"Días memorables" Michael Cunningham
"Cerró el libro y lo sostuvo en alto, contemplando el retrato de Walt, la cara pequeña y barbuda que miraba desde el papel. Aunque era perverso pensarlo, no podía evitar creer que Dios debía de parecerse a Walt, con sus ojos astutos, benévolos, con la barba enmarañada y de aspecto comestible.
Walt es, no podría ser otro, Walt Withman y el libro es "Hojas de hierba". Si "Las horas", más famosa por la película que por la novela de Michael Cunningham, tenía como hilo conductor la obra de Virginia Woolf, "Señora Dalloway", "Días memorables" gira en torno a "Hojas de hierba".
Ambas novelas de Cunningham tienen en común que constan de tres historias cada una que se relacionan únicamente por la obra respectiva,"Señora Dalloway" y "Hojas de hierba", que las recorre y está presente en cada una de ellas.
"Días memorables" consta pues de tres historias que transcurren en Nueva York en diferentes épocas; protagonizadas por personajes que lo único que comparten de una historia a otra, de una época a otra, son nombres más o menos parecidos o incluso idénticos. Alguna cosa más tienen en común las tres historias aparte de Whitman y sus hojas de hierba: un cuenco blanco de porcelana con una franja de flores azules en el borde; un taller de costura incendiado; un Central Park donde lo peor y lo mejor puede pasar en cualquier momento.
"Días memorables", "Specimen days" en el original, repite el título de una obra en prosa de Walt Whitman de 1882 que se ha traducido habitualmente como "Días ejemplares".
Si en "Las horas" las tres historias se entremezclaban y el autor saltaba de una a otra, intercalándolas a lo largo de toda la novela, en "Días memorables", las tres mantienen su autonomía y cada una constituye uno de los extensos capítulos del libro, por lo que se puede considerar que más que una novela, la presente obra consiste en tres novelas cortas.
Walt es, no podría ser otro, Walt Withman y el libro es "Hojas de hierba". Si "Las horas", más famosa por la película que por la novela de Michael Cunningham, tenía como hilo conductor la obra de Virginia Woolf, "Señora Dalloway", "Días memorables" gira en torno a "Hojas de hierba".
Ambas novelas de Cunningham tienen en común que constan de tres historias cada una que se relacionan únicamente por la obra respectiva,"Señora Dalloway" y "Hojas de hierba", que las recorre y está presente en cada una de ellas.
"Días memorables" consta pues de tres historias que transcurren en Nueva York en diferentes épocas; protagonizadas por personajes que lo único que comparten de una historia a otra, de una época a otra, son nombres más o menos parecidos o incluso idénticos. Alguna cosa más tienen en común las tres historias aparte de Whitman y sus hojas de hierba: un cuenco blanco de porcelana con una franja de flores azules en el borde; un taller de costura incendiado; un Central Park donde lo peor y lo mejor puede pasar en cualquier momento.
"Días memorables", "Specimen days" en el original, repite el título de una obra en prosa de Walt Whitman de 1882 que se ha traducido habitualmente como "Días ejemplares".
Si en "Las horas" las tres historias se entremezclaban y el autor saltaba de una a otra, intercalándolas a lo largo de toda la novela, en "Días memorables", las tres mantienen su autonomía y cada una constituye uno de los extensos capítulos del libro, por lo que se puede considerar que más que una novela, la presente obra consiste en tres novelas cortas.
"Walt dijo que los muertos se convierten en hierba, pero no había hierba donde enterraron a Simón. Estaba con el resto de los irlandeses en la otra orilla del río, donde solo había tierra suelta y grava y nombres en las lápidas". Así empieza la primera de las historias, "En la máquina". Estamos en algún momento de la segunda mitad del siglo XIX y Simón ha muerto atrapado por una máquina de la fábrica en la que trabajaba. Su hermano Lucas, de apenas doce años, empezará a trabajar en la misma máquina que mató a su hermano. Mientras, a pesar de su corta edad (los tiempos duros hacen crecer y madurar muy deprisa), debe cuidar de sus padres enfermos, destrozados y medio enloquecidos por el dolor.
Catherine, la novia de Simón, con la que se iba a casar pocos días después, es el tercer personaje y tratará de superar su soledad ocupándose de Lucas y de los que estuvieron a punto de ser sus suegros.
Simón, aun muerto, estará presente a lo largo de toda la novela. En casa habla a través de la caja de música; en la fábrica habla a través de la máquina; en las noches de todos habla a través de los sueños.
Walt Whitman, paseando por Central Park y hablando por boca de Lucas, y la máquina se unen a Catherine, Lucas y Simón como personajes omnipresentes en la historia. La máquina es un personaje más, al que se dota de intención y voluntad. La máquina, que representa todas las máquinas, tal vez es el personaje más importante, el que se levanta sobre el destino de todos como el dios que determina los acontecimientos. "Dios es una máquina sagrada que nos ama de un modo tan abrasador y tan perfecto que nos devora a todos nosotros. Para eso estamos aquí, para ser amados y devorados". No en vano se ambienta la historia en el comienzo del auge de las máquinas y la Revolución Industrial.
Y por encima de todo, el libro. Es un libro que Lucas cogió prestado de la escuela antes de tener que abandonarla. Es un libro que, en ocasiones, habla por su boca sin que él lo pueda evitar "He oído —dijo Lucas— lo que hablan los que hablan, lo que se habla del principio y del fin. Pero yo no hablo del principio ni hablo del fin.
No había sido su intención hablar como el libro. Nunca deseaba hablar así, pero cuando estaba excitado no podía evitarlo". Es "el libro de Walt".
"A ella se le había pasado. Nadie le echaba la culpa, pero no debería habérsele pasado. Presuntamente, era una de las pocas que tenían el toque mágico, una de las pocas que sabían discernir, al oído, el ping de la intención inequívoca, [...] Pero se le había pasado". "La cruzada de los niños" es la segunda historia. Seguimos en Nueva York, pero ya en el siglo XXI. El 11-S ha pasado y Cat es una psicóloga que trabaja para la policía contestando llamadas telefónicas y tratando de discernir aquellas tras las que se puede esconder un terrorista en potencia.
Cuando se produce una explosión con dos muertos cerca de la Zona Cero, el terrorista y un hombre al que se abrazó antes de detonar la bomba, Cat sabe que el asesino es uno de los niños con los que habló por teléfono. Y recordará que el niño mencionó palabras escondidas entre los versos de "Hojas de hierba", un libro que ella conoce y ama.
Cat también está enamorada de un Simón, un hombre bello, blanco y rubio. Si el Simón de Catherine murió antes de la boda, el Simon de Cat, sospecha la mujer, tampoco llegará a casarse con ella. Cat cree que se casará con una mujer blanca y que ella, una negra algo mayor que él, habrá sido el tributo al liberalismo juvenil. "Ella quería —¿de qué manera podría decírselo?— refugiarse en Simón, vivir en paz a su lado, gozar de su erizada y descuidada belleza, de su contento electrizante. Deseaba abandonarse a él, atenerse a él. Claro que él jamás la querría de esa manera".
Esta es una historia con tintes de novela negra. Hay un caso que resolver, unos crímenes que evitar, un complot que emplea niños a los que se adiestra y pervierte con los versos de "Hojas de hierba". Y hay un niño llamado Luke que empapela su habitación con las páginas del libro; y un ser maligno, dotado de las "mejores intenciones" y de voluntad redentora (cuánto daño hacen en el mundo los redentores), que mueve los hilos de la trama al ritmo de los versos de Whitman.
"Según criterios terrestres era un reptil de casi metro y medio de largo, con prominentes fosas nasales y los ojos algo más pequeños que dos pelotas de golf. Pero Simón creía que podía haber sido gloriosa en su propio planeta. Allí podía haber sido bastante mejor que lo tan solo provechoso". "Cual belleza" es la tercera historia. Se ambienta en un futuro impreciso. Ha habido un desastre que se menciona como la fusión del reactor y gran parte de la población de Estados Unidos ha sido evacuada hacia el oeste. Nueva York se ha convertido en un parque temático al que van los turistas a sentir las emociones que se vivían en el pasado.
Central Park es un lugar al que se puede acudir, mediante cita concertada y el pago de los honorarios correspondientes, para sentir lo que es ser víctima de un robo, con mayor o menor violencia según lo solicitado y pagado por el cliente. Simón es un androide que trabaja para la empresa que organiza estas visitas, Encuentros Peligrosos, S.L.
Pero además se puede ir a Central Park para pasear a los niños de los amos si una proviene del planeta Nadia y tiene aspecto de reptil, como todos los nadianos. Simón la encontraba todas las tardes cuando iba a Central Park a su trabajo de cada noche. Ella, Catareen, cada día cuando él llegaba estaba a punto de marcharse a casa con los niños.
En esta tercera historia, la ambientación sale de Nueva York en un viaje hacia el Oeste, hacia Denver, donde Simón espera encontrase Emory, el hombre que lo fabricó. También desea encontrase con los secretos de su origen. Quiere saber la causa de esos sentimientos que le acometen de tarde en tarde, de esos recuerdos que como humanoide no debería tener, de esos versos que, sin darse cuenta, recita de vez en cuando.
Viajará con Catareen y por el camino se encontrarán con Luka, un niño humano, y los tres, nadiana, androide y humano, viajarán a través de un mundo desolado habitado por los humanos que no quisieron ser evacuados en el momento del desastre. Encontrarán amigos y seres violentos, y, finalmente, cada uno de ellos se encontrará con un futuro a la medida de cada cual y que cada cual elegirá a su gusto. Dentro de lo posible.
Una curiosa intervención del autor en el mundo de la ciencia ficción, aunque él siempre ha metido ciertos elementos de fantástica irrealidad en sus novelas.
Historia tras historia, se van deshumanizando los personajes y el mundo que habitan hasta ser meras copias cuya humanidad está programada en sus circuitos. El libro de Whitman va pasando de inspiración literaria a herramienta con la que modelar mentes asesinas y, finalmente, a un chip insertado en un androide.
Michael Cunnigham no es un escritor muy prolífico. Varios años suelen pasar entre la publicación de sus novelas. Yo he leído varias de sus obras traducidas al castellano. De algunas tengo reseña: "La reina de las nieves" y "De carne y hueso". De "Las horas", aunque la leí mucho antes de tener el blog, hice una entrada en julio en mi sección del mes literario. También antes de tener el blog, he leído, "Cuando cae la noche".
No se puede decir que "Días memorables" sea de lo mejor del autor, pero tampoco desaconsejo su lectura. La prosa precisa y preciosa sigue resultándome de lo más sugerente. Las historias, tanto por separado, como en la relación que se les puede encontrar más allá de las coincidencias objetivas, resultan muy ilustrativas de distintas épocas, del devenir de las mismas y de cómo se resuelven unas en otras.
Creo que es una novela para quienes ya conocen al autor y quieren seguir profundizando en su obra. Si lo que se pretende es un acercamiento inicial, lo más recomendable es empezar por alguna otra de sus obras.
Título del libro: Días memorables
Título original: Specimen days
Catherine, la novia de Simón, con la que se iba a casar pocos días después, es el tercer personaje y tratará de superar su soledad ocupándose de Lucas y de los que estuvieron a punto de ser sus suegros.
Simón, aun muerto, estará presente a lo largo de toda la novela. En casa habla a través de la caja de música; en la fábrica habla a través de la máquina; en las noches de todos habla a través de los sueños.
Walt Whitman, paseando por Central Park y hablando por boca de Lucas, y la máquina se unen a Catherine, Lucas y Simón como personajes omnipresentes en la historia. La máquina es un personaje más, al que se dota de intención y voluntad. La máquina, que representa todas las máquinas, tal vez es el personaje más importante, el que se levanta sobre el destino de todos como el dios que determina los acontecimientos. "Dios es una máquina sagrada que nos ama de un modo tan abrasador y tan perfecto que nos devora a todos nosotros. Para eso estamos aquí, para ser amados y devorados". No en vano se ambienta la historia en el comienzo del auge de las máquinas y la Revolución Industrial.
Y por encima de todo, el libro. Es un libro que Lucas cogió prestado de la escuela antes de tener que abandonarla. Es un libro que, en ocasiones, habla por su boca sin que él lo pueda evitar "He oído —dijo Lucas— lo que hablan los que hablan, lo que se habla del principio y del fin. Pero yo no hablo del principio ni hablo del fin.
No había sido su intención hablar como el libro. Nunca deseaba hablar así, pero cuando estaba excitado no podía evitarlo". Es "el libro de Walt".
"A ella se le había pasado. Nadie le echaba la culpa, pero no debería habérsele pasado. Presuntamente, era una de las pocas que tenían el toque mágico, una de las pocas que sabían discernir, al oído, el ping de la intención inequívoca, [...] Pero se le había pasado". "La cruzada de los niños" es la segunda historia. Seguimos en Nueva York, pero ya en el siglo XXI. El 11-S ha pasado y Cat es una psicóloga que trabaja para la policía contestando llamadas telefónicas y tratando de discernir aquellas tras las que se puede esconder un terrorista en potencia.
Cuando se produce una explosión con dos muertos cerca de la Zona Cero, el terrorista y un hombre al que se abrazó antes de detonar la bomba, Cat sabe que el asesino es uno de los niños con los que habló por teléfono. Y recordará que el niño mencionó palabras escondidas entre los versos de "Hojas de hierba", un libro que ella conoce y ama.
Cat también está enamorada de un Simón, un hombre bello, blanco y rubio. Si el Simón de Catherine murió antes de la boda, el Simon de Cat, sospecha la mujer, tampoco llegará a casarse con ella. Cat cree que se casará con una mujer blanca y que ella, una negra algo mayor que él, habrá sido el tributo al liberalismo juvenil. "Ella quería —¿de qué manera podría decírselo?— refugiarse en Simón, vivir en paz a su lado, gozar de su erizada y descuidada belleza, de su contento electrizante. Deseaba abandonarse a él, atenerse a él. Claro que él jamás la querría de esa manera".
Esta es una historia con tintes de novela negra. Hay un caso que resolver, unos crímenes que evitar, un complot que emplea niños a los que se adiestra y pervierte con los versos de "Hojas de hierba". Y hay un niño llamado Luke que empapela su habitación con las páginas del libro; y un ser maligno, dotado de las "mejores intenciones" y de voluntad redentora (cuánto daño hacen en el mundo los redentores), que mueve los hilos de la trama al ritmo de los versos de Whitman.
"Según criterios terrestres era un reptil de casi metro y medio de largo, con prominentes fosas nasales y los ojos algo más pequeños que dos pelotas de golf. Pero Simón creía que podía haber sido gloriosa en su propio planeta. Allí podía haber sido bastante mejor que lo tan solo provechoso". "Cual belleza" es la tercera historia. Se ambienta en un futuro impreciso. Ha habido un desastre que se menciona como la fusión del reactor y gran parte de la población de Estados Unidos ha sido evacuada hacia el oeste. Nueva York se ha convertido en un parque temático al que van los turistas a sentir las emociones que se vivían en el pasado.
Central Park es un lugar al que se puede acudir, mediante cita concertada y el pago de los honorarios correspondientes, para sentir lo que es ser víctima de un robo, con mayor o menor violencia según lo solicitado y pagado por el cliente. Simón es un androide que trabaja para la empresa que organiza estas visitas, Encuentros Peligrosos, S.L.
Pero además se puede ir a Central Park para pasear a los niños de los amos si una proviene del planeta Nadia y tiene aspecto de reptil, como todos los nadianos. Simón la encontraba todas las tardes cuando iba a Central Park a su trabajo de cada noche. Ella, Catareen, cada día cuando él llegaba estaba a punto de marcharse a casa con los niños.
En esta tercera historia, la ambientación sale de Nueva York en un viaje hacia el Oeste, hacia Denver, donde Simón espera encontrase Emory, el hombre que lo fabricó. También desea encontrase con los secretos de su origen. Quiere saber la causa de esos sentimientos que le acometen de tarde en tarde, de esos recuerdos que como humanoide no debería tener, de esos versos que, sin darse cuenta, recita de vez en cuando.
Viajará con Catareen y por el camino se encontrarán con Luka, un niño humano, y los tres, nadiana, androide y humano, viajarán a través de un mundo desolado habitado por los humanos que no quisieron ser evacuados en el momento del desastre. Encontrarán amigos y seres violentos, y, finalmente, cada uno de ellos se encontrará con un futuro a la medida de cada cual y que cada cual elegirá a su gusto. Dentro de lo posible.
Una curiosa intervención del autor en el mundo de la ciencia ficción, aunque él siempre ha metido ciertos elementos de fantástica irrealidad en sus novelas.
Michael Cunningham |
Michael Cunnigham no es un escritor muy prolífico. Varios años suelen pasar entre la publicación de sus novelas. Yo he leído varias de sus obras traducidas al castellano. De algunas tengo reseña: "La reina de las nieves" y "De carne y hueso". De "Las horas", aunque la leí mucho antes de tener el blog, hice una entrada en julio en mi sección del mes literario. También antes de tener el blog, he leído, "Cuando cae la noche".
No se puede decir que "Días memorables" sea de lo mejor del autor, pero tampoco desaconsejo su lectura. La prosa precisa y preciosa sigue resultándome de lo más sugerente. Las historias, tanto por separado, como en la relación que se les puede encontrar más allá de las coincidencias objetivas, resultan muy ilustrativas de distintas épocas, del devenir de las mismas y de cómo se resuelven unas en otras.
Creo que es una novela para quienes ya conocen al autor y quieren seguir profundizando en su obra. Si lo que se pretende es un acercamiento inicial, lo más recomendable es empezar por alguna otra de sus obras.
Título del libro: Días memorables
Título original: Specimen days
Autor: Michael Cunningham
Traducción: Miguel Martínez-Lage
Editorial: El Aleph
Año de publicación: 2007
Año de publicación original: 2005
Nº de páginas: 386
Me apunto la novela, las tres historias independientes me resultan llamativas y que no se entremezclen también (tuve que abandonar Las horas).
ResponderEliminarAsimismo te agradezco que avises de que hay nombres comunes pero que no están relacionados porque, como yo soy así de despistada, seguro que me tiraría toda la lectura pensando qué relación había y si serían parientes o algo así.
Un besote.
No es una obra difícil. Los personajes no tienen ninguna relación entre una historia y otra, más allá del nombre, que tampoco es idéntico en todos los casos, como habrás visto. En "Las horas", hay personajes de una historia que aparecen también en otra. Aunque, para mí, "Las horas" es mejor, pero esta novela está muy bien también.
EliminarUn beso.
La verdad es que Michael Cunninghan escribe y describe tan bonito que incluso el leer fragmentos aislados de su obra es siempre una experiencia muy seductora. La novela que nos presentas, y aunque dividida en tres historias, parece que usa la máquina como nexo de unión entre ellas. Así como en la Revolución Industrial fue el elemento clave, otras máquinas en forma de aviones o artefactos explosivos, lo fueron en relación al 11-S; y sin duda lo serán en un futuro donde quizás los robots y la inteligencia artificial ocupen un papel destacado entre la humanidad.
ResponderEliminarGracias Rosa por tu reseña, es un gusto leerte. Un gran abrazo.
Tienes razón. "La máquina", como personaje, es muy importante y evidente en la primera historia, pero también en las otras dos, bien como artefacto para perpetrar una masacre, o bien como humanoide programado.
EliminarGracias por ese aporte. Hay cosas que me hubiera gustado tratar en la reseña y que he dejado porque no se puede hablar de todo (ya creo que me salen unas entradas demasiado largas), pero concretamente ese detalle no lo había captado.
Si te gusta el autor, esta novela es otro aspecto de su literatura que recomiendo.
Un beso.
Hola Rosa no he leído el título que presentas pero mencionas Las horas y aunque no leí la novela sí tengo presente la película y sobre todo la excelente música que escucho con frecuencia.
ResponderEliminarNo recuerdo haber leído nada de él y espero ponerle remedio pronto pero últimamente estoy leyendo muy poquito y se me están acumulando los títulos.
Besos y feliz fin de semana
Se trata de una autor muy interesante. Yo leo todo lo suyo que consigo. Tiene muchos registros y sus novelas son muy bellas y con un lenguaje muy poético.
EliminarNo hay tiempo para leer todo, por desgracia, pero creo que este autor lo merece.
Un beso.
Rosa, muchas gracias por presentarnos tan bien a este autor. Una recomendación estupenda. Un abrazo.
ResponderEliminarSi te animas a leerlo, espero que te guste y lo disfrutes.
EliminarUn beso.
Mi comentario es prácticamente igual que el de Conxita. Me gustó mucho "Las horas", me gusta Whitman, me gusta la novela negra (dices que esta novela tiene tintes de noir)... O sea que tomo nota del titulo.
ResponderEliminarUn beso
Negra, negra solo es la historia central. Me gustaría saber tu opinión de este autor como experto en la materia que eres.
EliminarNo he leído a Whitman, más allá de algún poema suelto. Ya sabes que la poesía no es mi género favorito.
Un beso.
hola Rosa! he leido a Withman y me gusta, Hojas de Hierbas es muy bello y profundo, anoto este tambien y gracias por hacernos mas sabios reseña a reseña, se te da de maravillas, profe!!!
ResponderEliminarGracias, búhos. Sería un delito no hacerle una buena reseña a este autor.
EliminarYo, sin embargo, como le digo a Juan Carlos, a Whitman lo conozco muy poco; tan solo de algún poema suelto, pero a Michael Cunningham, al que conozco mucho más, solo puedo recomendarlo.
Un beso.
Gracias por la recomendación, Rosa. Me la llevo anotada. Es un autor desconocido para mi, pero me gusta lo que nos cuentas de las tres historias que conforman la novela, y con el aliciente de que transcurren en Nueva York. Besos.
ResponderEliminarSí, Nueva York siempre es un aliciente añadido. Este autor ambienta casi todas sus novelas en esa ciudad que se llega a convertir en otro personaje más.
EliminarSi tienes oportunidad, no dejes de leerlo, aunque yo empezaría por alguna otra de sus novelas.
Un beso.
Las tres historias me llaman la atención. La tercera me parece un poco disparatada, pero hablando del futuro cualquier cosa es posible. En cualquier caso, voy a seguir tu consejo porque no he leído "Las horas" (me hice con un ejemplar después de tu reseña, pero ya sabes...) y mejor empezar sobre seguro.
ResponderEliminarLa hoguera de las vanidades es una obra maestra en mi opinión, aunque Brian de Palma patinó con la adaptación a la gran pantalla, que roza el ridículo. Espero tus impresiones para refrescar la memoria.
Feliz domingo.
Es de esas novelas que leí hace un montón de años (2004), pero de la que tenía una idea bastante aproximada de lo que trataba. Eso significa que me dejó huella. la película también la vi en su día, pero no recuerdo qué me pareció. Pensaba verla esta tarde (estoy con gripe, llueve y hace mucho frío por lo que es un buen plan), pero como la vea muy mala, la abandono.
EliminarYo también creo que para empezar con Cunningham es mejor hacerlo con una novela más representativa de su obra y "Las horas" puede ser una buena opción. Esa película sí que es buena. La vi cuando hice la entrada sobre el libro y me volvió a cautivar.
Un beso.
Me han llamado la atención muchas cosas que mencionas acerca de esta obra… por ejemplo, esa dimensión alegórica que Cunningham otorga a la Máquina (así, en mayúscula), un elemento como símbolo del sometimiento del hombre en aras del progreso, la máquina que aniquila la voluntad del trabajador (y además puede matarlo, como veo en Simon).
ResponderEliminarNueva York, y ese hilo conductor a través de Wihtman, original si que es Cunningham.
Besos.
Es original y escribe historias maravillosas.
EliminarEste no es su mejor libro, pero unaves se ha leído al autor, entran ganas de saberlo todo acerca de su obra. Y en ese sentido, es imprescindible.
Hay algunos autores con los que me pasa eso: necesito leer todo lo que han escrito.
Un beso.
No he leído a este autor, pero me atrae la literatura en la que los escritores son los protagonistas. He leído algunos poemas de “Hojas de hierba” y tengo curiosidad por saber cómo es posible pervertír a alguien con estos versos, cuando son versos que hablan de libertad. Así que no estaría mal echarle un vistazo este autor para ver cómo lo hace. La novela parece interesante y original.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ya sabes que muchas barbaridades se hacen en nombre de un mundo mejor. Hasta la Biblia y el Corán han servido para masacrar pueblos enteros. "Hojas de hierba" bien (mal) empleado puede dar mucho de sí.
EliminarUn autor muy recomendable
Un beso.
Hola Rosa.
ResponderEliminarAinnns tengo dudas. Me gustó mucho Las horas(confieso que vi primero la peli) y adoro a Whitman, pero la cineca ficción no es mi fuerte. Lo pensaré.
Muy muy feliz semana.
Ciencia ficción sólo hay en la tercera historia. Las otras dos entran dentro de lo creíble a día de hoy.
EliminarLa historia que más me gustó fue la primera. Aunque las tres forman un todo muy interesante, se pueden leer independientemente.
Un beso.
NO he leído nada del autor, pero me ha gustado lo que has contado. Me lo llevo apuntado.
ResponderEliminarBesos
Pues espero que te guste y lo disfrutes si, finalmente, te animas.
EliminarUn beso.
Tras leer esta reseña, si de algo estoy seguro es que se trata de una obra original y compleja, seguramente tan riginal y compleja como muchas otras que se han escrito y que no dejan indiferente al lector. Se me antoja una de esas obras que o gustan o disgustan, pero sin término medio. De las tes historias, la que se me antoja menos fantástica y de mejor comprensión es la segunda. Pero las tres parecen esconder un mensaje que vale la pena descubrir.
ResponderEliminarUn beso.
Creo que es una autor que puede provocar esos sentimientos: o te entusiasma, como a mí, o te resulta un tostón (sé de gente a la que le sucede).
EliminarPara mí, la mejor historia de las tres es la primera. Creo que tiene magia. La segunda es la más asequible pues tiene su parte de intriga que engancha más. La tercera es muy interesante, pero como ciencia ficción, me resultó la menos atrayente.
Un beso.
Jo, ¡me atrapó la novela! Parece proponer un viaje en el tiempo para mostrarnos que todo es relativo. Que toda historia es solo un grano de arena en la eternidad, que la intensidad de las emociones palidece en el olvido del tiempo. Muy sugerente combinación de realismo, novela negra y ciencia ficción. Me lo apunto, sin duda.¡Y esperando quedo ese Jim Thompson que he visto! Un fuerte abrazo!
ResponderEliminarLa verdad es que tiene todos los ingredientes para que te guste. Y sí, es un viaje en el tiempo donde vemos cómo cambian la ciudades, las relaciones y hasta el uso de la literatura. Aunque hay algunas cosas que se mantienen, como ese preciosos cuenco blanco que tal vez represente las ansias de belleza siempre intactas en cada ser humano.
EliminarJim Thompson tardará en salir por aquí. hay muchas cosas pendientes antes, pero lo verás no lo dudes.
Un beso.
Tal vez sería buena idea leer primero Hojas de hierba para aprovechar al máximo este otro libro. Aunque no sé si tengo ahora mismo la cabeza (ni menos aún el tiempo) para leer poesía. En cualquier caso parece que este libro de Cunnigham se puede disfrutar por sí solo. Me atraen las tres historias, el simbolismo de esa máquina en la primera y las relaciones que tal vez surjan entre ellas tras su lectura. Claro que todavía no he leído nada del autor, por lo que tal vez te haga caso y comience por otra de sus obras.
ResponderEliminarBesos
Yo no he leído "Hojas de hierba". La poseía no me atrae en exceso y además esa obra debe de ser particularmente difícil, pero se puede leer perfectamente la novela sin Cunnigham sin haber leído a Whitman.
EliminarEs una impresión muy personal, pero creo que esta novela está bien para completar el conocimiento sobre el autor. Cuando te gusta mucho alguien, lo quieres leer todo de él y eso me pasa a mí, pero si no se le ha leído, creo que "Las horas" o "La reina de las nieves" es mejor para empezar.
Un beso.
He leído tanto 'Hojas de hierba' como 'Las horas'. Me resulta atractivo lo que comentas sobre la Máquina. Lo único que temo es que se repita algo haciendo con Whitman lo que ha hecho con Woolf. Pero todo tiene su costo y su por qué.
ResponderEliminarGracias por traernos esta obra, Rosa.
Un beso.
No me parece que se repita, pero desde luego hay una idea similar en ambas novelas. Aquí las historias se cuentan una detrás de otra, no entremezcladas como en "Las horas". De todas formas, aunque está me ha gustado y la he leído muy enganchada, a mí me gustó más "Las horas".
EliminarUn beso.