Sin reseña XV


Y ya van quince 

"Laberinto griego". Philip Kerr.
La entrega número trece de Bernie Gunther, es también la penúltima. Tras la muerte de su autor en marzo de 2018, quedaron por publicar en castellano tres novelas de la serie. Tras esta, ya solo nos quedará "Metrópolis" que se publicará en otoño y nos llevará a un joven Bernie Gunther que trabaja en la Unidad Antivicio de Berlín en 1928. Nos remontaremos a los primeros trabajos de Bernie, muy anteriores a los que le vimos desempeñar en la primera entrega de la serie, "Violetas de marzo", que estaba ambientada en 1936.
En "El laberinto griego", la historia continúa en 1957. Bernie Gunther, con un nombre falso, se ha asentado en Munich y trabaja en el depósito de cadáveres de un hospital, pero un encuentro inesperado y no muy afortunado le dará una oportunidad en una Agencia de Seguros. Su trabajo consiste en investigar los posibles fraudes que pueda sufrir la empresa por parte de los beneficiarios de los seguros. 
El naufragio en Grecia de un barco asegurado por su agencia le llevará a ese país y, en el empeño del autor por llevarnos a distintos escenarios de la Segunda Guerra Mundial y mostrarnos distintas barbaridades que atentaron contra la libertad y la dignidad, se verá metido en un caso que deriva de la deportación de los judíos de Salónica. También se hablará de los malos tratos que los griegos en general sufrieron por parte de los nazis durante la invasión.
Un Bernie Gunther tan cínico como siempre, aunque más mayor, y que suelta prendas como estas: "cualquier cosa puede hacerse legal si se apunta a la cabeza con un arma a un parlamento entero. Incluso el genocidio"; "No me tome nunca por un tipo decente. Nadie más lo hace"; "Cuando la gente es cruel o indiferente, sé a qué atenerme. Eso nunca defrauda. Pero, por el amor de Dios, no sea amable conmigo".
De lo más interesante el análisis del milagro alemán. Poco más de una década después de haber perdido la guerra, el país está a la cabeza de Europa económicamente "Alemania seguirá contribuyendo a gobernar Europa como parte de la nueva CEE"; "Alemania haría todo lo posible por estar a bien con todos y, con el fin de ganar dinero, el resto de los países harían lo que estuviera en su mano para olvidar lo que hizo Alemania durante la guerra. La burocracia y el comercio iban a ser el nuevo subterfugio de mi país para conquistar Europa, y los abogados y funcionarios, sus soldados de infantería".
Como siempre, Bernie Gunther para no perdérselo.
"Margen de error". Berna González Harbour.
La segunda entrega de la serie protagonizada por la inspectora María Ruiz nos introduce de lleno en el mundo de la gran empresa y en la falta de escrúpulos de muchos empresarios a la hora de aumentar sus beneficios y conseguir sus objetivos. "Tienen pasta, millones de beneficios, pero quieren cargarse al veinte por ciento de la plantilla. Y en lugar de plantearlo de frente, con buenas indemnizaciones, acosan y presionan a los empleados. Para que se vayan".
Mientras tanto, los indignados protestan por las calles y acampan en las plazas para denunciar precisamente esos hechos y otros similares. "Al otro lado, los indignados. Las tiendas de campaña y los toldos entrelazados ocultaban la «zona libre de capitalismo» que había nacido en el corazón de Madrid" (no olvidemos que la novela está escrita en 2014).
Una serie de suicidios empieza a tener lugar entre los trabajadores de la empresa Pétrole de France. María tendrá que enfrentarse a ello nada más reincorporarse tras los meses de baja que ha sufrido después del último caso en el que la vimos intervenir. Además nos encontramos con la moda de los secuestros exprés, importados de fuera al calor de la crisis. 
En este caso, María Ruiz verá comprometido algo más que su profesionalidad porque los acontecimientos se mezclan con su vida privada, el nuevo jefe superior de policía tiene asuntos pendientes con ella y su salud aún no está como para permitirle muchos excesos. Veremos a una María Ruiz débil, vulnerable, muy alejada de esos personajes casi totipotentes que siempre triunfan allí donde van. María, en esta historia, tiene mucho que perder y no solo en el terreno laboral.
"Última". Enrique J. Vercher García.
Esta es una novela que no sé si calificar como distópica o de ciencia ficción. 
Recrea un mundo en el que un hombre al que se conoce como Última, con poderes ilimitados, se ha hecho el dueño del mundo y obliga a todas las naciones a pagar un impuesto. Lo curioso es que no ha intervenido en las formas de Gobierno ni ha cambiado a los dirigentes de cada país. Se limita a vivir en la opulencia en Gibraltar y en el resto de los palacios que tiene diseminados por el mundo. Mantiene la amenaza de su poder, aunque dice no ejercerlo por no considerarlo necesario. "La represión es un instrumento necesario de los dictadores porque saben que existe la posibilidad de ser derrocados y como consecuencia más probable de ello ser ejecutados. [...] Puesto que conmigo no puede ocurrir esto, no necesito usar la represión como instrumento". Esta afirmación de Última es cierta en gran medida, pero no en su totalidad como se irá viendo.
El Servicio de Inteligencia Centralizado de los Gobiernos Legítimos, el SICGL, que lucha contra el poder de Última, intenta en vano terminar con él. Es por eso por lo que decide infiltrar en el entorno de Última a Constanza, una joven que hace años escribió una novela que resultó casi profética tras la aparición del personaje. Constanza deberá hacerse pasar por una escritora interesada en escribir la biografía más autorizada de Última al contar con testimonios del mismo. La verdadera misión de Constanza es descubrir el secreto de los poderes de Última. "Última posee todo su poder merced a un gran secreto que no ha revelado y que nadie conoce".
Son interesantes las reflexiones acerca de la democracia y la dictadura; acerca de una dictadura que no reprime y emplea su poder para tratar de establecer la justicia y terminar con la miseria; acerca de si es preferible la libertad con sus desigualdades o una autoridad que trate de minimizar estas. La novela, en general, no ha terminado de convencerme y su final no ha terminado de cuajar.
"Cuatro muertos más para el desierto". Christopher Pollinini.
Esta es una novela que tengo en casa casi desde que se publicó en 2015. Casi cuatro años durmiendo en mi estantería de pendientes y por fin ha encontrado su sitio en mis lecturas.
Se trata de una interesante novela que comienza en Barcelona, una mañana de junio, cuando Alberto Correa despierta herido sobre un charco de su propia sangre en medio de un pinar. A su alrededor, decenas de pancartas colgadas de los árboles con insultos de todo tipo y la frase que terminó por ponerle los pelos de punta: "El Frente nunca olvida". 
A partir de esos hechos encontramos una historia contada en dos tiempos. En el actual, asistimos a los hechos derivados del ataque sufrido por Alberto Correa y a las consecuencias que esos hechos tienen en sus familiares más cercanos: su hijo, su hermano y su mujer. El hijo descubrirá que su padre tiene una vida muy diferente de la que él creía y tendrá que luchar por ponerse a salvo de unos hechos que hasta hace muy poco desconocía.
El otro momento nos lleva a 1975, en vísperas de la muerte de Franco, a una provincia española que vivía su momento más crítico y de la que nadie se acordaba en medio de la vorágine y la incertidumbre que envolvían a España en aquellos momentos tan críticos. Nadie la recuerda, salvo quienes quisieron apropiarse de ella aprovechando las circunstancias y el puñado de hombres que tenían la misión de defenderla y que finalmente la abandonaron a su suerte, como aún permanece en la actualidad, más de cuarenta años después. Me refiero al Sáhara Occidental.
En esa provincia española en África, en los momentos previos y simultáneos a la Marcha Verde, tuvieron lugar unos hechos de los que Alberto Correa fue protagonista y que van avanzando hasta fundirse con su ataque en Barcelona cuarenta años después.
Interesante y bien escrita, aunque podía haber ahorrado páginas (tiene casi cuatrocientas) dejando algunas cosas sin tantas explicaciones. No son necesarias y lastran el conjunto. 

"Lemmings". Jordi Dausà.
Esta, sin embargo, es una de mis últimas adquisiciones. Había leído buenas reseñas y esa portada, con los monitos en fila lanzándose al vacío desde lo que parece el borde de un armario, me tenía muy intrigada. Llegaré a saber que los monitos no son tales, sino lemmings, unos pequeños roedores árticos sobre los que corrió el mito de que se suicidaban tirándose al mar para autorregular sus explosiones demográficas. Hoy se piensa que ese suicidio no existe y que son los depredadores y la propia competencia entre los individuos lo que regula las poblaciones. 
Pero que nadie piense que estamos ante un tratado científico porque estamos más bien ante una metáfora. Un hombre se despierta en una nave de un polígono industrial acompañado de dos cadáveres, herido él mismo y sin tener la menor idea de quién es o qué ha sucedido. La intriga que todo esto provoca se irá resolviendo a medida que el personaje empieza a recordar y nos va metiendo en un ambiente muy poco tratado en nuestra literatura: el de las peleas clandestinas con sus apuestas y toda la actividad mafiosa que las rodea.
La novela está escrita en segunda persona, cosa que tampoco es muy habitual, y dirigida al propio protagonista. Es como si su propia memoria le hablara para contarle todo lo que había olvidado.
Así iremos sabiendo que estamos ante un personaje complejo, con una enfermedad llamada analgesia que le imposibilita para sentir dolor. Eso, que en principio puede parecer una panacea y algo deseable por todos, no deja de ser una condena en poco tiempo "la mayoría de pacientes con esta enfermedad mueren a los pocos años por heridas autoinfligidas, por accidentes domésticos o por infecciones internas que no se han detectado a tiempo. Es prácticamente imposible sobrevivir más allá de la adolescencia. Al doctor le extrañó que tus padres hubieran tardado tanto tiempo en verlo". Pero es que los padres del personaje nunca han estado demasiado pendientes de él.
Una novela interesante y original que trata sobre un mundo de perdedores que, como se decía de los lemmings, saltan al vacío de una vida que proporciona, aunque no siempre, un dinero ganado con sangre y pagado con la propia destrucción.

Comentarios

  1. Gracias por las novedades, no conozco ninguno!! abrazosbuhos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias a vosotras por pasaros. Son libros muy entretenidos y de fácil lectura y alguno, como "Lemmings" con una historia muy original.
      Un beso.

      Eliminar
  2. Hola Rosa, solo he leído Margen de error, pero me llevo apuntada alguna de las otras. Besinos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Te recomiendo sobre todo a Philip Kerr. Su serie sobre Bennie Gunther es muy buena y muy bien ambientada en los años alrededor de la Segunda Guerra Mundial en Alemania. No tiene desperdicio.
      Un beso.

      Eliminar
  3. Eres una lectora fantástica, Rosa, porque mantienes un magnífico ritmo lector a pesar de viajar a diferentes lugares de diversos países. ¡Bravo por ello!
    Quiero leer a Philip Leer y a González Barbour que aunque parezca mentira aún no he leído nada de ellos.
    Creo que voy a imitarte y haré una reseña múltiple de varios libros que he leído y no he reseñado.Son interesantes, pero al no haberlos reseñado en su momento ahora se me hace cuesta arriba ponerme a ello. Tu sistema me parece muy adecuado para estos meses estivales.
    Un beso, amiga

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Por mucho que viaje, mis horas de insomnio leyendo no me las quita nadie. Preferiría dormir ocho horas de un tirón y leer menos, pero no es algo que yo pueda decidir.
      Como me gusta hablar de todos los libros que leo, esta es la única forma. Si quisiera hacer reseña de todos y cada uno, sería imposible.
      Tanto Gómez Harbour como Philip Kerr, se leen muy bien, pero te recomiendo sobre todo al segundo. La mezcla de intriga, historia, crítica... es muy bueno.
      Un beso.

      Eliminar
    2. Así haré, Rosa. Ya estoy sacando de la biblio una novela de Philip Kerr. Gracias

      Eliminar
  4. He tomado nota de varios de tus libros, que me haré con ellos cuando pueda, ahora ando terminando uno, y ya tengo pendiente varios, y como mi marido termina las vacaciones esta semana que viene,dispondré de algo mas de tiempo para leer, mientras tanto, disfrutando.
    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si lees alguno, espero que lo disfrutes. Todos ellos son entretenidos y se leen muy bien.
      Un beso.

      Eliminar
  5. Hola Rosa!! Me anoto todas tus recomendaciones lectoras, creo que las disfrutaría mucho. ¡Genial post! Besos!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Seguro que sí que las disfrutas porque son todas entretenidas e interesantes.
      Un beso.

      Eliminar
  6. Leí Cuatro muertos más para el desierto y Lemmings. Esta última me llamó la atención tanto por el título como por lo que dice la sinopsis sobre el protagonista, y el acierto del autor de contar la historia en segunda persona. Del resto, me apetece leer algo de Philip Kerr, pero no esta saga de la que forma parte la novela que nos presentas al principio de esta entrada. Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues esta serie de Philip Kerr, que es lo único que he leído del autor, es muy buena. Se ambienta en los escenarios más emblemáticos de la Segunda Guerra Mundial y de la inmediata posguerra de forma muy crítica. Pero tiene otras novelas que también deben de estar muy bien y con las que he de meterme sin mucha tardanza.
      Un beso.

      Eliminar

Publicar un comentario

Con tus comentarios reflexionamos, debatimos y aprendemos más.

Lo más visto en el blog este mes

"La buena letra" Rafael Chirbes

"Tinta y fuego" Benito Olmo

"Aquellos días de Marzo" Sara Mañero

"El quinteto de Nagasaki" Aki Shimazaki

"Tan poca vida" Hanya Yanagihara

Tres eran tres 34

"Ethan Frome" Edith Wharton

"Los viajeros de la Vía Láctea" Fernando Benzo

"El final del affaire" Graham Greene

No hay que olvidar la letra pequeña