"Juego y distracción" James Salter
La casa de los Wheatland está en la parte vieja de la ciudad, exactamente encima de la muralla romana. [...] Es grande y de piedra, con el tejado hundido y los alféizares gastados. Una casa enorme, de ventanas altas como árboles, exactamente como la recuerdo de una visita de unos pocos días en que, al subir desde la estación, tuve la extraña certeza de que estaba en una ciudad que ya conocía. Sus calles me resultaban familiares. Para cuando llegamos a la cancela, ya se había formado la idea que flotó en mi cabeza durante el resto del verano: la de que volvería. Y ahora estoy aquí, delante de la puerta.
«La vida secreta de Francia, en la que nadie puede penetrar, la vida de álbumes de fotos, de tíos carnales, de nombres de perros que han muerto. Diez minutos después, París se ha desvanecido. El horizonte, cargado de edificios, se esfuma. Ya me siento libre.
Verde, burguesa Francia. Rodamos a toda velocidad. Cruzamos puentes con un tamborileo seco. El campo se va abriendo. Hay extensiones largas, de color trigo, y luego tierra llana y verde, tendida y fértil. Las granjas son de piedra. La sabiduría de generaciones sabe que la única riqueza verdadera es la tierra, un conocimiento que no admite discusión, no necesita cambio. Campo abierto, plano como un terreno de juego. Hileras de árboles».
Y será en esa casa de los Wheatland en la que se presentará Philip Deane, un joven al que el narrador había conocido en una fiesta en casa del matrimonio en París. Philip se presenta con un automóvil prestado y ganas de conocer también la Francia verdadera. A partir de entonces los jóvenes empezarán a viajar por la zona oriental de Francia, por las proximidades de Autun: Dijon, Nancy, Orléans, Nevers... Una noche en Dijon acuden a un club y allí el narrador nos habla de una mesa en la que hay unos negros, también norteamericanos y soldados. Están con unas jóvenes francesas «Una de ellas, alcanzo a discernir, lleva un minúsculo vestido verde a cuadros. De manga corta, aunque la noche es fría. Gira la cabeza un poco. Es muy joven. Facciones puras, inexpresivas. De repente me asalta la angustia, no sé por qué (es evidente que a ella le importa un rábano), pero en cierto modo a causa del aprieto en que se encuentra. Aparenta dieciséis años. Sus brazos jóvenes destellan suavemente en la penumbra».
Poco puede imaginar que esa muchacha va a tener una presencia importante en su vida. Y es que esa misma joven, Anne-Marie Costallat, un día aparece como pareja de Philip. A partir de ese momento, el foco de la narración se traslada del narrador a la pareja. Ya no se nos cuentan las propias vivencias de quien narra, sino las de Philip y Annie que, lógicamente el narrador no vivió. Es por eso por lo que nos preguntamos cómo es posible que se nos cuenten con pelos y señales viajes, conversaciones e incluso escenas de cama.
Escenas de cama, sí. ¿Cómo llegaron esas escenas íntimas al conocimiento del narrador? ¿Se las contó Philip con tanta precisión? Las dudas se aclaran, o se intensifican, por los comentarios que se dejan caer de tanto en tanto y ya desde el principio: «Nada de esto es cierto. He dicho Autun, pero fácilmente podría haber sido Auxerre» nos dice ya en el segundo capítulo y sigue sembrando las dudas: «Algunas cosas, como he dicho, las vi, otras las descubrí y otras las soñé, y ya no diferencio unas de otras».
Philip y Annie viajan por todas las ciudades próximas a Autun. Comen, cenan, pasean, se alojan en hoteles. Sus escenas eróticas parecen resumir toda su relación. No hay conversaciones más allá de lo cotidiano y necesario. O si las hay no forman parte de lo que el narrador ha visto, descubierto o soñado. Escenas de cama muy explícitas, pero delicadas. Nunca se cae en lo sórdido ni en lo chabacano.
Juego y distracción es una novela extraña, pero cautivadora. Sus descripciones son de una belleza que emociona. Dejo solo una muestra:
«Más tarde, hacia las nueve, en el bar del hotel hay música y, al menos, unas cuantas parejas sentadas. También los tres o cuatro jóvenes dorados de la ciudad, repantigados en los sofás. Los conozco de vista. Uno es un ángel, al menos para el engaño. Hermoso rostro, pelo moreno, fino. Una boca como fruta estropeada. Nada les divierte: no hablan hasta que alguien se marcha, y entonces emiten pequeñas carcajadas, y a veces llaman al camarero. El resto del tiempo permanecen en silencio, puliendo los gestos del desprecio».
Tan solo había leído Años luz de James Salter, otra novela que me cautivó, enganchó y emocionó desde el primer párrafo. Entrar en esta ha sido algo más difícil, pero una vez se entra es imposible salir hasta no haber llegado al punto final. Como digo más abajo, la he leído (por cierto al igual que Años luz) por recomendación de Juan Carlos de El blog de Juan Carlos para el reto Serendipia recomienda. En su reseña Juan Carlos compara esta novela y sus personajes con El gran Gatsby. Es imposible no hacer esa comparación. Si la en la novela de Fitgerald se percibían los ecos de la Gran Guerra, en la de Salter están presentes los de la Segunda Guerra Mundial. En lo que no coincido con Juan Carlos es en la correlación de los personajes. Dice Juan Carlos «el personaje de Phillip Dean me ha evocado algo al Tom Buchanam de El gran Gatsby, y su narrador innominado al Nick Carraway».
No es así para mí. Los Buchanam serían los Wheatland a cuya vida desenfadada, vana y caprichosa asistimos en las visitas que el narrador les hace en París. Philip Deane, si bien al final puede que se transmute en Tom Buchanam, durante la mayor parte de la narración me recuerda al propio Gatsby. Lo veo inocente, un poco desubicado en su mundo, con un deseo de encontrar el amor que por momentos se le escapa, aunque de forma totalmente distinta a como le sucede al personaje de Fitzgerald. Nick Carraway es sin lugar a dudas el narrador.
Juego y distracción es una novela cautivadora cuando el lector se deja llevar. No es de las que atrapan desde el principio. Cuesta entrarle como dije, pero dejarse embaucar por los sueños o invenciones del narrador, seguir los pasos de Philip y Annie por la zona centro oriental francesa, asistir embelesados a las descripciones de todo tipo con las que se nos deleita, todo ello termina siendo un ejercicio de lo más placentero.
Este libro lo he leído recomendado por Juan Carlos en su blog, El blog de Juan Carlos. Dicha recomendación me llegó a través del Reto Serendipia Recomienda 2024. Si queréis saber cuáles son las otras dos que he elegido y las que he recomendado a mi vez podéis verlo en esta entrada de mi blog.
Título del libro: Juego y distracción
Autor: James Salter
Nacionalidad: Estados Unidos
Título original: A Sport and a pastime
Nacionalidad: Estados Unidos
Título original: A Sport and a pastime
Traducción: Jaime Zulaika
Editorial: Salamandra
Año de publicación: 2016
Año de publicación original: 1967
Nº de páginas: 224
¡Hola!
ResponderEliminarNo he leído nada del autor, pero me echa un poco para atrás que cueste adentrarse en la historia. Supongo que mi primer contacto con él lo haré a través de otra novela. ¡Muchas gracias por tu reseña!
Nos vemos entre páginas
La vida de mi silencio
Ciertamente, me costó un poco entrarle, aunque tampoco estaba yo en mi mejor momento e igual fue por eso. No obstante, una vez cogido el punto, mereció la pena cada página.
EliminarBesos.
Hola, Rosa. Todavía no he leído nada del autor, el de la luz anda por la lista. De este me gusta porque están de viaje y esa vida desenfadada y la comparación con el Gran Gatsby, aunque haya cosas que no encajen bien porque hasta el propio narrador parece que se hace un lío. Que cueste entrar no es problema,siempre y cuando no se tarde demasiado y abandones antes. Me lo llevo, que por probar no se pierde nada.
ResponderEliminarBesos
A mí me costó entrar también porque estaba de viaje y creo que no es el libro ideal para leer cansada en un hotel por la noche, pero en cuanto volví a casa y lo volví a tomar, me enganchó. Ahora, no es un libro ligero de los que entretienen sin más. Da para mucha reflexión y para degustarlo con calma.
EliminarUn beso.
Leí Años luz, diría hace años luz, pero, bueno, sí hace ya varios años. Me gustó mucho. Como bien dices, la prosa de James Salter es cautivadora. Tu reseña de Juego y distracción también lo es. Se nota que te has prendado de esta novela. Y me has dejado con muchas ganas de leerla, de volver a dejarme seducir por James Salter y de aclarar o confundirme más por esas dudas acerca del porqué el narrador conoce tantas intimidades de esa pareja. En fin, otro libro que se va a la lista.
ResponderEliminarBesos
Años luz lo leí hace ya cuatro años y la verdad es que he tenido que ir a la reseña para refrescar de qué iba. Aquella era una historia más convencional, más sencilla de leer. Esta supone un pequeño esfuerzo, pero eso a nosotras nunca nos ha disuadido. Merece la pena. Yo tengo en mi lista unas cuantas novelas del autor que espero ir leyendo poco a poco.
EliminarUn beso.
Buenos días, Rosa.
ResponderEliminarCuántas novelas ha inspirado la gran historia de Fitzgerald. Precisamente el otro día leí una reseña en la que comparaban a su protagonista con Gatsby. Tomo nota de Juego y distracción, a ver si de estas me animo a leer a James Salter.
Un abrazo, y gracias por la interesante reseña!!
Hola, Undine.
EliminarEs cierto que Gatsby ha inspirado mucho en literatura, pero a veces me pregunto, como en este caso, si realmente habrá inspirado al autor o somos los lectores los que, inspirados por Gatsby, vemos su huellas en otras obras. Sea como sea, es una novela magnífica y por las dos que he leído de Salter, creo que puedo recomendártelo.
Un beso.
Fue el año pasado una de mis mejores lecturas. Salter cautiva por esa sabia y equilibrada mezcla que hace de lo erótico con una literatura -¡la suya- que yo diría puntillista, breve, limpia, hermosa...
ResponderEliminarSobre lo que dices sobre si el personaje es más un Buchanam o un Gatsby, pues sí, por qué no, la verdad es que en Gatsby también existe un Buchanam escondido .
Muchas gracias por las referencias que haces a mí y a mi blog. Me encanta que hayas elegido una de mis tres propuestas para el Reto Serendipia 2024, un Reto estupendo.
Un beso grande
Me ha encantado lo de puntillista. Tienes razón. la prosa del autor es limpia, directa, muy depurada y con una gran belleza adornándola. Nunca lo había pensado, pero es cierto que Gatsby y Buchanan, aun siendo muy distintos, cada uno guarda dentro el germen del otro. Ahora me han entrado ganas de volver a Gatsby por... enésima vez.
EliminarComo no iba a mencionarte. Tú eres el "culpable" de mis dos lecturas de Salter y ambas han sido magníficas.
Un beso.
Pues me ha llamado mucho la atención esta novela, Rosa, y los ecos de Gatsby que parece tener. No he leído nada del autor pero ya lo he anotado. Genial tu reseña. Un beso.
ResponderEliminarUn autor a tener muy en cuenta. Ya sabes que yo soy muy fan de la literatura estadounidense y este autor es de lo mejor. me queda aún mucho por indagar sobre sus novelas.
EliminarUn beso.
¡Hola Rosa!
ResponderEliminarleyéndote estaba pensando que me apetecía leerla, porque creo que podría gustarme mucho y además no he leído nada todavía de este autor, aunque eso de que te costó entrar, pues me crea dudas de si no abandonaré, pero bueno, por probar...
Me resulta curioso todas esas escenas de cama que el narrador no ve, ¿Cómo las descubre? se las inventa? Supongo que será lo de menos en esta cautivadora lectura. Me dejas intrigada. Es muy posible que me anime a leerla, igual se la propongo a Mariana para el club
Un beso.
Pues como el propio narrador dice, algunas cosas las vio, otras las descubrió y otras las soñó y ya no distingue unas de otras. Esa ambigüedad a mí me parece maravillosa. Es una novela de los más interesante, pero sí, me costó entrarle. De hecho, la abandoné durante un viaje porque creo que no es una lectura para hacer de noche en un hotel cansada de las andanzas del día, pero en cuanto volví a casa la retomé (volví a empezarla porque en realidad había leído muy poco) y ya fue todo seguido. Ojalá la leáis Marianna y tú y la disfrutéis. Me gustaría mucho ver vuestra opinión.
EliminarUn beso.
Hola Rosa, no he leído nada del autor pero lo tengo apuntado por alguna reseña. Me gusta eso de los ecos de Gatsby, aunque sea imaginación de los lectores, que nunca se sabe a donde nos pueda llevar y no me preocupa que al principio cueste entrar en la historia, muchas veces esas terminan siendo las mejores. Besos.
ResponderEliminarEs cierto. Muchas novelas que he abandonado en una segunda lectura se han mostrado como muy buenas. Lo de recordarme a Gatsby puede que fuera por influjo de Juan Carlos, pero creo que aun sin eso, me lo hubiera recordado, sobre todo el matrimonio Wheatland, cuya frívola y vana vida en París no puede dejar de recordar a los Buchanan.
EliminarUn beso.
Tengo apuntado al autor por la reseña de Juan Carlos pero aún no me he animado con él. Por lo que cuentas, esta lectura cuesta al principio pero luego merece mucho la pena. A ver si me animo de una vez.
ResponderEliminarBesotes!!!
también puedes leer Años luz, otra novela de James Salter que leí por recomendación de Juan Carlos y que creo que es más asequible que esta ya desde el principio. Es un autor que merece la pena conocer.
EliminarUn beso.
¡Hola, Rosa!
ResponderEliminarNo he leído al autor y veo que merece mucho la pena. Con "Juego y distracción" me has tentado un montón, a pesar de que te costó el comienzo, veo que su literatura está llena de poesía.
No suelo resistirme a esas prosas bellas y evocadoras.
Creo que no es fácil abordar las relaciones de pareja y ahondar con tanta sutileza, elegancia y delicadeza en escenas eróticas sin caer en lo ordinario y vulgar, sin duda que la sensualidad es todo un arte.
Creo que le tomo la palabra a Marian y nos la apuntamos para leerla juntas, así que ya te contaremos ;)
Un besote.
Pues como le digo a Marian, estaré encantada de saber vuestra opinión sobre el libro. Creo que este puede ser un libro del autor de esos que se salen un poco de lo normal en él. Para empezar está totalmente ambientado en Francia, cuando creo que él ambienta sus libros en Estados Unidos. No en vano, de allí es y allí vivió, salvo sus destinos como militar en distintas partes del mundo, Francia incluida. Quiero leer más cosas suyas para hacerme una idea más completa.
EliminarUn beso.
Hola, Rosa.
ResponderEliminarNo me ha llamado mucho la atención, supongo que veo a una pareja un tanto frívola, y eso me echa para atrás. Por otro lado, me agrada cuando dices que sus descripciones son de una belleza que emocionan, eso siempre invita, pero creo que no, igualmente me la apunto y quién sabe en el futuro.
Un beso.
Pues si en un futuro te animas, espero que la disfrutes. Sí que la pareja es un tanto superficial y basada, al menos en lo que se nos cuenta, tan solo en el sexo, pero la historia global es muy buena y está muy bien escrita.
EliminarUn beso.