Cinco cadáveres.
La habitación apenas llegaba a los
treinta metros cuadrados. Estaba en la parte trasera de una nave industrial, en
el polígono Polvoranca, a poco más de doce kilómetros de Madrid. Había una mesa
con cuatro sillas en el centro, unos archivadores a un lado y un único
ventanuco en lo más alto de la pared del fondo. Y cinco cadáveres.
Los mataron con unos segundos de
diferencia. No supieron que iban a morir. No tuvieron tiempo ni para sorpresas,
ni para lamentos, ni para hacer preguntas. Ninguno gimió o gritó o llegó a
hacer ademán de defenderse.
Entraron dos hombres. Abrieron la
puerta de una patada y dieron un paso al frente. Misma altura, mismos vaqueros
y camiseta negros, mismos pasamontañas cubriéndoles la cara. Mismos fusiles
AK-47 en las manos.
Cinco inexplicables cadáveres. Rumanos. Dos asesinos un tanto torpes, al menos uno de ellos que se quitó el pasamontañas antes de tiempo, lo suficientemente antes como para que una mujer le viera la cara. «Cuando le preguntaron, tampoco aportó muchos datos sobre cómo eran los dos sujetos que se subieron al Passat. Lo único que acertó a decir fue que el hombre que había visto era chino o japonés, no sabía distinguirlos. Pero era asiático, eso seguro». No aportó muchos datos, pero el único que aportó fue suficiente para poner a la policía sobre la pista.
La policía son dos policías encargados del caso. Roi Conde pertenece a homicidios; Estela Domínguez, a estupefacientes. La UDEV (Unidad central de Delincuencia Especializada y Violenta) y la UDYCO (Unidad de Droga Y Crimen Organizado) colaborando. O más bien Roi y Estela, dos personalidades irreconciliables, tratando de colaborar.
Estela vuelve con este caso a la calle después de su baja y el posterior trabajo de oficina. Matar a un hombre, por mucho que estuviera a punto de disparar a su compañero, no es algo que se asimile sin pagar una factura y Estela ha quedado lo suficientemente traumatizada como para estar más cómoda en un despacho.
«Lo mismo, desde hacía más de tres años. Desde el día en que ella apretó el gatillo. Desde los psicólogos y el alta y la vuelta al servicio. Sin traumas, le decía ella al comisario: no me gusta el trabajo de campo. Sin excusas, le replicaba él: te quiero de vuelta ahí fuera».
Estela es una policía moderna, respetuosa con las formas y con las leyes, con un lenguaje adaptado a los tiempos tal vez demasiado políticamente correcto. Tal vez poco apto para moverse entre según qué gentes y según qué ambientes. Dividida entre su sentido del deber que le hace volcarse en el trabajo y su condición de madre que la asedia con la culpa de no dedicarle el tiempo suficiente a su hija, otra razón por la que las labores de oficina le resultaban más relajadas.
Roi es todo lo contrario. Racista, clasista, machista. Aunque posiblemente, su actitud sea la más adecuada para moverse entre los asesinos, las mafias que trafican con drogas y cosas aún más siniestras, en los polígonos industriales de Madrid donde, camufladas con el abastecimiento a los bazares chinos, se llevan a cabo otro tipo de actividades más rentables. Su actitud lo capacita mejor para enfrentarse a todo tipo de maleantes con los que tiene tratos que a Estela le repugnan, pero que dan resultados en las investigaciones. Todo ello hará que sus choques sean continuos y que la inspectora cada día esté a punto de abandonar el caso o de enfrentarlo por sí sola.
«Para mí los muertos y para ti la droga. Serán traficantes de medio pelo a los que les han dado un vuelco. Les roban la mierda, les pegan unos tiros y asunto zanjado. Echemos un vistazo y acabemos rapidito. Tengo mejores cosas que hacer que presentarles mis respetos a cinco rumanos muertos.
[...]
—¿Son frecuentes este tipo de matanzas? Cinco muertos no son poca cosa.
Conde puso una mueca de indiferencia.
—Son rumanos, joder. Cinco, cincuenta, ¿a quién le importa?».
Y es gracias a Roi, a sus malos modos y a los contactos que con ellos consigue, como Estela sabrá de la existencia de David Wang, un personaje del que, a pesar de trabajar en estupefacientes, nada sabía. Ahora se informará echando mano de todas las fuentes posibles: su amigo Guillermo, fiscal de Anticorrupción en la Audiencia Nacional, y su jefe, Eladio Ramos. Sabrá así de un personaje que pasa por ser «un exitoso empresario dedicado a la importación y la venta al por mayor de mercancías que provienen del Extremo Oriente», pero del que se sospecha que «detrás de sus negocios legales, se oculta una red de tráfico de droga y de personas y de blanqueo de capitales».
Pero aparte de esta historia policial y de los conflictos entre los dos policías encargados, hay más historias en El dragón negro. Ya a poco de empezar el primer capítulo, en su segunda parte, asistimos a la llegada a Barajas de una mujer procedente de Buenos Aires. Virginia viene a resolver un asunto legal y no piensa quedarse más de cuarenta y ocho horas. Las andanzas de Virginia por Madrid, su vuelta a la casa familiar de la Moraleja que dejó atrás hace ya muchos años y que ahora está vacía, muertos ya los padres, todo ello lo iremos sabiendo en capítulos que se entremezclan con la investigación de Roi y Estela. Y está Dardo que, junto a Virginia, son personajes rescatados de otra novela del autor, Los perseguidos, y aparece mencionada Daniela Lozano, otro personaje de la misma novela. Pero no, no conforman una serie. No confundir el mencionar personajes de otra historia con hacer una serie.
La última parte de cada capítulo nos lleva al pasado, a una historia que comienza en China, en el condado de Qingtian en 1987. A partir de ahí seguiremos a uno de sus protagonistas en su huida de China, en su llegada a España y en sus andanzas una vez establecido primero en Barcelona y finalmente en Madrid.
Y mientras nos deleitamos con estas tres historias, aprendemos, yo al menos he aprendido, un poco más de lo que se esconde tras algunas mafias y de las colaboraciones que se llegan a dar entre ellas. Y es que, aunque la mayoría de los inmigrantes son honrados y vienen a buscar oportunidades que en sus tierras se les niegan, siempre se cuelan los malos que ni siquiera tienen empacho en traficar con sus propios compatriotas y en aprovecharse de sus necesidades y de su vulnerabilidad. La lucha contra esas mafias pasa a veces por caminos no del todo legales, no del todo éticos, pero debemos preguntarnos a qué estamos dispuestos a renunciar ante el hecho práctico de borrarlas del mapa. Y luego está la corrupción, la que no es ni ética ni moral y tampoco contribuye a la eliminación del mal, sino a enriquecerse con él.
Tres historias que llegarán a converger, no siempre como sería esperable. Tres historias que te mantienen enganchada de principio a fin y que dan lugar a interesantes situaciones que sugieren aún más interesantes reflexiones.
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Fernando Benzo |
El dragón negro es una novela policíaca y es una novela con personajes que nos llevan a reflexionar y a ponernos ante nuestras propias contradicciones. La relación de Estela con Roi nos hace preguntarnos a veces (con sorpresa y estupor) si no estaremos más de acuerdo con ese Roi racista que con la correcta Estela. Y es que sí, hasta ella misma duda a veces. La fina línea entre lo correcto y lo incorrecto es también, muchas veces, la que separa la legalidad de la justicia. En una entrevista a Fernando Benzo este ha declarado:
«Estela es un personaje enormemente estricto, pero el problema llega cuando entra en un conflicto entre la defensa de la legalidad y el hacer justicia. En cierto momento, eso le lleva a preguntarse si está justificado sacrificar una parte de la legalidad, porque precisamente eso es lo que le va a llevar a hacer justicia. ¿El fin justifica los medios? [...] Lo que quiero demostrar con la novela es que cada uno marcamos una línea, y quiero que cuando el lector termine de leer la novela, no solo que se lo haya pasado muy bien leyéndola, que es el objetivo fundamental, sino que, también le deje alguna pregunta sobre sí mismo».
Para terminar, otra cita que también mueve a la reflexión.
«—Lo que me encabrona es que empiezo a pensar que quizá todos tengan razón.
—¿Quiénes?
—Todos esos que dicen que a nadie le importa una mierda la muerte de los rumanos.
[...]
Si lo piensas —dijo—, la única razón por la que su muerte ha llamado la atención y se ha armado un poco de revuelo ha sido porque los mataron a los cinco a la vez. Lo llamativo no ha sido ni quiénes son ni por qué han muerto, sino que los han matado de una tacada, y eso impacta. Si lo hubiesen hecho uno a uno, en sitios y fechas diferentes, nadie habría hablado de sus muertes, [...] Porque, ya sabes, al fin y al cabo, solo son inmigrantes. Sangre de segunda.
Conde contempló a Estela antes de decir:
—Estás jodida, ¿eh, inspectora?».
Estas son las novelas de Fernando Benzo que he leído con el año de publicación entre paréntesis y enlace a las reseñas:
El dragón negro (2025)
Hola, Rosa. Pues muy llamativas esas tres tramas que se entrecruzan en la novela de Buenos Aires a China hasta confluir en el caso policial. Una historia para reflexionar, por lo que dices, con una pareja de policías muy diferentes uno de otro que es algo que da siempre mucho juego y deja al descubierto contradicciones y prejuicios. Estupenda tu reseña. Un beso.
ResponderEliminarFernando Benzo siempre hace tramas complejas, aunque no hay que tener miedo a liarse porque en la lectura resultan muy fáciles de entender y controlar. Lo bueno es que esas tramas confluyentes le dan a sus novelas mucho interés y las hacen muy interesantes y entretenidas.
EliminarUn beso.
El primer contacto con este autor fue con "Los viajeros de la Vía Láctea" y disfruté muchísimo. Luego leí "Después de la lluvia" que también me encantó.
ResponderEliminarMe apunto este que reseñas porque la prosa de Benzo y el perfilamiento que hace de sus personajes son estupendos.
Un beso.
Después de la lluvia aún no lo he leído y espero no hacerlo muy tarde. Me queda también Los náufragos de la Plaza Mayor, aunque esa me da más pereza por ser una distopía, aunque sospecho que más allá del género puede ser muy interesante y entretenida. fernando Benzo es un autor que cada vez me convence más.
EliminarUn beso.
Buenos días, Rosa.
ResponderEliminarPor lo que cuentas, parece una novela con una trama compleja y muy bien planteada. De hecho, sin ser mi subgénero favorito dentro de la novela policiaca, me ha despertado mucho interés. Quizá por lo que comentas sobre sentirse atraído por un personaje como Roi. Ya te contaré si finalmente me decido.
Un abrazo, y gracias por el descubrimiento!!
Hola, Undine.
EliminarUna trama compleja que no complicada por que se lee sin ningún problema. Los personajes y las tramas van encajando con total naturalidad y ya se encarga el autor de que sepas en cada momento dónde y con quién estás. Y sí, es toda una sorpresa verte en algún momento pensando que los métodos de Roi son mejores o, al menos, darán mejores resultados.
Un beso.
Recuerdo haber leído Los viajeros de la Vía Láctea poco después de haber leído tu reseña y guardo un muy buen recuerdo de esa novela. Esta que hoy nos presentas, tiene toda la pinta de ser tan buena como la anteriormente citada, así que la añado a mi lista de futuras lecturas.
ResponderEliminarUn beso.
Tan buena y tan distinta, porque Fernando Benzo nunca se repite. Sus historias se ambientan en lugares distintos, en distintas épocas, tratan distintos temas con personajes muy distintos. En fin mucha variedad, pero manteniendo una calidad que en lo que he leído del autor sigue intacta.
EliminarUn beso.
Hola! No tenía ni idea sobre este libro pero sí me gustan mucho las historias en las que hay varias historias que al final convergen de una manera u otra.
ResponderEliminarGracias por compartir! Un saludo ♥
Pues Fernando Benzo es un maestro en el arte de ir siguiendo varias historias y hacerlas confluir de maravilla. Te lo recomiendo.
EliminarUn abrazo.
Rosa, qué reseña tan potente y absorbente has escrito sobre El dragón negro de Fernando Benzo. Has capturado a la perfección la intensidad y la complejidad de esta novela policíaca que, como bien dices, va mucho más allá de una simple investigación criminal. La forma en que describes esa habitación de apenas treinta metros cuadrados, con cinco cadáveres y la crudeza de una ejecución tan repentina, me ha puesto los pelos de punta. Es como si el escenario mismo gritara que algo oscuro y mucho más grande está en juego. También invita a reflexionar sobre esas líneas difusas entre el bien y el mal, entre lo legal y lo justo.
ResponderEliminarUn beso, Rosa.
Ya me gustaría que la descripción del principio fuera mía, pero no. Esas citas del recuadro con las que abro las entradas son del libro del que se habla. Creo que debería ponerlas entre comillas como el resto de las citas.
EliminarFernando Benzo es un autor muy recomendable, he disfrutado todas y cada una de las novelas que le he leído y espero disfrutar de las dos que me quedan, que espero no tardar en leer.
Un beso.
¡Hola, Rosa!
ResponderEliminarCreo que ya es hora de leer al autor, llevo tres novelas apuntadas después de leer tus reseñas, y por lo que nos cuentas, "El dragón negro" también pinta ser una historia redonda, de las que atrapan y entretienen.
Me llaman la atención esos dos policías totalmente opuestos, uno tan cínico y la otra tan idealista, algo bueno debe salir de esa liga :)
Una novela coral con muchos hilos y que abarca varios escenarios y temas, esta vez el autor nos lleva a centrar la mirada en la cultura china y su terrible mafia.
No descarto leerla, aún cuando creo que me gustaría empezar por alguna de las otras tres que has reseñado en el pasado.
Me contenta ver que la has disfrutado mucho, gracias por sugerirla ;)
Un beso.
Como te decía en IG, es un autor que me convenció con la primera novela que le leí y ha confirmado su calidad en el resto. Aún me quedan algunas de las antiguas, pero desde que lo conocí con Nunca fuimos héroes no me he perdido nada de lo que ha venido después y he de decirte que cualquiera de esas lecturas que escojas será un acierto porque cada una en su época y con su temática todas son muy buenas. Suele mezclar tiempos e historias, pero nunca lo hace complicado y lo resuelve todo de maravilla. Además es sumamente entretenido.
EliminarLa pareja de policías de esta novela da para mucha reflexión con sus diálogos, sus reflexiones y sus conflictos. Ojalá lo leas pronto. Tengo curiosidad por saber tu opinión y cómo se ven estas historias desde fuera de España.
Un beso.
Este lo veo del estilo de Tú bailas y yo disparo. Me atrae menos, la verdad. Esto de las mafias lo llevo mal, son tan despiadadas y son escrúpulos que se juntan por interés aunque luego seguro se apuñalan por la espalda.
ResponderEliminarCon estos libros voy muy de vez en cuando. Quién sabe si en un futuro puede caer.
Besos
Se apuñalan por la espalda o de frente. No tienen escrúpulos. Las mafias por muy épicas y literarias o cinematográficas que puedan resultar, no dejan de ser un grupo de gentuza que no para ante nada con tal de conseguir sus fines. A mí me encanta el cine de mafiosos, pero hay que reconocer y nunca olvidar que son muy mala gente, aunque Robert de Niro en su papel de Noodles en Érase una vez en América nos enamore. No hay que perder la perspectiva. El mayor mafioso de esta novela también es un perfecto caballero. En apariencia.
EliminarTengo en línea de salido Tú bailas y yo disparo gracias a tu reseña. Además es finalista del Premio Silverio Cañadas a la Primera Novela Negra en la Semana Negra de Gijón.
Un beso.
Me alegro un montón por Manuel Marlasca. Es un premio muy importante y solo estar nominado ya es un reconocimiento. Y estoy de acuerdo contigo, no hay que perder la perspectiva con estos villanos, son lo que son, asesinos y delincuentes de la peor calaña.
EliminarBesos
¡Hola!
ResponderEliminarNo he leído nada de este autor, pero a esta novela le había echado el ojo porque no paro de verla en Instagram y las opiniones suelen ser bastante buenas. Después de leer tu reseña y saber un poco mejor de que va y cómo son su protagonistas, me la apunto. Aunque con la lista de endientes que tengo me da que seguramente no la leeré hasta el año que viene.
Un abrazo.
Mi lista de pendientes sufre alteraciones continuas. Unos libros suben, otros bajan. Entran muchos, pero no sale ninguno. En fin, un caos que hace que termine leyendo lo que más me apetece. Este libro pasó por delante de muchos. Este autor siempre tiene preferencia en mi lista.
EliminarUn beso.
¡Hola!
ResponderEliminarque novela tan atractiva..., la verdad que lo que nos cuentas me atrae mucho. Esos dos personajes polis, la una tan estricta con las normas y lo políticamente correcto y el otro que parece todo lo contrario, bueno, al menos se complementan bien y eso es importante y seguramente muy valioso en sus papeles de policías.
Interesante lo de las mafias y es cierto que la mayoría de los inmigrantes solo quieren oportunidades de una vida mejor que la que les ha tocado pero claro, hay de todo...
Por lo que veo es una novela que como el autor quiere, te deja con muchas preguntas y reflexiones y eso también me encanta
Un autor que todavía no he leído pero que tengo en mente desde hace mucho
Un beso.
Los dos policías componen un equipo peculiar y que da para mucho. Sus conversaciones son muy ilustrativas de cómo una forma no muy ortodoxa de trabajar puede dar buenos resultados y conduce a preguntas muy interesantes como las que se hace el autor en la cita que resalto sacada de la entrevista.
EliminarLas tramas paralelas que van confluyendo le dan a la historia una mayor profundidad. Sobre todo la historia que comienza en China y continúa en España resulta muy interesante.
La novela, aparte de tener una buena trama y estar bien escrita y construida, y con personajes sólidos, resulta muy entretenida, de las que se leen casi sin poder parar como todas las del autor, por otra parte. Un autor que recomiendo mucho.
Un beso.
Pues pinta bastante bien, pero tengo tanto pendiente de este género que no sé si terminaré animándome.
ResponderEliminarBesotes!!!
Se intenta no añadir libros a la lista, pero yo a Fernando Benzo lo tengo entre los autores de los que no me pierdo nada.
EliminarUn beso.