"Los viajeros de la Vía Láctea" Fernando Benzo
Siempre que volvía a verla, lo primero que me preguntaba, a
medias entre la exculpación y el reproche a mí mismo, era por qué nunca me
había enamorado de ella cuando, en todas las etapas de la vida, me había
inspirado esa indefinida intuición de que amarla debía de ser una forma
confortable de vivir. [...] Pero era
una suerte que nunca me hubiese enamorado de Blanca. Gracias a eso, aún
seguíamos siendo amigos a los cincuenta y cinco.
Estamos en 2021 y Javi ha quedado con Blanca en el Vía Láctea. Ella tiene que darle una mala noticia y a partir de ese momento la conversación de ambos amigos se verá interrumpida por los recuerdos. Javi nos va contando la historia de sus amigos desde la fiesta de cumpleaños de Oscar en la que todo cambió. Cumplía veintiuno en 1986 y había alquilado en exclusiva el hoy mítico bar Vía Láctea, icono de la Movida, para celebrarlo. Allí iba a recibir a sus numerosos amigos y amigas, pero muy en especial a los tres con los que compartía piso de estudiantes, Javi, Jorge y David, y a Blanca, su novia.
Los cuatro amigos son muy distintos, pero tienen cosas en común. «Perfiles anodinos. Chavales de ciudades de provincias. Familias sin estrecheces económicas. Colegios de curas que nos habían dejado escasa huella clerical. Buenas notas sin alardes. Ni brillantes ni problemáticos. Y, a partir de ahí, éramos completamente diferentes en caracteres, intereses y comportamientos».
A partir de esa fiesta, como decía, cambiaron muchas cosas y ese es el motivo de que ahí empiece la historia, una historia que se dilata hasta 2021 cuando los jóvenes de veintiún años se han convertido en adultos de cincuenta y cinco. Cada uno de ellos ha seguido derroteros muy distintos. Algunos viven mejor y otros peor, pero ninguno ha conseguido sus sueños. Los sueños solo son sueños y la realidad, como mucho, es un sucedáneo que se parece más o menos a ellos, pero nunca se parece lo suficiente.
Con el paso del tiempo los amigos irán tomando rumbos distintos que los llevarán a distintos lugares y a distintas ocupaciones. Oscar ser hará famoso como fundador de una ONG que construye en África poblados autosuficientes para los nativos. Javi escribirá una novela y tendrá un hijo y un divorcio después de vivir en Bruselas unos años. Jorge alcanzará la riqueza, pero a cambio de una vida que no se parece en nada a lo que esperaba. David, el raro del grupo cuya mente iba más allá de lo que los demás podían entender, el eterno adolescente, nunca dejará los porros y sus canciones de siempre y seguirá, «instalado en un mundo paralelo del que era habitante y amo, un pequeño dios que manejaba a su antojo a todos aquellos seres a medio camino entre la ficción y la realidad con los que convivía solo él».
Si reducimos a uno el tema de Los viajeros de la Vía Láctea, un Gran Tema con mayúsculas, éste podría resumirse en la frase que aparece en la portada debajo del título: «Como las buenas canciones, las grandes preguntas de nuestra juventud nos acompañan para siempre». No encuentran respuesta las preguntas cuando son verdaderamente grandes. A veces incluso esas preguntas están escondidas en las canciones que siempre escuchamos, las que siempre nos acompañan. Muchas veces ni siquiera reconocemos la respuesta cuando finalmente la encontramos.
Pero hay más temas, temas menores que nos vamos encontrando y de los que yo destacaría la traición, la mentira (si es que no son lo mismo algunas veces), la decepción (en distintos sentidos), la sensación de fracaso. Temas a los que se podría añadir el amor, la amistad, la pareja, los hijos..., pero esos ya son temas universales que podemos encontrar en casi todos los libros.
La narración corre sobre todo a cargo de Javi, pero cada tanto se alterna con un monólogo en el que Blanca le cuenta a su terapeuta las partes que la atañen a ella y de las que Javi puede ser desconocedor. El centro de toda la narración es esa cita en el Vía Láctea en 2021 entre ambos amigos. De ahí viajarán al pasado saltando de delante a atrás y llevándonos, de forma aleatoria pero nada confusa, a distintos episodios en distintos años: 1986, 1996, 1998, 2004, 2016.
Los viajeros de la Vía Láctea es una novela distinta al resto de las que había leído de Fernando Benzo. No es una novela negra sino una novela que narra la historia, en un tiempo muy concreto, de toda una generación, de dónde partieron y a dónde llegaron. Dejo un par de citas que dan una idea de cómo escribe el autor y de ese viaje a través del tiempo de nuestros personajes.
«Nos tocó vivir nuestros años universitarios en una época que luego se convertiría en mito. Siempre me ha resultado extraño cuando, después, he oído hablar de todo aquello como un periodo único, deslumbrante, tan apetecible, porque en ningún momento lo viví con la sensación de que lo fuera. Nunca tuve conciencia de estar viviendo una época especial más allá de disfrutar de mi propia juventud. Tal vez porque llegamos tarde a Madrid, en la segunda parte de la década. O porque uno nunca se mira a sí mismo con perspectiva histórica».
«Pasamos de ser adorables baby boomers a ser aspirantes a yuppies. Nos echamos a perder. Decidimos que queríamos triunfar. Nuestros padres habían sido unos perdedores. Nosotros queríamos pisazo, cochazo, sueldazo y a la mierda el rock and roll».
Una novela magnífica que nos lleva por unos años que los que los hemos vivido reconoceremos. Los años ochenta, los noventa, los de la primera década de 2000, los de la segunda... Todos ellos se nos muestran en un ambiente que los envuelve y acompaña. No será difícil reconocer cómo van cambiando las cosas, las costumbres, el paso de la juventud a la madurez; como se van abandonando unas ideas y van predominando otras en tanto en cuanto cambia la época, pero también las edades de los personajes. Y todo ello acompañado de canciones, películas, libros y locales de moda que son el escenario perfecto para conseguir una ambientación muy precisa en un Madrid que iba camino de ser lo que hoy es, pero al que aún le faltaban unos años para serlo.
Si sus novelas negras me gustaron, Los viajeros de la Vía Láctea me ha gustado tanto o más.
Estas son las novelas de Fernando benzo que he leído con el año de `publicación entre paréntesis y enlace a las reseñas:
Nunca fuimos héroes (2020)
Los perseguidos (2023)
Las cenizas de la inocencia (2024)
Los perseguidos consiguió en 2023 el Premio Azorín de Novela.
Título del libro: Los viajeros de la Vía Láctea
Autor: Fernando Benzo
Nacionalidad: España
Nacionalidad: España
Editorial: Planeta
Año de publicación: 2021
Año de publicación original: 2021
Nº de páginas: 440
Buenos días, Rosa.
ResponderEliminarCuando reseñas una novela dedicada a la generación de los 80 en Madrid, consigues engancharme desde el primer momento. Yo viví la última época de aquellos días, pero llegué a conocer los ritos y lugares que estaban de moda. Me llevo esta novela sin dudarlo, ya que todo lo que nos cuentas me recuerda a gente que he conocido.
Un abrazo, y enhorabuena por otra estupenda reseña!!
Buen día, Undine.
EliminarLa década de los ochenta fue la de mis veinte (los cumplí en el 79), pero en una ciudad pequeña como León y dedicada a la Biología por formación y por vocación, iba más al monte que a los bares y esa parte se me quedó un poco coja, pero se reconocen muchas cosas en estas novelas que empiezan a sacar aquellos años del recuerdo. Notables las novelas de Fernando Benzo.
Un beso.
Hola, Rosa.
ResponderEliminarMe gusta lo que los cuatro amigos tenían en común, supongo que es porque provengo de de un pueblo enano, de tan pocos habitantes que conoces a todo el mundo.
También lo que comentas sobre los sueños, tan necesarios para continuar, pero que muchas veces no llegan a cumplirse. Como que aquellos tiempos forman más parte de nuestro ahora, su recuerdo es más vivido que quizás los de hace 4 años.
Un beso, y feliz semana.
Es un libro sobre los sueños y las preguntas que nos hacemos y que quedan sin responder aunque la respuesta esté delante. Y es que a veces las preguntas son un estado de ánimo que las respuestas no son capaces de cambiar.
EliminarEs una novela que cuenta muchas cosas acerca de un tiempo en el que éramos distintos, pero que fue el que nos trajo hasta aquí.
Un beso.
Ese paso de la juventud a la madurez está lleno de interrogantes y a veces suele desembocar en no pocas crisis existenciales. Me parece también que la novela, con sus avatares, es una buena forma de recorrer esos años desde los 80 hasta casi la actualidad.
ResponderEliminarUn beso, Rosa, y buen comienzo de semana.
Es muy interesante la evolución que hacen los amigos desde sus veintiún años en 1986 hasta los cincuenta y cinco en 2021. Y es interesante la forma de contarlo yendo hacia atrás y hacia adelante con los recuerdos de Javi y de Blanca. Muy interesante y muy bien escrita como se ve por los fragmentos que destaco.
EliminarUn beso.
Creo que aquella década está sobrevalorada; no obstante, me gustan las novelas ambientadas en aquella época, porque también la viví y fue la de mi juventud. Por otro lado, no conocía al autor, así que me temo que has vuelto a tentarme y que no dejas de meterme en líos.
ResponderEliminarEs un autor al que descubrí con Nunca fuimos héroes y que tras lee otras tres novelas suyas, no ha hecho más que convencerme cada vez más.
EliminarLos ochenta fueron una época muy interesante en España. Tuvieron su parte mítica y se dejaron a muchos jóvenes por el camino. Creo que cada vez se intenta más poner a los ochenta en su lugar, ni míticos ni desastrosos. hay otro libro, Todos estábamos vivos, de Enrique Llamas que incide en la parte menos positiva de la década y que también recomiendo.
Un beso.
Pues creo que la disfrutaría mucho, sobre todo por ese repaso a las diferentes décadas desde los ochenta. Pero ahora mismo tengo tanto pendiente, que va a tardar en caer.
ResponderEliminarBesotes!!!
Te recomiendo que guardes este autor en tus pendientes y en cuanto tengas un respiro le des una oportunidad. Cualquiera de las cuatro novelas que he leído es muy apetecible y merece mucho la pena.
EliminarUn beso.
Hola, Rosa. Pues parece que esa década de los ochenta se está poniendo de moda últimamente en literatura, ¿verdad? No he leído al autor pero los temas que toca esta novela me parecen muy atractivos, muy emocional me da la impresión por lo que cuentas. La anoto. Un beso y gracias por la recomendación.
ResponderEliminarLa década de los ochenta empieza a salir en las novelas y era de prever. En cuanto hay algo de perspectiva histórica hay necesidad de hacer una revisión de momentos que fueron muy emblemáticos y esa década se presta mucho a ellos. Desde los que la mitifican pensando que fue como un cuento de hadas hasta los que la denigran como el compendio de todos los males, se pasa por distintas posturas. Yo creo que fue una época muy singular en la que estrenamos la libertad, pero también tuvimos que pagar un precio.
EliminarLos viajeros de la Vía Láctea se complementa muy bien con Todos estábamos vivos de Enrique Llamas.
Un beso.
Me gusta el tema que se trata en esta novela. Recordar tiempos pasados y compararlos con el presente, aunque sean tiempos que pertenecen a una época anterior a la nuestra, siempre podemos encontrar paralelismos con nuestras propias vivencias. Si los saltos cronológicos contínuos muchas veces me agobian, en este caso me parecen imprescindibles para ahondar y describir determinadas situaciones en la vida de los protagonistas. Creo que, quien más, quien menos, nos hemos planteado en más de una ocasión si lo que hemos conseguido al final de una larga etapa vital es lo que deseábamos.
ResponderEliminarUn beso.
Nunca me han agobiado los saltos cronológicos. es más, esas novelas tipo puzle que se van completando al unir los distintos tiempos siempre han estado entre mis favoritas, siempre que se haga bien y no lleve a confusión. Lo hace de maravilla Muñoz Molina. Fernando Benzo es otro autor que juega mucho con esas estructuras en sus novelas y me encanta como lo hace. El lector siempre sabe en dónde y cuándo se encuentra porque el autor tiene sus estrategias para dejarlo claro.
EliminarUn beso.
Muy interesante esta historia, digo lo mismo que Margari no me importaría leerla pero tengo tanto pendiente que tendrá que esperar. Besos.
ResponderEliminarTe entiendo. Yo la he tenido esperando bastante tiempo y eso que el autor me encanta, pero no hay forma de llegar a todo.
EliminarUn beso.
Ay qué apetecible, y no solo por la temática, esos años de juventud hacia la madurez, me llama la atención la forma de narrarlo.
ResponderEliminarMuy feliz noche.
Seguro que la disfrutas. Por la forma y por las cosas que cuenta merece mucho la pena. Anímate.
EliminarUn beso.
¡Bueno, Rosa!! ¿que te puedo decir que no sepas ya??
ResponderEliminarpues eso, que me encanta todo lo que cuentas en tu reseña (te ha quedado redonda, por cierto) sobre esta novela que desconocía, no así al autor, aunque no lo haya leído todavía.
Sabes que últimamente ando alejada de la novela negra que siempre ha sido mi gran pilar literario, y podrás suponer que "Los viajeros de la Vía Láctea" me atrae muchísimo, porque es del estilo de las que mas me gustan últimamente (amistad, y esas preguntas de juventud que a veces obtienen y a veces no, respuestas, así que la leeré, seguro, porque me has dejado con muchísimas ganas de volver a esos años que también viví en ese Madrid de los 80 en adelante. Superapuntadísima que me la llevo...
Un beso.
Te gustará la novela. Viene a completar Todos estábamos vivos. No es que se parezcan, pero si aquellos jóvenes estuvieron en el inicio de La Movida, casi la crearon ellos, y sucumbieron a ella, Ésta, como se ve en las citas con las que finalizo, está protagonizada por personajes un poco más jóvenes que llegaron a Madrid a mediados de la década. Digamos que para ellos la libertad ya no era una novedad que sintieran como un regalo, ya solo querían divertirse y, como dice Javi, hacerse ricos, ser yuppies.
EliminarNo dejes esta novela que seguro que te gusta. Y el resto de Fernando Benzo también porque aunque sean más negras, cuentan también muchas cosas y dan un buen testimonio de la segunda mitad del siglo XX.
Un beso.
Hola Rosa, me he estrenado con el autor hace unos días y Los perseguidos, aún la estoy procesando y viendo como reseñarla, esta lo tengo también apuntada. A ver si puedo hacerme con ella, que me ha sorprendido el escritor y para bien. Besos.
ResponderEliminarLas cuatro novelas que he leído de Fernando Benzo han sido a cada cual mejor. A mí también me sorprendió, pero hace ya cuatro años con Nunca fuimos héroes que también te recomiendo. Es un autor a tener muy en cuenta.
EliminarUn beso.
¡Hola, Rosa! Desde luego que encajo de lleno en esta novela, ja, ja, ja... En mi percepción, los ochenta sí fueron algo muy especial, aunque seguro que ayuda mucho a ello que también coincidiera con mi adolescencia y juventud.
ResponderEliminarMe ha encantado esa reflexión acerca de las preguntas importantes. Siempre he pensado que las preguntas de verdad importantes jamás deberían ser respondidas, deben permanecer abiertas para que nuestra vida tenga cierto sentido al intentar encontrar una respuesta.
Por otro lado, también pienso que cada ser humano tiene un tema en su vida, el Tema. Para unos será la culpa, para otros la felicidad. En este sentido, vivir es como una novela, el personaje tiene ese tema como eje vital y la vida no es más que acercarse al mismo desde distintos ángulos.
Me encantó tanto la novela, como tus reflexiones en torno a ella que incluyes en tu estupenda reseña. Un abrazo!!
Un profesor nos dijo que el tema de una novela se tenía que definir con una sola palabra o una frase. Evidentemente siempre se encuentra más de una, pero hay una que es la que predomina y en el caso de esta novela creo que es esa falta de respuesta a lo verdaderamente importante de la vida. Una pregunta que encuentra respuesta no es lo suficientemente importante como para explicar una vida. Huy, creo que me he hecho un lío.
EliminarLa época de La movida es muy atractiva literariamente hablando.
Fernando Benzo creo que te gustaría también en su faceta negra que es la más abundante.
Un beso.
¡Hola, Rosa!
ResponderEliminarNo he leído al autor, así que no conozco su prosa, pero sin duda que lo que nos cuentas de "Los viajeros de la Vía Láctea" me tienta bastante. Una historia coral y generacional basada en la amistad y ambientada en Madrid de los 80, 90 y 2000, pues sí, creo que la novela tiene todos los elementos para atraparme y emocionarme.
La Vía Láctea me ha recordado el recorrido que hice con Enrique Llamas por algunos de los rincones emblemáticos de La Movida, en este caso el local de la calle de Velarde en el corazón de Malasaña :)
Me apetece mucho seguir recorriendo Madrid y si además la travesía viene acompañada de música y libros, no hay duda de que el viaje será muy placentero.
Me llevo apuntada tu sugerencia, espero poder leerla muy pronto ;)
Besos.
Los personajes de esta novela pillan los ochenta ya avanzados. Son más jóvenes y menos osados que los de Enrique Llamas que fueron los que crearon La movida. Creo que ambas novelas se complementan y a mí me ha gustado mucho leer esta y ver un enfoque diferente de aquella década.
EliminarTe recomiendo la novela. Mucha música, cine y libros, y unos personajes muy muy distintos de los de Todos estábamos vivos.
Un beso.
Yo no sé si es casualidad, supongo que sí, o el destino o las meigas en las que no creo pero que sé que existen: el sábado estuve por el barrio de Malasaña y pasé delante de La Vía Láctea, mira tú por dónde. Ahora veo esta reseña y me ha llamado la atención.
ResponderEliminarEstuve en esa zona con amigos que tú conoces y comentamos cuánto había cambiado el barrio. Antes era más "rompedor" mientras que ahora está lleno de pijos (y mucho turista atraído por las guías).
Me apunto la novela sin dudarlo.
Un beso.
Son de esas cosas que el espíritu científico te empuja a achacar a la casualidad, pero que la lógica te dice que es demasiada casualidad, ja, ja. Yo estuve por Malasaña una noche hace como veinte años o más, pero no sabría decir en dónde estuve porque llevaba ya un pequeño colocón. Eran otros tiempos y yo era joven... bueno, más joven.
EliminarEspero que te guste la novela. Ya nos contarás.
Un beso.