Papá, In memoriam


Se llamaba José Antonio y murió el 1 de junio. Nadie, fuera de familiares y amigos, le conocía.  No era un escritor, pero era un gran autor.
Fue el autor de mis días y de mis noches, de mi infancia, de mi adolescencia, de todas mis edades; fue, en una palabra, el autor de mi vida. Fue también el autor de la vida de mi hermana, de las de mi hijo y mis sobrinos.
Escribió con su caligrafía pulcra de escolar de los años cuarenta mi gusto por la literatura. De él lo aprendí, o lo heredé, porque no sé muy bien cuánto de herencia y cuánto de aprendizaje hay en estas cosas. En sus libros de adolescencia aprendí a leer y a amar los libros. No eran libros con dibujos luminosos y letras grandes, sino volúmenes avejentados por los años (tampoco tantos como me parecía entonces; tal vez veinte como mucho), letra pequeña, ilustraciones en blanco y negro, algunos a doble columna. Verne, Salgari, Twain, Stevenson, Burroughs y su colección de Tarzán, infinitamente más apasionante que las mejores películas...


Algunos de los libros de la biblioteca adolescente de mi padre que llegaron hasta mí.
Los he sacado de Internet porque los suyos están en cajas en el trastero de su casa
de donde tendré que rescatarlos ahora 

Él, junto con mi madre, fue el autor de mi afición por el cine. Entre ellos y mi abuela paterna, me llevaron a las salas desde muy pequeña. Con cuatro, o cinco años yo veía películas de Tarzán, de Marisol, del oeste... "Mary Poppins", "Sonrisas y lágrimas"; un poco más tarde fue con mis padres con quienes descubrí "Lo que el viento se llevó" y unos años después, yo se la descubrí a mi hermana. La sigo considerando una de las mejores películas de todos los tiempos. Mucho mejor que el libro como a veces sucede, aunque sea pocas veces. 
Fue el autor de mi timidez enfermiza, de mi gusto por los interiores y por la actividad más mental que física; de mi resistencia a tirar trastos viejos que para nada sirven; de mi falta de habilidad social, de mi gusto por el anonimato; fue el autor de casi todos los rasgos de mi cara, de casi todos mis gestos.
Fue el autor de mis orgullos infantiles (había que verle saltar del último trampolín en la piscina, entrar en el agua con la cabeza por delante como una flecha y hacer los largos con un estilo impecable); de mis iras y rebeliones adolescentes (nuestras discusiones eran épicas, ridículas desde la distancia del tiempo, como corresponde a dos personas igual de cabezotas); de mi redescubrimiento con la edad madura, como pasa siempre tras superar las fiebres del caótico paso de la infancia a la juventud.
Me enseñó matemáticas y física mientras sus conocimientos se lo permitieron, porque no llegó a terminar el Bachillerato, pero su formación para poder conducir las distintas máquinas que en este país arrastraron un tren desde los años cincuenta, le permitieron llegar a tener de esas materias un conocimiento superior al que podía corresponder a sus estudios. 

Muchos años separan estas fotos; los que van de la máquina de vapor
a la eléctrica, de la juventud a la madurez.

Sí, fue maquinista de RENFE; condujo máquinas de vapor y después máquinas eléctricas, de las que se paraban cuando se caía la catenaria, una cosa misteriosa de la que oía hablar sin saber qué podía ser, hasta que me enteré muchos años después, pero no por él, a quien nunca se me ocurrió preguntar. La catenaria era uno de esos misterios inabordables de los que nunca pensé que pudieran tener explicación y por lo tanto nunca pretendí averiguarla.
Tenía un sentido del humor fino e irónico que tardé muchos años en descubrir. Me ha sorprendido la cantidad de gente que en estos día de velatorio recordaba lo mucho que se reía con él. Incluso en los últimos días en que lo vi (hace ahora dos semanas) tenía la risa fácil, pronta a estallar por cualquier nimiedad.
Era bueno en el buen sentido de la palabra; honrado hasta límites que podían rozar el ridículo (así de escasa es nuestra adaptación a la honradez); cabezota hasta la exasperación; maniático... como solo él sabía ser maniático; adorable con todas las letras. 
Murió como vivió: discretamente. En silencio se dejó ir como la vela que, definitivamente, se queda sin pábilo. El suyo llevaba en crisis más de catorce años, pero en el último mes entró en barrena y se agotó de repente, sin estridencias y, afortunadamente, sin sufrimiento excesivo.
Se llamaba José Antonio, había nacido en 1934 y tenía 83 años. Estaba leyendo "Patria" y hace quince días me dijo que le estaba gustando mucho. No le dio tiempo a terminarlo.
No voy a cerrar el blog por duelo. Como tampoco voy a dejar de leer. Mi duelo sería mucho mayor. La literatura es la cuerda a la que me agarro. Es mi salvación frente al abismo, lo que me libra de la locura en los peores momentos, lo que ayudará a que mi dolor, si no menor, al menos sea más llevadero.
Sit tibi terra levis, papá.

Con mi padre en Gijón. Yo tenía cinco años (1-septiembre-19..)


Comentarios

  1. Te doy mi más sentido pésame Rosa. Has hecho un conmovedor y maravilloso homenaje a tu padre, del que extraigo la sensación de que fue un gran hombre y mejor padre. Seguro que sentiría muy orgulloso de su hija.

    Muchos ánimos y un besazo enorme.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Creo que sí estaba orgulloso de mí. Yo lo estuve de él cuando, después de las rebeldías adolescentes, aprendí a redescubrirlo.
      No sé si era un gran hombre, pero era un buen hombre que quizás es una manera de ser grande.
      Muchas gracias.
      Un beso.

      Eliminar
  2. Uff...Rosa, acabo de leer estas preciosas y emotivas líneas dedicadas a la memoria de tu padre y tengo un nudo en la garganta. Lo has reflejado con una sensibilidad exquisita, como es propio de una hija que está profundamente agradecida a su padre. Mi padre, que aún vive, también trabajó en el sector ferroviario, por eso se me pone la piel de gallina.

    No veas el enorme abrazo ( ya lo hago siempre) que voy a dar hoy a mi hija, si cabe más sentido, cuando la recoja del cole.

    Lo siento de corazón, amiga Rosa, y agradecido por compartirnos algo tan hondo.
    Un abrazo enorme.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Compartir esto con vosotros es una manera de agradecer el que estéis ahí siempre dándole más sentido a lo que leo y escribo.
      Él era el más efusivo de la familia, una familia en la que somos poco dados a besos y abrazos, pero a él se le escapaban más que al resto.
      A raza a tu hija. Lo recordará con inmenso cariño.
      Un beso y muchas gracias.

      Eliminar
  3. Lo siento mucho, Rosa! Un homenaje lleno de ternura y agradecimiento que le abrigará en todo momento. Mucho ánimo! Un fuerte abrazo
    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, Marga. Sentía necesidad de hacer un homenaje a quien debo el amor a la literatura, después de hacer homenajes a los escritores muertos.
      Un beso.

      Eliminar
  4. Rosa, querida, siento mucho esta terrible pérdida. Tus palabras me han emocionado y denotan cuánto lo amábais. Un abrazo, amiga

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias. Era un hombre bueno y muy simpático al que todo el mundo apreciaba. Tenía manías exaspersntes, pero era entrañable.
      Un beso.

      Eliminar
  5. hola! las buhas se unen en un sentido pesame, ejemplar lo que has escrito, gracias por compartir tu corazon y tu pena, saludosbuhos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias a vosotras. Compartir mi pena y escribir sobre ella me ayuda a sobrellevarla.
      Un beso.

      Eliminar
  6. Lo siento muchísimo. Has hecho un texto precioso, el mejor homenaje, seguro que a él le encantaría.
    Creo que haces muy bien en no cerrar el blog por duelo, con mi padre no lo hice, él se fue bastante más joven que el tuyo, por desgracia, y de repente y el blog fue una gran válvula de escape. Y este año que viví otro duelo intenté seguir con el blog por el mismo motivo, pero tuve que parar por falta de tiempo, no de ganas.
    Un abrazo enorme.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es que cerrar el blog cuando más falta me hace, no tendría sentido. Entiendo que haya gente que lo nesite pero yo necesito seguir leyendo y escribiendo. Es lo que me ayuda a sobrellevar las crisis.
      La verdad es que ha muerto a una edad en la que uno se lo puede permitir sin grandes quebrantos, pero la pérdida siempre duele, aunque duela más cuando sucede antes de tiempo.
      Siento también tu pérdida.
      Un beso.

      Eliminar
  7. Lo siento mucho, Rosa. Me he emocionado leyéndote, tus palabras me han ayudado a recordar lo que significa ser padre y también ser hijo, faceta esta última que trato de olvidar porque contiene numerosas tormentas.
    Un fuerte abrazo desde la llanura.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Las relaciones con los padres y con los hijos son muy complejas. Yo siempre he dicho que el sentimiento que en ellas predomina es el egoísmo. Egoísmo por necesidad, por deseo de trascendencia, por resolver frustraciones... por muchas cosas, pero egoísmo al fin y al cabo. No quiero decir que no haya también entrega y generosidad sobre todo por parte de los padres, pero creo que no es lo que predomina. También creo que el egoísmo está injustamente vituperado. Nada tiene de malo mientras lo admitamos y lo entendamos en los demás.
      Recibo tu abrazo desde la llanura y allí te mando mi beso.
      Muchas gracias.

      Eliminar
  8. Hola Rosa, lo siento mucho y te acompaño en el recuerdo. Has dejado un precioso y emotivo homenaje y de alguna manera has vaciado en este texto unos sentimientos que traspasan la pantalla. En lo personal me siento muy identificado pues mi padre fue el que me transmitió su amor por el cine y también se fue hace dos años con una edad similar. De hecho, de las alrededor de doscientas entradas que llevo en mi blog, realicé una dedicada a él y similar a esta, siendo la única entrada en salirse del tema central del cine. Me ha gustado especialmente como has recordado a través de esos libros tan entrañables, el amor y la transmisión del amor por la literatura. Creo que el mejor homenaje es que sigas adelante con tu labor lectora y escritora a través de este espacio literario y creativo del que seguro estará allá donde esté, muy orgulloso de su hija. Un gran y cariñoso abrazo Rosa.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cuando estaba en casa (su trabajo lo hacía más que infrecuente irregular), siempre estaba leyendo. No sé si fue de verle, pero empecé muy pequeña a indagar entre sus libros y a colgarme del vicio que arrastro hasta hoy. Después de los libros cuyas portadas he puesto en la entrada, vinieron los del Círculo de Lectores, de donde era socio desde antes de lo que puedo recordar.
      Se ve que los padres tienen más influencia en nosotros (el tuyo con el cine) de la que nos gustaría reconocer a ciertas edades (si a los dieciséis me dicen que me parezco a mi padre, no lo hubiera tomado nada bien).
      Merecen un homenaje. Vaya por ellos.
      Un beso y muchas gracias.

      Eliminar
  9. Hola Rosa, sé lo mucho que te habrá costado escribir estas palabras y, por eso mismo, lo sinceras y profundas que son.
    También pienso que te habrán ayudado a afrontar estos días con más tranquilidad. Tu afición a la lectura y a la escritura te va a ayudar a recordarlo con todo el cariño. Un beso

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me ha costado, pero también ha sido como una catarsis. Es cierto que leer y escribir me ayuda en estos momentos y me hace sentir, de alguna manera, conectada con él. Como si no se hubiera ido demasiado lejos.
      Un beso enorme.

      Eliminar
  10. El miércoles ya hará cuatro meses que perdí al mio. Yo tuve que cerrar el blog por necesidad, pues el duelo y los trámites me impidieron publicar con normalidad.
    Pero eso no es lo que cuenta, lo importante es la riqueza que nos transmitieron nuestros progenitores, como literariamente indicas: "Autores de nuestros días". Los valores de los que nos sentimos tan orgullosos, sus aficiones, sus manías incluso, son a veces heredadas por imitación, por simpatía.
    Ellos se fueron pero se quedaron como parte nuestra, y ese será a partir de ahora nuestro gran consuelo.
    Te acompaño, te abrazo y te recuerdo que aquí estoy para lo que necesites. Pues ya hay un vínculo sentido más allá de las letras.
    Un beso, amiga.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias por tus palabras, Francisco. Es cierto que las cosas que han dejado en nosotros (una afición, una costumbre, un gesto, una manía) nos hacen sentir que están aún cerca y es que, inevitablemente, la mitad de cada uno, padre y madre, habita en nosotros desde que nacemos.
      Cada uno se siente de una manera después de una pérdida así; cada uno vive el duelo a su manera. No cierro el blog y seguiré publicando, pero es cierto que tengo reseñas escritas de antes. Cuando me ponga a escribir una nueva, no sé si tendré concentración o ganas suficientes.
      Un beso enorme.

      Eliminar
  11. Se que como te sientes ya que sabes que yo perdí el mio hace dos años y un mes ahora y la verdad es precioso el homenaje que le has hecho.
    TE acompaño en tu dolor y creo que tú decisión es acertada porque te hará más llevadero este tiempo de duelo que todos antes o después inevitablemente hemos de pasar.
    Un beso muy fuerte.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Recuerdo cuando murió tu padre. Por entonces pensé que el mío no tenía ya mucho tiempo, pero aún resistió dos años.
      Gracias por tus palabras. Lo de seguir con el blog, creo que más que una decisión es algo que me ha salido así por pura necesidad. La actividad mental a la que él me habituó desde pequeña, es el major antídoto contra el dolor.
      Un beso.

      Eliminar
  12. Querida Rosa me he emocionado tanto leyéndote, qué precioso homenaje y cuánto cariño y amor hay en tus letras.
    En esta preciosa entrada se nota todo ese cariño de hija, de esa hija que ha sido querida y que ha querido, que gracias a ellos se ha convertido en esta persona tan fantástica que ahora eres.
    Lo siento tantísimo, imagino ese dolor inevitable que estáis pasando y que por desgracia es necesario pasar porque nunca estamos preparados para decir adiós a aquellos que tanto queremos y tanto han dado por nosotros, nuestros queridos padres.
    La lectura esa que está presente en nuestras vidas y que nos ayuda también en estos momentos tan tristes.

    Un beso enorme para ti y los tuyos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La verdad es que, desde que el año pasado estuvo ingresado, siempre pensé que el siguiente catarro, se lo llevaría. No ha sido un catarro, sino puro agotamiento vital (tenía mal el corazón y los pulmones). A pesar de que, aparentemente, estaba preparada, el golpe es muy duro.
      Es cierto que lo que de bueno pueda haber en mí, es en gran parte herencia suya porque es una de las personas más honradas y buenas que he conocido. Y no lo digo ahora porque haya muerto. Ya lo decía antes.
      Muchas gracias por tus palabras. Son para enorgullecer a cualquiera.
      Un beso.

      Eliminar
  13. Lo siento mucho, Rosa.
    Un abrazo muy fuerte.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, Juan Carlos. Otro abrazo y un beso muy fuerte para ti también.

      Eliminar
  14. Entre nosotras casi sobran las palabras, Rosa, pues sabes lo mucho que lo siento.
    Me ha parecido un post precioso el que has escrito en su memoria. Dices que ha sido el autor de todas esas cosas que cuentas y seguramente también (intuyo) el maquinista que te ha conducido por el sendero de la vida que lleva a cosas que he podido corroborar al conocerte: el sentido de la amistad, autenticidad y ecuanimidad que te caracteriza.
    También te ha llevado por ese fino sentido del humor que que sacas hasta en los peores momentos diciendo que hay que "quitar hierro al asunto" o, como a veces dices, te ríes por no llorar.

    Ahora toca estar pendiente de tu madre. Sois una familia unida y os reconfortareis mutuamente.

    Yo, por mi parte, te envío un abrazo muy fuerte, el que me hubiera gustado darte en persona.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, el sentido del humor que hay en mí (no excesivo, pero lo hay) a él se lo debo.
      Como maquinista me llevó no solo por los caminos a los que te refieres, sino literalmente en el tren. Volviendo yo a casa un viernes cuando trabajaba en Oronoz Mugaire (provincia de Navarra) al coger el tren en Venta de Baños (hacía varios transbordos), resulta que él era el maquinista que me trajo y un rato fui con él en la cabina. Tenía ya unos veinticinco años, pero me sentí orgullosa como un niño de cinco.
      Gracias por ese abrazo que, de momento, no podemos darnos en persona, pero solo de momento.
      Un beso.

      Eliminar
  15. Lamento mucho la pérdida irreparable que supone el fallecimiento de tu padre, Rosa. La emoción de tus palabras, el dolor contenido, la entereza para darnos a conocer a un persona especial, que te inculcó el amor a la Literatura. Tu entrada es sin duda el mejor homenaje que podrías dar a su figura, y darnos a conocer su vida un regalo y ejemplo para todos. Mi más sentido pésame, y un abrazo de gigante, querida amiga.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, amigo. Sentía la necesidad de dar a conocer lo que él fue para mí, con sus luces, tantísimas, y sus sombras, muy pocas y minúsculas. De niña, le adoraba; de adolescente, me sacaba, nos sacábamos, de mis casillas; de adulta, le quería, admiraba y respetaba.
      Me gustaría pensar que desde algún sitio, ha recibido el mensaje, pero no tengo excesiva confianza.
      Un beso.

      Eliminar
  16. Hola guapa, siento mucho lo de tu padre, supongo que pocas palabras podrán consolarte ahora. Has hecho una entrada preciosa, un digno homenaje al hombre que influyó tanto en tu vida y el cual estaría orgullosísimo si leyera lo que has escrito! No dejar el blog estos días puede ayudarte a evadirte un poquito!
    Todo mi cariño para ti y tu familia, muchos ánimos guapa, y un besote enorme!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cuánto me gustaría que pudiera leerlo y sentirse orgulloso. Leerlo no, pero orgulloso yo creo que sí estaba.
      Encontrar consuelo no es fácil, pero las palabras de cariño de todos vosotros ayudan bastante.
      Un beso.

      Eliminar
  17. Mi más sentido pésame Rosa, en estos momentos de dolor tan intenso han escrito el mejor homenaje que tu padre podía tener, el amor y el reconocimiento de todo el cariño y el ejemplo que te ha dado. El valor de un padre como el tuyo es inconmensurable, su legado es más grande de lo que se imaginaba y tú, querida amiga, lo has sabido recoger, valorar y multiplicar.
    Una entrada íntima y preciosa que seguro sería su mayor alegría, mucho amor te ha dejado.
    Un abrazo bien fuerte Rosa y ánimo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es cierto que su legado supera lo que yo imaginaba. Ahora que ya no está, encuentro en mí muchas cosas que le debo, muchos detalles en los que nunca me había fijado y que son herencia o aprendizaje, pero que a él se deben. Me gustaría mucho que pudiera leer lo que he escrito.
      Muchas gracias por tus palabras y un beso.

      Eliminar
  18. Rosa un beso muy fuerte, me he emocionado leerte.
    Desde donde se encuentre estará muy orgulloso de la entrada que le has dedicado..
    Siempre estará contigo, te lo garantizo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No sé si estará conmigo, pero desde luego, siempre estará en mí. Y sí, creo que le hubiera gustado lo que he escrito.
      Un beso y muchas gracias.

      Eliminar
  19. Qué orgullo debe sentirse de ti, allí donde esté. Un fuerte abrazo y muchos ánimos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me gustaría mucho que pudiera leerme y estar tan orgulloso como dices, aunque creo que él ya estaba orgulloso de mí.
      Un beso y muchas gracias.

      Eliminar
  20. Un fuerte abrazo. Hay pérdidas mayúsculas. Siempre existimos mientras alguien nos recuerda. Un beso. Ánimo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hay pérdidas mayúsculas, como dices, y el que sea ley de vida no las hace menores. De mi recuerdo nada ni nadie podrá arrancarlo y ahí estará para siempre.
      Muchas gracias y un beso.

      Eliminar
  21. Un sentido homenaje a la memoria de un padre en un momento en que los recuerdos se agolpan y la nostalgia nos asalta en torbellino. Solo quien ha pasado por una pérdida como esta sabe lo que se siente al pensar lo que se deja atrás, aunque nunca se olvide.
    Un fuerte abrazo, Rosa.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Son muchas las sensaciones que se tienen en estos momentos y es cierto que mientras no se pasa por esta situación no se sabe cómo se va a reaccionar. Mucha nostalgia, mucha tristeza, una enorme necesidad de parar el tiempo, hacerlo retroceder y volver a la infancia para poder refugiarse en sus brazos... cada uno reaccionará de diferente manera, pero la tristeza es común y universal.
      Un beso y muchas gracias.

      Eliminar
  22. Un bonito homenaje a tu padre. Lo Siento mucho, un fuerte abrazo.
    Besos

    ResponderEliminar
  23. Qué bonito homenaje, Rosa. Supongo que cuando se van los padres se van nuestros mayores referentes, como si nos cortaran un hilo que nos sostiene. Creo que no hay edad para dejar de sentir el significado de la palabra orfandad.
    Un fuerte abrazo, amiga.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Coincidimos perfectamente en esa percepción. Cuando murieron todos mis abuelos, sentí como si hubieran cortado un hilo que me uniera a la Tierra. Esa sensación se hace ahora mayor y creo que se incrementará cuando falte mi madre. Es la única que me mantiene sujeta a mis ancestros.
      A cualquier edad se queda una huérfana cuando pierde a un progenitor, aunque imagino que es más duro cuando esa pérdida es prematura y ocurre en una edad en que dependemos más de los padres. Pero muy duro lo es en cualquier caso y momento.
      Un beso y muchas gracias.

      Eliminar
  24. me quedo pegada cuando escribes ojala yo supiera hacerlo igual! besitos!

    ResponderEliminar
  25. Siento muchísimo tu pérdida, Rosa. Cuando nos dejan los padres se siente un vacío en el alma que es difícil de sobrellevar. Me parece genial que sigas leyendo y escribiendo, porque las cosas que amamos nos pueden ayudar en el proceso de duelo y, además, la lectura era algo que compartías con tu padre... es también un homenaje a él seguir con algo que os unía.
    Un beso enorme y mucho ánimo, Rosa

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Enorme vacío realmente que ni siquiera la angustia, con ser grande, es capaz de rellenar.
      De momento, leo. Escribir me va a costar más. Para publicar estoy tirando de lo que tenía escrito y aún no me he puesto a escribir nada nuevo, pero tengo dos reseñas pendientes. A ver que pasa cuando intente hacerlas.
      Un beso y muchas gracias.

      Eliminar
  26. Bonito recuerdo el que le has hecho a tu padre. Lamento mucho lo que ha pasado.
    Ser consciente y recordar los buenos momentos con él puede paliar, en cierta medida, la pérdida.
    Aunque al principio recordar resulte triste, luego es una manera de mantener a nuestro lado a quienes se nos fueron.
    Un beso muy grande, amiga.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Nunca he sido muy amiga de fotos ni de recuerdos. Creo que los buenos recuerdos, en los momentos malos como este, solo producen dolor. El caso es que no se pueden evitar y dolorosos o no ahí están. Espero que con el tiempo vayan doliendo menos.
      Este escrito sentía que se lo debía. No podía dejar a mi padre sin el homenaje que cualquier otro autor recibe de mí.
      Muchas gracia y un beso muy fuerte.

      Eliminar
  27. Rosa, lo siento de corazón. La vida tiene esa ley inquebrantable de la muerte, y ante ella lo único que podemos hacer es aceptarla y honrar siempre a los que queremos con un hueco en nuestro recuerdo y nuestro corazón.
    Que descanse en paz.
    Un fuerte, fuerte abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es cierto que la muerte es parte de la vida y no existiría la una sin la otra. Como bióloga lo sé de sobra, pero la teoría no siempre casa con la práctica y nos gustaría poder separar una de otra y que los seres que queremos tuvieran solo vida alegre y saludable para siempre.
      Es imposible y tenemos que asumirlo y soportarlo cada vez que, como en este caso, se presenta la muerte a por la parte que le toca.
      Muchas gracias y un beso grande.

      Eliminar
  28. Un homenaje realmente conmovedor, Rosa. Lamento muchísimo que tengas que atravesar estos duros momentos; siempre nos decimos que son ley de vida, pero eso no hace que duelan menos. Mi suegro y mi cuñado también han sido toda la vida ferroviarios, y eso de la "catenaria" también me suena de oirlo en sus bocas, aunque no sepa bien lo que es.

    Estoy segura de que tu querido padre seguirá contigo, con todos vosotros, aunque ya no podáis verle. El amor que os tenéis puede hacer esos milagros.

    Te dejo un abrazo inmenso, amiga, y muchos ánimos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No soy mucho de creer en milagros, aunque sé que el recuerdo y el amor que le teníamos pueden acercarse a algo similar a un milagro.
      ja, ja. La catenaria es una curva matemática como la parábola o la hipérbola. Es equivalente a la que se forma por una cadena suspendida desde sus extremos y que cae por simple gravedad. En los trenes es el cable eléctrico que los alimenta desde arriba.
      Vaya rollo te he metido.
      Muchas gracias por tus palabras, guapa y un beso muy grande.

      Eliminar
  29. Rosa: me he emocionado con tus palabras, tus recuerdos y tus sentimientos. Me ha gustado mucho conocer a tu padre a través de tu escrito, vuestra relación, vuestro cariño; desde luego que tienes que sentirte orgullosa por el padre que has tenido y por la herencia tan maravillosa que ha dejado en ti.
    Un abrazo fuerte, también a tu madre y hermana.
    Irene

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias por tus palabras. Hace ya tiempo que me siento orgullosa de él y de la herencia que ha dejado en mí. Desde que se pasaron las rebeliones adolescentes, necesarias, por otra parte, lo fui redescubriendo y fue maravilloso lo que me encontré. La reserva en los sentimientos, que también heredé de él, puede que no lo haya hecho notar hasta este escrito, pero así ha sido.
      Un beso muy fuerte. Daré tus recuerdos a mi madre y a mi hermana.

      Eliminar
  30. Mi padre no leía, pero estaba contento de que a mi y a mis hermanas nos gustase hacerlo. En lo de honrado y buena persona me da la sensación que era como el tuyo. Nos mostró el camino a seguir antes de marchar, hace ya más de diez años. Lo sigo echando de menos, y aunque no puedo evitar que se me escape una lágrima cuando pienso en él, tampoco puedo evitar que se dibuje una sonrisa en mi cara mientras rueda esa lágrima.
    Es una sensación difícil de explicar, pero su recuerdo, aunque a veces duela, me hace sentir feliz.

    Abrazo enorme!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. De momento hay más lágrimas que sonrisas. Espero que con el tiempo, se inviertan las cantidades. Los recuerdos felices siempre me han dolido demasiado en los momentos tristes, y a cierta edad, las pérdidas se acumulan y ya hay demasiados recuerdos que duelen demasiado.
      Pasados diez años, espero que también mis lágrimas sean iluminadas por una sonrisa.
      Un beso y muchas gracias.

      Eliminar
  31. Querida Rosa
    Nunca se van se quedan con nosotros en nuestros gestos, en nuestras risas, en nuestra forma de ver la vida que aún nos queda por vivir.
    Un abrazo enorme.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sé que nunca se quedarán con nosotros, más que en el recuerdo que de ellos guardemos, pero al mirarnos en el espejo y ver sus gestos; al decir algo y descubrir una expresión suya; al descubrirnos un gusto común, les estamos de alguna forma teniendo a nuestro lado.
      Un beso.

      Eliminar
  32. Rosa bonita, lo siento mucho. Acabo de leer estas preciosas y emotivas líneas que le has dedicado y no he podido evitar emocionarme. Aunque veamos la muerte como algo natural, como parte de la vida, siempre es tremendamente doloroso la pérdida de alguien a quien tanto quieres, no hay palabras que consuelen por lo menos tan pronto, por eso yo me limito a mandarte un fuerte abrazo Rosa.
    Preciosa la foto en la que estáis juntos.
    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Mer. Trato de superarlo anestesiando el alma con mucha lectura y con escritura. A ratos me cuesta concentrarme, pero a ratos me siento muy lúcida e inspirada.
      Tienes razón: la muerte de un ser querido, por esperada que sea, y esta hasta cierto punto lo era, te deja inerme y desvalida, y si el que muere es un progenitor, doblemente ya que ellos han sido siempre nuestros protectores naturales ante la vida y sus desplantes. Pero ¿quién te protege del dolor de perderlos?
      Un beso.

      Eliminar
  33. Hola Rosa. Me ha encantado este bonito homenaje a tu padre.Mucho animo para superar su perdida.
    He llegado a tu blog de casualidad pero me quedo en él.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias Rafaela. Son cosas que no por esperadas son menos dolorosas. El tiempo no nos curará, pero esperemos que anestesia un poco la herida.
      Bienvenida a mi blog.
      Un beso.

      Eliminar
  34. Hola, Rosa:
    Llego muy tarde a esta reseña fantástica que haces a tu padre. Me enteré de su fallecimiento porque no acudiste a la Reunión bloguera en Madrid y tú me aclaraste el porqué. La noticia me emocionó pero mucho más me he emocionado leyendo el magnífico, sentido y sincerísimo escrito que le dedicas aquí. Todo él rezuma amor y verdad.
    Desde aquí, sólo decirte "¡Ánimo!" y como bien dices la literatura -esa literatura que nació de esa veintena de lecturas adolescentes de tu padre- te ayudará a vivir y a superar los sinsabores de la vida.
    Un beso enorme

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, Juan Carlos. A ver si en la próxima quedada podemos estar los dos.
      Sentía necesidad de hacer un pequeño homenaje a mi padre que, literariamente hablando, se lo merece tanto por lo menos como los escritores a los que homenajeo a su muerte. Lo hice enseguida, nada más morir y estuvo bien porque si lo dejo unos días más, no sé si hubiera podido hacerlo. Las cosas duelen más cuando reposan y se enfrían. Menos mal que, como siempre, como él me transmitió, ahí esta la literatura para hacernos más llevadera la vida y sus malos tragos (los buenos se llevan de cualquier manera, aunque mejor con libros).
      Un beso, amigo.

      Eliminar

Publicar un comentario

Con tus comentarios reflexionamos, debatimos y aprendemos más.

Lo más visto en el blog este mes

"La buena letra" Rafael Chirbes

"Tan poca vida" Hanya Yanagihara

"Mujer en punto cero" Nawal El Saadawi

"Golpe de gracia" Dennis Lehane

Tres eran tres 33

"Del color de la leche" Nell Leyshon

"El ancho mundo" Pierre Lemaitre

"Propios y extraños" Anne Tyler

"La sal de todos los olvidos" Yasmina Khadra

"La hija del optimista" Eudora Welty