—Recuerdo que me sentía algo
resentido con Dios —explicó Adam—. Tanto Caín como Abel ofrecieron lo que
poseían, pero Dios aceptó el presente de Abel y rechazó el de Caín. Eso siempre
me pareció injusto. Jamás lo comprendí. ¿Y usted?
—Acaso lo consideramos desde
diferentes puntos de vista —replicó Lee—. Me parece recordar que esta historia
fue escrita por y para un pueblo de pastores, que nada tenían de agricultores.
¿No es natural que el dios de los pastores encontrase más valioso un rollizo
cordero que una gavilla de cebada? Siempre se debe sacrificar lo mejor y más
valioso.
—Sí, eso lo entiendo —dijo
Samuel—. Pero, Lee, permítame advertirle que vaya usted con cuidado y procure
no llamar la atención de Liza con sus razonamientos orientales.
—Sí —intervino Adam con
fogosidad—. Pero ¿por qué condenó Dios a Caín? Eso fue una injusticia.
La cita con la que comienzo es una de las conversaciones más apasionantes que aparecen en esta novela. Aunque no lo parezca. Recuerdo que de niña en el colegio, yo tampoco entendía esa injusticia. Si te hacen un regalo que no te gusta, lo disimulas, sonríes y das las gracias. Y mucho más cuando el regalo supone lo más valiosos para el que lo ofrece: el fruto de su trabajo. Por ello no es de extrañar que cuando cayó en mis manos este libro por primera vez sintiera que había sido escrito para mí. La primera fecha de anotación de lectura que tengo en mi lista data de 1978, pero estoy casi segura de que ya lo había leído una vez más antes de iniciar esa lista en la que aparece apuntado cuatro veces. Sí, cinco veces es posible que haya leído este libro.
Al este del Edén nos cuenta varias vidas. Si las tengo que enumerar por orden, la primera sería la de Samuel Hamilton, un inmigrante irlandés que llegó con su esposa al valle de Salinas, en California, Allí se estableció para crear una familia de nueve hijos. Los Hamilton son reales. Sam era el abuelo de John Steinbeck cuya madre, Olive Hamilton, fue una de las cinco hijas que tuvo Samuel, además de los cuatro hijos.
Después nos traslada al este para contarnos la vida de Adam Trask desde su nacimiento en Connecticut en 1862. Hijo de un militar cuya carrera se vio frustrada casi antes de empezar por una herida que le supuso la amputación de una pierna, estaba destinado desde niño a ingresar en el ejército.
Nos habla también de Cathy desde su infancia. «Al igual que un niño puede llegar al mundo sin un brazo, también es posible nacer sin generosidad o sin conciencia». Cathy tenía algo mal ajustado en su interior ya desde pequeña. Y de la misma forma que la naturaleza viste a veces a los seres más venenosos de una belleza excepcional, Cathy fue desde niña un ser bello y con aspecto inocente.
Estos tres personajes se encontrarán en el valle de Salinas cuando Adam y Cathy, ya casados, se trasladen allí para formar una familia. O eso es lo que Adam esperaba. Con los Trask ya instalados en el valle, entra en juego otro importante personaje, Lee, el cocinero chino de la casa al que deberemos la resolución del misterio de lo que Dios le dijo a Caín cuando lo echó del Edén y lo mando al este, no sin antes hacerle una señal en la frente para que nadie osara agredirle «Si alguien matara a Caín, sería éste siete veces vengado. Puso, pues, Jehová a Caín una señal, para que nadie que lo encontrase lo matara».
Lee se quedó muy sorprendido con lo que Samuel leyó acerca de Caín, de manera que investigó por su cuenta y leyó un par de versiones de la Biblia en las que encontró diferentes traducciones. En una Dios ordena a Caín vencer al mal ("Domina al mal"). En otra le hace un anuncio o una promesa ("Dominarás al mal"). Ante esta disparidad, Lee, con un grupo de sabios de su familia emprende la tarea de estudiar hebreo para dar con la palabra exacta y conseguir la exacta traducción. La palabra es timshell y la mejor traducción sería "Podrás dominar al mal". Esa traducción "hace al hombre grande, lo pone al lado de los dioses, porque a pesar de su debilidad, de su cieno y de haber dado muerte a su hermano, todavía le queda la gran libertad de escoger". No es una orden, no es una promesa, es el don de la libertad: podrás o no podrás, tú eliges. Todos podemos ser malos o buenos, todos llevamos en nuestro interior el bien y el mal, pero la capacidad de elegir entre uno u otro es lo que separa al hombre del resto de las criaturas.
La historia que nos cuenta la novela se basa en el mito de Cain y Abel, un tema que me resulta de lo más atractivo; un mito que en la novela se nos muestra en la historia de Adam Trask y su hermanastro, Charles, pero sobre todo en Caleb y Aaron, los dos hijos mellizos de Adam y Cathy nacidos en el rancho de Salinas con el cambio de siglo. En las dos parejas de hermanos, Charles y Adam, Cal y Arón («Lo pronuncia y lo escribe con una a. Las dos aes les parecen una fantasía gratuita a sus amigos»), hay regalos que no se aprecian, un hermano que siente que su padre quiere más al otro, un afán de venganza que lucha con el amor al hermano y el deseo de hacer el bien; un hermano que, a pesar de ser el único que quiere a su padre se siente rechazado por él. Hay también dos personajes que llevan en su frente el signo de Caín.
«—¿Querías a nuestro padre? —le preguntó Charles. [...]
—No, no lo quería. A veces le temía y otras veces lo admiraba, pero la mayor parte del tiempo lo odiaba. Ahora, dime por qué querías saberlo.
Charles se miraba las manos.
—No lo entiendo —dijo—. Es que no me cabe en la cabeza. Él te quería más que a nada en el mundo.
—No lo creo.
—Pues así es. Le gustaba todo lo que tú le dabas. ¿Recuerdas el regalo que yo le hice? Sí, aquel cuchillo. Tuve que partir y vender una carga de leña para poder comprarlo. Pues bien, ni tan siquiera se lo llevó a Washington consigo. Aún está en la mesa de su despacho. Pero tú le diste un cachorro, que no te costó nada. Bueno, pues ahora verás una fotografía de ese cachorro. ¿Dónde? En sus funerales. Un coronel lo llevaba en brazos. El perro estaba ciego y no podía andar. Lo mataron después de los funerales».
Pero que nadie se asuste. No estamos ante una historia bíblica, sino ante las peripecias de dos familias (los Trask y los Hamilton) en el Valle de Salinas, a caballo entre los siglos XIX y XX, desde la Guerra de Secesión, hasta le Primera Guerra Mundial. Una historia llena de personajes que anhelan el amor, que envidian a los que creen que se lo disputan, que sufren y se defienden como pueden o como saben y que intentan vencer al mal, aunque no siempre lo consigan. Una maravillosa historia, una de esas Grandes Novelas Americanas que para mí ya existen aunque siempre haya alguien tratando de escribirla. Una historia además muy bien ambientada en la época en la que transcurre, desde la Guerra de Secesión en la que participa Cyrus, el padre de Adam, hasta la Gran Guerra. Sí, una de las Grandes Novelas Americanas, y no es la única del autor porque también merece esa calificación Las uvas de la ira, sobre la época de la Gran Depresión.
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John Steinbeck |
No es una historia bíblica, pero sí hay un paraíso.
«El valle Salinas se halla en la California septentrional. Es una cañada larga y estrecha que se extiende entre dos cordilleras montañosas. Por su centro serpentea y ondula el río Salinas, hasta desembocar en la bahía de Monterrey.
[...]
Recuerdo que las montañas Gavilán, situadas en la parte oriental del valle, eran montañas luminosas y resplandecientes, tan llenas de sol y de encanto que incitaban a la ascensión de sus cálidas laderas con la misma atracción que pudiera ejercer el regazo de una madre querida. Incluso su mullida hierba parda las hacía más atractivas. Las montañas Santa Lucia se levantaban contra el cielo al oeste e impedían que se viese el mar abierto desde el valle. Eran unas cumbres negras y amenazadoras, hostiles y peligrosas.
Siempre experimenté cierto sentimiento de temor hacia el oeste y de amor por el este. No alcanzo a comprender la procedencia de semejante idea, a no ser que estuviera relacionada con el hecho de que el día alboreaba sobre los picos de las Gavilán, mientras que la noche surgía tras el espinazo de las Santa Lucía. Es posible que el nacimiento y el ocaso del día tuvieran algo que ver con mis sentimientos hacia estas dos cadenas montañosas»
Yo recuerdo haber recorrido el Valle de Salinas, en coche, en el verano de 2011, para llegar a Monterrey y allí ser presentada al océano Pacífico; y recuerdo haber experimentado la emoción de saber que, cuando leí el libro (cada una de las veces que lo leí), jamás hubiera pensado que un día recorrería aquellos pasajes míticos para mí, pero los estaba recorriendo con la turbación nerviosa del que recorre un lugar sagrado (y para mí lo era).
Solo unas palabras para hablar de la película. Sí, todos conocen la película. Cuando pregunto si se ha leído el libro la respuesta es unánime, no han leído el libro, pero sí han visto la película. La versión cinematográfica es de Elia Kazan y se hizo en 1955, tres años después de publicada la novela. Yo no soy de las que le piden a una película que se parezca más o menos a la novela, pero... Cuando empieza la película, la novela lleva ya mucho recorrido de manera que cuando, en palabras de Aute en su preciosa canción "Las cuatro y diez", James Dean tiraba piedras a una casa blanca, está empezando la película, pero para entonces el libro lleva ya recorridas más de las tres cuartas partes de sus páginas. Si a eso añadimos que prescinde de dos personajes tan importantes como Lee y Sam Hamilton y que no se menciona a Caín más que una vez y de pasada, creo que el haber visto la película no influye en la lectura de la novela más que como acicate. Casi la exige. Yo, tan solo la recomiendo muy fervientemente.
Libros leídos de John Steinbeck con año de lectura entre paréntesis.
"Al este del edén" (?, 1978, 1981, 1990, 2025)
"República busca rey" (1997)
"Las uvas de la ira" (1998)
"De ratones y hombres" (2004)
"A un dios desconocido" (2011)
Madre mía, Rosa... Lo que tú llevas leído impresiona y mucho. Yo de Steinbeck creo que solo he leído una obra —De ratones y hombres— dos veces, y me gustó muchísimo. Estas otras Grandes Novelas Americanas que escribió las tengo pendientes y en suspenso por haber visto la película —quién no lo ha hecho— y aún no me he puesto con ellas. Nunca encuentro el momento. Pero me ha dejado flipada eso que dices de que la película abarca tan solo el último cuarto de la novela. Habrá que leerla, ¿cuándo? No tengo una respuesta.
ResponderEliminarUn beso.
La verdad es que la descubrí siendo tan joven, casi niña, y la he leído tantas veces, que para mí es un libro sumamente especial. la película, la he vuelto a ver después de terminar el libro, me ha gustado menos que otras veces, aunque en gran parte ha sido por el doblaje que creo que es bastante malo, contra lo que suele suceder en España donde hay actores de doblaje magníficos. Yo recomiendo siempre la lectura de esta novela porque creo que merece mucho la pena.
EliminarUn beso.
Pues habrá que hacerle un huequito, Rosa. El dilema es cuándo.
EliminarHola Rosa, que ganas le tengo a esta novela!. Desde que vi la película quise leerla pero aún sigue en pendientes. Una pena lo que cuentas de que solo se recoge en ella un cuarto de la historia, el director sabrá porque lo ha hecho asi, tal vez se centró en lo más llamativo. De Steibeck he leído La perla, De ratones y hombres y Las uvas de la ira, todas me han gustado mucho. Una razón más para hacerme con esta. Besos.
ResponderEliminarSi no has leído la novela, la película puede estar bien (aunque el doblaje como digo en mi respuesta al comentario anterior deja mucho que desear), pero vista tras leer el libro se echa de menos lo más sobresaliente de éste: los personajes de Samuel y Lee, creo que imprescindibles, y las referencias al mito de Caín y la promesa de libertad que se esconde tras él. No dejes de leer el libro.
EliminarUn beso.
Para mí el mejor novelista estadounidense y con esas dos piedras de toque de 'La uvas de la ira' y la hoy reseñada con sus dos adaptaciones cinematográficas que son dos obras maestras. Sin duda, libros para volver a leer más de una vez.
ResponderEliminarBesos, Rosa.
Hace tiempo que no veo Las uvas de la ira y sí que la recuerdo como una obra maestra. Respecto a Al este del Edén, así la recordaba hasta que volví a verla tras leer el libro. La he encontrado muy inferior a lo que recordaba. El doblaje me ha parecido ñoño y chirriante. Eso, por supuesto, no es culpa de la película, pero que haya dejado fuera a los dos personajes más emblemáticos y que no haga mención de la historia de Caín y su importancia en la novela, me parece imperdonable. Tendría que verla sin haber leído el libro, cosa que nunca he hecho y que, lógicamente, nunca podré hacer.
EliminarNo sé si es el mejor novelista estadounidense (ahí están Scott Fitgerald y William Faulkner disputándole el puesto), pero desde luego, es uno de los mejores.
Un beso.
¡Hola, Rosa!
ResponderEliminarUna verdadera joya, por lo que cuentas, una historia que te lleva a importantes reflexiones y dice mucho de esta novela que, después de tantos años, esas reflexiones aún se mantienen vigente. No he leído al autor, cosa que en algún momento tendré que remediar. No tenía idea de que la peli solo refleja una pequeña parte de esta historia, la cinta la he visto varias veces, pero definitivamente tendré que leer el libro sí o sí. Madre mía 5 relecturas, me contenta que hayas vuelto a disfrutar de este clásico ;)
Un beso.
Creo que es la novela que más veces he leído, salvo Sandokán y Mujercitas. Esas dos las leí de niña infinidad e veces. En esas edades en que cunde tanto el tiempo, en que un mes equivale a un año y en que los libros adaptados a niños eran escasos, cuando pillabas algo que te enganchaba lo leías una y otra vez. Lo que pasa es que esos no figuran en mi lista de leídos que empecé con diecinueve años.
EliminarUna novela muy recomendable, con reflexiones muy interesantes, una trama apasionante y que engancha muchísimo. Y, por supuesto, maravillosamente escrita como es marca del autor.
Un beso.
Buenos días, Rosa.
ResponderEliminarYo he leído la novela y he visto, varias veces, la película. Siempre ocurre lo mismo, el texto suele superar a su adapración. No obstante, para mí son ambas dos obras de arte. De hecho, algún día yo también prublicaré una reseña al respecto. Por cierto, te felicito por tu fantástica publicación de hoy, me ha encantado leer tus impresiones.
Un abrazo, y feliz domingo!!
Hola, Undine.
EliminarA mí no me importa demasiado que la adaptación se separe de la novela. Suele incluso dar mejores resultados que una adaptación muy literal, pero de ahí a comerse tres cuartas partes de la historia y quitar de en medio a los dos personajes más emblemáticos... Vamos que la novela es un imprescindible para los amantes de Steinbeck.
Un beso.
¡Hola Rosa!
ResponderEliminarsí, claro que he visto la película con mi amado James Dean como uno de los protagonistas, de hecho la he visto como tres veces y siempre la disfruto mucho. La verdad que nunca supuse que la versión cinematografica se pareciera tan poco, y menos que la peli solo reflejara una cuarta parte de la novela y que prescinda de personajes tan importantes, pero claro, el libro es un buen tocho y debe ser complicado reflejarlo todo, más bien sería para una serie. Me pregunto ¿porqué nadie pensó nunca en hacer una buena miniserie con los capítulos necesarios para abarcarla toda??.
Me ha encantado el análisis que has hecho y estoy convencida de que leerla me apasionaría, pero, ufff la pereza me vence a mí, no yo a ella. Por cierto que no me extraña que recuerdes esa experiencia, la de recorrer el Valle de Salinas tras varias lecturas de la novela como algo emocionante porque en realidad sí era un lugar sagrado para ti
¡Madre mía, Rosa! cinco veces que leíste el libro, de verdad que me parece toda una hazaña, yo creo que en mi vida he releído un libro ni una sola vez, no sé, me da la sensación de que habiendo tanto nuevo por descubrir y tan poca vida, estoy perdiendo el tiempo, aunque sé que no es así
¡Un beso!
Yo también me he preguntado por qué no se hacía una buena serie con los capítulos necesarios. Lo de que la historia es larga es cierto, pero ahí tienes Lo que el viento se llevó, más larga aún y le han hecho una adaptación tan grandiosa que es mejor que el libro. Y se han comido personajes y episodios, pero han mantenido intacto el espíritu de la novela e incluso lo han mejorado.
EliminarRespecto a la relectura, suelo decir (y igual ya te lo he dicho; si es así perdona la insistencia) que los libros son amigos y hay que cuidar los buenos y viejos amigos . hay que conocer otros nuevos, pero no se pueden olvidar los viejos amigos.
Recorrer el Valle de Salinas fue algo mágico porque además no sabía que íbamos a pasar por él y cuando me di cuenta se me pusieron de punta todos los pelos. Fue maravilloso.
Me apena que tu pereza te impida disfrutar de historias como esta.
Un beso.
Ay, qué gran recomendación, Rosa. Yo la leí hace muchísimos años y la verdad es que tengo más presente la película que la historia de la novela, pero me ha gustado tanto, tanto lo que cuentas que voy a ver si la rescato y la leo de nuevo. Genial esta reseña y lo bien que incitas a recuperar a un autor imprescindible. Un beso.
ResponderEliminarNo sé cómo me hubiera influido de leerla de adulta por primera vez, pero de adolescente y sin haber visto la película fue todo un flechazo que aún perdura. Lo malo es que me llevé un buen chasco con la película que, aunque me pareció buena (esta vez ya no me lo ha parecido tanto), no es ni una pálida imagen del libro.
EliminarUn beso.
Soy de los que ha visto la película (varias veces), pero no leído la novela. ¡Faltan tres cuartas partes de la novela! Ese dato ya anima a leer el libro. De Steinbeck he leído hace relativamente poco la imprescindible "De ratones y hombres", y he visto las dos adaptaciones al cine de esta novela, que luego se convirtió en obra de teatro (y no al revés como suele ocurrir), muy buenas. Ahora estoy con "Huida" de Simon Wood y me ha enganchado, así que bien.
ResponderEliminarAbrazos!
De ratones y hombres sí que es una magnífica adaptación, al menos la de 1992 que es la que yo conozco. Por lo que recuerdo, también Las uvas de la ira era muy buena, aunque de ésta vi la película mucho antes de leer el libro y no recordaba mucho para comparar. Ahora tendría que volver a ambas, película y novela, para hacerlo pues ya he olvidado casi todo de las dos.
EliminarNo he leído a Simon Wood y ya debería hacerlo.
Un beso.
De mis eternas pendientes esta novela. Espero algún día leerla. La película la vi hace años y ya apenas la recuerdo. Me has sorprendido con eso de que abarca tan poco del libro. Ahora me has dejado con ganas de verla también.
ResponderEliminarBesotes!!!
Lee primero el libro y ve luego la película. Así lo he hecho yo y he de decir que la película me ha parecido peor que otras veces que la he visto sin tener reciente el libro. Pero sea como sea, o dejes de leer la novela porque es magnífica y es un novelón de esos que enganchan y no lo puedes soltar.
EliminarUn beso.
Yo recuerdo haber visto la película, pero hace tantísimos años que solo puedo decir que me dejó indiferente, y eso que Elia Kazan fue uno de mis directores preferidos, por las películas que dirigió y tuve ocasión de ver. Por lo que cuentas de ambas versiones, la novelada y original, y la cinematográfica, me entan ganas de leerla. Solo temo, como me ha ocurrido con autores de principios del siglo pasado, que me resulte un tanto anticuada narrativamente.
ResponderEliminarUn beso.
La novela está escrita en los años cincuenta y te aseguro que no resulta nada anticuada. Ningún libro del autor resulta anticuado. No sé si habrás leído alguna novela suya, pero para mí es uno de los mejores escritores estadounidenses superado solo por Faulkner y tal vez (no lo tengo muy claro) por Scott Fitzgerald. Anímate con esta novela, es una muy buena opción para los largos días veraniegos.
EliminarUn beso.
ES posible que haya leído este libro aunque los recuerdos que me vienen al leerte puede que procedan de la película, no sé. Por otra parte, no me suena que tenga a Steinbeck entre mis autores conocidos. Menuda empanada mental tengo.
ResponderEliminarAnte la duda creo que leeré (o releeré) esta novela.
Un beso.
Como le digo a Josep Mª es una buena lectura para las tardes veraniegas y una vez te engancha es muy difícil soltarse. Steinbeck es un autor difícil de olvidar cuando se le conoce. Te animo a hacerlo. Si es que no lo conoces, que muy segura no te veo, ja, ja. ¿No tienes tu lista de libros leídos? Es una maravilla poder acudir a ella, se descubren lecturas y autores que una había olvidado.
EliminarUn beso.
Y yo no sé a qué estoy esperando para leer este novelón. Empecé a lo grande con Steinbeck con Las Uvas de la ira, y a partir de ahí siempre me ha fascinado todo lo que he leído suyo que es poco teniendo en cuenta cuánto me gusta.
ResponderEliminarY esta no va a ser menos. A mí el tema bíblico me encanta, así que me parece genial que haya tomado esa referencia. Independientemente de la de que tengas o no, en la Biblia también hay grandes historias.
Lo del viaje que hiciste tuvo que ser muy emocionante, casi mágico.
Muchos libros pueden aguantar una relectura pero aguantar cinco es de ser un libro muy especial.
Besotes
Si te gusta John Steinbeck, te gustan los temas bíblicos y no les tienes miedo a los libros extensos, esta es tu novela. Yo no soy creyente, pero de niña estudié Historia Sagrada y leí La Biblia de los niños, y los mitos bíblicos me atraen mucho. El de Caín y Abel siempre fue mi favorito así es que cuando este libro cayó en mis manos por primera vez me dejó fascinada. Y no solo por las referencias al mito que son buenísimas, sino porque es un novelón de los que tienen pegada al sofá horas y horas.
EliminarDesde luego, para mí es un libro muy especial. Reconozco que no soy objetiva, pero tampoco debe mi subjetividad andar muy equivocada porque a todo el mundo que se lo he recomendado y lo ha leído (a todos los miembros de mi tertulia literaria hace unos años) le ha encantado.Las uvas de la ira lo leí no hace demasiado en comparación (1998) y me gustó mucho, puede que hasta sea mejor novela, pero... No lo dejes pasar.
Un beso.