"Las cosas que perdimos en el fuego" Mariana Enríquez
Hace años que Lala decidió ser mujer y brasileña, pero había nacido varón y uruguayo. Ahora es la mejor peluquera travesti del barrio y ya no se prostituye; fingir el acento portugués le resultaba muy útil para seducir hombres cuando era puta en la calle, pero ahora no tiene sentido. Igual, está tan acostumbrada que a veces habla por teléfono en portugués o, cuando se enoja, levanta los brazos hacia el techo y le reclama venganza o piedad a la Pomba Gira, su exú personal, para quien tiene un pequeño altar en el rincón de la sala donde corta el pelo, justo al lado de la computadora, que está encendida en chat perpetuo.
No todas las mujeres de los relatos de este libro son capaces de decidir su destino como Lala. Algunas lo deciden de forma mucho más dramática como las mujeres quemadas de Las cosas que perdimos en el fuego, el último relato y el que da nombre al libro, esas mujeres que deciden quemarse en solidaridad con las mujeres quemadas por sus parejas y exparejas, rociadas de alcohol y quemadas en un intento de robarles la belleza cuando no la vida, en un intento de cortar para ellas cualquier posible futura relación. Y encima, para exculparse, echaban la culpa a las propias mujeres. «Por eso, cuando de verdad las mujeres empezaron a quemarse, nadie les creyó [...] Creían que estaban protegiendo a sus hombres, que todavía les tenían miedo, que estaban shockeadas y no podían decir la verdad; costó mucho concebir las hogueras». Mujeres que deciden un destino sin belleza, un destino en el que ningún hombre les pueda arrebatar lo que ya se han arrebatado ellas mismas.
«Hacía apenas semanas, las primeras mujeres sobrevivientes habían empezado a mostrarse. A tomar colectivos. A comprar en el supermercado. A tomar taxis y subterráneos, a abrir cuentas de banco y disfrutar de un café en las veredas de los bares, con las horribles caras iluminadas por el sol de la tarde, con los dedos, a veces sin algunas falanges, sosteniendo la taza. ¿Les darían trabajo? ¿Cuándo llegaría el mundo ideal de hombres y monstruas?».
En Chico sucio, hay una chica que decide vivir en la antigua casa familiar de Constitución, un barrio peligroso de Buenos Aires. Seguramente la mujer que duerme en la esquina de la calle con su hijo pequeño no ha elegido ese destino. No ha elegido fumar paco y dejar caer la ceniza sobre su panza de embarazada ni ser poco amable con el chico, su hijo mayor. Hay destinos que no se eligen, aunque una haga méritos para poseerlos. La chica que vive en su casa familiar es la amiga de Lala, la mujer brasileña que nació varón uruguayo.
Hay mujeres que pueden elegir y las hay que, aun eligiendo terminan por ser víctimas de sus propias elecciones. Como la de la pareja de Tela de araña, una verdadera red en la que está metida la narradora con un marido del que cada vez se siente más asqueada y aburrida. «Pero yo seguía sintiéndome abandonada y, por culpa de la soledad, me enamoré demasiado rápido, me casé con desesperación y ahora estaba viviendo con Juan Martín, que me irritaba y me aburría». Cuando finalmente lo lleve a conocer a sus tíos a Corrientes, toda la mezquindad del hombre y el propio hartazgo de la mujer quedarán sin remedio en evidencia.
Pero no solo hay mujeres en estos relatos. También hay hombres, pero son pocos y están vistos desde la perspectiva de las mujeres. Está Marco, el chico de Verde rojo anaranjado, al que su amiga y narradora del relato ya solo ve como puntos verdes, rojos o anaranjados según su estado de conexión en el chat. Marco se encerró en su habitación y nadie lo ha visto más.
«Marco vive en la casa de su madre y ella le cocina las cuatro comidas, que deja ante la puerta cerrada, sobre una bandeja. Empezó a hacerlo porque así se lo indicó él, por mensaje de texto. También le indicó: no me esperes no intentes verme. Ella no le hizo caso. Esperó horas, pero la voluntad de él es monstruosa. Marco puede pasar hambre. Su madre ya intentó dejarlo sin comer durante días. También intentó, por consejo de la psiquiatra, cortarle el servicio de internet. Marco consiguió colgarse del wi-fi del vecino hasta que su madre sintió lástima y le devolvió la conexión».
Hay tres mujeres adolescentes a las que vemos a través de los años crecer y caer en un crescendo de drogas, alcohol y deterioro. Es en Los años intoxicados, en una Argentina sumida en la crisis que se deteriora aún más deprisa que las protagonistas. «Ese verano se cortaba la electricidad en turnos de seis horas, una orden del gobierno porque el país ya no tenía energía, y nosotras no entendíamos muy bien qué significaba eso».
Y hay niños, muchos niños además del chico sucio y pobre del primer relato. Como las niñas de La hostería que deciden vengar el despido del padre de una de ellas que trabajaba de guía turístico en la hostería del pueblo. Habrá una venganza con chorizos incluidos que no saldrá del todo bien.
No pasa por su mejor momento la relación de Pablo con su esposa en Pablito clavó un clavito: una evocación del petiso orejudo. Recién nacido su primer hijo, Pablo echa de menos la relación anterior con su mujer que parece que ahora ya solo tiene tiempo y cabeza para su bebé. Pablo trabaja de guía turístico en un tour sobre crímenes. El criminal que más llama la atención, no solo de los turistas sino de Pablo también, es el petiso orejudo, un asesino que mataba niños. Tanto le obsesiona que llega a verlo.
«Porque sin duda era él, imposible confundirlo, el aparecido era idéntico a las numerosas fotos de época que se conservaban. Además, había suficiente iluminación como para verlo bien: el ómnibus llevaba las luces encendidas. Estaba parado casi al final del pasillo, haciendo la demostración con su piolín, mirándolo a él, al guía, a Pablo, con cierta indiferencia, pero con claridad».
Sin duda es él el que le hace coger un clavo y dormirse acariciándolo.
Y es que hay bastantes relatos en los que se mezclan el terror, la intriga y la fantasía. Lo sobrenatural recorre parte importante de muchos de ellos. Son elementos que aparecen en el recién mencionado, pero también en La casa de Adela donde dos hermanos y su amiga Adela, a la que le falta un brazo, deciden investigar en una casa abandonada con resultados inesperados y terribles; hay terror en Fin de curso donde una niña nos cuenta de su compañera Marcela que se autolesiona de forma terrible; o en Nada de carne sobre nosotras en el que una chica se enamora de una calavera. Terror, pero también brutalidad y corrupción policial, y una fiscal que lucha contra ello es lo que nos muestra Bajo el agua negra. Y la enfermedad mental como causa del terror y de la ruptura de pareja nos encoge el alma en El patio del vecino.
Mariana Enríquez |
Mi primer encuentro con Mariana Eríquez no ha podido ser más satisfactorio. Relatos, muchos de ellos de terror y/o fantasía, no es algo que en principio me atraiga mucho, pero este libro me había conquistado por el título aun antes de saber nada de él. Estaba en mi estantería de pendientes hace mucho tiempo y, finalmente, me he decidido a leerlo. Me han gustado tanto estas pequeñas narraciones que he querido dar una muestra de cada una de ellas. No suelo hacerlo cuando hablo de relatos, pero esta vez he sentido la necesidad de hablar, en mayor o menor medida de todos y cada uno de ellos.
Este libro participa en el Reto Autores de la A a la Z que organiza el blog Lecturápolis. Con él relleno la letra E.
Título del libro: Las cosas que perdimos en el fuego
Autora: Mariana Enríquez
Nacionalidad: Argentina
Nacionalidad: Argentina
Editorial: Anagrama
Año de publicación: 2016
Año de publicación original: 2016
Nº de páginas: 200
¡Hola!
ResponderEliminarsí, se nota que tu primer encuentro con Mariana Enríquez te ha resultado muy satisfactorio y me encanta, porque es una escritora muy especial. No sé si recuerdas que yo leí "Bajar es lo peor" y quedé fascinada por todo, por su forma de narrar y por la historia tan curiosa que contaba.
Aunque ya sabes que relatos no voy a leer (al menos de momento), me gusta mucho todo lo que cuentas sobre estos, que el centro sean las mujeres por mucho que también salgan hombres vistos desde el punto de vista de las mujeres, pues eso me atrae mucho y ese toque de fantasía que que suele impregnar la obra de la autora, pues también es algo que me gusta
Yo tengo claro que voy a volver Enríquez y que elegiré alguna novela para ello.
Me encanta que la hayas disfrutado tanto, porque sin duda las escritoras sudamericanas están pisando muy muy fuerte
Un beso
Yo tengo, o más bien tenía, el mismo problema con los relatos, pero en los últimos años he leído libros tan fantásticos que me voy animando cada vez más. Me siguen dando pereza y sigo prefiriendo la novela, pero les voy perdiendo el miedo. Además son geniales para compaginar con otras lecturas, cosa que hago cada vez más. Esta libro tiene relatos muy variados aunque todos traten de mujeres y haya bastantes niños y adolescentes.
EliminarAhora yo también quiero leer una novela de la autora.
En tu blog ha sido donde me he fijado en la cantidad autoras sudamericanas hay por mundo a las que no conozco de nada. Habrá que ir leyéndolas poco a poco.
Un beso.
Con ese terror y fantasía Mariana Enríquez deja entrever un terror tan cotidiano y ligado a la realidad y una imaginación tan deudora de nuestros pensamientos y sentimientos que es inevitable que convenza a los que no somos demasiado aficionados a esos géneros. Me ha pasado muy recientemente lo mismo con un libro de cuentos de María Fernanda Ampuero.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho recordar de tu mano estos cuentos de Marian Enríquez, Rosa. Leí este libro (he tenido que mirarlo) en 2019. Ha permanecido en mí la grata e inquietante sensación que me dejó, pero cada uno de los cuentos de manera individual ya se habían ido desdibujando en mi memoria, así que me alegro que hayan vuelto a cobrar con tu reseña entidad propia. Me alegra también que te haya gustado este libro diría que tanto como a mí.
Besos
Creo que fue tu reseña y alguna mención en Tarro-Libros lo que me hizo fijarme en el título que me pareció precioso. Luego he ido viendo más libros de la autora y ahora, que por fin me decidí a leerla, dudé entre novela y éste. Pero como éste fue el primero que conocí y su título me resulta tan bonito, decidí que era de justicia empezar por él. Me han encantado los relatos, todos y cada uno, aunque tenga mis preferidos, pero eso ni lo menciono porque es tan personal que no merece la pena.
EliminarComo bien dices, el terror de estos relatos es un terror cotidiano que enlaza con terrores que todos, creo yo, hemos sufrido alguna vez por fantasiosos que sean.
Un beso.
Hola, Rosa.
ResponderEliminarMe gustan los libros de relatos y este especialmente es llamativo por esa perspectiva femenina con esos elementos añadidos de terror o fantasía. Los niños no podían faltar en estas temáticas je, je. Un gusto conocer a la autora de tu mano y un gusto leer también retazos de los relatos que invitan a adentrase en la lectura.
Besos y buen fin de semana.
Al menos no son niños de esos que se ponen verdes y gritan como posesos con los ojos en blanco, ja, ja. Si te gustan los relatos este libro te encantará. Está escrito con la magia que tienen los hispanoamericanos en su prosa y con la delicadeza con la que suelen tratar los temas. Ahora que lo pienso, no hay ni un personaje medianamente feliz en todo el libro (aunque alguno podría escapárseme).
EliminarUn beso.
¡Hola, Rosa! Lo primero es desear que hayas pasado un verano requetefantástico. Pues un libro de relatos que por las sinopsis que nos has contado realmente me ha llamado la atención. Son planteamientos bien potentes y con ese elemento de terror o incluso negro que siempre son un añadido en lo que respecta al entretenimiento. ¡Anotada queda! Un abrazo!
ResponderEliminar¡¡Hola, David!! Un verano un tanto tórrido en lo climático (torridez que aún sigue por el norte), pero bastante productivo en lecturas. Este libro de relatos ha sido mi estreno con la autora y no ha podido ser más acertado a pesar de que los relatos no son lo que más me gusta, pero son tan buenos y están tan bien escritos que cautivan.
EliminarUn beso.
Hola yo no soy muy dada a los relatos pero me ha llamado la atención el hecho de que los géneros sean variados. Lo tendré en cuenta
ResponderEliminarComo ves, yo tampoco es que adore los relatos, pero éstos merecen la pena. Te animo a conocerlos.
EliminarUn beso.
Ya sabes mi relación con los libros de relatos, que es muy parecida a la tuya. Al igual que tú, prefiero las historias largas donde me sumerjo más. A priori las historias tan cortas no me atraen pero los que he leído me han dejado muy buen sabor de boca. Este que traes con tan buena opinión me lo apunto y le doy una oportunidad.
ResponderEliminarUn beso.
Te recomiendo que les des una oportunidad a estos relatos. Creo que los disfrutarás. La verdad es que a mí los libros de relatos que leo de vez en cuando siempre me gustan. No sé por qué no me prodigo más en su lectura. Aunque es cierto que cada vez lo hago más. Ya me contarás.
EliminarUn beso.
Por lo general no soy lectora de relatos, suelen dejarme o con ganas de más o con cara de idiota, pero tu propuesta resulta tan tentadora que al menos echaré un vistazo a otros títulos de esta autora que no conocía.
ResponderEliminarCreo que con estos relatos no te sucederá nada de eso. No son excesivamente cortos y las historias que cuentan tienen buenos finales, aunque no siempre se cierren del todo. Anímate.
EliminarUn beso.
No sabía nada de la autora, así que gracias por darla a conocer. Me gustan los libros de relatos, de hecho ahora estoy leyendo, entre novela y novela, a Borges (El Aleph), y luego espero hacerlo con Cortázar, con sus famosos cuentos y relatos.
ResponderEliminarAbrazos.
Yo suelo leer los relatos a la vez que una novela. Voy compaginando y la verdad es que viene muy bien cambiar de historia. Entre un argentino y otro, esta argentina, puede estar muy bien.
EliminarUn beso.
Hola Rosa. A mí los relatos sí que me gustan mucho siempre que no sean ideas para novelas que se nota que no han dado fruto y hala, nos los quieren colar.
ResponderEliminarPero por lo que cuentas estos son de los buenos, y el terror es un género que me gusta y sobre todo lo sobrenatural. Aunque pintan bastos para los pobres personajes. Me lo guardo para más adelante, que llevo encadenadas unas cuantas lecturas de novela negra y necesito un poco de aire fresco.
Besos
Pues si te gustan los relatos, el terror y la fantasía este es tu libro. Además está muy bien escrito. A mí me ha gustado mucho el libro. El título ya me convenció y el libro lo ha confirmado.
EliminarUn beso.
Hola Rosa, aún no me he estrenado con Mariana Enríquez, una escritora que me llama la atención y me trae recuerdos, aunque igual me equivoque, de autores como Cortázar, con una mezcla de ambientes estraños, terror, fantasía y un cierto aire envolvente y surrealista. Yo también prefiero novelas, pero no puedo negar que los relatos tienen una entidad propia que suelo disfrutar. Besos.
ResponderEliminarEl hecho de ser argentina y escribir con ese lenguaje tan especial ya hace que te lo recuerde. Yo también prefiero la novela, como sabes, y ahora quiero leer alguna de la autora que también he leído muy buenas reseñas de alguna de las sutas.
EliminarUn beso.
Buenos días, Rosa.
ResponderEliminarYa me tienes por aquí de regreso. Espero que tu verano haya sido satisfactorio, y que hayas podido descansar.
En cuanto al libro que nos traes hoy, me alegra que tu primer encuentro con la autora haya sido estupendo. Yo lo intenté con Los peligros de fumar en la cama, pero no era el momento adecuado para leerlo. Desde entonces estoy pendiente de volverlo a intentar... Algún día.
Un abrazo, y feliz nueva rentrée!!
Bienvenida tras tus vacaciones que espero que hayan sido felices y relajantes. Yo he pasado un buen verano desde luego.
EliminarNo he leído nada más de la autora, pero ahora prefiero hacerlo con una de sus novelas y el que mencionas (otro título cautivador) prefiero dejarlo para más adelante porque es también de relatos.
Un beso.
"Destinos sin belleza", qué triste y qué real también, a veces. A mí sí que me gustan los libros de relatos, para leer poquito a poco e ir compaginándolos con otras cosas. Este desde luego parece muy especial y la autora todo un descubrimiento, por lo que dices. Tampoco yo la conocía pero tomo nota. Un beso, Rosa.
ResponderEliminarOjalá te animes a leerlo porque es un libro magnífico. Un libro de reivindicación femenina en todos los aspectos, con unos relatos literariamente muy buenos y variados. Y muy bien escrito por si faltaba algo.
EliminarUn beso.
¡Hola! Me encantan los relatos y mucho más, si mezclan el terror y la fantasía, La ambientación es otra cosa que me llama la atención, pero lo mejor es que gracias a reseñas como la tuya, me animo a leer y descubrir nuevas autoras, que no tenía en el radar. Muchas gracias por la reseña y espero tengas una linda semana. ¡Besos!
ResponderEliminarPues como le digo a Norah más arriba, este es tu libro. Seguro que lo disfrutas muchísimo.
EliminarUn beso.
¡Hola, Rosa!
ResponderEliminarLeí a Mariana Enríquez el año pasado con su primera novela "Bajar es lo peor", una historia de drogas, sexo y juventud malgastada y maltratada. La verdad es que sus historias siempre están ubicadas en escenarios algo terroríficos y fantásticos. Por lo que nos cuentas, en estos relatos igual recurre a la fantasía, el horror y lo desconocido para expresar críticas sobre los problemas sociales e inquietarnos,
y es que en la mayoría de las escritoras latinoamericanas, el terror y la fantasía plasman la lucha cotidiana, las violencias que se viven y los problemas sociales que se padecen en América Latina.
En general, los relatos no suelen llamar mucho mi atención, por su brevedad tiendo a pensar que los personajes son menos profundos, más leves, aunque veo que este libro merece ser leído, así que tomo nota. De esta autora también tengo pendiente leer "Nuestra parte de noche"
Me alegra que "Las cosas que perdimos en el fuego" te haya gustado ;)
Un beso.
Yo también quiero leer ahora una novela de Mariana Enríquez. Dudo entre Bajar es lo peor y Cómo desaparecer completamente. La literatura latinoamericana siempre ha sido un tanto fantasiosa y mágica, pero antes, con García Márquez, por ejemplo, las historias eran más amables, más mágicas y menos terroríficas. Se ve que la evolución de la situación ha tornado la literatura más hacia el terror.
EliminarYa he visto desde hace tiempo en el blog de Marian y también en el de Lorena, la cantidad de escritoras latinoamericanas que hay en este momento. He leído algunas, pero no doy abasto con todas. A ver si poco a poco voy conociendo de nombre y obra y leyéndolas.
Yo cada vez me animo más con los relatos, pero en principio, como a ti, no me atarían nada. Ahora los voy compaginando con otros escritos y la verdad es que los disfruto. Sobre todo si son tan buenos como estos. Ya me contarás si te animas.
Un beso.
Parece estupendo este libro. Los relatos me gustan, el suspense y el terror un motivo atractivo para leerlo. Se ve bien a Mariana Enríquez, y tu encuentro con ella, interesante. Gracias por este ambiente literario tan rico que tienes en tu blog.
ResponderEliminarAbrazo. Feliz fin de semana para ti. 🌞
Sí, es un libro estupendo, con relatos variados, pero que dicen mucho acerca de las mujeres en el mundo actual. Un buen inicio con Mariana Enríquez.
EliminarBienvenida a este blog.
Un beso.
Aún no me he estrenado con esta autora, pero la verdad es que os deja a la gran mayoría tan cautivados (y muchos tenéis gustos no muy alejados de los míos) que espero que cuando me lance a leerla, no me deje indiferente a mí... Con este título quiero empezar, a ver cuándo lo hago. La verdad es que, como tu, tampoco es que sea muy atrayente para mí de primeras. Pero visto lo visto, he de darle su oportunidad :)
ResponderEliminarUn abrazo.
Los relatos me van entrando poco a poco, pero estos son muy buenos. casi todos los que he leído últimamente lo son y por eso me van entrando.
EliminarQuiero ahora leer alguna novela de la autora. Pero este libro de relatos, además de tener un título precioso, es muy interesante.
Un beso.