"Un asunto demasiado familiar" Rosa Ribas

Los Hernández son una familia de detectives. Todos tienen el título: Mateo, el padre, y los hijos, Nora, Marc y Amalia. Hasta Ayala, el empleado ajeno a la familia, tiene su título. La única que no lo tiene es Lola, la mujer de Mateo, aunque eso no le impide tener una perspicacia especial que en más de una ocasión ha sido clave a la hora de resolver alguno de los casos que les encargan. La familia vive en el barrio de Sant Andreu, un antiguo pueblo incrustado en Barcelona, en una casa de indianos que construyó un tatarabuelo antepasado de Lola, enriquecido en Cuba de forma poco ortodoxa. Un enriquecimiento que de otra forma, igual de poco ortodoxa, continuó el bisabuelo ya en España. En la propia casa se ubica la agencia de detectives Hernández con lo que todo resulta "demasiado endogámico. Dependemos demasiado de demasiada poca gente. Nuestra cartera de clientes es muy local, la mayoría de los clientes son de aquí o de los alrededores. Todos nos conocen. —Y yo los cono...