"La cita" Belén Garrido
«—No sé cómo se las arregló para salir de casa sin que yo lo viera, pero esa misma tarde mi hijo desapareció. No volvimos a verlo hasta dos días después, en un depósito de cadáveres de Asturias. Habían hallado el cuerpo en la casa de una señora llamada Julia Menéndez, en Santirso, una aldea en la montaña. Le hicieron la autopsia y dijeron que murió de un infarto. […] Pocas horas después del descubrimiento del cadáver de Alberto, la Guardia Civil encontró enterrado en el jardín otro cadáver en avanzado estado de descomposición. Era de una mujer, que más tarde identificaron como Adela Tamargo. […] —Si entiendo bien —interrumpí intentando aclararme—, lo que había pasado en ese pueblo era un accidente de automóvil en el que murió una mujer y la marcha de su amiga. Un año más tarde, su hijo muere en la vivienda de la fallecida, llega la Guardia Civil y aparece el cuerpo de Adela, la amiga que se había ido, enterrado en el jardín de esa misma casa, asesinada». Este es el caso...