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El autobús de línea azul oscuro,
destartalado y oxidado, se detuvo chirriando en el asfalto ardiente de primera
hora de la tarde. El viento, húmedo y bochornoso, hacía ondear las hojas de la
gran palmera que se alzaba en el centro de la plaza desierta. Los tres únicos
pasajeros que había a bordo bajaron: Carlo el primero, con el puro apagado
entre los dientes, vestido de punta en blanco con chaleco y los oxford de piel
marrón bien lustrados, impolutos después de un viaje que, primero en tren y
después en autobús, había durado dos días. […] Se quitó el sombrero de fieltro
y lo usó a modo de abanico, pero solo consiguió mover el aire caliente. En
verano, el siroco que soplaba de África era tan despiadado como recordaba.
Anna lo percibió en cuanto puso un
pie en el suelo. Llevaba un vestido negro largo, señal del luto que se
obstinaba en mantener desde hacía ya tres años, y sostenía a duras penas a
Roberto, un niño de un año de mirada avispada.
Era junio de 1934 cuando Carlo Greco, su esposa Anna Allavena, y su hijo Roberto bajaron del autobús en Lecce. Carlo volvía a su tierra de la que llevaba ausente varios años. Anna venía del norte, no conocía el sur y tendría que enfrentarse a unas diferencias con lo que estaba acostumbrada que no se quedaban tan solo en el siroco y que iría descubriendo con el paso del tiempo. Nada más alejado de su Pigna natal, en Liguria, casi en la frontera con Francia, que aquella ciudad de Lecce que la recibía, en Apulia, en la punta del tacón de lo que es la bota de Italia. Nada más alejado del mundo del que procedía que esas costumbres, ese modo de vida, ese clima que iba a encontrar. Pero Anna, fuerte e inteligente, sabrá adaptarse y hacerse su hueco en esa tierra árida y entre esas personas un tanto anticuadas para su gusto.
Pero me he adelantado. O me he retrasado, más bien, porque el libro empieza en un prólogo fechado el 13 de agosto de 1961 en Leccianello, el pueblo próximo a Lecce en el que Anna ha vivido desde que llegó. En el que ha vivido toda su vida, porque ese trece de agosto, Anna ha muerto. Y sabemos que su hijo Roberto, al que aún no conocemos, tiene una mujer llamada Maria; y que hay una tal Giovanna «que entró de sopetón y se lanzó hacia Anna, abrazándola y besándole la cara tanto rato que incomodó a todos los presentes». Y es que, como alguien susurró, siempre había sido muy rara. Y sabremos que Anna y Antonio no se hablan desde hace nueve años, pero Anna ha dejado una carta para él en manos de Roberto. Y sabremos de una tal Carmela que planchó su mejor vestido de fiesta para la ocasión.
«En ese instante entró, compacto, el grupito de mujeres capitaneado por Carmela, envuelta en un vestido azul marino, el pelo peinado en un moño y una gruesa línea de lápiz negro en los párpados. Como una prima donna, sacó pecho y avanzó hasta el ataúd, orgullosamente consciente de las miradas curiosas que, como moscas, se le quedaban pegadas. El beso dirigido a la difunta, el apretón de manos a Maria, el abrazo a Roberto: una interpretación magistral».
Todo eso sabremos antes de pasar al primer capítulo y ver a Carlo, Anna y Roberto apearse del autobús en Lecce en 1934. Empezará así un flash back que constituirá el total de la novela y nos llevará de vuelta a ese 13 de agosto de 1961 y al final de la historia. Un flash back en el que se nos narra, en tercera persona y por medio de un narrador omnisciente, la vida de todos los personajes durante esos veintisiete años. Anna será la protagonista, la forastera, la que tiene que enfrentarse a un mundo hostil que le es totalmente ajeno. Pero entre la fuerza que le da el convencimiento de sus ideas y su asombrosa capacidad de combinar la lucha con la adaptación harán que triunfe y salga airosa de cuanto se propone aunque sin ahorrarse sufrimientos y contrariedades.
Lo primero que hará será ir dejando el luto que trae desde que hace tres años perdió a su hija, la pequeña Claudia. Se irá adaptando a su nueva familia: Antonio, el hermano de Carlo; su mujer, Agata; y la hija de ambos, Lorenza. Antonio especialmente se sentirá feliz del regreso de Carlo después de una ausencia de años.
«Cómo había echado de menos a su Carlo juguetón, el hermanito de los grandes abrazos. Mientras Carlo estuvo a su lado nunca había necesitado a los demás: era su hermano, claro, pero sobre todo era su amigo más querido, su compañero de tropelías favorito, el único que lo conocía en profundidad. Cuando se fue, lo embargó la sensación de que estaba solo en el mundo. Y nadie fue capaz de apartar esa soledad, de dar color a su mundo. Ni siquiera, pensó con una pizca de remordimiento, su mujer, Agata, o su hija, Lorenza».
La relación con Lorenza enseguida toma un cariz de complicidad y cariño mutuo. Anna ve en ella a la sustituta de su hija perdida y la niña, de nueve años, encuentra en Anna características que le faltan a su madre, una mujer apegada a las costumbres del pueblo, sin otras perspectivas para la niña que hacer de ella una buena esposa y madre. Con Agata no llegará nunca Anna a entenderse del todo por más que la cuñada intente hacerla partícipe de las formas de vida del lugar. Anna termina accediendo a ciertas propuestas más por pena que por entusiasmo. Ve a la mujer hundida en una soledad de la que la llegada de la forastera, como la llaman en el pueblo, espera que la salve. Con Antonio la relación es más fluida. El gusto común por la lectura los une y les hace cómplices. Eso y que la belleza de Anna viene a conjurar el hartazgo que Antonio siente hacia su mujer aunque procure no demostrarlo.
Es Antonio, tal vez, el personaje que más me ha atraído de la novela. Quiere a su hija y tiene puestas en ella unas esperanzas que la madre trata de anular. Él quiere que la niña estudie y vaya a la universidad. Como siempre sucede, la lectura, sobre todo de escritores rusos, lo ha elevado por encima de las expectativas más o menos mezquinas del resto.
«Él y su pasión por los escritores rusos… En una ocasión, Anna incluso le preguntó por qué le gustaban tanto. Antonio respondió que, en su opinión, eran los mejores no solo para contar las miserias humanas, sino también para compadecerlas.
—Te hacen sentir que no estás fuera de lugar, sino que solo eres humano —había añadido».
Será Antonio quien apoye a Anna en todas sus iniciativas, en especial cuando decide optar al puesto de cartero que ha quedado vacante. Tan solo él saldrá en su defensa cuando tanto Carlo como Agata opinen que no es un trabajo para mujeres. Será él quien muchos años después la apoye en su proyecto de la Casa para las Mujeres, aunque aquí también el apoyo de Carlo fue decisivo.
Pero paralelamente a la vida de Anna iremos viendo la de otros personajes. Conoceremos muy bien a Giovanna y sus terribles circunstancias, a Carmela y su resentimiento por Carlo y su familia. Todos los personajes que vimos en el velatorio de Anna nos serán dados a conocer, y sabremos además de muchos otros que van a tener su importancia en la historia. Veremos la evolución de los niños, Lorenza, Roberto y Daniele, el hijo de Carmela que irá ganando presencia hasta adquirir una importancia decisiva en las vidas de algunos otros.
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Francesca Giannone |
La cartera es la historia de una mujer enfrentada a unas circunstancias que a muchas les hubieran hecho salir corriendo. Ella decide luchar contra ellas y, si no vencerlas, cosa difícil cuando se trata de toda la idiosincrasia de un pueblo, sí corregir aquellos aspectos que le afectan de cerca a ella y a sus seres más queridos. Y es una historia de amor y fidelidad más allá de la muerte, y de renuncia a lo que puede hacer tambalearse el equilibrio de varias vidas. Pero también hay renuncias por amor que no reparan en romper con todo y con todos para conseguir la felicidad.
Francesca Giannone es una autora nacida en Lecce por lo que sabe bien de lo que habla. Y lo sabe además porque Anna Allavena es su bisabuela o más bien está inspirada en su bisabuela. La cartera no es una novela original ni que cuente una historia muy novedosa. Mientras leemos tenemos la sensación de haber leído ya cosas similares ambientadas en Nápoles o en Sicilia. Historias del sur de Italia duras como la seca tierra que las sustenta, mujeres atrapadas en un sistema cerrado de ritos, costumbres y supersticiones, mujeres que luchan para sobrevivir y para ayudar a las que tienen menos fuerza. No, no es una historia original, pero es una historia honesta, muy bien escrita, sumamente agradable de leer y que recomiendo.
Hola, Rosa.
ResponderEliminarBuena idea que hayas fijado la idea de una ficha con los las datos del libro nada más comenzar. Para comenzar me gusta la portada del libro y el primer extracto seleccionado que marca una prosa que da gusto leer. Respecto al argumento me gusta especialmente la localización en el sur de Italia y esas relaciones familiares tan marcadas por el entorno geográfico y social. Quizás, como explicas, no sea una historia muy original, pero se ve suplida por su honestidad y por la buena escritura. Me ha recordado, aunque no tenga mucho que ver -cosas mías- a la peli italiana clásica 'Stromboli' que volví a ver hace unos días. Lo que está claro es que todo el sur de Italia es muy especial para crear cine y literatura.
Besos.
Son las imágenes que hacía con Canva para Instagram y se me ocurrió que podía ponerlas también en el blog. Lleva tiempo, pero me lo paso muy bien con Canva.
EliminarA mí me gustan mucho las historias ambientadas en el sur de Italia que además es precioso. Conocí Lecce en 2019, en un viaje por ese sur que me entusiasmó. Si ya me gustaba el norte...
La historia no es muy original como digo, aunque tampoco hace falta. Basta con historias buenas, bien contadas y honestas.
Hace siglos que no veo Stromboli y la verdad es que recuerdo muy poco de la trama. Es otra película que debería volver a ver. Te agradezco el recordatorio.
Un beso.
¡Hola Rosa!
ResponderEliminarhoy día es complicado encontrar historias originales, de las que no te suene haber leído algo similar antes, porque hay tanto publicado..., pero no es algo que me importe para disfrutar de una buena lectura, con buenos personajes y bien escrito sí consigue atraparme de primeras, y creo que esta historia lo haría.
La verdad que me dejas con ganas de conocer a Anna, esa mujer que rodeada de un ambiente hostil lucha por conseguir lo que desea para ella y para su familia. La ambientación en el sur de Italia también es algo que me atrae
La tendré en cuenta para un futuro
Un beso.
Yo tampoco voy buscando la originalidad en una novela. Si la encuentro la sé apreciar y es un valor añadido, pero como dices es difícil porque se escribe tanto que ya casi todo está inventado y tratado. En esta historia hay una magnífica ambientación en ese sur reseco y hay una muy buena historia de personajes y situaciones. Además, como se ve en las citas, está muy bien escrita. Te recomiendo que te acerques a Anna, su familia y todos los personajes que pululan por Leccianello.
EliminarUn beso.
Buenos días, Rosa.
ResponderEliminarLo que cuentas sobre La cartera me llama imperiosamente, aunque su historia, como dices, no resulte original. Desde que descubrí a Simonetta Agnello Hornby, autora que ha escrito novelas de fondo similar, leo todo lo que está a mi alcance del mismo calibre. Me apunto el título que nos reseñas. Muchas gracias!!
Un abrazo, y feliz miércoles!!
Buenos días, Undine.
EliminarFíjate que cuando escribí que la historia no era muy original estaba pensando en Simonetta Agnello Hornby cuya magnífica trilogía leí en 2010 y me encantó. Aunque recuerdo poco de la historia, el ambiente del sur de Italia con sus ásperas costumbres se me quedó grabado. Espero que esta novela te guste si finalmente te animas a leerla.
Un beso.
Las historias familiares en una época y en un ambiente rerógrado resultan muy convincentes, pues vemos en ellas una realidad que no ha dejado de existir del todo. Por otra parte, el hecho de que la autora se haya inspirado en la vida de sus antepasados (por lo menos de la de su bisabuela) le añade un mayor rigor e interés por la veracidad y sinceridad de lo que se narra. Muy interesante.
ResponderEliminarUn beso.
Lo retrógrado no solo no ha dejado de existir, es que creo que empieza a ponerse de moda de la mano de esas ideas conservadoras que, en nombre del nuevo concepto de libertad que se han inventado, están trayendo a la palestra ideas y comportamientos que ya deberían estar olvidados.
EliminarResulta muy interesante saber que lo que cuenta le ocurrió de verdad a una antepasada de la autora. La novela resulta además muy entretenida.
Un beso.
Hola, Rosa.
ResponderEliminarEs una pena que entre mujeres pueda existir esa rivalidad, ese menosprecio, sé que es otra época, pero todavía existe ese reflujo en el que, en vez de ser una piña, se minimiza y resta apoyo. No sé que puede llegar a una mujer a validar como correcto esos pensamientos arcaicos, de inferioridad hacia lo que, como individuo, independientemente de su sexo se es capaz de lograr.
Un beso.
La cultura de milenios es muy difícil sacársela encima. Cuando te han machacado durante tanto tiempo con que eres inferior la autoestima queda por los suelos. Eso por no añadir el egoísmo y la suspicacia del ser humano que hace ver rivalidades por doquier, en el mismo sexo y en el otro. Menos mal que hay quienes saben verlo y narrarlo en obras como esta.
EliminarUn beso.
Hola, Rosa. Pues también yo anoto la novela. Me gusta mucho lo que has contado sobre ella: ambientación, personajes, ese universo familiar que parece tan bien construido... A mí me ha recordado un poco a la trilogía de Elena Ferrante que también me gustó mucho en su momento. Estupenda tu reseña. Un beso.
ResponderEliminarSí, también puede recordar a la trilogía de Elena Ferrante que, ambientada en Nápoles, no deja de ser ese sur que tan bien se describe en esta novela. seguro que te gusta.
EliminarUn beso.
Hola Rosa, está es la primera reseña que leo de esta novela, pese a que la he visto mucho por las redes catalogada como la novela revelación del 2024 en Italia. En principio no me terminaba de convencer porque me parecía más de lo mismo, pero si tú dices que la autora sabe de lo que habla porqué está inspirada en su bisabuela, y te ha parecido honesta y la recomiendas, me lo pienso. A ver si la hay en la biblioteca. Besos.
ResponderEliminarUn poco más de lo mismo sí que es, en el sentido de una historia ambientada en el sur de Italia con todo lo que eso significa, pero sí que está bien escrita y me ha parecido muy recomendable. Yo la he disfrutado mucho. Seguro que está en la biblioteca porque ha sido todo un boom. Esto último era lo que me hacía ser un poco remisa a leerla, pero la pusieron para la tertulia del instituto...
EliminarUn beso.
No es una historia original, pero cuando está bien narrada y tiene unos buenos personajes siempre gusta, y parece que es el caso. Si se cruza, no la dejaré pasar.
ResponderEliminarBesotes!!!
No la dejes porque merece la pena meterse en esta historia. Como dices, buenos personajes y bien narrada.
EliminarUn beso.
¡Hola! Me atrae mucho todo lo que nos cuentas, tanto la trama, como la ambientación hacen que quiera disfrutar de esta lectura. Muchas gracias por la reseña. ¡Un beso!
ResponderEliminarAmbientación, trama, personajes, todo ello hacen de esta novela una lectura muy recomendable que no debes dejar pasar.
EliminarUn beso.
¡Hola, Rosa!
ResponderEliminarOtra novela que llamó mi atención desde que la descubrí en Instagram. El texto que aparece en la cubierta: "Un pueblo del sur, una mujer del norte. Dos mundos que se encuentran y que cambiarán para siempre." me situó de inmediato en el contexto, no me fue difícil imaginar el contraste entre ella y el resto de habitantes del pueblo... ¡una diferencia abismal.
Me encanta todo lo que nos cuentas sobre Anna, una mujer apasionante, diferente, que no se deja doblegar por la sociedad y sigue su propio camino, su amor por los libros, y además la ambientación de la novela, ese pueblo italiano de ensueño, la verdad es que me has atrapado de inmediato :)
Una historia entrañable que leeré, seguro que caerá en algún momento, me contenta saber que la has disfrutado mucho. ¡Estupenda reseña! 👏🏻
Besos.
Tú que conoces esos lugares seguro que disfrutas mucho de la novela. Esa mujer del norte que llega al sur y es capaz de sobrevivir a base de tesón y de ser capaz de modificar las circunstancias y adaptarse a lo que no puede modificar me ha parecido un gran personaje. Yo iba leyendo y me iba poniendo en la piel de Anna y solo quería salir corriendo, pero ella fue capaz de resistir y lo hizo de una forma genial porque mejoró ella y mejoró lo que la rodeaba.
EliminarNo conozco Leccianello, pero conozco Lecce y es un sitio mágico. Todo el sur de Italia que conozco lo es. Estoy segura de que te va a encantar la novela.
Un beso.
Hola, Rosa. Qué alivio no sumar uno más a la lista. Porque ya lo tenía apuntado y localizado en la biblio. Estas historias y salvando distancias me recuerdan a la de mi madre, que también se fue a vivir a la otra punta del país cuando se casó donde no puede ser más diferente todo y además en la época analógica.
ResponderEliminarEs verdad que ya hemos visto muchas parecidas pero si están bien escritas y son honestas, me valen.
Y qué poco me gustan esos prólogos, que nunca leo hasta que he terminado el libro. Le quitan un poco de emoción.
Besos
No es un prólogo de esos que te destripan la historia escrito por alguien distinto al autor. Es ya el inicio de la novela, lo que pasa es que es de esas novelas que empiezan por el final para luego volver hacia atrás e ir contando la historia hasta llegar de nuevo a ese final. Deberían llamar distinto a ambas cosas porque no tienen nada que ver. Para mí, lo de esta novela no es un prólogo propiamente, sino que es ya la novela.
EliminarA mí sí que me gusta porque ya sé lo que va a pasar, en este caso la muerte de Anna, quién la aprecia y quién no tanto, su enfado con Antonio con el que no se habla... Lo sé, y me mata la curiosidad de saber cómo se llega a esa situación, todo lo que ha pasado hasta llegar a ese final que ya conozco.
Te va a gustar.
Un beso.
Pues otra historia apetecible, en especial por la ambientación.
ResponderEliminarLa portada es muy bonita.
Gracias por la información y feliz día.
Sí, tiene una portada preciosa y la historia también lo es. la ambientación es muy apetecible y además está muy bien descrita. Casi sudas cuando hace calor.
EliminarUn beso.
Aunque no sea una novela "original" me la apunto, o puede que me la apunte precisamente por eso (y por tu fantástica reseña) porque últimamente he salido trasquilada con experimentos novedosos así que me vuelvo a las lecturas "de toda la vida".
ResponderEliminarBesos.
Hay temas e historias que se agradecen aunque se repitan. Yo no valoro en exceso la originalidad siempre que las novelas sean buenas como es este caso. Prefiero una buena historia bien contada aunque suene a visto que una historia muy original y que me deje fría. Seguro que disfrutas con la historia de esta cartera y su familia.
EliminarUn beso.