"Los años oscuros" Jordi Sierra i Fabra

Empiezo con esta novela la trilogía de Jordi Sierra i Fabra El tiempo del exilio. De este autor estoy siguiendo dos series policíacas realmente interesantes. La que trata sobre el ex policía Miquel Mascarell, ambientada a caballo entre los años cuarenta y cincuenta (aunque empieza en 1939), y la que tiene como protagonista a Hilario Soler que retrata los años 1963 y 1964. Ambas son muy buenas y dan una idea muy clara de aquellos años terribles en los que España se nos presenta en blanco y negro. El negro de la miseria y la tristeza de unos, y el blanco de la opulencia y el lujo descarado y ominoso de otros.

En esta trilogía, aunque se podría catalogar como novela histórica, no va a faltar lo negro, la intriga, el crimen... Al menos, no falta en "Los años oscuros", primera entrega de la serie. 

Comienza la novela con un prólogo que es una conversación en cursiva. Una conversación que se irá manteniendo a lo largo de todo el libro alternando con la historia que se nos cuenta y que, por lo que he visto, continúa en los libros siguientes. Un diálogo que ya nos mete de lleno en el libro con ganas de saber más, de saberlo todo acerca de...

"—Entonces el comienzo de la historia lo marcan tres asesinatos.

—Yo diría que el comienzo fue la guerra, la derrota, la huida, la locura, la imposición del exilio.

—Pero esos tres asesinatos condicionaron a parte de los protagonistas y a sus relaciones.

—Hubo un asesinato, un acto de desesperación y una venganza. Conviene matizar".

...acerca de esos tres asesinatos que constituyen un asesinato en sí mismo, un acto de desesperación y una venganza.

Dejando ya el prólogo, el primer capítulo nos lleva a mayo de 1939, al Sinaia, el primer barco del exilio en México, en el que alrededor de 1800 personas partieron de Francia tras haber estado recluidas en campos de refugiados franceses. La iniciativa había partido del presidente mexicano, Lázaro Cárdenas, conocedor de la difícil situación de los republicanos huidos de España en los campos de concentración franceses. Decidió abrir las puertas de México a cuantos españoles quisieran acudir. La única condición fue que las autoridades republicanas en el exilio costearan el viaje y ayudaran en la instalación de los refugiados una vez llegados a México. Una iniciativa encomiable la de Cárdenas que no gustó a todos los mexicanos y que venía a sumar resquemores a los que ya había levantado la revolución mexicana. 

El Sinaia era un barco con su parte oscura, como se nos dice ya en ese prólogo. "Había llevado peregrinos musulmanes a La Meca, rusos que huían de la Unión Soviética, expediciones de esperantistas en temporadas veraniegas, armenios que iban de Francia a su tierra en la URSS, tropas coloniales… Estaba muy deteriorado". Toda una historia de huidas, traslados y ansias de vivir en este mundo y en el de más allá, aunque el barco será conocido sobre todo por ser el primero del exilio español en México. Hasta aquí la Historia. 

Y encajada en la Historia viene la novela y en ella nos encontramos con unos cuantos personajes cuyas peripecias vamos a seguir a lo largo de cinco años, desde que se embarcan en mayo de 1939 hasta 1944. Tenemos dos familias, una completa y otra desgajada y disminuida por la guerra que la ha privado de tres de sus miembros. Y tenemos a un hombre y a una mujer que se van a hacer pasar por matrimonio, aunque no se conocen de nada. Y para terminar, tenemos a un nieto y a su abuelo.

La familia completa, los Alcaraz, está constituida por Ramón y su mujer, Amparo, y sus dos hijos Ernesto y Elías. A pesar de huir los cuatro juntos y a salvo, con la única "desgracia" de una ligera cojera en el hijo mayor, Ramón es un hombre amargado, embargado por el odio y con una fe ilimitada en la Unión Soviética y en el comunismo. Ramón espera regresar pronto a España, cosa de unos meses, en cuanto las potencias europeas, Rusia sobre todo, se den cuenta de lo que pasa en España y de quién es Franco en realidad "La Internacional Comunista acabará con Franco. Rusia no dejará impune la derrota. Nuestros camaradas…".

Los Puig, sin embrago, viajan mutilados. Valeriano y Teresa, los padres, viajan acompañados por su hija pequeña Natalia y su nuera Ana, embarazada. Atrás quedan al hijo mayor, Juan, muerto en los últimos días de la guerra, que fue el marido de Ana; Carmen, la hija muerta en un bombardeo junto a los padres de Ana; Ismael, el hijo desaparecido del que no se sabe si está vivo o muerto, aunque ya es un consuelo no saberlo muerto a ciencia cierta, y Jofre, hermano gemelo de Valeriano que no ha querido viajar con ellos porque prefiere seguir la lucha desde dentro. Al contrario que Ramón Alcaraz, Valeriano Puig está decidido a empezar una nueva vida en México, a buscarse un puesto de periodista y seguir adelante con ilusión renovada. 

Era normal que cuando Valeriano y Ramón se encontraran se produjera el choque de actitudes tan encontradas por lo que la declaración de Ramón, enseguida encontró su respuesta "Se equivoca, señor.

[...] la guerra en España solo ha sido el primer asalto, y la primera victoria del fascismo. [...] Hitler y Mussolini no esperarán y acabarán arrastrando a Europa a otra confrontación bélica. [...] Rusia, su amada Rusia, bastante hará con subsistir si es que Hitler no trata de emular a Napoleón buscando su conquista". Y en ese rifi rafe mantenido a bordo del Sinaia empieza la enemistad entre los dos hombres o, más bien, de Ramón hacia Valeriano. Y en esa enemistad está parte de la tragedia que se desarrollará años después, ya en tierras mexicanas. En esa enemistad y en el Ramón que iría apareciendo a medida que pasaban los meses, el regreso seguía siendo imposible y todo el resentimiento y el odio acumulados sacaron de su fondo al verdadero Ramón Alcaraz que él mismo se negaba a reconocer. 

La pareja que se hace pasar por matrimonio está compuesta por Berta Aguire y Lorenzo Vilá, dos personajes que guardan muchos secretos. "A los matrimonios les dan un camarote —dijo Berta—. A los solteros los van a hacinar en las bodegas. No quiero viajar sola. Tengo miedo". Se perderán de vista en México durante unos años, para volver a encontrarse cuando todo esté a punto de estallar. O puede que ya haya estallado. Para entonces, habrán pasado por muchas vicisitudes y ambos habrán tomado caminos muy difíciles de asumir para el otro.

El abuelo y el nieto, Dimas y Jaime Arana, salen poco, pero su importancia no es menor y se vislumbra que el nieto tendrá más protagonismo en los libros posteriores. El hijo de Dimas y padre de Jaime, Roberto, cayó en el último día de la guerra en el puerto de Cartagena. Pero los Arana son importantes y no se van a quedar a esperar a ver lo que pasa en la España fascista que se avecina. Primero pasaron a Francia y ahora viajan a México. Durante el trayecto, Jaime será testigo de una extraña muerte que le dejará un curioso legado. 

Los acontecimientos comienzan a desarrollarse en el barco, cuando Elías Alcaraz y Natalia Puig se conocen justo tras la discusión de sus respectivos padres que había instalado la enemistad entre ambos. Llegados a tierra, cada una de las familias seguirá caminos muy distintos, unos en Veracruz y otros en México DF. Pero terminarán por encontrarse. Valeriano se abrirá camino como periodista empeñado en sacar a la luz las corruptelas que ya por entonces se producían en el país. Ramón, terminará pillado en medio de todo aquello contra lo que luchó y más enemigo de Valeriano que nunca. "Valeriano Puig y Ramón Alcaraz representaban dos mundos, dos formas de entender la derrota primero, y dos formas de enfrentarse a la supervivencia después. ¿Alcaraz fue el ángel caído y Puig la espada justiciera? No es tan sencillo". No, nunca nada es tan sencillo. Sobre todo cuando de supervivencia se trata.

La supervivencia fue también la que dictó los caminos de Berta y Lorenzo y los llevó por sendas distintas, aunque condenadas a encontrarse. El amor que había nacido entre ellos, sin casi darse cuenta y sin confesarlo, volvió de nuevo cuando finalmente se encontraron, pero como nada es tan sencillo, también se habían encontrado con los Puig y con los Alcaraz y cuando se plantearon recuperar el tiempo perdido se dieron cuenta de que "el tiempo no se recupera. Solo es pasado. Y lo que hay es un montón de futuro". En el mejor de los casos.

Jordi Sierra i Fabra

Entre novelas, narrativa juvenil, biografías, ensayo, poesía, etc, la obra de Jordi Sierra i Fabra suma más de doscientas cincuenta publicaciones según la Wikipedia. Y no he encontrado entre ellas la serie de Hilario Soler. Creo que es el autor más prolífico que he conocido. 

En esta trilogía aúna lo histórico con lo negro y policial y siempre con su prosa cuidada y precisa, y sus análisis certeros e inteligentes. Mientras los personajes luchan por sobrevivir en su exilio mejicano, veremos lo que dejaron atrás, los acontecimientos que vivieron en España durante la guerra que los obligó a refugiarse en Francia primero y a exiliarse en México después. También seremos testigos de un país que aún vive con los rescoldos que la revolución de 1910 pero que poco a poco se va hundiendo en la corrupción: recalificaciones ilícitas, información privilegiada, contratos fraudulentos, mafias capaces de cualquier cosa con tal de mantener y asegurar los negocios más turbios... delitos muy similares a los que recientemente hemos visto por aquí, pero tan solo un tímido aperitivo de lo que, a lo largo del siglo XX habría de llegar a ese país, y que, junto al narcotráfico, lo llevaría a convertirse en uno de los lugares más corruptos y peligrosos del mundo.

Una trilogía que tenía ganas de leer hace mucho y que, tras haberme decidido a empezar, he disfrutado, me ha gustado mucho y he visto que merece la pena. Muy recomendable.

Título del libro: Los años oscuros

Autor: Jordi Sierra i Fabra
Nacionalidad: España
Editorial: Planeta

Año de publicación: 2002

Año de publicación original: 2002

Nº de páginas: 416