier caso me parece una apuesta interesante.

    Besos, Rosa.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cuando pienso en películas que empiezan por el final siempre recuerdo El crepúsculo de los dioses, con ese cadáver flotando en la piscina que, encima, es el narrador. Ciudadano Kane también es de esas y además, dando las claves de todo con ese Rosebud que resume sus carencias y frustraciones (tengo que volver a ver ambas).
      Nunca me han importado las novelas largas siempre que sean buenas y no resulten aburridas. En realidad lo que nunca le perdono a un libro es que me aburra. A veces hay novelas muy extensas que podrían serlo menos suprimiendo cosas innecesarias o repeticiones, pero se lo perdono si me gustan y no me aburren. Es el caso de esta novela que resulta recomendable a pesar de esas objeciones que le pongo.
      Un beso.

      Eliminar
  7. Rosa, hola, a mí me ha parecido que este grupo selecto suena a secta juvenil. Está interesante probar el método de empezar por el final, porque me cuesta imaginar que todo lo se teje antes de la fatalidad sea tan interesante como el resultado. Te agradezco la advertencia de la cantidad de páginas, es un detalle a considerar cuando una es lenta para leer, como yo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues resulta todo interesante. Lo que lleva al crimen de un amigo y las consecuencias que irremediablemente tiene. No llega a secta, pero sí que es un grupo muy cerrado de gente muy elitista que tan solo deja entrar al narrador.
      Me gusta poner en la ficha del libro el número de páginas porque sé que hay lectores que lo tienen en cuenta a la hora de elegir lo que leen. En un sentido y en otro. Yo, durante mucho tiempo, era reacia a leer libros con menos de trescientas páginas. Los veía tan delgaditos... Desde que tengo el Kindle me importa menos. Como no se ve si son delgados o no, no me importa el número de páginas.
      Un beso.

      Eliminar
  8. Hola, Rosa. La única novela que he leído de ella es El jilguero y pienso como tú, cuando el protagonista crece pierde fuelle y luego recupera. Veo que tiene elementos comunes con esta, pero es algo que suele pasar en autores con un tipo de libro muy definido. No pasa nada, pero me echa para atrás esa vida difícil, y que sean tantísimas páginas, la autora es muy meticulosa y ahora mismo no tengo ánimo para esto. Igual en otro momento.
    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Son novelas muy largas y no es extraño que en algunos momentos decaigan, aunque creo que El secreto es más homogénea, tiene menos altibajos y el planteamiento general es más interesante por lo que recuerdo de El jilguero que tampoco es mucho. El balance final es positivo y he disfrutado de la novela. Si te decides, o cuando te decidas, creo que la leerás a gusto.
      Un beso.

      Eliminar
  9. Esas 800 páginas no me tiran para atras (de hecho si estoy muy enganchada agradezco que sea una lectura larga, así me dura más el disfrute), aunque no estoy muy segura de querer leerla, esas páginas que te han sobrado sí, porque me conozco y me da miedo quedarme anclada a mitad o hacia el final y acabar abandonando (no te creas que no me ha pasado más de una vez). Alguna vez pensé en leer El jilguero, pero en la biblio mas de un@ me comentó lo mismo que tú (y los que te han comentado arriba)
    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A pesar de lo que he comentado de El jilguero, lo que más recuerdo de la novela es que la disfruté mucho. De hecho, las objeciones que le pongo las he sacado de la reseña que le hice en su día. Sí recuerdo que no fue una lectura de novela perfecta, pero el balance es muy positivo y pocas novelas hay perfectas.
      No creo que tuvieras que abandonar El secreto, para nada. Es una novela muy interesante y si no te asusta el exceso de páginas, seguro que la lees enganchada.
      Un beso.

      Eliminar
  10. No he leído nada de la autora. El tocho de sus libros me asusta, tengo que reconocerlo, pero ya veo que pese a los altibajos, merece la pena. A ver si me animo.
    Besotes!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A pesar del elevado número de páginas los libros se leen muy bien porque son muy amenos y enganchan. Creo que si te animas, no te arrepentirás.
      Un beso.

      Eliminar
  11. Hola Rosa, leí la novela hace un montón de años, creo que cuando se publicó y me gustó mucho, sobretodo la ambientación universitaria y ese grupo de "elegidos" tan fascinantes como aterradores. Después leí Un juego de niños que a mi me gustó menos. El jilguero aun lo tengo pendiente. Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No he leído Un juego de niños, pero sí El jilguero y he de decir que me ha gustado más El secreto. Puede que la trama que plantea y los dilemas que trata sean más de mi interés. De todas formas, he leído en varios sitios que El secreto es su mejor novela y, de momento, estoy de acuerdo.
      Un beso.

      Eliminar
  12. ¡Hola, Rosa! La verdad es que las novelas que comienzan desvelando el final siempre me han resultado un tanto sospechosas: ¿ese inicio es premeditado o bien se monta a posteriori? Lo digo porque me parece que la manera de narrar no puede ser la misma. Comenzar por el final nos lleva a un tono más dramático que de suspense; en lo contrario el suspense debe primar, a mi modo de ver. Es por ello que nunca sé si lo que sucede es que al terminar la novela el autor se da cuenta de que falta suspense y entonces cambia de planes colocando ese inicio.
    En todo caso, no son comienzos que me gusten demasiado, salvo que sean falsos finales y conforme avancemos la lectura ese inicio se nos revele como algo distinto de acuerdo con la nueva información. Un abrazo!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Desde luego, no es una novela de suspense, aunque haya cierta curiosidad por saber qué llevó al asesinato. Pero, al menos para mí, el suspense queda anulado por el interés del análisis. Creo que este es uno de esos casos en los que predomina lo dramático. Tampoco es exactamente el final ese suceso con el que empieza la novela, sino el medio. Hay un antes y un después, causas y efectos del hecho en sí.
      Un beso.

      Eliminar
  13. Si a pesar de comenzar por el final es una novela con un buen argumento y que a pesar de eso merece la pena, que es lo que intuyo por tu reseña entonces la anotaré en mi lista de libros pendientes , que hoy mi marido me ha regalado un libro y tengo otro a medias,jeje se me acumula la lectura.
    Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Creo que puedes anotarla. A pesar de empezar por el medio, que no por el principio, resulta interesante y adictiva. Otro que puedes poner en la cola de libros a leer.
      Un beso.

      Eliminar
  14. Un inicio que engancha, aunque las ochocientas páginas me echan para atrás. Me la apunto de todas formas.
    Y muy inquietante eso que comentas de la borrachera de poder, será que estoy sugestionada con las noticias, pero me ha venido a la mente cierto hijo de Putin.
    Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Siempre me gustaron los libros extensos, pero noto que cada vez me lo pienso más. No obstante, este libro lo he leído casi sin notarlo porque me ha pillado totalmente.
      En esta historia también hay algún hijo de Putin, aunque no es lo que más abunda.
      Un beso.

      Eliminar
  15. Puesto que el asesinato y su autoría se esclarecen ya al comienzo, parece que ese engranaje narrativo que se va desplegando en la historia, para descubrir a los culpables, es sustituido por cómo manejan psicológicamente la situación los implicados, qué impacto puede tener en ellos, habida cuenta de las fortalezas y debilidades de cada uno, ese grupo elitista envidiado por el resto, o eso deduzco partiendo de tu atractiva reseña.
    Que sean pertenecientes a un selecto club relacionado con las lenguas clásicas, el griego, le da un punto sofisticado y elegante al asunto.

    A pesar de esto no afrontaría las 800 páginas de Donna Tartt, antes dedicaría este esfuerzo a otro autor que tuviera pendiente desde hace años, aunque en el fondo lo que ocurre es que yo no tengo tu magnífica capacidad lectora, querida Rosa.
    Un beso!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El meollo del libro es el análisis sobre las causas que llevaron al asesinato y las consecuencias que vinieron después. No es un libro de suspense ni policíaco, sino un libro de personajes y comportamientos.
      La verdad es que es un libro que yo tenía pendiente desde hace años, desde que leí El jilguero. Por fin le ha tocado. Yo envidio la capacidad que tienes tú para leer libros que yo no creo que fuera capaz de abordar.
      Un beso.

      Eliminar
  16. Esta novela la tengo bajo el punto de mira aunque ahora mismo me echan para atrás sus 800 páginas. Últimamente prefiero cosas más cortitas aunque tampoco la descarto. En cuanto al comienzo por el final, o por el medio, son estructuras que me gustan. Muchas veces se empiezan así incluso sin desvelar nada pero esta forma de hacerlo desvelando el desenlace me parece muy osada y la hace merecedora, desde mi punto de vista, de una oportunidad. Al final no importa el orden sino cómo esté materializado.
    Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo importante de esta novela son los análisis sobre las causas que llevaron a ese crimen. La novela empieza en realidad por el medio, no por el final. Luego se retrocede para contar los hechos anteriores y las causas del asesinato y se avanza para ver lo que sucedió después.
      Es larga, pero casi no lo he notado porque es una autora que engancha. Esta novela es el tipo de cosas muy entretenidas, pero de calidad que te decía en mi respuesta a tu comentario en Las gratitudes.
      Un beso.

      Eliminar

Publicar un comentario

Con tus comentarios reflexionamos, debatimos y aprendemos más.

Lo más visto en el blog este mes

"Mujer en punto cero" Nawal El Saadawi

"La amiga estupenda" Elena Ferrante

"Tan poca vida" Hanya Yanagihara

"La caída de Madrid" Rafael Chirbes

"48 pistas sobre la desaparición de mi hermana" Joyce Carol Oates

"El imán y la brújula" Juan Ramón Biedma

Nuevas reseñas en Instagram

"Las fieras" Clara Usón

"La vegetariana" Han Kang

Dos clásicos de amor y desamor.