"Trampa para Cenicienta" Sébastien Japrisot

A pesar de los defectos, poco a poco me fui haciendo una imagen de mí misma que no cuadraba con aquello en lo que me había convertido. Yo no era tan tonta, tan vanidosa ni tan violenta. No tenía deseo alguno de beber, ni de levantarle la mano a una criada torpe, ni de bailar encima de un coche, ni de caer en los brazos de un corredor sueco ni del primer chico que pasase y tuviese los ojos bonitos y la boca tierna. Pero aunque todo aquello podía parecerme incomprensible a causa del accidente, no era lo más inquietante. Sobre todo, no me creía aquella sequedad de corazón que me había permitido, antaño, irme de fiesta la misma noche que me enteré de la muerte de la madrina Midola e incluso olvidarme de ir a su entierro.

«Me llamo Michèle Isola, tengo veinte años. La historia que les cuento es la historia de un asesinato. Soy el investigador, soy el testigo, soy la víctima, soy el asesino, soy los cuatro a la vez, pero ¿quién soy?»

¿Quién es la narradora de esta historia que se divide en capítulos cuyos títulos conjugan de varias formas el verbo asesinar? ¿Quién es esa joven desfigurada por un incendio y que ha perdido la memoria? ¿Es realmente Mi? ¿Puede que sea Do, quien se supone que murió en el incendio? ¿Quién era Midola, la madrina que ha muerto y a cuyo entierro no acudió? Tal vez debamos releer el primer capítulo, el que se titula Yo habré asesinado, que es de los que están contados en tercera persona y al modo de un clásico cuento de hadas, aunque el hada no sea tan buena como debiera.

«Érase una vez, hace mucho, mucho tiempo, tres niñas: la primera se llamaba Mi, la segunda Do, la tercera La. Tenían una madrina que olía bien, que no las regañaba jamás cuando no se portaban bien, y a la que llamaban madrina Midola.
Un día, están en el patio. La madrina besa a Mi, no besa a Do, no besa tampoco a La.
Un día, juegan a los matrimonios. La madrina elige a Mi, no elige nunca a Do, no elige tampoco a La.
Un día, están tristes. La madrina, que se va, llora con Mi, no dice nada a Do, tampoco dice nada a La.
De las tres niñitas, Mi es la más guapa, Do la más inteligente, La muere enseguida».

Sabemos que La está muerta. Sabemos que Midola tenía predilección por  Mi. Sabemos que Mi y Do han crecido y Midola ha envejecido e incluso ha muerto. Y sabemos que Mi y Do, después da haber estado mucho tiempo separadas, se vuelven a encontrar. Estaban juntas en el chalet cuando sobrevino el incendio el 4 de julio de 1960. Do falleció. Mi quedó desfigurada, con el rostro y las manos abrasados, y con una amnesia suave que, según su médico, irá remitiendo. «Dentro de un tiempo le volverán los recuerdos uno a uno, poco a poco, sin hacer daño». Poco a poco, sí. Sin hacer daño... se verá. De momento, el rostro que le devuelve el espejo tras la operación y la recuperación subsiguiente, no le dice nada, pero tampoco se lo dicen los rostros que se le presentan en las fotos de antes del incendio.

Nos falta un personaje importante. Se llama Jeanne Murneau y ha trabajado para la tía Midola y se ha ocupado de Mi durante muchos años. «Miraba a Jeanne Murneau, que desde hacía quince años estaba dedicada a mi tía, que no me había abandonado en los últimos seis o siete años, que había venido a vivir a París cuando me transportaron aquí, después de la operación de Niza. El injerto, un cuadro de piel de veinticinco por veinticinco centímetros, era suyo». Jeanne parece vivir entregada a Mi a pesar de que está algo resentida con ella. Parece ser que antes del accidente Mi hacía muchas tonterías. Esas que se citan en el comienzo de esta entrada y que ella no recuerda.

Jeanne se la llevará del hospital y le mostrará una Mi en la que no se reconoce la nueva Mi salida del incendio. No se reconoce, pero tampoco en sus recuerdos borrados tiene muchos datos para saber mucho de sí misma. 

«Tenías un capricho nuevo cada dos o tres días: un coche, un perro, un poeta americano, Domenica Loï... todo eran las mismas tonterías. Con dieciocho años te encontré en un hotel de Ginebra con un oficinista. Con veinte te encontré en otro hotel con Domenica Loï.
—¿Y ella qué era para mí?
—Una esclava, como todo el mundo.
—¿Como tú?
—Como yo.
—¿Y qué pasó?
—Nada. ¿Qué quieres que pasara? Me tiraste una maleta a la cabeza, un jarrón que tuve qué pagar muy caro, y te fuiste con tu esclava».

Dispuesta a resolver el misterio de su pasado empieza a investigar. Entre fotos y cartas y lo que le va contando Jeanne de la que sospecha que le oculta o le disfraza la información. Hasta que un detalle al registrarse en un hotel hace saltar las alarmas de Mi. ¿Es realmente Mi, Michèle Isola, o es Do, Domenica Lella Marie Loï? ¿Quién murió realmente en el incendio?

Sébastien Japrisot

Alternándose con la narración en primera persona, algunos capítulos se nos muestran contados en tercera persona por un narrador omnisciente. Así es el primer capítulo, Yo habré asesinado, ese que a modo de cuento de hadas nos presenta a Mi, Do, La y Midola. Así son también el cuarto, Yo asesinaré, y el sexto, Yo asesino, de los siete de que consta la novela. En ellos se nos van relatando los sucesos que tuvieron lugar desde que Mi se reencontró con Do en París hasta el fatídico incendio. Junto a Mi (o Do) iremos indagando nosotros también qué fue lo que pudo pasar.  

Trampa para Cenicienta es un juego de espejos en el que la identidad se revuelve y se confunde, es una historia en la que quien investiga puede ser también el asesino o la víctima o el instigador. El lector es el testigo que ya no sabe muy bien qué es lo que está viendo, al que se sorprende a cada vuelta de página, quien no puede soltar el libro de las manos hasta llegar al final. Un final impecable al que no le sobra ni le falta una coma. Como al resto del libro en realidad.

Había leído hace ya nueve años Largo domingo de noviazgo y desde entonces tenía en mi lista el resto de libros de Sébastien Japrisot porque esa novela me entusiasmó. Ha pasado mucho tiempo, pero el entusiasmo que este autor me produce no ha disminuido en absoluto. Espero que no pasen otros nueve años antes de leer otra de sus novelas. 

Este libro participa en el Reto Autores de la A a la Z que organiza el blog  Lecturápolis. Con él relleno la letra J.

Título del libro: Trampa para Cenicienta
Autor: Sébastien Japrisot
Nacionalidad: Francia
Título original: 
Piège pour Cendrillon
Traducción: Ana Herrera Ferrer
Editorial: El Aleph
Año de publicación: 2006
Año de publicación original: 1963
Nº de páginas: 224
 

Comentarios

  1. ¡Hola!
    creo que me has descubierto un gran autor, no lo conocía ni he leído nada de él, pero todo en tu post me llama muchísimo la atención. ¿Sabes? según te leía me recordaba una novela que leí hace mucho y que recomiendo mucho, "No confíes en nadie" de S.J Watson, me la recuerda por eso de la amnesia y toda esa confusión que envuelva al personaje que sufre el accidente (¿o asesinato???) y la trama en general.
    Por cierto, he visto que "El mal camino" es la última publicada y tiene también una pinta..., incluso puede que me anime con este antes
    Un beso.

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    1. Yo sólo he leído ésta y Largo domingo de noviazgo que me encantó, aunque recuerdo muy poco. Es un autor original, y más teniendo en cuenta la época en la que escribía. Trampa para Cenicienta es de 1963 y resulta de lo más moderno en cuanto a trama y a forma. Tengo apuntados todos libros del autor, pero me temo que para algunos habría que recurrir a librerías de segunda mano. En Kindle tienen alguno, pero de otros no se encuentra nada. Con todo lo que tengo para leer, creo que leeré lo que consiga en Kindle y lo que se me cruce en el camino.
      Un beso.

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  2. Ni idea del autor, pero la historia que cuenta en esta novela es muy atrayente. No sé si es original, habría que leerlo (quiero hacerlo, lo buscaré), pero la investigación por parte de una persona que ha perdido la memoria y que no sabe si en realidad es ella la asesina no es nuevo, eso no quiere decir que no sea atractivo. Yo estoy de vuelta a los Episodios Nacionales (con el último de la primera serie), a los que regreso de vez en cuando.
    Abrazos!

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    1. Ciertamente, no es original a día de hoy, pero en 1963 lo era mucho más y la forma de contarlo le da un plus. Es un autor muy poco conocido. Creo que lo que le hizo más famoso fue la adaptación de su novela Largo domingo de noviazgo en 2004. La película es buena (aunque no soporto a Audrey Tautou que la protagoniza), pero la novela la recuerdo magnífica y también muy original (más que esta en realidad).
      Japrisot también fue guionista y director de cine. Murió en 2003. Muy interesante.
      Un beso.

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  3. No me sonaba de nada este escritor, aunque veo que es el autor de Largo domingo de noviazgo, novela de la que vi la adaptación cinematográfica hace ya mil años y apenas recuerdo. En cuanto a Trampa para cenicienta, qué quieres que te diga, tu reseña me ha cautivado de principio a fin. La novela huele a clásico negro y, aunque ya sabes que no es lo que más me tienta, en este caso, con ese juego de espejo de identidades, me ha llamado mucho la atención. Veo que la edición tiene ya sus años. Veré si la puedo conseguir.
    Besos

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    1. Es una historia muy interesante sobre la identidad que, poco a poco, te va descubriendo nuevas facetas de la historia. Yo tampoco recuerdo mucho de Largo domingo de noviazgo y eso que leí la novela en 2015, pero como ya te he comentado, mi memoria es lo que es y no tiene remedio. Sí recuerdo que me pareció una historia original, de esas en las que me engancha tanto la historia como la manera de contarla. Apunté entonces más novelas del autor, pero lo tenía un tanto olvidado hasta que este año en la Feria del Libro Viejo de Santander, encontré este ejemplar. En Kindle hay algún libro del autor, pero no éste.
      Un beso.

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  4. Hola, Rosa. También hace muchísimo tiempo que leí Largo domingo de noviazgo y no tenía ni idea de que este era el autor.
    Me parece complicadísimo pero si el final es impecable supongo que todo queda claro, ¿no? Porque no me importa andar perdida y dejarme llevar siempre y cuando luego todo quede claro y tenga sentido.
    En ese caso, me lo apunto. Qué terrible eso de perder memoria y tener que reconstruirte, nunca sabes si sigues siendo el mismo.
    Besos

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    1. Bueno, que el final sea impecable para mí no significa que quede claro quien es la persona que sobrevive al incendio. Ya sabes que no me importan los finales abiertos. Para mí, sí queda claro y creo que para todos, pero... En fin, te recomiendo que la leas. Es magnífica, atrapa, interesa, cautiva. Tanto la forma como el contenido resultan de lo más atractivo.
      Un beso.

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  5. ¡Hola, Rosa!
    No conocía al autor, qué peculiar ese juego de nombres de los personajes Do, Mi, La y Midola.
    Pinta ser uno de esos libros que no puedes soltar una vez que empiezas a leerlo, una historia de identidades que te lleva de cabeza hasta el final, atrapada en la telaraña, intentando entender y sin comprender mucho 😃
    Tomo nota de tu sugerencia, gracias por descubrirme al autor ;)
    Un beso y feliz domingo.

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    1. Por lo que veo en mi reseña de Largo domingo de noviazgo, el autor es amigo de empezar las novelas a modo de cuento «Érase una vez cinco soldados franceses que hacían la guerra, porque así son las cosas». Así empezaba aquella novela que leí ya en 2015 y con «Érase una vez, hace mucho, mucho tiempo, tres niñas» empieza esta trampa para Cenicienta en la que nos atrapa desde el principio con esas tres niñas y esa madrastra injusta. Efectivamente, te atrapa desde el principio. Es como una tela de araña que te va envolviendo. No dejes de leer a este autor. Creo que te dejará tan cautivada como a mí.
      Un beso.

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  6. Hola, Rosa.
    Debe ser terrible no saber quién eres, o saber qué ha pasado en un suceso de tu vida. Y a la par super interesante como lector ir averiguándolo a la par lo que sucedió.
    Me la apunto, pero para ya.
    Un beso.

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    1. Realmente interesante como lector. Ir viendo que las cosas no son lo que parecían, ir dudando de quién es la que habla y quién la que murió. Todo ello, apasionante. Y, como dices, tiene que ser terrible para quien lo vive. Creo que te gustará.
      Un beso.

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  7. Qué interesante, Rosa, esta forma de contar e ir desvelando el misterio. Me ha enganchado muchísimo tu reseña y ya he anotado la novela. "Largo domingo de noviazgo" también a mí me gustó mucho pero esta no la conocía. Voy a buscarla. Un beso y gracias por la recomendación.

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    1. Se ve que es un autor muy original, sobre todo teniendo en cuenta el año en que está escrita la historia. largo domingo de noviazgo apenas la recuerdo, salvo esa sensación de haber leído algo distinto y de querer leer más cosas del autor. No sé si será fácil de encontrar. Creo que en Amazon la tienen en otra edición.
      Un beso.

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  8. Hola Rosa, no he leído Largo domingo de noviazgo pero si he visto la película y en su momento me gustó mucho. Está novela me parece por lo que cuentas muy compleja, y ando un poco perdida por tu reseña, no sé si es un personaje que no tiene claro quien es, o un personaje en el que se aúnan varias perspectivas, víctima, asesino, testigo o investigador, sea un caso u otro has despertado mi curiosidad, y si dices que el libro es impecable aún me apetece más. Besos.

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    1. Pues entre la amnesia y que se abrasó la cara y se la han tenido que reconstruir, ella misma no sabe bien quien es. Es un juego de identidades muy interesante con giros inesperados que te atrapa desde el principio y te mantiene atrapada con los cambios de visión que se producen. Me parece un autor poco conocido y muy recomendable.
      Un beso.

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  9. ¡Madre mía qué historia más interesante! Me encanta todo lo que has contado del libro, pero que, además, se haya escrito hace tanto tiempo, me ha chocado un montón, porque está claro que, en aquella época, este tipo de situaciones no era, como poco, lo más comercial que alguien se pudiese encontrar.

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    1. Una magnífica historia de un autor ya desaparecido, pero sumamente interesante. Y sí, para el momento en que está escrito el libro resulta muy novedosa la trama. Hoy ya se ha visto de todo, pero en 1960... No te lo pierdas.
      Un beso.

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