"Rey de picas" Joyce Carol Oates
Andrew J. Rush es un afamado escritor de novela de suspense. Tiene publicadas veintiocho obras, de las cuales tres han sido llevadas al cine y dos han dado lugar a sendas series de televisión. Sus historias son de "suspense y misterio con un toque macabro. (No un toque excesivo, ni repugnante ni malintencionado, ni tampoco perturbador. Nunca obsceno, ni siquiera machista".
Andrew J. Rush vive en Harbourton, New Jersey, en la misma zona rural donde nació y creció, en Mill Brook House, una histórica casa reformada que compró con el dinero de sus primeras novelas. En su estudio, que es una ampliación hecha sobre el garaje, escribe sus novelas y trabaja unas diez horas diarias.
Pero Andrew J. Rush esconde un secreto. A partir de media noche, se convierte en Rey de Picas, un autor de novela negra que cada vez va teniendo más éxito. Un autor cuyas novelas esconden toda la truculencia y el morbo que nunca se permitiría en su obra como Andy Rush; novelas vulgares, terribles y depravadas, sangrientas, machistas en opinión de Julia, la hija de Andy; novelas cuya inspiración le llega cuando se despierta de madrugada rechinando los dientes.
Rey de Picas nunca ha sido seleccionado para un premio. Su literatura es políticamente incorrecta, pero tiene "un grupo de seguidores underground y se ha convertido en objeto de culto para unos cuantos miles de personas".
Rey de Picas es como un premio que Andrew se concede cuando ya ha escrito en un día diez o doce páginas, pulidas, retocadas, mimadas, de sus novelas. Entonces, en el silencio de su estudio, con su mujer durmiendo en la casa, se sienta con un par de dedos de whisky en la mesa de época que está en un rincón, la mesa marcada como por una navaja y comprada en un anticuario del valle, la mesa en la que Rey de Picas escribe sus novelas o Andrew J. Rush escribe las novelas que firma como Rey de Picas. En esas novelas, no mima tanto las frases, apenas relee, avanza muy deprisa. "A diferencia de «Andrew J. Rush», no preparo cuidadosamente los argumentos, apenas pienso en términos de argumento".
Rey de Picas es como un premio que Andrew se concede cuando ya ha escrito en un día diez o doce páginas, pulidas, retocadas, mimadas, de sus novelas. Entonces, en el silencio de su estudio, con su mujer durmiendo en la casa, se sienta con un par de dedos de whisky en la mesa de época que está en un rincón, la mesa marcada como por una navaja y comprada en un anticuario del valle, la mesa en la que Rey de Picas escribe sus novelas o Andrew J. Rush escribe las novelas que firma como Rey de Picas. En esas novelas, no mima tanto las frases, apenas relee, avanza muy deprisa. "A diferencia de «Andrew J. Rush», no preparo cuidadosamente los argumentos, apenas pienso en términos de argumento".
Andrew J. Rush vive en equilibrio sus dos vidas de escritor. Mantiene en estricto secreto su personalidad de Rey de Picas, ingresa dinero por ambas autorías y paga escrupulosamente los impuestos de las dos. Y así vive tranquilo en Mill Brook House con su esposa Irina y recibiendo las visitas de sus tres hijos ya adultos. Pero todo eso empieza a desmoronarse cuando es acusado de robo y plagio por una anciana del lugar, C. W. Haider.
A partir de tan delirante acusación, Andrew empieza a manifestar una intranquilidad que le lleva a comportarse de la peor manera posible de cara a la vista que ha de tener lugar, pocos días después, en el "Tribunal Municipal del condado de Hecate, del estado de Nueva Jersey". A partir de la acusación y de la vista, la conducta de Andrew se vuelve un tanto errática. Sabrá que la mujer ha intentado lo mismo con otros autores famosos, principalmente Stephen King, y sabrá que es considerada como una mente un tanto perturbada y bastante chiflada.
Arrastrado por las palabras que le dicta su conciencia en el papel de Rey de Picas, se colará en casa de C. W. Haider y allí descubrirá cosas bastante inquietantes y descubrirá objetos tentadores que llevarán a que se cumpla parte de la denuncia. Nosotros acompañaremos a Andrew y, atónitos, no sabremos en qué tiempo nos encontramos, ¿pasado o presente?, ni a qué estamos asistiendo, ¿causas o consecuencias?
La obsesión lo acompañará a partir de ese momento y a nosotros, la perplejidad, y, cada vez, Rey de Picas le hablará con más frecuencia y le hará consciente o le hará recordar contra su voluntad, cosas que iremos sabiendo casi sin darnos cuenta; episodios del pasado con un turbio y confuso significado, comportamientos del presente difíciles de entender. "Desde aquella noche Rey de Picas invadía mis pensamientos a cada paso. Porque no tenía ningún otro abogado".
Rey de Picas utilizará en sus novelas retazos del pasado, acontecimientos casi olvidados o escondidos en lo más recóndito de la memoria. Pero no solo él plasmará fragmentos de las vidas ajenas. También en novelas desconocidas, de autores desconocidos, encontrará Andy retazos de otras vidas, retazos de otras obras. "El fulgor se había publicado tres años antes que El resplandor de Stephen King (yo recordaba que era de 1977… aquella novela me había impresionado mucho cuando aún era un escritor joven)". ¿Quién copia a quién? ¿Quién es el plagiado y quién el plagiario? ¿Quién el ser real y quién el imaginado? ¿Quién gobierna los actos de quién?
Hay autores que escriben con seudónimo y se tarda en saber a quien pertenecía dicho nombre inventado. Así, mi admirado "Yasmina Khadra" que no es sino el nombre bajo el que el escritor argelino Mohammed Moulessehoul huía de la doble represión de su país. Hay autores que utilizan distintos nombres según el tipo de novela que escriban. Me viene a la cabeza John Banville que utiliza el nombre de Benjamin Black para sus novelas policíacas; sin ir más lejos, la autora de esta novela, Joyce Carol Oates, ha utilizado seudónimos con los que ha firmado alguno de sus libros como son por ejemplo, Rosamond Smith y Lauren Kelly.
Andrew J. Rush ha inventado un nuevo escritor del que se mantiene al margen. Nadie sabe de él más que lo que escribe y el secreto que rodea su persona. "Nadie ha visto nunca a «Rey de Picas», cuyas novelas negras de suspense se entregan al editor por correo electrónico y cuyos contratos se negocian del mismo modo impersonal [...] no existe, al parecer, ninguna imagen de «Rey de Picas», y en el hueco de la contraportada donde uno espera ver la fotografía del autor solo se encuentra un (negro) vacío desconcertante". Nadie sabe quien es Rey de Picas. Se habla de que es un criminólogo, o un psiquiatra, o un detective, o un forense; que es un exconvicto condenado por homicidio o un profesional jubilado; que vive en Maine, Montana, Nueva York, Nueva Jersey o California.
Rey de Picas es el alma sucia y atormentada de Andrew J. Rush, su conciencia culpable, el basurero donde se deshace de toda la inmundicia que le atormenta y el mentor que le dicta sus peores actos; es el responsable de aquellas acciones con cuya autoría Andy no quiere enfrentarse.
Rey de Picas escribe las novelas que le gustaría escribir a Andy Ruhs, violentas y muy sangrientas. Novelas siniestras y morbosas en las que aparecen escenas que jamás escribiría un autor de la fama y el buen gusto de Andrew J. Rush. Y llega un momento en que se nos desdibuja quién lleva el nombre real y quién el seudónimo; quién es el sujeto que inventa y quién, el objeto inventado; quien maneja y quien es manejado.
Joyce Carol Oates, nos vuelve a sacudir con una novela asombrosa. Contra lo que esperamos los que la seguimos y le somos fieles, estamos ante una novela muy corta. Sus ciento ochenta y cuatro páginas la alejan mucho de las obras voluminosas a las que la autora nos tiene acostumbrados, pero si pierde en extensión, no lo hace en intensidad narrativa, en profundidad psicológica, en lo afilado de sus análisis y de sus críticas. No es una de sus mejores novelas, pero hablando de una escritora de la talla de esta, eterna candidata al Nobel, no ser una de sus mejores novelas no es impedimento para mantenerse dentro del círculo de las novelas muy buenas. Tal vez esta obra no haya sido para la autora más que un divertimento, un ejercicio liviano de suspense entre una y otra de sus monumentales historias. "Carthage" fue la anterior, "The man without a shadow" ("El hombre sin sombra"), aún no traducida al español, la siguiente. Pero los ejercicios y divertimentos que entretienen a esta autora entre novela y novela, son mejores que toda la obra de muchos autores, algunos consagrados, en toda su vida.
Te dejo el enlace por si quieres leer más reseñas en mi blog sobre novelas de Joyce Carol Oates.
A partir de tan delirante acusación, Andrew empieza a manifestar una intranquilidad que le lleva a comportarse de la peor manera posible de cara a la vista que ha de tener lugar, pocos días después, en el "Tribunal Municipal del condado de Hecate, del estado de Nueva Jersey". A partir de la acusación y de la vista, la conducta de Andrew se vuelve un tanto errática. Sabrá que la mujer ha intentado lo mismo con otros autores famosos, principalmente Stephen King, y sabrá que es considerada como una mente un tanto perturbada y bastante chiflada.
Arrastrado por las palabras que le dicta su conciencia en el papel de Rey de Picas, se colará en casa de C. W. Haider y allí descubrirá cosas bastante inquietantes y descubrirá objetos tentadores que llevarán a que se cumpla parte de la denuncia. Nosotros acompañaremos a Andrew y, atónitos, no sabremos en qué tiempo nos encontramos, ¿pasado o presente?, ni a qué estamos asistiendo, ¿causas o consecuencias?
La obsesión lo acompañará a partir de ese momento y a nosotros, la perplejidad, y, cada vez, Rey de Picas le hablará con más frecuencia y le hará consciente o le hará recordar contra su voluntad, cosas que iremos sabiendo casi sin darnos cuenta; episodios del pasado con un turbio y confuso significado, comportamientos del presente difíciles de entender. "Desde aquella noche Rey de Picas invadía mis pensamientos a cada paso. Porque no tenía ningún otro abogado".
Rey de Picas utilizará en sus novelas retazos del pasado, acontecimientos casi olvidados o escondidos en lo más recóndito de la memoria. Pero no solo él plasmará fragmentos de las vidas ajenas. También en novelas desconocidas, de autores desconocidos, encontrará Andy retazos de otras vidas, retazos de otras obras. "El fulgor se había publicado tres años antes que El resplandor de Stephen King (yo recordaba que era de 1977… aquella novela me había impresionado mucho cuando aún era un escritor joven)". ¿Quién copia a quién? ¿Quién es el plagiado y quién el plagiario? ¿Quién el ser real y quién el imaginado? ¿Quién gobierna los actos de quién?
Hay autores que escriben con seudónimo y se tarda en saber a quien pertenecía dicho nombre inventado. Así, mi admirado "Yasmina Khadra" que no es sino el nombre bajo el que el escritor argelino Mohammed Moulessehoul huía de la doble represión de su país. Hay autores que utilizan distintos nombres según el tipo de novela que escriban. Me viene a la cabeza John Banville que utiliza el nombre de Benjamin Black para sus novelas policíacas; sin ir más lejos, la autora de esta novela, Joyce Carol Oates, ha utilizado seudónimos con los que ha firmado alguno de sus libros como son por ejemplo, Rosamond Smith y Lauren Kelly.
Andrew J. Rush ha inventado un nuevo escritor del que se mantiene al margen. Nadie sabe de él más que lo que escribe y el secreto que rodea su persona. "Nadie ha visto nunca a «Rey de Picas», cuyas novelas negras de suspense se entregan al editor por correo electrónico y cuyos contratos se negocian del mismo modo impersonal [...] no existe, al parecer, ninguna imagen de «Rey de Picas», y en el hueco de la contraportada donde uno espera ver la fotografía del autor solo se encuentra un (negro) vacío desconcertante". Nadie sabe quien es Rey de Picas. Se habla de que es un criminólogo, o un psiquiatra, o un detective, o un forense; que es un exconvicto condenado por homicidio o un profesional jubilado; que vive en Maine, Montana, Nueva York, Nueva Jersey o California.
Rey de Picas es el alma sucia y atormentada de Andrew J. Rush, su conciencia culpable, el basurero donde se deshace de toda la inmundicia que le atormenta y el mentor que le dicta sus peores actos; es el responsable de aquellas acciones con cuya autoría Andy no quiere enfrentarse.
Rey de Picas escribe las novelas que le gustaría escribir a Andy Ruhs, violentas y muy sangrientas. Novelas siniestras y morbosas en las que aparecen escenas que jamás escribiría un autor de la fama y el buen gusto de Andrew J. Rush. Y llega un momento en que se nos desdibuja quién lleva el nombre real y quién el seudónimo; quién es el sujeto que inventa y quién, el objeto inventado; quien maneja y quien es manejado.
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Te dejo el enlace por si quieres leer más reseñas en mi blog sobre novelas de Joyce Carol Oates.
La veo un poco espesa para mi en estos momentos en que necesito algo menos denso, pero tomo nota de ella al ser tan cortita (es un punto a su favor, jeje). Besos
ResponderEliminarEs un poco dura, pero me ha resultado bastante entretenida. No es una lectura ligera a pesar de ello y de que se lee muy bien. Tal vez no sea para cualquier momento.
EliminarUn beso.
De Oates solo he leído Carthage el año pasado y fue una de mis mejores lecturas, esta la tengo apuntada porque quiero seguir con la autora. Besinos.
ResponderEliminarCarthage es muy buena, pero las tiene mejores aún. Yo la he leído casi entera, salvo alguno de los libros antiguos que no hay manera de encontrarlo. Me tiene enganchada.
EliminarUn beso.
Nuevamente me descubres a un autor (autora en este caso), querida Rosa, que creo que me gustará mucho. Comenzaré por esta novela corta para irla conociendo y seguramente luego trataré de leer más cosas de ella.
ResponderEliminarAl leer acerca del argumento se me venía a la cabeza una película que vi ayer en el cine, "Múltiple". Los trastrornos de personalidad y los conflictos de identidad me apasionan. Quizás el prota de esta novela también tenía más de una personalidad, y quizás la dominante solo había estado "dormida" por largo tiempo... Tendré que leer la novela para saber.
Un beso enorme y mil gracias, como siempre :))
No sé si es exactamente una personalidad múltiple, pero, desde luego, abre muchas incógnitas acerca de quien termina tomando el mando. Creo que te gustará. Además tiene su intriga. Es una gran autora a la que hace años espero que le den el Nobel (egoístamente, pues así se editarán todos sus libros), pero ya con el de Bob Dylan, creo que tardará en caer sobre otro autor nortemaericano y esta mujer ya no es una niña. 😔
EliminarUn beso.
Tengo ganas de volver a repetir con Oates, me lo quedo apuntado =)
ResponderEliminarBesotes
Siempre se repite con ella. Yo siempre quedo con ganas de más.
EliminarUn beso.
¡¡¡¡Madre mía como crece mi lista!!!!
ResponderEliminarEs que haces una reseñas que "obligan" a leer el libro, me han entrado unas ganas...besos.
Pues es corto y además intrigante. Creo que es de los que se leen rápido, bien y, además, una queda muy satisfecha. ¿Qué más se puede pedir?
EliminarUn beso.
28 libros y no he leído ninguno, aunque conocía a esta autora de otras reseñas. Tengo que ponerle remedio, en mi próxima visita a la biblioteca me lo traigo. Espero que sea este, porque me encanta el juego que propone la autora, es tan sugestivo.
ResponderEliminarSaludos, Rosa y que pases un buen finde.
Por cierto, a los chicos nos les ha gustado mucho "Nada". Quizá es, como dices, una lectura demasiado avanzada para su edad. Pero los de Lengua mandan, jeje.
Veintiocho libros tiene su personaje Andrew J. Rush. Ella tiene muchísimos más. Consultando la Wikipedia me salen 54 novelas, 12 novelas cortas, 38 libros de relatos, y a eso súmale poesís, teatro, libros infantiles y juveniles, ensayos...
EliminarJuzga por ti mismo.
https://es.wikipedia.org/wiki/Joyce_Carol_Oates
Voy a ver si consigo yo en préstamo interbibliotecario "Qué fue de los Mulvaney" es uno de sus libros anteriores a ser un poco conocida en España (para nada de los primeros) y está totalmente descatalogado.
Respecto a lo que me dices de "Nada" es que casi todo el mundo que comente en la entrada, lo leyó en el instituto y, si bien, a casi todos les gustó, es gente lectora y ya algo mayor, pero a los chicos de ahora, me imagino que es como si les hablamos un mundo que ni conocen ni les interesa.
Un beso.
La apunto porque si es corta y encima tiene lo que me gusta a mí que es suspense e intriga pues eso, la leeré, gracias siempre por tu recomendación y tus buenas reseñas de libros aunque la lista se hace larga merece la pena. un beso. TERE.
ResponderEliminarCreo que resulta muy entretenida, además de muy interesante y de gran calidad como todo lo que escribe esta autora. Eso aparte de no ser muy larga.
EliminarGracias por tus palabras y un beso.
Como Gerardo me he quedado pensando 28 novelas y ¿no he leído ninguna? Me suena mucho la autora y desde luego voy a tener que poner remedio a este desconocimiento pero no llega el tiempo para disminuir la lista de lectura.
ResponderEliminarDe hecho en estos momentos, acabo de empezar con otra de tus recomendaciones, la de Rafael Chirbes y de momento me está gustando mucho.
Un beso
Pues como a Gerardo te digo que 28 novelas son las de su personaje, no las suyas. Ella tiene 54 novelas largas. Y mucho más entre novela corta, relato, ensayo, teatro, poesía, etc. Es una de las autoras más prolíficas que conozco.
EliminarCreo que me expliqué mal. Ya lo siento. En todo caso, te la recomiendo.¡ con total convencimiento.
¿Qué lees de Chirbes? En breve le voy a dedicar una entrada a él solo y voy a dar noticia de algo que voy a hacer y en lo que podréis seguirme.
Un beso.
Coincido contigo: hasta las novelas menos buenas de Oates son magníficas. Y eso que, como es tan prolífica, aún tengo bastantes libros suyos pendientes. No me sorprende que se desenvuelva igual de bien en novelas extensas que en novelas cortas porque, precisamente, lo último que he leído de ella es un libro de relatos (magnífico, aunque ya sé que a ti los relatos no te van mucho). Me lo apunto porque me ha gustado ese rollo psicológico casi de doble personalidad y porque me gustan los libros que juegan con el proceso de escritura. Pero, fundamentalmente (para que engañarte y engañarme), porque con esta autora no necesito excusas: me lanzo de cabeza aun sin saber si la piscina tiene o no agua e incluso sin saber nadar.
ResponderEliminarBesos
Pues te pasa como a mí. No busco reseñas, ni recomendaciones ni, por supuesto, excusas. cada nueva novela suya es una fiesta a la que me sumo sin red ni salvavidas.
EliminarSus relatos me gustan menos, pero igualmente son muy buenos. Respecto a los que dices de lo prolífica que es, es una barbaridad. Tiene 54 novelas largas, 12 cortas, 38 libros de relatos. Y a eso hay que añadir, teatro, poesía infantil y juvenil ensayo... Cuando digo que la tengo leída casi entera, me refiero a sus novelas traducidas al español (muchísimas no lo están) de los últimos años.
Espero que te guste.
Un beso.
Me resulta interesante todo lo que cuentas de esa novela, y que no sea tan larga, para mí, en el caso de Joyce Oates, me parece ahora un atractivo extra. A veces pienso, pese a que me gusta mucho, que es repetitiva y que alarga sus novelas de modo innecesario. Pero una vez leí que a muchos escritores americanos les pasa, pues circula entre algunos de ellos, que solo las novelas largas son las que valen y son las más premiadas. No sé si ella habrá pensado lo mismo.
ResponderEliminarBuen día, Rosa.
Siempre he dicho que no me importa que las novelas se alarguen, siempre que me guste el alargamiento. Con los escritores norteamericanos, me suele pasar que me gusta y entonces, disfruto mucho.
EliminarYo pienso que una novela si es buena y está bien construida, cuanto más larga mejor.
Esta es bastante corta para lo que la autora suele escribir, pero es bastante intensa. Me ha gustado mucho. Tampoco he sentido que le falte nada.
No tenía noticia de eso que cuentas acerca de los escritores norteamericanos y los premios a las novelas largas.
Un beso.
Me ha resultado muy interesante el argumento, esa 'doble vida' de escritor en la que, supongo, dará rienda suelta a todo aquello que, a pecho descubierto, no sería capaz de escribir. Crea curiosidad esa denuncia de la anciana, la verdad. Un enigma saber cómo sale de esa.
ResponderEliminarNo conocía la obra, pero me la apunto por si acaso ;-)
Besos, Rosa.
La denuncia de la anciana trae mucha cola y se descubren cosas muy inquietantes. Joyce Carol Oates nos cuenta una historia intrigante con muchos matices en los que detenerse.
EliminarUn beso.
Tienes razón, no es una de sus mejores novelas; pero se deja leer
ResponderEliminarYo creo que, más que dejarse leer, es una novela muy buena. Y, desde luego no es de lo mejor, pero es que es una autora muy buena. A mí, me tiene ganada del todo.
EliminarUn beso.
No sé yo si estoy en un buen momento para leer sobre un escritor que se tira diez horas escribiendo...
ResponderEliminarAunque los enigmas de los que hablas me llaman la atención. La apunto y ya veré más adelante.
Gracias por tan buena reseña.
Un beso.
Pues no creas, es una novela muy entretenida, con mucha intriga y muy buenos análisis psicológicos de los personajes. Yo creo que te podría distraer. Si no, siempre puedes pegarme luego.😂
EliminarUn beso.
¡Hala! otra para el memorándum de recomendaciones. me vas a matar como no bajes el ritmo querida.
ResponderEliminar¡No doy a basto! como para encima hacer reseñas.
Besos
Pues no reseño todo porque algunas cosas no me da tiempo o no me gustan lo suficiente. Espero no matarte. No eres tan débil.
EliminarUn beso.