Marzo 2017


La heroica ciudad dormía la siesta. El viento Sur, caliente y perezoso, empujaba las nubes blanquecinas que se rasgaban al correr hacia el Norte. En las calles no había más ruido que el rumor estridente de los remolinos de polvo, trapos, pajas y papeles que iban de arroyo en arroyo, de acera en acera, de esquina en esquina revolando y persiguiéndose, como mariposas que se buscan y huyen y que el aire envuelve en sus pliegues invisibles. Cual turbas de pilluelos, aquellas migajas de la basura, aquellas sobras de todo se juntaban en un montón, parábanse como dormidas un momento y brincaban de nuevo sobresaltadas, dispersándose, trepando unas por las paredes hasta los cristales temblorosos de los faroles, otras hasta los carteles de papel mal pegado a las esquinas, y había pluma que llegaba a un tercer piso, y arenilla que se incrustaba para días, o para años, en la vidriera de un escaparate, agarrada a un plomo.

Pocas descripciones retratan mejor esa situación cálida, ruidosa y agitada que tan bien conocemos en el norte y que se llama viento sur. La ciudad se llama Vetusta y nada es menester añadir para que quien no haya reconocido el comienzo sepa ya que hablamos de "La Regenta". Y cuando hablamos de "La Regenta" estamos hablando de una de las mejores novelas del siglo XIX al decir de los entendidos, aunque yo diría de una de las mejores novelas en lengua castellana sin más.
Si hablamos de las novelas del citado siglo protagonizadas por mujeres que intentan escapar de la monotonía y el desengaño conyugal en brazos de un amante joven, apuesto y que les ofrece un amor apasionado, enseguida aparecen "Madame Bovary" De Emile Zola y "Ana Karenina" de Lev Tolstoy. He leído ambas, tres veces la primera y dos la segunda, y debo decir que "La regenta" es, desde mi punto de vista, mejor que las otras dos, al menos a mí me transmite mucho más.
Porque Emma Bobary intenta huir del soso, aunque bueno de Charles, convenciéndose a sí misma de que está enamorada de Rodolphe con el que empieza un tórrido romance en una huida hacia a delante que la llevará a donde todos sabemos; Ana Karenina se enamora de Vronsky, aun luchando en contra de la pasión que ve en él y que poco a poco va sintiendo en sí misma, y sucumbe y es capaz de abandonar a su hijo que es lo que más quiere para acabar asimismo abandonada y destruida. Puede decirse que ambas son sujeto de su propia destrucción. Toman decisiones equivocadas o valientes o desesperadas, pero toman decisiones. 
Ana Ozores no parece que decida mucho en esta historia. Ni decidió casarse con Víctor Quintanar, ni decidió, al menos no de manera premeditada, serle infiel. Puede que lo único que haya decidido sea refugiarse en la religión para huir del hipócrita, cerrado y asfixiante mundo de vetusta; para escapar del mortal aburrimiento de un marido que la trata como a una hija y de la falta de niños que podrían poner un punto luminoso en su gris existencia. 

Elige la religión y se refugia en su confesor, Fermín de Pas, el magistral de la catedral, un hombre dominado por su propia ambición y por la de su madre, y demasiado cobarde para imponerse a ambas. Cegado por su pasión por Ana, una pasión que es incapaz de materializar y de ocultar, va provocando en ella un profundo desasosiego, una terrible decepción que la lanza en brazos de Álvaro Mesía, un hombre que la pretende hace tiempo. Ana es un objeto en manos de Fermín, es empujada al adulterio para huir de una relación enfermiza y muy equívoca con el sacerdote, Es traicionada por este que siente el rencor y el despecho por la entrega de Ana a otro hombre. Fermín destruye a Ana, le arrebata todo lo que tenía y, finalmente la deja sin nada a lo que aferrarse. Si antes su mundo era aburrido y estaba hastiada de una sociedad pacata e intolerante, pero por la que era tolerada, tras la traición de Fermín, y tras quedar su falta a la vista de todos, Ana es expulsada de la sociedad, juzgada y puesta en el punto de mira que le resultará más doloroso.
Ana no termina retorciéndose de dolor por el cianuro, ni destrozada por las ruedas de un tren. No muere. Al menos, no muere su cuerpo porque, cuando acaba la novela, de Ana no queda nada. Socialmente está muerta, destruida y enterrada.
Sí, indudablemente, la historia de Ana Ozores, "La regenta", todo el estudio crítico que se hace de la sociedad burguesa, en una ciudad de provincias a finales del siglo XIX en España, el análisis psicológico de los personajes y la trama en general son, en mi opinión, mucho más profundos, desgarrados y realistas (naturalista) que lo que podemos encontrar en Emma Bovary y Anna Karenina. La desgracia de "La regenta", posiblemente haya sido haberse escrito en España.
Quiero esta vez como excepción y sin que sirva de precedente, aunque bien podría servir, terminar mi entrada con las palabras que termina Clarín su excelsa novela.
"Ana volvió a la vida rasgando las nieblas de un delirio que le causaba náuseas.
   Había creído sentir sobre la boca el vientre viscoso y frío de un sapo".

Las novelas que aparecen en esta sección, "Bienvenido nuevo mes literario", no están recién leídas, pero están leídas. Se trata de novelas que empleo para comenzar cada mes. Por ello comienza la entrada con el inicio del libro. No pretende ser una reseña, sino el comentario sobre una historia que me marcó lo suficiente como para poder hablar de ella aunque haga ya muchos años que la leí. Por ello, espero que me perdonéis si incurro en algún error.





Comentarios

  1. Fabulosa reseña de una obra cumbre de nuestras letras. una crítica mordaz, como bien escribes, de una sociedad mojigata, pacata, intolerante e hipócrita. pocas cosas han cambiado después de tanto tiempo en ciertos sectores que se autoproclaman: progresistas.
    Besos y buen comienzo de mes amiga.

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    1. Una gran novela, efectivamente. No sé si es por amor patrio, pero a mí, de las tres adúlteras por antonomasia de la literatura (aunque creo que esta lo es solo para los lectores españoles), la regenta es la que más me conmueve, aunque (o tal vez por) no sea la más valiente y rompedora.
      Feliz mes a ti también.
      Un beso.

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  2. Ayyyy esa foto...yo tengo una igual en el blog, voy muchas veces por ahí y me encanta.
    Respecto a la novela, me vas a matar pero no me gusta. Adoro Anna Karenina y Madam Bovary, creo que el problema está en el momento en que la leí, de hecho me planteo releerla porque hay edades para todo, jejeje.
    Un besito y maravillosa reseña e introducción de marzo, como siempre.

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    1. La foto es de la red. Yo creo que la última vez que estuve en Oviedo hice varias, pero no las he encontrado.
      Yo creo que Emma Bovary es una frívola y Anna Karenina, una ingénua, pero Ana Ozores es una verdadera víctima manipulada y defraudada por la persona en quien ha puesto toda su confianza. Es mi visión. A mí me gusta más, pero entiendo también la discrepancia, como no podría ser de otra manera, o sea que lo de matarte lo dejamos para otro día, con mejor causa.
      Un beso.

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  3. Pues la verdad es que yo la he empezado a leer varias veces, algunas por oblicación (la carrera) y otras por gusto. Nunca he podido terminarmela. No me gustó nada, no pude pasar de las 100 primeras páginas. Eso no quita que no sea buena como dices. La verdad es uqe leyéndote a ti, enttran ganas de volver a cogerla. ¿Quién sabe?
    Un besillo.

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    1. Yo ya la he leído tres veces y le va tocando otra porque además, como a ti, al escribir la entrada me han dado muchas ganas de volver con ella. Puede que lo haga.
      Un beso.

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  4. Quedé muy sorprendido con esta novela. Fascinado, incluso. Aunque el paso del tiempo hace mella, circunstancia que creo las novelas de autores extranjeros no sufren igual, porque las sucesivas traducciones de algún modo las "actualizan", todavía recuerdo mucho, mucho, de la dramática historia de Ana Ozores. Y especialmente ese magistral, personaje irrepetible y patético. Ya solo ese final maravilloso es de un potencia y plasticidad que te deja temblando.
    Buen comienzo de marzo, Rosa.
    Saludos.

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    1. Ya hace varios años desde la última vez que la leí, pero no recuerdo ese paso del tiempo que señalas. Quizás es que lo tengo tan asumido que ni lo noto. No había pensado en eso que dices de que las novelas extranjeras, al traducirse pueden sufrir un proceso de actualización. Si es así, es una pena. Es como cuando se hacen versiones adaptadas para niños o jóvenes. No me gustaría pensar que a la última Anna Karenina que leí le hubiera sucedido eso, aunque con lo que le costó a mi marido la edición, no lo creo.
      Sea como sea, "La regenta" es, en verdad, una novela fascinante.
      Un beso.

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  5. Esta es de las novelas que leí por "imperativo literario" en el instituto y que, a pesar de la obligatoriedad, me encantó. Tanto que la volví a leer años más tarde.
    Creo que fue, junto el Quijote, de esas obras que sacaron del error de pensar que obra clásica era sinónimo de rollazo.
    Me han entrado muchas ganas de volver a leerla de nuevo con tu fantástica recreación.
    No es por patrioterismo mal entendido, pero prefiero mil veces a "nuestra" Ana Ozores que a las simplonas de la Bovary o la Karenina.
    Muy buena forma de empezar Marzo, sí señora.
    Besos, guapa.

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    1. Yo tampoco lo hago por patrioterismo (creo que no soy nada sospechosa de tal cosa), pero es que me parece una novela más profunda, con personajes más complejos y una trama más elaborada. La última vez que leí "Madame Bovary" quedé un poco decepcionada. Me pareció un personaje frívolo y caprichoso. No me pasó lo mismo con "Anna Karenina", esta sencillamente me pareció que era un exceso que se la considere, en alguna encuesta que circula por ahí, como la mejor novela, no recuerdo si de todos los tiempos, aunque imagino que sí porque del siglo XX no puede ser.
      En fin, lo que digo, si hubiera sido una novela inglesa, otra fortuna la hubiera sonreído a nuestra regenta.
      Un beso.

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  6. Leí La Regenta cuando iba al instituto, y ví la película Anna Karenina. Las similitudes son enormes, y también creo que al igual que la primera, la Karenina también fue finalmente apartada de la sociedad y de sus convencionalismos, lo que también la llevó a su triste final.
    Madame Bovary no la he leído, pero igual me animo.
    Excelente reseña, Rosa, y feliz mes el de marzo, el de las fiestas de Fallas y La Magdalena en mi tierra.
    Besos

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    1. Por cierto, de "La Regenta" hay una serie muy buena en la que trabaja Carmelo Gómez como Fermín de Pas, el magistral. No recuerdo quien es ella, pero como él me gusta mucho, devoré la serie.
      Las similitudes entre Anna y Ana, yo creo que son más aparentes que otra cosa. hay enormes diferencias entre el carácter de una y otra y, sobre todo en las cosas que les ocurren. Madame Bovary es otra cosa. No te cuento nada por si te animas.
      Feliz mes para ti también y muchas gracias por lo que tú sabes.
      Un beso.

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  7. La leí hace años, primero en el Instituto cuando tocó y después porque me encantó, en esa época me dio por leer a los clásicos e hice una inmersión fascinante, ahora al leerte me he dado cuenta que hace mucho que los leí y que muchos años más tarde seguro que su lectura me abre nuevas perspectivas que no vi en su momento.

    Me ha gustado mucho como has reseñado esta magnifica novela y a Ana Ozores, se te notaba "el cariño" por ella.

    Un beso

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    1. Sí, es un personaje que me resulta entrañable por todo lo que sufre en manos de los demás, sobre todo del magistral que se aprovecha de su buena fe y confianza y ni la deja ni la suelta. Su final es terrible porque ni siquiera la muerte le sirve de escapatoria como a Anna o a Emma.
      Yo también he tenido temporadas de leer muchos clásicos.
      Un beso.

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  8. Hola, voy a confesar que no he leído La regenta, aunque hace un tiempo que me ronda la cabeza hacerlo, ya que lo vi en las estanterías de mi madre, llenisimas de literatura de la buena, como la llama ella, por eso he pasado por encima, pero con lo que he leído que ha sido bastante para que me llame más la atención de lo que ya lo hacia. Gracias y muchos besos.

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    1. Pues anímate porque merece la pena. A mí nunca me ha resultado aburrido. Lo he leído tres veces y las tres me ha encantado y he descubierto matices nuevos. Tanto que no descarto una cuarta.
      Un beso.

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  9. ¿Sabes, Rosa, que a causa de La Regenta no me presenté a un examen de Literatura Contemporánea? Con tal fruición la leía, que la noche anterior ni me acosté y el amanecer me pilló dormido... Comparto contigo la valoración que has expuesto.
    Un abrazo fuerte

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    1. Eso es amor a nuestra Anita. No me extraña porque sus peripecias son de las que te atrapan y no te sueltan. ¿No la encuentras tú también mucho más conmovedora que Anna karenina o Emma Bovary?
      Un beso.

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  10. Casi me da vergüenza, siendo como soy asturiana, reconocer que no he leído 'La Regenta'. Y supongo que debería hacerlo no porque el autor pueda casi considerarse asturiano o porque la novela esté ambientada en Asturias sino porque, como bien dices, sin duda ha de ser una gran novela. Hace algún tiempo creo que fue nuestra Carmen Forján quien organizó una lectura conjunta pero, como estaba liada con otras cosas, al final no me animé. La verdad que ahora, leyéndote, me han entrado muchas ganas de leerla. A ver si consigo sacar tiempo.
    Besos

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    1. Merece la pena dedicarle unos días. Es una gran novela y siendo asturiana, no tienes disculpa, ja,ja. Yo estoy planteándome darle una cuarta oportunidad.
      Un beso.

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  11. Hola Rosa, esa Regenta de Oviedo, esa Regenta en la plaza frente a la catedral,... Hace tiempo la leí, en el instituto. Olvidada quedó. Debo reconocer que por todo lector que se aprecie debe tenerla como uno de los mejores títulos literarios españoles. Así que no me perdono, pero si me cuestiono ¿cuando la vas a leer? me la apunto incondicionalmente. La reseña estupenda como siempre con un grado de síntesis de los que me gustan. Ha sido muy interesante haberla comparado con Madame Bovary y Anna Karenina. La sociedad hipócrita y cruel dan mucho juego a esos personajes femeninos (para nada alejadas de la realidad de la sociedad de entonces) En la literatura inglesa va unida además esa hipocresía a la ironía, así era como la reflejaban los escritores ingleses como O.Wilde. En España somos más pecadores falsos y con exceso de moralidad defectuosa. Ha sido muy interesante leer esta reseña. Gracias. Un abrazo

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    1. Hace mucho que pienso que "Anna Karenina" y "Madame Bovary" tienen fama internacional y están en cualquier lista de novelas notables y de calidad, pero "La regenta" solo es conocida en España y ni siquiera figura en la lista famosa que el diario El Mundo hizo en 2001 con las cien mejores novelas en español.
      Me da mucha pena el poco aprecio que tenemos a veces por lo nuestro en este país. Y no es por amor patrio (cosa que no tengo en exceso), sino porque efectivamente, es una gran novela que podría estar a la altura de las otras. El que a mí me guste más es una cosa ya personal.
      Si fuera una novela inglesa, sería una joya de la literatura universal.
      Gracias por tus palabras. Un beso.

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