Es que con lo que tú adoras Rayuela ya estás tardando en ir a París. Por cierto te recomiendo que leas la segunda entrada de este post, la del relato que ganó el famoso concurso. Estoy segura de que te entusiasmará. Un beso.
Por mandato del Pretor de Iberia, a fin de asegurar el orden y la seguridad de la república tras los tristes acontecimientos acaecidos el Día del Renacimiento, y con el propósito de proteger la soberanía del espíritu y la disciplina del pueblo ibérico, se decreta lo siguiente: Artículo 1. A partir de la promulgación del presente Decreto, queda estrictamente prohibido en todo el territorio de Iberia: 1.1. El uso de internet bajo cualquier forma, ya sea personal, empresarial o institucional. 1.2. La creación, propagación y mantenimiento de redes inalámbricas de transmisión de datos, tanto públicas como privadas. 1.3. La utilización, comercialización o activación de dispositivos de geolocalización mediante sistema de posicionamiento global (GPS) en cualquier vehículo, herramienta o aparato. 1.4. El uso, producción, distribución y posesión de cualquier forma de telefonía móvil, así como cualquier dispositivo de comunicación digital que permita la transmisión instantánea de mensaj...
[...] la ceniza venía del centro de la tierra. La península había sentido de golpe toda la sangre que iba a recoger durante la guerra que acababa de comenzar y estalló de dolor: sacudió las placas y agrietó su centro geográfico, que se encontraba cerca de Madrid, justo debajo del cerro de los Ángeles. Se tragó todo el monumento al Sagrado Corazón que había erigido allí el exiliado Alfonso XIII —cuyo Cristo había sido fusilado por los republicanos días atrás—. En lo alto del cerro se abrió una sima que descendía hasta el centro del planeta —casi tan grande como la de Jinámar, en Gran Canaria, donde encontraron la muerte cientos de milicianos—, de la que aquella madrugada brotó una inmensa nube de ceniza. Con el paso de los meses, los bordes de la sima crecerían hasta formar el cráter de un inmenso volcán. Pero la erupción no llegaría hasta bien entrado el conflicto porque el volcán estaba aún vacío. No podía expulsar sangre hasta que la tierra no se empapase del todo con ella. Comi...
Con este micro colaboro en el reto de marzo de 2025 de El tintero de oro . ¿Y en qué consiste el reto de este mes? Nos lo explica Bruno en la convocatoria y es bastante sencillo como se ve en la banner: hay que escribir un micro relato sobre el desamor. Aprovechando que febrero es el mes en que se celebró el amor, en marzo hacemos un homenaje al desamor. Por si alguien quiere saber más acerca del reto lo podéis leer aquí . Sus huellas, por todas partes. Procuro no cruzarme con él. Me paso días sin verle, pero su rastro ha conquistado toda la casa. Había dejado el tabaco y ahora hay olor a humo y colillas debajo de los muebles. Encuentro envases vacíos de comida preparada en los lugares más insospechados. Friega lo que mancha, pero siempre deja huellas asquerosamente sospechosas para que yo las vea. Echo en falta cosas en mi parte del frigorífico, pero siempre con la duda de si habré sido yo quien lo ha usado. Limpia cuando le toca, pero cuando me toca a mí si...
En esta entrega de Tres eran tres vienen dos libros leídos en 2025 y el que cerró mi aventura lectora en 2024. Mucha variedad. Una de las últimas novelas de Andreu Martín, ambientada en Barcelona y de principios de 2024; la cuarta entrega del policía cubano Mario Conde, ambientada en La Habana, y publicada en 1998, y una novela ambientada en Oxford en 1914 y escrita por una autora inglesa en 2003. Autores, autoras, España, Cuba, Reino Unido, Gran Guerra, finales de los noventa, la más rabiosa actualidad... para todos los gustos. " Lo que solo les pasa a los demás ". Andreu Martín. Esta es la quinta novela que leo de Andreu Martín y la tercera de la que hago reseña. Lo que más me asombra del autor es la variedad de su obra, no solo en los temas y las tramas, sino en la forma y la estructura. Lo que solo les pasa a los demás es su última novela y su protagonista, Marc Olván, es un abogado de oficio que no pasa por su mejor momento. Su relación con su novia, con la que vive, h...
Con dos meses de retraso llega al blog " La caída de Madrid " que en mi reto sobre Chirbes estaba programada para junio. No me importa. Los plazos eran aproximados, la prisa no tiene sentido cuando se disfruta y yo a Chirbes lo quiero con calma, degustándolo con pereza, diseccionándolo con placer. En " La caída de Madrid ", continúa avanzando la historia de España en la obra del autor. Si en " La larga marcha " nos despedimos a principios de los setenta, ahora nos recibe en un Madrid frío y lluvioso de finales de noviembre, pero no de un noviembre cualquiera ni en un día cualquiera. Estamos a diecinueve y es 1975. Franco agoniza en su habitación de la Paz y no se sabe si está vivo, muerto o medio muerto-medio vivo. Según como se quisiera interpretar el parte "del equipo médico habitual" que informaba de que "Su Excelencia el jefe del Estado, el Generalísimo Franco, seguía presentando signos de vida" . En este día que precede a un dí...
Juan Pablo la sujeta con fuerza. Vicky dice que no. Él enrosca los dedos en su pelo enmarañado. La inmoviliza sin dificultad. Te gusta mi verga y lo sabes, dice y mete la lengua en su oreja. La tomó por sorpresa. […] Con un rechinido se abre la puerta. El perro se abalanza feroz contra él. La primera mordida es en el muslo derecho. Sacude la cabeza y lo jalonea para arrancarle el pedazo. Mana sangre de una arteria perforada. Juan Pablo siente los colmillos despedazar el tejido. Se encorva para proteger pene y testículos. Grita. […] Una adolescente atraviesa la puerta, Alejandra, la dueña del perro. […] Alejandra grita. Él, aturdido, gira y repta hacia ella. Blande el filo. Le roza la espinilla. Un fino hilo de sangre le escurre. Alejandra alcanza una pala y golpea al hombre. Seco. Metal contra cráneo. Él aún se esfuerza, quiere herirla. Otro choque firme y preciso. Metal contra nuca. Un crujido. Un último golpe. Juan Pablo no irá a la parada del camión. No verá más a su esposa, ni a su...
-Pero Raquel, ¿vienes o qué? Vamos a llegar tarde y mamá se va a enfadar. -Ya te he dicho que no sé dónde he dejado el cargador... Otra vez ese instante infinito, que ahora me atenaza como si fuera presagio de inmensos males. ¿Cómo pueden esas simples frases convertirse en amenaza? ¿Cómo, las bromas, anticipar el desastre? Sé que cerré la puerta con llave, que comprobé que la hubiese cerrado. Sé que busqué las llaves del coche en el bolso y después...ya se me fue el recuerdo, hasta que desperté en este nuevo cuerpo, con esta extraña vida que jamás habría elegido, sin entender cómo había llegado allí. Aquí. Esos son los últimos recuerdos de la narradora antes de despertar en su nuevo cuerpo. No sabemos bien qué le ha pasado, aunque desde el principio sabemos que es algo no muy bueno. Desde ese capítulo llamado 0, que viene escrito en cursiva y en segunda persona pues la narradora se lo narra a sí misma, nos va dando noticia de su situación. Sabemos que no puede ver el mar que rec...
Por segundo año voy a participar en este reto que es iniciativa de Marisa del blog Lecturápolis y que consiste en leer autores cuyas iniciales del apellido completen el abecedario y reseñar las novelas en alguna red social o en el blog. Además hay un sorteo para el que se van añadiendo puntos. Al igual que en 2021, espero cumplir el reto y completar también las letras opcionales. Debajo he puesto ya el abecedario que iré actualizando a medida que vaya leyendo y reseñando los libros. De momento, ya tengo seis letras cubiertas, aunque aún me queda publicar la mayoría de las reseñas. Para completar el reto basta con llenar las veinticuatro letras principales. Las letras opcionales pues son eso, opcionales, pero darán puntos para el sorteo. Con la Ñ basta con que el apellido la contenga y con la X y la Y , da igual que sea el nombre o el apellido el que empiece con la letra ya que muchas veces son autores chinos en los que no se sabe muy bien cuál es el nombre y cuál el apelli...
Antigua estación de León ya abandonada. Rosa Berros Canuria (2017) Tengo una incómoda y enervante sensación de vértigo. Me despierto por la mañana y la angustia se me agarra al estómago y me lo estruja y retuerce de manera que solo respirando hondo consigo enderezarlo y llevarlo a su tamaño y aspecto habituales. Pero enseguida la ansiedad, con su zarpa golosa, lo estruja de nuevo en un juego obsesivo en el que se ha empeñado en vencerme sin piedad. Así es que no consigo retener nada en el estómago y vomito sin parar; nada cabe en el gurruño arrugado en que está convertido la mayor parte del tiempo. Hace varios días que le he perdido la pista. Después de saber en todo momento en qué lugar se encontraba, es como si, de repente, se hubiera confundido con el entorno para desdibujarse hasta hacerse invisible; como si se hubiera hecho bruma en el aire que respiro; como si hubiera ardido en el mismo fuego que me consume desde hace varios días; como si se hubiera licuado en el fondo...
Ha de decirse, en todo caso, que Silas Weir fue un investigador de lo más inusual, un pionero no solo en el campo de la psiquiatría, sino en el de la ginopsiquiatría, una especialización controvertida incluso ahora; junto con su pariente Medrick Weir, padre fue el cofundador de toda esta rama, que aún se practica, si bien de manera aislada. En algunos círculos, se agraviaba a padre tildándolo de médico depredador de sus (indefensas) pacientes para que su carrera avanzara, así como por motivos más personales y lascivos; pero sigue siendo un hecho que ninguno de los médicos más ortodoxos de su época habría deseado explorar a las personas que solía atender mi padre, véase, a las mujeres, ni siquiera habría intentado «curarlas» de sus males. Pues en el hospital de Trenton, sus pacientes a menudo eran indigentes, «la morralla y la quincalla de la Tierra», como él las llamaba. Eso es lo que leemos nada más empezar el libro, en lo que aparece como Nota del editor , aunque el engaño dur...
A mí me encantaria tomarme una foto en un café de París, mientras leo. Sentirme como del Club de la Serpiente.
ResponderEliminarEs que con lo que tú adoras Rayuela ya estás tardando en ir a París. Por cierto te recomiendo que leas la segunda entrada de este post, la del relato que ganó el famoso concurso. Estoy segura de que te entusiasmará.
EliminarUn beso.