"Matar un ruiseñor" Harper Lee


Con motivo del primer concurso de relatos de la nueva temporada en El Tintero de oro, dedicado a Matar un ruiseñor, rescato esta entrada que ya data de agosto de 2015. Seguramente volveré a releer este libro, puede que por tercera o carta vez, pero en esta ocasión, lo tengo demasiado reciente y tampoco era cuestión de escribir una segunda entrada sobre él. 

Tan solo he cambiado cuestiones de diseño, manteniendo íntegramente el contenido, tal como lo escribí en 2015.

Como siempre, la reseña no participa en el concurso. Tan solo pretende contribuir al homenaje que a la obra y a la autora rinde El tintero de oro en este mes de octubre. Por cierto, si queréis saber más sobre la vida de Nelle Harper Lee, que pinche en el enlace de arriba y lea el fantástico artículo de Marta Navarro.


Portada de la edición
del Círculo de Lectores
que es la que siempre he leído
Hace ya varios meses hablé de este libro con motivo de un concurso de la Universidad de León, "El libro que me cambió la vida". Allí decía que iba siendo hora de leerlo otra vez y ahora, por fin, lo he hecho. El motivo no ha sido el rememorarlo para aquel concurso, sino la reciente lectura del que se supone que fue escrito antes que éste, perdido y reencontrado de alguna manera misteriosa hace unos meses y recientemente publicado: Ve y pon un centinela.

Ante la desazón que me dejó la lectura de esta obra; la sensación de haber leído un sinsentido salido de no se sabe dónde, pero sí con qué motivo (aprovechar la fama y calidad de su predecesora (?) para asegurarse unas ventas millonarias, como así ha sucedido), sentí la necesidad de volver a leer Matar un ruiseñor y confirmar que es la maravillosa novela que yo recordaba y que nada tiene que ver con la fallida Ve y pon... de la que me chirría hasta el título.

De manera que la empecé : «Cuando se acercaba a los trece años, mi hermano Jem sufrió una peligrosa fractura del brazo, a la altura del codo. Cuando sanó, y sus temores de que jamás podría volver a jugar fútbol se mitigaron, raras veces se acordaba de aquel percance. El brazo izquierdo le quedó algo más corto que el derecho; si estaba de pie o andaba, el dorso de la mano formaba ángulo recto con el cuerpo, el pulgar rozaba el muslo. A Jem no podía preocuparle menos, con tal de que pudiera pasar y chutar» y solo con leer este primer párrafo, ya me di cuenta de que mis recuerdos eran veraces, ésta, la maravillosa novela que todos conocemos y la otra... no sé qué es la otra, pero nada que tenga que ver con Matar un ruiseñor. Tras este comienzo, una se siente arrastrada hacia el final y sigue leyendo y podría terminar la historia de una sentada si no fuera porque su extensión lo impide; una tiene, cuando menos, que comer y dormir (afortunadamente, una está de vacaciones). 

Y es que hay que leer la novela completa, para saber cómo se rompió Jem su brazo. Hay que recorrer todas y cada una de las páginas para ser testigos de la historia que nos cuenta Scout, una niña que tiene seis años cuando empieza, y apenas nueve cuando termina, pero que es en realidad mucho mayor porque nació sabiendo leer The Mobile Register «No podía recordar una época en que no supiera leer los himnos. [...] No podía recordar cuándo las líneas de encima del dedo en movimiento de Atticus se separaron en palabras», lleva toda
Harper Lee. Retrato de
Nicole DeClerck
su vida pegada a los pantalones de su hermano, cuatro años mayor y tiene por padre a Atticus, un hombre al que jamás se le ocurriría no tomarse en serio a Scout y tratarla como si no fuera capaz de entender las cosas. Hay que llegar casi al final para ver salir de su casa a Boo Radley el vecino malvado «Por poco muero el primer año que vine a la escuela y comí nueces... La gente dice que las envenenó y las puso en la parte de la valla que da al patio de la escuela», al que nadie ha visto en años, pero del que se sabe que está en la casa «por la misma razón de siempre: nadie había visto todavía que saliera», el mismo que, como pasa casi siempre, no es lo que parece y resulta que no es tan malo. 


Hay que pasar despacio, entre juegos y clases, en sus carreras para esperar a su padre al final de la calle cada atardecer; por el discurrir sosegado de su vida en el Condado de Maycomb, «más antiguo que el Estado», un Estado, Alabama donde «no hay estaciones bien definidas; el verano flota a la deriva dentro del otoño, y al otoño a veces no le sigue el invierno, sino que se convierte en una vaga primavera que se funde otra vez en verano»

Hay que ser de piedra para no emocionarse con la historia de Tom Robinson, no con lo que le sucede a él (que también), sino sobre todo con la emoción de los niños ante la injusticia que se perpetra en su persona, con el trauma de unos seres inocentes, educados con la idea, frecuentemente repetida por Atticus, de que la Democracia consiste en algo muy simple: «derechos iguales para todos; privilegios especiales para ninguno»; con el golpe que sufre su ingenuidad y su conciencia ante la injusticia y el descubrimiento de que, a veces, el mundo es un lugar inhóspito y poco amable (El mundo es ancho y ajeno que diría, pocos años después de las peripecias aquí narradas, el escritor peruano Ciro Alegría)  

Tras el juicio de Tom Robinson, Jem, Scout y Dill pierden la inocencia, aprenden que la democracia solo existe para algunos privilegiados cuyo color de piel se encuentra dentro del tono adecuado; que hay hombres malos, borrachos, pendencieros, seres violentos que maltratan a sus hijos, y que «lo único susceptible de darle[s] alguna ventaja sobre sus vecinos más cercanos, era que si le[s] restregaban con jabón de sosa dentro de agua muy caliente, le[s] saldría la piel blanca.»

Una escena de la película
dirigida en 1962 por Robert Mulligan.
Hay que tener en cuenta que estamos ante una novela valiente, que está escrita en 1960, cuando la lucha por los derechos civiles estaba en pleno apogeo y la segregación se practicaba con toda naturalidad a pesar de las leyes que la iban prohibiendo; está escrita por una escritora del Sur, y está ambientada en el Sur, en uno de los estados con más tradición segregacionista del país (el boicot contra la segregación en los autobuses tras la detención y condena de Rosa Parks en 1955, tuvo lugar en Montgomery, la capital de Alabama). Parece ser que, en parte, está basada en la infancia de la propia autora y de Truman Capote, amigos y compañeros de juegos desde niños.

Se pueden decir tantas cosas de este libro (y de la película que vi al día siguiente de terminarlo), que no hay espacio suficiente. Ni siquiera las frecuentes referencias a Dios y la Religión, para una persona poco aficionada a mezclar esos temas con el cine, la literatura y la vida en general como yo, le ha restado el más mínimo interés, el más mínimo valor a sus ideas humanistas, a su valiente apuesta por la libertad y contra el racismo, a su sentido del humor fresco, pero un poco amargo. Se pueden decir muchas cosas, pero solo voy a añadir algunas frases especialmente esclarecedoras del espíritu del libro y que me han gustado especialmente.

«Los Cunningham jamás cogen nada que no puedan devolver [...] No tienen mucho, pero pasan con ello.»

«[...] uno debe mentir en ciertas circunstancias... y en todas las ocasiones en que no puede modificar las circunstancias.»
Portada para la edición
del cincuenta aniversario

«Pero, en nombre de los santos montes, ¿por qué habéis esperado hasta esta noche? [...] porque si Boo Radley los mataba se quedarían sin ir a la escuela y no sin las vacaciones»

«[...] hay hombres tan... tan ocupados en acongojarse por el otro mundo que no han aprendido a vivir en éste»

«[...] ¿cómo es posible que uno odie tan terriblemente a Hitler y luego, al mirar a su alrededor, sea tan injusto con personas de nuestra propia Patria?»

«Tanto si Maycomb se da cuenta como si no, estamos rindiendo a Atticus el tributo más grande que podemos rendir a un hombre. Ponemos en él la confianza de que obrará rectamente.»

«[...] yo creo que sólo hay una clase de personas. Personas.»

«[...] empiezo a comprender por qué Boo Radley ha estado encerrado en su casa todo este tiempo... Ha sido porque quiere estar dentro»

«[...] siempre que un hombre blanco abusa de un negro, no importa quién sea, ni lo rico que sea, ni cuán distinguida haya sido la familia de que procede, ese hombre blanco es basura.»


Título del libro: Matar un ruiseñor
Autora: Harper Lee
Nacionalidad: Estados Unidos
Título original: To kill a mockingbird
Traducción: Baldomero Porta
Editorial: Círculo de lectores
Año de publicación: 1969
Año de publicación original: 1960
Nº de páginas: 360

Comentarios

  1. Qué novela, Rosa, qué inmensa novela. ¿Sabes cuándo lloré? Cuando aparece Boo. Ahí ya no pude contenerme más. Pero una novela que te hace estallar en carcajadas, indignarte, emocionarte, pensar, enamorarte y tantas cosas más es... Matar un ruiseñor. Magnífica reseña, como todas las tuyas. Un abrazo, Scout.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es maravillosa. Han pasado más de cuarenta años desde que la leí por primera vez y me sigue emocionando. No me extraña que contribuyera a mi vicio lector.
      Un beso.

      Eliminar
    2. Ya me gustaría haber sido una niña como Scout.

      Eliminar
  2. Me gusta mucho y lo buscarè. El tema me apasiona, la igualdad de derechos, la discriminaciòn, parece mentira que han pasado tantos años desde que este libro se escribiò y estos fenòmenos sociales se siguen dando en todas partes del mundo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No dejes de leerlo. Hay cosas maravillosas en él para transmitir a tu hijo e intentar que, él sí, se parezca un poquito a Scout.
      Besos.

      Eliminar
  3. Inmensa novela y estupenda reseña, Rosa. Sólo vi la película ya hace tiempo y guardo de ella un muy buen recuerdo. Leo por doquier reseñas, ¡malas!, sobre "Ve, y pon un centinela"; aunque veo que como a ti su lectura te ha llevado a ésta que comentas.
    Pienso que más actualidad no puede tener su lectura viendo como vemos los abusos policiales en Ferguson y Charleston (Missouri, USA). Estos desmanes policiales de blancos contra negros -en especial los del verano pasado- me llevaron a leer novelas del afroamericano Chester Himes, novelas negras que presentan con gran nitidez la realidad USA de la década de los 60, justo la que novela Harper Lee.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es absolutamente descorazonador ver que han pasado los años, pero los negros siguen siendo ciudadanos de segunda, las cárceles se nutren sobre todo de ellos y de hispanos, y la policía los mata a tiros como Atticus mató al perro rabioso. La elección de Obama me alegró mucho y pensé que algo había cambiado, pero empiezo a pensar que no es así, que tal vez Obama solo ha sido posible por la desesperación de la Crisis.
      ¿Se superarán todas estas lacras algún día?
      Un abrazo.

      Eliminar
  4. Una novela atemporal pues aunque transcurre en los años 60 y como comenta Juan Carlos algunas cosas siguen igual. La justicia ni es ciega ni es imparcial, aunque yo creo que más que una cuestión de racismo o xenofobia es más una cuestión de clases: ricos y pobres (O. J. Simpson es negro y en su juicio le fue muy bien).
    Por 'tu culpa' volveré a leerme la novela porque con tu reseña me he dado cuenta que apenas me acuerdo de ella (la leí de adolescente)
    Un beso

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí que es un problema de ricos y pobres, pero a igualdad de riqueza (o pobreza) el negro tiene siempre las de perder. De hecho en el libro, tan pobre es Tom Robinson como el señor Ewell que lo acusa.
      Me alegro de ser la culpable de que vuelvas a leerlo. Creo que te gustará tanto como la primera vez. Y luego puedes ver la película como hice yo. En breve pondré una reseña en Blogger House. Aquí ya me da vergüenza seguir aprovechándome del libro.
      Un beso.

      Eliminar
  5. Esta novela es una de las que yo llamo mis eternas pendientes y espero ponerle pronto remedio. Respecto a "Ve y pon un centinela", la tuya no es la única valoración que he leído disuadiéndome de su lectura así que no creo que me anime con ella.
    Estupenda reseña.
    Besos!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegro de que te guste la reseña. La verdad es que "Ve y pon un centinela" no merece la pena con todo lo que hay para leer. Pero a "Matar un ruiseñor", ponle remedio cuanto antes.
      Un abrazo.

      Eliminar
  6. Al fin pude leer este post Rosa, y me ha gustado tanto como el post en el que hablas de la película. Efectivamente no hay apenas diferencias entre peli y libro (que ahora me falta leer). Respecto al otro "ve y pon..." ya ni intención. Como tú dices, hasta el título es ppco agradable.
    Besitos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Te recomiendo que leas el libro. Hay más diferencias de las que parece y, siendo muy buena la película, a mí siempre me ha gustado más el libro. Gracias por tu visita. Entre las tres le hemos dado un buen repaso a la historia.
      Besos.

      Eliminar
  7. Hola, Rosa. Una reseña estupenda. A mí esta historia me encanta. La novela la he leído varias veces y de las que he visto la película ya he perdido la cuenta. El personaje de Atticus me parece inigualable, la ética y la dignidad que desprende es tremenda y el hecho de que lo que sucede este contado desde la perspectiva de la niña le da un tono de ingenuidad y de ternura muy especial.
    La publicación de "Ve y pon un centinela", como te digo en El Tintero, fue una estrategia editorial. Era una primera versión de la historia que luego Harper Lee reestructuró por completo y que no debió publicarse, creo yo. No se trataba de una novela inédita, era un borrador que se publicó bajo ese reclamo cuando la autora ya no tenía capacidad de decisión, muy enferma, justo un año antes de morir.
    Un beso y gracias por compartir esta reseña en El Tintero.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Una estrategia editorial y de los herederos de la autora, imagino. El caso es que me dejó perpleja alguna de las cosas que leí en esa novela. Por respeto a Harper Lee debieron dejarla donde estaba.
      Respecto a Matar un ruiseñor, es una maravilla. Creo que tenía unos once años cuando la descubrí y cambió mi mundo lector. No lo recuerdo bien, pero creo que fue mi primera lectura seria. No es que Verne y Salgari no lo fueran y más en las ediciones que yo tenía al alcance, pero esta fue, creo, la primera que se podría catalogar de lectura para adultos.
      La película también es muy buena, pero la novela...
      Un beso.

      Eliminar
  8. LO QUE MAS ME GUSTÓ DE la,peli fue el aire de irrealidad inundado de esa calor que describes, tamizada por la visión de la infancia. y la rotura de la inocencia, la incomprensión y la adoración al padre. Voy a tener que leer la novela porque iba a preguntarte, pero ya has respondido más arriba.
    abrazoo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si te gustó la película y no has leído la novela, te la recomiendo encarecidamente. No la dejes. Creo que te gustará mucho.
      La ingenuidad de Scout, a la vez que su perspicacia para juzgar y percibir el mundo de los adultos es una maravilla Y la personalidad de Atticus... inigualable.
      Un beso.

      Eliminar
  9. Y yo me pregunto cómo es pisible que todavía no la haya leído. Esto hay que remediarlo, más aún después de la pasión y la emoción con la que cuentas esta, imagino, maravillosa historia.
    La película me gustó cunado la vi.
    Gracias por tu presentación, Rosa. Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Envidia me das. Ojalá pudiera yo leerla por primera vez, porque aún recuerdo la intensa emoción y d entusiasmo que me produjo cuando lo hice hace ya más de cincuenta años. Lo bueno es que cada lectura poeterior me entusiasmó casi de la misma manera. Creo que van cuatro. La película es muy buena, pero...
      No la deges.
      Un beso.

      Eliminar
  10. Estupenda reseña, Rosa. Qué bien describes el tránsito de la niña de los seis a los nueve años y su pérdida de la inocencia infantil. Cómo dices, escribir en aquellos años una tema como el que aborda la obra es de escritoras valientes, y cómo nos alegramos de que lo hiciera. Felicidades!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, Mayte. Es una historia que apasiona por los valores que transmite, por lo maravillosamente que está descrito el mundo infantil y sus preocupaciones, por la sinceridad de los personajes. Todo un clásico para volver sobre él a lo largo de la vida. Cada vez sorprenden nuevos matices.
      Un beso.

      Eliminar
  11. Leí la novela, vi la película ambas me gustaron mucho. Tu reseña es sinceramente insuperable..
    Enhorabuena y gracias, Rosa.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias a ti. me alegro de que te haya gustado. La novela es insuperable y la película... casi.
      Un beso.

      Eliminar
  12. Hola Rosa, estupenda reseña, como dices el libro tiene tanto que "estrujar" que casi no hay espacio para comentar tanto. Yo no la había leído antes, la he descubierto gracias a Marta (supongo que la vería antes pero no me llamaría la atención) y me ha encantado, además es un libro adictivo de los que no se pueden dejar de leer y eso engancha todavía más. La película no creo que la vea, no soy muy cinéfila, prefiero los libros.
    Un abrazo. :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es una novela fantástica, creo que la descubrí con once o doce años y fue para mí el descubrimiento de la literatura que no era para niños y que no era de aventuras. Me fascinó y creo que ayudó a hacerme como soy. La he releído varias veces y en todas me ha encantado. la película es muy buena también, pero si no te gusta mucho e cine, te recomiendo que no dejes pasar el libro.
      Un abrazo.

      Eliminar
  13. Maravillosa reseña de la novela. Vi la película y entre risas y lágrimas la recuerdo con cariño. Te hace pensar. Me gustó mucho. Un placer leerte. Abrazos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, es una gran película, pero la novela tiene detalles que el la película, como es lógico, no pueden aparecer y que la hacen mucho más completa e interesante. Te recomiendo, si no las has visto, que lo hagas. Creo que la disfrutarás.
      Un beso.

      Eliminar
  14. Hola Rosa, leyendo sobre la escritora descubrí la segunda novela y todo lo que he leído va en la linea con lo que cuentas. Gracias por acercarnos un poco mas de Matara un ruiseñor y compartir la magia de ese universo infantil que aunque se desmorona tiene la fuerza y la verdardde la inocencia. Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es que esa novela, última publicada pero, al parecer, escrita antes de Matar un ruiseñor, no tiene un pasar. Ni está bien escrita ni el contenido es bueno. Parece ser que ese era el original que le rechazaron y, ante los consejos editoriales escribió matar un ruiseñor. Más hubiera valido que dejaran ese manuscrito guardado como había hecho la autora, pero la avaricia...
      Un abrazo.

      Eliminar
  15. Una estupenda reseña, Rosa.
    No he leído la novela, pero he visto la película en varias ocasiones y me ha dejado un recuerdo inolvidable. El papel de la niña y, por supuesto, de Gregoy Peck es maravilloso. El blanco y negro de la película le da un plus de misterio. Y también me gustó mucho cómo relata la niña, con voz en off, la historia. Y, como no, el argumento mostrando cómo los prejuicios y el racismo puede dañar irreparablemente la imagen y la vida de una persona. Y Atticus (siempre me llamó la atención ese nombre) como el pertinaz defensor de la verdad y de la justicia, se erige como el héroe de esa magnífica y tierna historia.
    Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La película es magnífica, pero la novela... Sé que igual no soy objetiva porque es una lectura que me marcó a una edad muy temprana y eso deja huella. También es cierto que podría haberme decepcionado en lecturas posteriores y jamás sucedió. Es más, cada vez le he encontrado nuevos valores. Sea como sea, es una maravillosa historia. Es Estados Unidos fue lectura obligada en los institutos y creo que debería serlo en otros lugares también. Igual así evitábamos muchos problemas derivados de los prejuicios.
      Un beso.

      Eliminar
  16. No he leido la novela, pero la reseña es espectacular y , aunque no sea mi tipo de literatura predilecta, me has puesto los dientes largos.
    Un abrazo, Rosa!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, Pedro. Es una novela muy especial para mí, leída muchas veces y cada una sacando nuevo y mejor provecho.
      Entiendo que ningún libro, por bueno que sea, es del tipo de libro que gusta a todo el mundo por lo que te agradezco doblemente tu comentario y tu atención.
      Un beso.

      Eliminar
  17. Hola Rosa. No he leído la novela, pero la pasión que se nota que pones en esta reseña es un aliciente sin duda para hacerlo. Sobre todo, parece que los personajes están muy bien conseguidos y tiene su personalidad propia, algo que aunque no lo parezca no es nada fácil de conseguir. me la apunto en mis lecturas pendientes. Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es una novela mítica. Desde luego, lo es para mí. La leí por primera vez muy joven y me dejó fascinada. Creo que gran parte de mi afición a la literatura se la debo a ella. Ojalá la disfrutes.
      Un beso.

      Eliminar
  18. Hola, Rosa. Este es uno de esos libros que siempre tienes en mente, pero que se me antoja una lectura muy compleja que no me acabo de atrever a embarcar. Y por lo que cuentas lo que pensaba de ella se me queda corto. Una de esas grandes novelas americanas, donde pasan infinidad de cosas, esta con ese punto de crítica social que tanto atrae. Mira, le voy a dar una oportunidad aunque no sea el género que me suela gustar.
    Genial reseña
    Un abrazo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No es una lectura nada compleja. Lo mejor es que, con un lenguaje asequible y una sintaxis sencilla, es capaz de hacer una crítica feroz y de construir una novela profunda, pero apta para toda las edades. Yo la lo por primera vez años once o doce años y me resultó fascinante. Como he repetido en numerosas ocasiones, es parte culpable de mi pasión lectora.
      Un beso.

      Eliminar
  19. Qué maravillosa reseña, Rosa. No te dejas detalle y eso sin hacer spoiler. Me encanta cómo vas llevándonos por ese transcurrir de las páginas intercalando citas de la novela que se podrían encuadrar. Se nota el amor y pasión que le pones porque has captado la esencia de la novela. Esa sencillez de contar desde los ojos de una niña temas tan peliagudos. Te llega la emoción con lo que le pasa a Tom Robinson y la mirada de esos niños ante la cruel realidad. Una obra tan lejana y tan presente. Imperecedera. Un lujo de reseña.
    Un beso, Rosa.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, María Pilar. Es una novela muy entrañable para mí. Matar un ruiseñor e Insolación, de Carmen Laforet, son las dos novelas con las que pasé de lo infantil y de aventuras, a lo adulto. Aún era una niña, pero ambas me causaron un gran impacto y me hicieron caer presa de esta adicción que es la lectura.
      Lo que consigue Harper Lee con este libro es maravilloso y en 1960, cuando se publicó, tuvo que ser todo un revulsivo en Estados Unidos. Ponerlo todo en boca de una niña imagino q ue le quitó algo de hierro al asunto. Es de las lecturas imprescindibles, si es que eso existe.
      Un beso.

      Eliminar

Publicar un comentario

Con tus comentarios reflexionamos, debatimos y aprendemos más.

Lo más visto en el blog este mes

"La buena letra" Rafael Chirbes

"Tan poca vida" Hanya Yanagihara

"Golpe de gracia" Dennis Lehane

"Mujer en punto cero" Nawal El Saadawi

Tres eran tres 33

"Del color de la leche" Nell Leyshon

"El ancho mundo" Pierre Lemaitre

"Propios y extraños" Anne Tyler

"La sal de todos los olvidos" Yasmina Khadra

"La hija del optimista" Eudora Welty