"Nunca fuimos héroes" Fernando Benzo.


"Vuelta al sí o no, al blanco o negro, al culpable o inocente. Gabo no sabía desenvolverse en un espacio tan estrecho y quizá por eso nunca había respondido a quienes, como Estela, habían caído en la tentación de hacerle la dichosa pregunta. ¿Lo hiciste?". No, Gabo no lo hizo, aunque igual se sienta culpable de ello, aunque lo hiciera por omisión, por mirar para otro lado, por no poner el grito en el cielo como tal vez debió hacer. Hay muchas cosas que Gabo, casi treinta años de policía en los grupos antiterroristas primero en San Sebastián y luego en Madrid, el flamante policía que desarticuló los comandos Madrid y Barcelona, los más significativos de ETA, nunca hizo. Entre otras cosas, nunca disparó su arma ni dio un solo puñetazo. Tampoco pudo nunca meter entre rejas a su fijación, pero puede que esto último lo vaya a hacer ahora, ya retirado y por pura casualidad.

También aquella noche, ya retirado, pegó su primer puñetazo y con copa por el medio por si los puños solos no fueran suficiente. Una escena de bar nocturno, unos borrachos que se pasan con la camarera y le hacen recordar otra noche de muchos años antes, con Javi y el Dandy y Cata en San Sebastián. Y recuerda unos vascos que se meten con su amigo gaditano y el amigo que los tumba y... "Se obligó a dejar de recordar. En los últimos tiempos pensaba demasiado en el pasado. Cada vez se descubría más a menudo a sí mismo sumiéndose en los recuerdos. Y eso le desagradaba. Nunca le había gustado la nostalgia. No servía para nada. Salvo para pasar de la melancolía al lamento y de ahí al rencor. Una pérdida de tiempo". Ahora estaba solo y era más viejo, pero aquel ucraniano borracho se había metido con la camarera y la camarera era Dolores y el ucraniano frenó la copa con su cara. Por supuesto Gabo terminó detenido lo que sacó de la monotonía aquella noche de sábado que terminó pasando en el calabozo. 

Una visita a la comisaría que aprovechó Sixto Aldama para lanzarle una de las mayores tentaciones que le habían puesto por delante en toda su vida. Una simple fotografía, pero una fotografía de su fijación, de la persona que lo obsesionaba desde hacía tantos años, la que se había escurrido entre los agujeros de la trama legal y había terminado escapando de la Justicia y asentándose en algún aburrido paraíso caribeño. Una fotografía de Harri y la información de Sixto Aldama de que estaba en Madrid. Y Sixto Aldama lo sabe bien porque es comisario general de la Brigada Central de Información. Como sabe que aunque Gabo esté retirado es la mejor persona para ponerle a averiguar que hace un antiguo dirigente de ETA en Madrid después de tantos años. A ver el Museo del Prado seguro que no ha venido.

"Harri había sido su fijación. No pasaba siempre, pero les ocurría a muchos. Era como un maldito síndrome. Perseguías a decenas de terroristas durante años, a unos los acababas deteniendo y a otros no, pero de entre todos ellos, había uno que se convertía en lo que entre los compañeros llamaban la fijación. Por el motivo que fuera en cada caso, un terrorista concreto se convertía en tu fijación y ya no te lo quitabas de la cabeza hasta que caía. Harri había sido la fijación de Gabo". Gabo nunca pudo echar mano a su fijación, cobrarle la deuda que le debe y pagar la promesa de venganza que él mismo hizo. Pero puede que ahora sea su oportunidad. 

"Nunca fuimos héroes" es una historia contada en dos tiempos o en varios tiempos porque el pasado se alarga y se dilata en varios años. En el presente, Gabo, como no podía ser de otra manera, cae en la red tentadora que Sixto Aldama le lanza, aunque haga ya mucho tiempo que dejaron de ser amigos, aunque Gabo le culpe de muchas de las cosas que pasaron y hasta le desprecie un poco por su cobardía y su conformismo, por ser un pisamoquetas de vocación. En el presente, Gabo, junto a la inspectora de estupefacientes, Estela Domínguez, se meterá en un mundo en el que se mezcla el tráfico de drogas, el terrorismo yihadista y un Harri que nadie sabe lo que hace en medio de todo eso. Pero lo más interesante de esta novela no está en el presente (sin que por ello deje de ser interesante ese presente), lo que más atrae y atrapa es el pasado, porque la aparición de Harri, le trae a Gabo demasiados recuerdos.

Recuerdos de su juventud, cuando era un aspirante a policía que, ingenuo y lleno de ilusión, soñaba con extirpar el mal de este mundo. Una ilusión que compartía con Sixto Aldama y por eso se incorporaron a los Grupos antiterroristas. "Si uno quería acabar con la maldad en el mundo, aquel era el mejor destino para ello a mediados de los 70. Fue Aldama quien le dio la idea a Gabo y quien le convenció para que se presentaran voluntarios para ir al País Vasco". Aldama no duró mucho. Los despachos le atraían más que la calle a diferencia de Gabo. "Quizá por eso Sixto Aldama era ahora comisario general y Gabo era un policía retirado".

El País Vasco fue la juventud de Gabo y el contacto más directo con la banda terrorista y con la violencia en las calles; también el tiempo de forjar amistades fuertes, en este caso con sus compañeros de piso, amistades que el tiempo iría cambiando, destruyendo o alterando, según cada caso. Javi, el Dandy y Cata, cada uno a su manera, dejarían una huella profunda y distinta en Gabo, huellas en las que se mezclan la lealtad y la culpa, sobre todo la culpa porque "Uno puede llegar a librarse de la lealtad. Puede ignorarla, traicionarla, reemplazar una por otra, cambiar su objeto y su motivación. Pero la culpa no. La culpa es inamovible, el peñón en medio del mar, la estaca en el corazón, el volcán en permanente ebullición". Y fue un trauma relacionado con la lealtad y la culpa lo que llevó a Gabo de nuevo a Madrid reclamado por Aldama.

Pero en Madrid, a pesar de sus éxitos, la culpa no se disipó. Se fue incrementando con nuevas culpas y nuevas lealtades a las que piensa que traicionó; y se fueron acumulando nuevas deudas de las que se siente acreedor y que van minando su relación con Aldama. En Madrid tuvo sus mayores éxitos, pero también algún fracaso. Madrid coincidió con el tiempo de la Guerra Sucia y los infiltrados y más culpas y el amor y la lealtad culpable y la culpa leal y muchas cosas que no se pueden contar, hasta que decidió jubilarse tras la última decepción, la última oportunidad perdida... la última burla del destino en su empeño por escatimarle a Harri.

Y ahora, cuando su vida se va asentando, cuando el pasado se va posando en el fondo, como un sedimento que no desaparece, pero se hunde, se aquieta, se hace notar muy poco y muy de tarde en tarde; cuando ha aprendido a vivir con la tranquilidad de un jubilado que se dedica a cobrar la pensión y gastársela, sus cervezas, sus ducados, sus noches con Dolores... ahora viene "el mandamás egoísta. Un comisario general que reaparecía para reclutarle para una tarea en apariencia inocua, como era vigilar a un viejo terrorista, aun sabiendo que eso traía de vuelta a su vida a un ejército de fantasmas con los que llevaba demasiados años combatiendo". Y bien sabía Aldama que Gabo no podía negarse a aprovechar la nueva oportunidad de capturar al terrorista que se le había escabullido en el País Vasco, en San Sebastián, en Argel, en Santo Domingo. Ahora está en Madrid y tal vez, por fin, pueda terminar con su fijación

Fernando Benzo (foto de Nines Mínguez)


Fernando Benzo ocupó distintos cargos en el Ministerio del Interior y allí, junto a Pedro Gómez de la Serna, en 2001, decidieron escribir un libro sobre la época más trágica de los asesinatos de ETA. No lo pudieron publicar por acuerdos de confidencialidad, pero han pasado casi veinte años y las cosas han cambiado mucho. "[...] en un tiempo completamente diferente en el que ya no existen determinadas limitaciones, he podido recuperar para Nunca fuimos héroes algunos episodios policiales que se recogían en aquel libro para incorporarlos a la trama de este. Podría haber recurrido a otros hechos, pero me gustaba pensar que al fin verían la luz historias que ambos creímos en su día que merecía la pena dar a conocer y que durante casi dos décadas habían permanecido en un cajón". Esto nos cuenta Fernando Benzo en una nota al final de "Nunca fuimos héroes".

Insiste en que es una novela de buenos y malos, en la que los buenos no son buenos del todo. Tampoco los malos son monstruos completos. Tienen familia a la que quieren, se enamoran, son capaces de amistad... pero han dividido el mundo en oprimidos y opresores, ellos se sitúan en el lugar de los oprimidos y luchan contra esa supuesta opresión y por recuperar un paraíso que alguien les vendió y que no saben (o prefieren no saber) que nunca existió. "Empiezan juntándose en determinados ambientes con chicos de su misma edad. En institutos, en plazas, en tabernas. Otros chicos se encargan de ir captándote, igual que para una secta. Al principio, es divertido pensar que estás acercándote a una especie de hermandad secreta, a un mundo paralelo a la aburrida realidad diaria, en el que te sientes acompañado por otros con quienes compartes sueños e inquietudes. Y cuando te quieres dar cuenta, ya eres adepto a algo que se parece a una seductora religión, en la cual todo vale con tal de avanzar hacia ese paraíso perdido del que los malvados españoles expulsaron a tus padres o a tus abuelos o a todo tu linaje. Todo vale. Esa es la clave. Todo vale porque te ampara una razón histórica, un destino heredado, una justicia casi divina, la sangre derramada por generaciones de ancestros que te precedieron en esa misma lucha. Una vez que te crees eso, ya no importa que nada de ello sea cierto".

Estamos ante una novela muy interesante y bien escrita, en la que se habla de todo: terrorismo, brutalidad policial, guerra sucia, infiltrados, política de despacho, conversaciones de paz, extradiciones, el paraíso francés que dejó de serlo; en la que vemos que se puede ser culpable por acción y por omisión y no siempre lo segundo le deja a uno más tranquilo que lo primero. Otra de esas buenas novelas que empiezan a escribirse sobre una faceta de la Historia de la que parece que da miedo hablar, pero solo hablando de ella y viéndola en toda su magnitud y con todos los matices y derivaciones que la acompañan se podrá ir cicatrizando la herida y haciendo posible que no cierre en falso como acostumbramos en este país a cerrar las heridas de la historia. Sajar y dejar que salga toda la podredumbre y la infección es algo que siempre ha dado mucho miedo por estos pagos. A ver si resulta que no vamos a ser tan valientes como nos pensamos.

Título del libro: Nunca fuimos héroes
Autor: Fernando Benzo
Nacionalidad: España
Editorial: Planeta
Año de publicación: 2020
Año de publicación original: 2020
Nº de páginas: 416

Comentarios

  1. ¡Hola!
    Pues apuntadísimo queda.
    Yo soy partidaria de dejar que la herida sangre y salga la podredumbre para que no cierre en falso, pero entiendo el miedo. Yo misma a veces paso de puntillas por las cosas porque no soporto tanto dolor.
    Me apetecemcuho leerla, y ahora que ya han podido publicarla aprovecharé la oportunidad.
    Muy feliz finde.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Espero que te guste. Es una novela con muchas historias y muchos matices, bien planteada y que propone y provoca interesantes reflexiones. Además está muy bien escrita.
      Un beso.

      Eliminar
  2. Hola Rosa, es un tema sobre el que me cuesta mucho leer, pero todas las reseñas que voy viendo hablan muy bien de esta novela y sé que tarde o temprano caerá. Besinos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No es un tema fácil, pero es de esos de los que yo siento la necesidad de leer mucho para ver si entiendo algo. Muy recomendable.
      Un beso.

      Eliminar
  3. Estupendo análisis Rosa.

    Es una novela que ha despertado un gran interés si nos atenemos a las muchas reseñas literarias que he podido leer sobre este libro. Una pena que las ferias de los libros se hayan suspendido pues todo parecía indicar que el autor iba a ser uno de los grandes triunfadores. Supongo que dichas ferias se podrán celebrar a partir de septiembre. Es además una novela que ahora en tiempos de paz con respecto al tema de ETA, se puede leer con una perspectiva más calmada en la que extraer mejores conclusiones.

    Un beso y buen fin de semana.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Por lo que he visto en redes sociales y en prensa, creo que el autor ya ha triunfado. Claro que la proyección que dan las ferias del libro y, sobre todo la de Madrid donde imagino que se hubiera hartado de firmar, es muy grande.
      Cualquier tipo de terrorismo, pero sobre todo el de ETA por sus características, merece muchos y buenos libros que nos ayuden a entender, aunque solo sea un poco, el porqué de tanta locura, y este lo hace. Creo que el mérito es evidente.
      Un beso.

      Eliminar
  4. Un tema interesantísimo del que es cierto que no se ha escrito mucho hasta ahora y donde son muy importantes los matices, como dices. Muy buena reseña, Rosa. Me apunto la novela.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Espero que te guste. La verdad es que escarbando, se ha escrito más de lo que parece. En el libro de Edurme Portela "El eco de los disparos", donde hace una crítica muy interesante de todo producto relacionado con el tema (novela, ensayo, relatos, cine, documentales, etc,), me di cuenta de que hay bastante más de lo que parece, aunque poco haya llegado al gran público. ya nos contarás.
      Un beso.

      Eliminar
  5. Sabía que te iba a gustar. creo que Fernando Benzo toca un sector -el de la policía antiterrorista- que no se ha tocado mucho en la literatura que hay escrita sobre el tema. Por otra parte creo que es un novelista que tiene estilo y que se mueve con soltura imprimiendo el ritmo preciso a lo que va contando. Es ya la tercera novela suya que leo y es la que más me ha gustado.
    Tu reseña creo que animará a no pocas personas a leerla. Está muy bien hecha, como ya nos tienes mal acostumbrados.
    Un beso y que la última semana de desescalada que mañana domingo se inicia la pases divinamente.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Mirando la bibliografía del autor, vi un libro que me sonaba "Los náufragos de la Plaza Mayor" y resulta que lo tengo comprado en Kidle hace tiempo. No sé muy bien por qué porque al parecer es una distopía, género que no me atrae demasiado. Sea como sea, lo leeré porque el autor me ha creado mucha curiosidad por conocer su obra anterior. Quiero leer también "Las cenizas de la inocencia" y ya veré si alguno más. la verdad es que el autor ha sido toda una sorpresa. No lo conocía de nada y su novela me ha encantado.
      Ojalá animemos con nuestras reseñas a leer este tipo de libros a mucha gente. A mí, definitivamente, me animaste tú. Había leído varias reseñas muy buenas y lo tenía en mente, pero con ciertas reticencias debidas a tanta fama. Tu opinión terminó con toda reserva y me lancé. No sabes cuánto te lo agradezco.
      Un beso.

      Eliminar
  6. El problema es que siempre hay alguien que utiliza esa podredumbre que se saca de la herida como arma arrojadiza y así no hay manera de que nada cicatrice. Pero sí, es conveniente conocer la historia para no repetirla. Ojalá aprendiéramos.
    Es la tercera reseña positiva que leo de esta novela en los blogs que sigo. Me llama su contexto. Eso que sucedió ayer como quien dice pero de lo que sin embargo se desconocen muchas cosas. Me gusta también eso de que los personajes, buenos o malos, tengan sus matices y su contrapunto. Creo que le dará más realismo y credibilidad a la historia.
    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es cierto, pero al menos la herida ya desinfectada, puede empezar a curarse. Lo malo es cuando cierra en falso y la infección se extiende por dentro hasta gangrenar y obligar a la amputación. Yo no soy optimista en cuanto a que conocer la historia impida que se repita. Creo que se repite igual si se dan las mismas circunstancias. Lo que pasa es que las heridas curadas permiten a todos, víctimas, testigos y hasta victimarios si me apuran, seguir adelante, unos resarcidos y los otros redimidos por así decir. Aunque hay malos que nunca se redimen y son malos para siempre.
      Es una historia muy creíble. De hecho está basada en la realidad. El autor ha rescatado sucesos reales que no quería que se perdieran y con Gabo ha resumido a varios personajes de los que estuvieron en la lucha antiterrorista. Trasciende con mucho lo que es una novela policíaca.
      Un beso.

      Eliminar
  7. El tema del terrorismo en España es tabú para mi por motivos personales, pero esta novela me llegó como un regalo y no quería hacerle un feo a la amiga que con tanta ilusión me la trajo un día a casa. La verdad es que me alegro mucho de haber hecho una excepción, Fernando me ha conquistado con sus personajes y su novela es un homenaje a todos aquellos policías que dedicaron su vida a la lucha antiterrorista. Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Para mí también es un tema doloroso, pero creo que precisamente por ello trato de leer todo lo posible. Me pasa como con el Holocausto, cuanto más leo, más me voy haciendo una idea de los porqués de tanta barbarie. Nunca llegaré a entenderlo, pero me hago la ilusión de entender cada vez más y hasta puede que no sea una ilusión.

      Eliminar
  8. Me gustó un montón. Tengo mucha fijación con todo lo relacionado con ETA. Leo, veo películas, documentales. No sé, para ser del sur, es un poco raro que tenga tanta obsesión con la banda terrorista pero es que me parece que tiene tanta historia, desde un punto de vista y desde otro, que no puedo evitar devorar todo lo que cae en mis manos sobre este asunto. Y esta novela me gustó mucho. Me pareció muy interesante esa "fijación" de Gabo y me puso los pelos de punta las vivencias de los infriltrados. Me alegro que te haya gustado. Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tiene muchos matices el tema de ETA. Hay que mirarlo desde muchos puntos de vista porque aun teniendo claro, como lo tiene Benzo, quienes son los buenos y quienes son los malos, la cosa dista mucho de poder demonizar a unos (que se puede) y divinizar a otros (que es lo que no se puede). Hubo entre los malos muchos que jamás pegaron un tiro ni mataron a nadie, pero no por ello dejaban de ser malos; y hubo "buenos" que sí que pegaron tiros y de buenos tenían poco más que la apariencia.
      Sobre el tema imagino que habrás leído los libros de Edurne Portela. Menos conocido es "El refugio de los canallas", de Juan Bas, Premio Dashiell Hammett 2018. Igual ya lo has leído, pero si no, te lo recomiendo.
      Un beso.

      Eliminar
  9. Tengo pendiente leer libros con esta temática. Creo que revisionar y analizar el pasado es fundamental, más tratándose del nuestro. Queda apuntada.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues empieza a haber donde elegir. Yo creo que conocer el pasado es fundamental, aunque no para evitar que se repita porque, como le digo a Lorena, no soy optimista al respecto, al menos sí para ser conscientes de lo que pasó y, a poder ser, por qué pasó, aunque esto es lo difícil.
      Un beso.

      Eliminar
  10. No lo conocía Rosa y me ha parecido muy interesante leyéndote. Recuerdo que una vez escuché que hay historias que no se pueden escribir del todo hasta que es el momento, no sé si ya es ese momento, pero seguramente a partir de Patria se ha empezado a visibilizar más todo ese dolor alrededor del terrorismo y dar voz a todos los protagonistas. No creo que haya buenos ni malos porque como dices tú hay gente que vivía atrapada y con mucho dolor, el silencio, el no hacer también puede resultar muy pero que muy doloroso. Y sí seguramente hay buenos que eran malos y hay malos que eran menos malos de lo que se decía, pero unos y otros vivían con dolor y miedo y lo causaban.
    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Son situaciones que una solo puede alegrarse de no haber vivido en carne propia. Yo no, pero amigos y familiares de mi marido, procedentes de Bilbao fueron testigos de toda la gestación del problema, la locura que supuso y la forma en que se vivía en unas circunstancias semejantes, que es totalmente distinto a como vivíamos en el resto de España. Crecer y moverse en ese caldo de cultivo, con la represión que supone a la hora de vivir con normalidad hace que las personas vean las cosas de una forma un tanto deformada. Es lo que tan bien cuentan Edurne Portela en ensayo en "El eco de los disparos" y Fernando Aramburu en novela en "Patria". Como novela, esta da otra visión igual de interesante.
      Un beso.

      Eliminar
  11. Me anoto creo que seria una maravilla como película para Neflix
    Adoro este tipo de cine intenso donde vos con tus letras han definido momento que casi pude verlos....
    Un abrazo aunque nunca te vea

    ResponderEliminar
  12. ¡Hola, Rosa! De esta novela que tan maravillosamente reseñas me llama la atención, y eso le da un plus, es que el autor fuera testigo directo o, mejor dicho, protagonista de aquella época que el terrorismo etarra se encargó de escribir en sangre. Creo que en alguna ocasión te he comentado que, aunque sea un error, me produce todavía demasiadas cosas la palabra ETA. Todavía no tengo ánimos ni siquiera para plantearme intentar entender a esos criminales. En fin cuestión de tiempo, imagino. Un fuerte abrazo!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Más que entenderlos a ellos, yo pretendo entender la situación. Qué pudo llevar a alguna gente a creerse dueña de las vidas ajenas en nombre de una quimera y, lo que es más importante, qué pudo llevar a gran parte de la población a disculparlo, mirar para otro lado y enunciar las terribles palabras "algo habrán hecho" para hablar de los asesinados. Yo, al contrario, necesito entender o, en su defecto, intentarlo.
      Un beso.

      Eliminar
  13. La sinopsis y la portada ya me atrajeron mucho cuando vi esta novela entre las novedades. Tu reseña me confirma que es una lectura muy apetecible, porque abarca un período de nuestra historia reciente difícil de olvidar. La tengo apuntada como futura lectura. Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muy buena. Creo que la disfrutarás.
      Un inteligente análisis de una época crítica de nuestro pasado y una trama policial en el presente adictiva y trepidante. Muy recomendable.
      Un beso.

      Eliminar
  14. Hola. Tengo muchísimas ganas de leer este libro, lo tengo en digital. Que yo compro y compro... acumulo muchísimas lecturas y el día no me da para más. Pero esta novela no me la quiero perder.

    Besos y feliz semana.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo compro más de lo que leo y apunto más de lo que compro. Un sinvivir.
      Esta novela saltó en la lista de pendientes por encima de muchas porque, como tú, no quería que se me escapara. Todo un acierto.
      Un beso.

      Eliminar
  15. La única novela que he leído con ETA como telón de fondo es Patria y me gustó mucho, porque describe cómo un joven puede ser captado por un grupo de patriotas con los que ideológicamente se siente ligado , pero que con el tiempo se ve impulsado a cometer actos terroristas sin ser capaz de reflexionar sobre la justicia de esos actos y sin escapatoria posible, pues ya no hay marcha atrás.
    Si bien en Patria el tema está tratado desde la perspectiva de los ciudadanos de a pie, de uno y otro bando, en esta novela el punto de vista es el del policía que se implicó hasta el fondo en la lucha contra el terrorismo. En aquella, Fernándo Aramburu nos muestra los entresijos de la organización terrorista, mientras que en esta el autor parece que nos muestra los de la organización policial y política, la otra cara de la moneda.
    Me resulta muy interesante. La tendré en cuenta.
    Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Desde luego, es un buen complemento de "Patria", por eso que dices. Si allí se veía lo que es la vida en un pueblo para los vecinos de toda la vida ante la situación que se fue creando, aquí se nos muestra la vida de los policías, los que vivieron allí sin llegar a integrarse, siento siempre los txakurras, los venidos de fuera y encima, venidos a reprimir.
      Fernando Benzo nos muestra muchas cosas de un lado y de otro, las bondades de algunos y las maldades de casi todos. Si te gustó "Patria", creo que "Nunca fuimos héroes" te gustará también y te dará otra perspectiva del asunto.
      Un beso.

      Eliminar
  16. Me interesa (tal vez como vasco) ese posicionamiento de 'los buenos no lo son del todo y los malos no son totalmente monstruosos', creo que es una buena forma de empezar un relato sobre aquella época, que tiene más matices y tragedias de las oficialmente establecidas.
    Por ello creo que voy a leer esta obra, porque puede echar un poco de luz sobre determinados lugares sombríos (dentro del horror que se vivió en aquellos años de plomo).
    Gracias.
    Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Mi marido también es vasco. Las cosas no se vivían allí de la misma forma en que lo hacíamos fuera. Creo que por una parte, allí, demasiado cerca, los árboles no dejaban ver todo el bosque, pero algunas cosas se entendían menos que de lejos. Lo que está claro es que es una historia que no se ventila de un plumazo como una cuestión simple. Hay muchos matices y mientras no se saquen todos a la luz, cosa que creo que aún está lejos, será difícil restañar todas las heridas. Poco a poco, obras como esta van poniendo su granito de arena.
      Un beso.

      Eliminar
  17. Hola Rosa!! Me alegro de que hayas disfrutado con su lectura, no descarto darle una oportunidad más adelante. Tomo buena nota. ¡Gran reseña y gracias por tu recomendación! Besos!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Siempre me ha gustado el género negro y policial. este año me ha dado por investigar en autores españoles que desconocía y estoy haciendo grandes descubrimientos. este es muy recomendable.
      Un beso.

      Eliminar

Publicar un comentario

Con tus comentarios reflexionamos, debatimos y aprendemos más.

Lo más visto en el blog este mes

"La buena letra" Rafael Chirbes

"Tinta y fuego" Benito Olmo

"El quinteto de Nagasaki" Aki Shimazaki

"Propios y extraños" Anne Tyler

"Tan poca vida" Hanya Yanagihara

"Aquellos días de Marzo" Sara Mañero

"Ethan Frome" Edith Wharton

"Los viajeros de la Vía Láctea" Fernando Benzo

"El final del affaire" Graham Greene

"El ancho mundo" Pierre Lemaitre