"El círculo del alba" Luisa Ferro

«[...] la naturaleza no es sabia y engendra desvaríos de todo tipo. Unos no llegan a nacer, pero otros conviven entre nosotros sin que sus deformidades sean visibles a los ojos. Esos son los verdaderos monstruos» . El 23 de enero de 1878 se celebraron los esponsales de Alfonso XIII y María de las Mercedes de Orleans. Madrid era como la carpa de un circo gigantesco y profusamente iluminado. Para celebrar tan regios esponsales todo tipo de festejos se había organizado para que los madrileños compartieran la alegría de su monarca. Los nobles y burgueses asistirían a fiestas en palacios y establecimientos lujosos y los más desfavorecidos tendrían su propio entretenimiento callejero que por unos días les haría olvidarse de sus penurias y/o poner en práctica sus pillerías. «Las funciones eran parte del convite ofrecido a las gentes de la villa para tan magna celebración. Por espacio de cinco días se ofrecería al público un nutrido repertorio de entretenimientos, fuegos artificiales, corridas...