"Leaving Atlanta" Tayari Jones
«Una lluvia implacable y fea, de esas que te arruinan las vacaciones, cayó durante tres meses seguidos en 1979. Los aguaceros de Atlanta borraron las rayuelas dibujadas con tiza sobre el asfalto y abombaron las pelotas de tenis amarillas olvidadas en los patios. Los pocos días en que no llovía, los más pequeños salían a jugar al escondite bajo un cielo gris de nubes bajas. El barro rojizo de Georgia se pegaba a las zapatillas baratas de loneta, y los niños lo llevaban con sus pisadas hasta los salones enmoquetados de las casas. Sus madres azotaban sus culitos estrechos con cinturones antes de frotar las maquetas con trapos húmedos, preocupadas por la cuenta de la tintorería o por la pérdida del dinero dejado en depósito al alquilar la casa. Cuando llovía, la lluvia iba acompañada del estruendo de truenos y del zigzag morado de los rayos. A los niños, aburridos, les pedían que se quedaran sentados y que no se movieran. "Quietos. Está hablando Dios." Los niños oían la lluvia que golpeaba contra los cristales de las ventanas, y suponían que aquellos mensajes divinos no iban dirigidos a ellos».
La historia gira en torno a esos asesinatos, se mueve alrededor de la escuela primaria de Oglethorpe en la que estudian los tres niños que protagonizan la novela. Son tres niños muy distintos, que comparten clase y que, de una u otra manera, se van a ver afectados por los crímenes. Ninguno es muy popular entre sus compañeros y ninguno tiene una familia bien estructurada según los cánones de la época. Es una escuela de niños negros, en un barrio de familias negras, y negros van a ser todos los personajes de esta historia.
La novela consta de tres partes y cada una de ellas está protagonizada por uno de esos niños. LaTasha es la primera protagonista de Leaving Atlanta y su historia está narrada en tercera persona. Los padres de Tasha y de su hermana pequeña, DeShaun, acaban de separarse. Eso le ha servido para ser el foco de la burla de algunas compañeras. Tasha no tiene muchas amigas en el colegio y las que tiene no siempre se comportan como tales. Monica y Forsythia son entre ellas amigas íntimas. A veces aceptan a Tasha y se portaban bien con ella, pero otras veces la desprecian por diferentes motivos. El último es la separación de los padres.
«—No pasa nada. —Se sacudió los pantalones de polvo con unos golpes secos—. Te he dejado ganar porque mi madre me ha dicho que seamos buenas contigo porque tus padres se separan.
—Eh, eh —aclaró Tasha—. Mis padres no están separados. En este momento no viven juntos, que no es lo mismo.
[...] Monica se rió y le dio un codazo a Forsythia, solicitando de ella una risita cómplice.
—Es sólo por un tiempo —insistió Tasha. Sintió que un calor le subía por el pecho y le invadía las mejillas mientras recogía las tabas—. Y tú qué —le gritó a Monica, que ya estaba de espaldas—. Mi madre dice que tus padres viven por encima de sus posibilidades».
Tal vez en sustitución del padre ha aparecido la televisión en la cocina, esa televisión que nunca necesitaron porque ellos eran una familia que hablaba. Es en esa televisión donde oyen por primera vez la noticia de las desapariciones de niños y los asesinatos. Y es entonces cuando la vida de Tasha cambia totalmente porque al miedo que tienen ella y DeShaun al asesino, se une la desaparición de compañeros de clase y el descubrimiento de la culpa, los remordimientos, la percepción de que a veces es mejor callarse lo que una piensa para que no llegue a hacerse realidad. Claro que no todo va a ser malo y aquella terrible situación también supuso algo muy positivo en la vida de LaTasha Baxter y de DeShaun.
El segundo protagonista es un niño, Rodney, y su parte de la narración se cuenta en segunda persona. Ya conocemos a Rodney de la parte correspondiente a Tasha. Allí supimos que es el chico más raro de la escuela y que «tenía incluso menos amigos que Tasha, pero era tan raro que ni siquiera le importaba. Tal vez fuera mejor». Rodney no tiene amigos, pero tiene un compañero que lo acosa y le obliga a acciones con las que el chico no se siente contento y que tendrán consecuencias inesperadas yterribles.
Rodney tiene en casa a su padre y a su madre. No están separados, pero la madre no se ocupa demasiado de Rodney ni de su hermana pequeña y por lo que respecta al padre es tan violento que al chico no le importaría que desapareciera. Para Rodney la vida es tan difícil que ni siquiera tiene miedo de los asesinatos «lo peor que podría pasarte sería que regresaras al lugar del que procedes. Regresarías a un estado en el que no hay padre, ni madre, ni caramelos, ni colegio. Pero sigue intrigándote el proceso por el que se deja atrás el cuerpo, por el que se muere».
Ahora está a punto de iniciar una especie de amistad con otra chica rara de la escuela, otra de las solitarias, otra como él con la que nadie querría compartir la mesa en el comedor: Octavia. Aunque parece ser Octavia la más interesada en cultivar esa amistad que a Rodney tampoco parece hacerle mucha ilusión.
Y es Octavia, a la que todos en la escuela llaman la Watusi, la protagonista de la tercera historia contada en primera persona. Octavia vive sola con su madre porque su padre nunca se casó con ella. De vez en cuando la llama por teléfono o le envía algún regalo, pero ahora está casado y tiene otra hija.
«A veces me gustaría que mi padre, Ray, estuviera con nosotras. Y no sólo por las cosas que en la tele hacen los padres, como llevar a sus hijos al parque o enseñarles a bailar montados en sus zapatos. No, también me gustaría que estuviera con nosotras porque cuando no tienes padre es como si tú y tu madre lo hubierais echado. Como si ya no soportara más estar con vosotras».
Octavia odia que su madre siempre esté mintiendo y odia haber sido la causa de que el tío Kenny, el hermano de la madre que vivía con ellas, se viera expulsado de la casa. Como se va a ver ella misma al final de la novela, si bien ella será expulsada por su propio bien y se vislumbra un poco de luz y esperanza en su futuro. Aunque bien podría ser algo más ilusorio que real.
También a Octavia la conocemos de las partes anteriores. La conocimos como alguien de quien huía Tasha aun en sus momentos más bajos «En aquel momento nadie podía verla a ella, pero a Octavia no la soportaban nunca. Si se sentaba con ella, ya no podría volver a comer con Monica y con Forsythia. La impopularidad era muy contagiosa». Y la hemos conocido como amiga, o algo similar, de Rodney. Ahora la veremos como se ve a ella misma y veremos a los demás como los ve ella. Porque Octavia es el personaje más perspicaz de esta historia. Es mi personaje preferido. Tal vez la mucha lectura le ha abierto los ojos a los secretos de la realidad que la rodea.
«Estaba sentada, sola, leyendo mi libro de Judy Blume.
Ya lo había leído, pero tenía que volver a leerlo porque no tenía otro. Tenía una tarjeta de la biblioteca y cada semana sacaba un libro, pero sin querer un día se me cayó un libro de tapas duras en la bañera. Se lo conté a la bibliotecaria y le dije que lo sentía. Ella no se enfadó ni nada, pero me dijo que debería pagar el libro antes de poder sacar otro. Mamá fue a pagar, pero cuando le dijeron que costaba diecisiete dólares les dijo que estaban locos. Así que ahora leo el que tengo».
Y es que, en comparación con los otros dos niños, Octavia es pobre. Su madre tiene que irse a trabajar y dejarla sola por la noche. Eso no suponía demasiado problema, pero ahora, con las desapariciones de los niños, la madre está muy preocupada. Tanto que piensa que lo mejor es alejar a Octavia de la ciudad.
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| Tayari Jones |
Hay un personaje en la novela que sale en unas cuantas ocasiones: Tayari Jones. «Tasha ya no quería comer más con Octavia. Ahora se sentaba con Tayari, que era muy divertida porque sabía imitar la voz de mucha gente». Nunca aparece como personaje importante, pero se la menciona unas cuantas veces.
No sé cuánto de autobiográfico tendrá el libro. La autora es hija de profesores universitarios y participaron en el movimiento por los Derechos Civiles durante la década de los sesenta. En 1979, cuando se ambienta la novela y cuando comenzaron los asesinatos de Atlanta, Tayari Jones tenía nueve años, mientras que los protagonistas de la novela andan entre los once y los doce. Es cierto que estudió primaria en Oglethorpe y que dos de los alumnos de la escuela fueron asesinados, como se narra en el libro.
Sí que son totalmente reales los terribles asesinatos alrededor de los cuales gira Leaving Atlanta. Entre el verano de 1979 y la primavera de 1981 murieron 28 personas, todas de raza negra y la mayoría niños y adolescentes aunque hubo algún adulto.
El único condenado fue Wayne Williams, un hombre de color, pero no está nada claro que participara en las muertes de los niños y adolescentes, aunque sí parece ser el autor de la muerte de los adultos, o de alguno de ellos. Sigue vivo y se manifiesta inocente de esos asesinatos de niños.
Leaving Atlanta es la primera novela de la autora y es una preciosa, aunque dura historia, narrada desde el punto de vista de los niños, con la ingenuidad, pero también la perspicacia, de sus personajes protagonistas, unos niños que ven desmoronarse su confianza y su mundo infantil en unas pocas semanas. Creo que entrará en las mejores lecturas del año.
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