Tres eran tres 47


Vienen hoy a Tres eran tres 47 tres novelas españolas ninguna de las cuales pertenece a una serie ni tiene pinta de ir a hacerlo. Dos están escritas por mujeres, una de las cuales ha venido con frecuencia a este blog en el que hay referencias a todas y cada una de sus novelas. La otra autora se inicia en la novela con este libro. El autor obtuvo el año pasado el Primer Premio Alexis Ravelo con la novela que traigo a este Tres eran tres. Tres novelas que he disfrutado mucho.



"La sombra del océano". Sergio Mira Jordán.
Tenía esta novela entre mis pendientes porque el año pasado obtuvo el Primer Premio Alexis Ravelo de novela negra que organiza la Editorial Alrevés, una de mis editoriales de referencia. En días pasados se ha anunciado el segundo premio para Bacon, de Annika Brunke, y he querido leer éste antes de que se me vayan acumulando. Todos sabéis la admiración y el respeto que yo sentía por Alexis Ravelo y un premio que lleva su nombre no voy a dejar de leerlo.

La sombra del océano empieza una noche de diciembre de 2022. Hay un yate fondeado a «dos kilómetros de la costa, [...] entre las puntas de Taliarte y de Gando» al oeste de Gran Canaria. En ese yate Ainara y dos amigas más celebran una fiesta con tres chicos. 

«Desde la orilla, la música ni siquiera es un rumor lejano y los gritos y las voces son imperceptibles. Desde la orilla, el yate solo es un bulto recortado en la noche.
Todo cambia una media hora después. Una columna de fuego asciende y el humo negro se funde en la oscuridad. Aun así, incluso cuando las llamas se vuelven más intensas, ni en Melenara ni en Taliarte ni en Tufia se puede ver nada: las ventanas y los postigos están cerrados para alejar el relente».

Un desgraciado accidente, una fuga de combustible, una chispa o un desafortunado cigarrillo y la tragedia está servida. Hasta que unos meses después muere brutalmente asesinado Fabrizio Murano, un pintor italiano que se ganaba la vida haciendo retratos en la isla canaria. La noche antes del asesinato había inaugurado una exposición en la que la figura principal, repetida en muchos de los cuadros, era Ainara. ¿Cómo pudo conocerla si Fabrizio llegó a la isla meses después del accidente del yate y de la muerte de Ainara? Según el propio Fabrizio, había encontrado en una playa una cámara fotográfica de buceo con imágenes de la chica. 

El caso le cae en las manos, casi antes de bajar del avión, a David Juárez, que viene de Alicante tras aprobar el examen para subinspector. Ayudado por la agente Calderín empezará la investigación de un caso que tendrá raíces en los hechos de diciembre y que obligará a volver los ojos hacia aquel accidente por mucho que al comisario no le haga ninguna gracia. 

Tan interesante como la investigación policial se nos presenta el choque entre un «godo», recién llegado de la península, y los oriundos de la isla. La agente Calderín será la encargada de ponerle al corriente, con más o menos sentido del humor, de muchas características isleñas que chocarán con la forma de ser y actuar de los peninsulares. 

Me ha resultado  entretenida y muy interesante esta novela de Sergio Mira Jordán al que no conocía y al que espero seguir leyendo, como, por supuesto leeré el segundo Premio Alexis Ravelo, Bacon, de Annika Brunke, que ya estoy deseando que se publique por la editorial Alrevés.



"Morir dos veces". Susana Rodríguez Lezaun.
Soleil Bisset, ingeniera informática, vive en Carcasona con su hijo de corta edad y con su marido, Eric, «un flamante juez de instrucción. Atractivo, atento, culto. Lo tenía todo». Al contrario que ella que no tiene nada porque a todo ha ido renunciando por exigencias más o menos veladas de Eric. Ha dejado su casa en Narbona y su trabajo para vivir una vida que no le satisface, atrapada entre las exigencias de su suegra y la indiferencia de su marido tan solo sensible a sus propias necesidades, una vida en la que lo único positivo es su hijo. 

Pero desde hace unos meses, Soleil tiene un trabajo on line.  Se trata de actuar de conseguidora, a través de la red, de asuntos que rayan la legalidad, aunque de momento nunca cruzan la línea. Ese trabajo ya le ha costado alguna discusión con Eric que piensa que con esa actividad le está robando horas al cuidado de su familia. 

«Se sentó en la taza y se tapó la cara con las manos. Sintió el calor de la lágrimas casi al instante. Y el ardor en la boca del estómago. Y la tensión en las mandíbulas. Y las ganas de morirse».

Es entonces cuando decide cruzar la línea y aceptar encargos más peligrosos que le proporcionen dinero suficiente para poder dejar a Eric y vivir sola y tranquila con su hijo. Pero los trabajos que dan más dinero también son más peligrosos. Las nuevas actividades  hacen que, en un momento dado, Soleil se sienta amenazada y empiece a temer por su vida y la de su hijo. Es por eso por lo que decide morir y empezar de nuevo lejos de todo y sin arriesgar la vida del niño.

Y es así como, a la primera oportunidad que se le presenta, Soleil muere y nace Moon Aubrey, a la que encontramos seis años después como detective privada en París. Ha rehecho totalmente su vida, tiene pareja y de vez en cuando viaja a Carcasona de incógnito para ver a su hijo aunque sea de lejos. 

Cuando se anuncia en la Dark Web el encargo de matar a alguien que Moon conoce muy bien, decide aceptar el encargo con la idea de evitar que esa persona sea asesinada. Será así como se verá envuelta en una red de corrupción urbanística a la vez que, tratando de evitar una muerte, terminará causando alguna otra y poniendo en peligro a mucha gente de su pasado y a sí misma. 

Un thriller que engancha desde la primera página y en el que Susana Rodríguez Lezaun deja de lado, espero que momentáneamente, las series policíacas que tan bien construye y a las que nos tiene acostumbrados. 



"Gallos de poca casta". Gloria Trinidad.
Gallos de poca casta es una novela ambientada en lo que se ha dado en llamar la «costa brava» de Madrid, que son una serie de barrios situados al sur de la ciudad, Orcasitas, Villaverde, Puente de Vallecas, Usera. En ellos «los índices de delincuencia son superiores y la esperanza de vida inferior a la media del resto de la ciudad». Esto se nos cuenta justo antes de iniciarse la novela en una especie de prólogo o introducción sin título. Y se inicia con Israel Cruz, un personaje que me ha producido ternura, aunque tal vez sea lo menos tierno que imaginarse pueda. Lo intuimos muy enfermo «se llevó la mano instintivamente al estómago, donde se empezaba a expandir una nueva oleada de ardor. Tenía la piel macilenta y los pómulos hundidos, y sus ojos flotaban en una linfa amarillenta». Pronto iremos sabiendo del abandono de su esposa, de la hija adicta y con necesidad de rehabilitación, de su falta de efectivo para procurársela. 

Y de la mano de Israel seguimos conociendo a personajes que sobreviven como pueden. Entre ellos, Santos, un policía que se mueve entre los habitantes del hampa, entre confidentes y gente a la que tiene en el punto de mira. Y es Israel, uno de sus "confites" aunque es posible que no sea el mejor porque sus informes no suelen dar muy buenos resultados.

«—Te llama a las once de la noche para decirte que alguien va a cepillarse a no sé qué andoba, alguien que ha dejado a pagar una pequeña partida de farlopa, y a los quince minutos ya han echado al andoba a la fiambrera. O te cuenta que va a haber un vuelco en Morata de Tajuña y, según te estás sentando en el coche y poniéndote el cinturón, los cinco kilos de maría ya han salido de la nave y van a ciento ochenta por hora camino de Francia. Ese tipo de cosas».

Ahora anda de intermediario en un negocio de explosivos, un negocio en el que hay mucha gente metida, algún otro confidente más, mucho personal queriendo ganar más de lo que correspondería, muchas prisas para que las cosas salgan bien. Israel se va metiendo en un fregao importante porque necesita dinero, al menos el suficiente para la rehabilitación de su hija. Y además necesita una ayuda con el fiscal por un antiguo asunto. Está tocando demasiadas teclas y jugando a demasiadas bandas.

Cruz hace cuentas. De cuántas personas conocen los nombres, de qué posibilidades tiene de seguir navegando las mismas aguas subterráneas sin ser detectado, de cuál podría ser la reacción de la Tata. Su corazón se encabrita de nuevo, su estómago se contrae como si un peso pesado le acabara de hundir el puño en el costado.

La situación se va complicando y se va mezclando con capítulos en los que se hace una especie de tratado sobre los gallos de pelea, porque gallos de pelea, aunque de poca casta, son casi todos los personajes de esta historia, al menos, los más notorios, y porque con una pelea de gallos acaba terminando la novela. Una novela original en la forma y muy negra en el contenido, muy bien escrita y que engancha. Toda una sorpresa esta nueva propuesta de Editorial Alrevés.

Gallos de poca casta es la primera novela de su autora que hasta ahora había escrito poesía y teatro. Ésta es una novela negra ambientada en las zonas más depauperadas de Madrid que recomiendo mucho a los amantes del género.


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