"Sumisión" Michel Houellebecq

Hay novelas que desatan polémicas incomprensibles y esta es una de ellas. Michel Houellebecq ha sido tachado de racista e islamófobo tras su publicación y yo no he podido encontrar las causas de tales calificativos por más que me he fijado. Más bien entendería que las críticas hubieran venido por otra parte; por parte de los franceses o de cualquier europeo cristiano y blanco, ofendido por el tratamiento que el autor hace de la situación. 
En 2022 tras la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Francia, y ante el  miedo al triunfo del Frente Nacional de Marine Lepen, el PS de François Hollande y la UMP de Nicolas Sarkozy, deciden apoyar al segundo partido, Fraternidad Musulmana de Mohamed Ben Abbes. Tras los disturbios iniciales, que obligan a retrasar la segunda vuelta de la elecciones una semana, el partido musulmán toma el poder y van sucediéndose los cambios de forma súbita, pero de manera ordenada.

El protagonista del libro es François, un profesor de la Sorbona, especialista en un escritor del siglo XIX, Joris Karl Huysmans; un profesor al que no le gusta "el té a la menta, ni la gran mezquita" y que califica de asqueroso un narguilé aromatizado a la manzana; un profesor que la madrugada del día en que se va a celebrar la segunda vuelta de las elecciones, y ante el triunfo ya seguro de la Hermandad Musulmana, huye de París hacia el sudoeste porque "es una región donde se come confit de pato; y el confit de pato me parecía poco compatible con la guerra civil". 
Cuando François regresa, con los Musulmanes ya asentados en el Elíseo, se encuentra con sutiles cambios como el hecho de que las mujeres ya no vistan vestidos o faldas, sino pantalones con unas blusas largas hasta medio muslo con lo que "la contemplación del culo de las mujeres... se había vuelto imposible". 
Muchos profesores tienen que abandonar la Universidad, pero pueden pedir la jubilación con una paga de cerca de tres mil quinientos euros al mes. Los que optan por seguir, reciben sueldos de unos diez mil euros. Eso sí, ahora la Universidad está financiada por Arabia Saudí "dispuesta a ofrecer una dotación casi ilimitaday es obligatorio convertirse al Islam para seguir dando clase en ella. Pero ¿qué importa si el sueldo es fabuloso y puedes tener varias esposas de cualquier edad? 
Las mujeres han abandonado la vida laboral. Tampoco importa en general: la medida ha acabado con el paro y además se compensa con la revalorización de las ayudas familiares.
Se recorta mucho el gasto en Educación, pero no pasa nada porque las escuelas musulmanas se sostienen con dinero llegado de las petromonarquías y las escuelas cristianas y judías, se ponen en manos de ciertos empresarios que corren con sus gastos.  
La familia vuelve a ser el centro de la vida social y de la educación y la delincuencia ha disminuido a la décima parte.
En política exterior, Mohamed Ben Abbes pretende poner a Francia a la cabeza de la Unión Europea, haciendo que ingresen en ella los países musulmanes del Mediterráneo, con lo que el equilibrio de fuerzas en Europa se trasladará de norte a sur y el francés se equiparará al inglés como lengua oficial en las instituciones europeas.
Michel Houellebecq

A Francia parece sonreírle el futuro y nada de lo que se podía prever como un desastre ha sucedido. François es recuperado por la Universidad y se convierte al Islam sin mayores problemas, en una situación similar a la de su admirado y releído Huysmans que, ya mayor, se convirtió al catolicismo, y contento ante la perspectiva de una nueva vida en la que sus relaciones con las mujeres están aseguradas y bendecidas por el Estado. Y así termina el libro:
"Cualquiera de esas chicas, por guapa que fuera, se sentiría feliz y orgullosa de que yo la eligiera, y honrada al compartir mi lecho. Serían dignas de ser amadas; y, por mi parte, conseguiría amarlas.
Un poco como le había ocurrido unos años antes a mi padre, se me ofrecería una nueva oportunidad; y sería la oportunidad de una segunda vida, sin mucha relación con la precedente.
No extrañaría nada".
Quizás deberían venir las críticas de la parte blanca y cristiana de Francia y de Europa a la que Houellebecq califica de aprovecharse de la situación y mirar para otro lado; de no importar las concesiones que se tengan que hacer si se obtienen a cambio otras prebendas que van a favorecer a los individuos o a los países; de renunciar a valores eminentemente democráticos por beneficios más materiales en el plano personal o político. 
Una novela bien escrita e interesante por el tema que trata. No es de lo mejor de su autor, no es de lo mejor que he leído últimamente, pero creo que, tras la polémica, es de obligada lectura.



Comentarios

  1. Los libros y cómo se interpretan. Curioso que las críticas vengan en la dirección equivocada, pero así somos, siempre dando la vuelta a la tortilla.

    Un saludo

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    1. Acabo de ver, por dos comentarios que me han hecho nuevos, que estaba este tuyo y el de Kirke de abajo sin responder. No sé cómo se me pudo pasar porque siempre contesto a todos los comentarios. Lo siento, Ana.
      Un abrazo.

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  2. He leído sobre este libro muy buenas críticas pero creo que de momento lo dejaré pasar porque a la luz de lo que comentas el panorama que se describe es deprimente, sobre todo para las mujeres. Y es que después de las distopías del último libro que leí y con la novela que estoy leyendo (sobre el desastre de Annual) mis niveles de endorfinas están por los suelos. Tengo que remontar con algo más entusiasta.
    Interesantísima reseña. Un saludo

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    1. No sé cómo pudo quedar este comentario tuyo y el de Ana de arriba sin contestar. Al ir a responder los dos que me han llegado ahora lo he visto. Lo siento mucho. Espero que no se me haya quedado ninguno más por ahí.
      Un beso.

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  3. Desde Las partículas elementales quedé prendado de este autor. Me parece que tiene una muy particular visión del mundo, que rompe muchos moldes y reglas. Un saludo

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    1. Yo también fue el primer libro que leí del autor y me gustó mucho. Es todo un enfant terrible cuyas novelas siempre causan polémica.
      Un abrazo.

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  4. Le tengo pendiente, no he leído nada de este controvertido escritor. Después de tu reseña la leeré aunque parece un poco deprimente. Un beso Rosa

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    1. No me pareció deprimente. En realidad, no sucede nada de la hecatombe que estaríamos tentados de imaginar. Yo creo que de ahí vino la polémica.
      Un abrazo.

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