Es que con lo que tú adoras Rayuela ya estás tardando en ir a París. Por cierto te recomiendo que leas la segunda entrada de este post, la del relato que ganó el famoso concurso. Estoy segura de que te entusiasmará. Un beso.
A veces, una sucesión de circunstancias concretas, en un orden concreto, llevan a los acontecimientos a desembocar en algo maravilloso que determinará la felicidad de algunas personas para toda una vida. A veces, otra serie de circunstancias, sucedidas en su propio orden concreto, hace que la vida de otras personas se convierta en un infierno, o se vea irremediablemente interrumpida por la muerte, o ambas cosas, para distintas personas, en distintos grados. " Tres días y una vida " es una novela muy difícil de comentar. No quiero desvelar su argumento, no quiero que nadie sepa a lo que se enfrenta cuando se enfrenta a esta novela. O sí. Quiero que sepa que se enfrenta a otra novela del gran Pierre Lemaitre; una novela en la que veremos combinada su maestría para el suspense con su habilidad para retratar personajes, psicologías, sentimientos, miedos, culpas, acontecimientos, casualidades... Antoine Courtin tiene doce años cuando " a finales de diciembre de 1999, ...
[...] la ceniza venía del centro de la tierra. La península había sentido de golpe toda la sangre que iba a recoger durante la guerra que acababa de comenzar y estalló de dolor: sacudió las placas y agrietó su centro geográfico, que se encontraba cerca de Madrid, justo debajo del cerro de los Ángeles. Se tragó todo el monumento al Sagrado Corazón que había erigido allí el exiliado Alfonso XIII —cuyo Cristo había sido fusilado por los republicanos días atrás—. En lo alto del cerro se abrió una sima que descendía hasta el centro del planeta —casi tan grande como la de Jinámar, en Gran Canaria, donde encontraron la muerte cientos de milicianos—, de la que aquella madrugada brotó una inmensa nube de ceniza. Con el paso de los meses, los bordes de la sima crecerían hasta formar el cráter de un inmenso volcán. Pero la erupción no llegaría hasta bien entrado el conflicto porque el volcán estaba aún vacío. No podía expulsar sangre hasta que la tierra no se empapase del todo con ella. Comi...
Ayer fue noche buena. Me gustan mucho la noche buena y la navidad. Pero sobre todo me gustan los reyes majos. Anoche en la cama, le pregunté a la abuela Luisa cuánto quedaba para que vinieran los reyes y me ha dicho que quedan muchos días. Tiene que pasar la noche anciana y empezar el año joven que es 1965. Me lo enseñó en un calendario que está sin abrir. No sé cuántos días faltan porque no sé contar bien. Llevo poco tiempo en el colegio y solo he aprendido a leer. En las notas me pusieron un 10 en lectura. Dice mi tío que ya era hora de que aprendiera a leer para que los reyes me traigan libros y la novia que tiene ahora le dijo que se deje de libros y que mejor que me traigan juguetes, pero yo prefiero algún libro porque me gusta mucho leer cuentos a la abuela Nati que dice que antes solo hacía que hablar y ahora solo hago que leer y la vuelvo loca con tanta palabrería. La noche buena cenamos en casa de la abuela Nati donde viven el abuelo Matías, el tío Joselui...
Hace ya unos meses que leí esta novela, pero las recientes elecciones en Israel, así como algunos otros hechos y reflexiones que no viene al caso mencionar, han hecho que sea ahora cuando he sentido la necesidad o las ganas de escribir sobre ella. Julia Navarro es una autora a la que siempre juro no volver a leer, pero, también siempre, acabo cayendo en la tentación de creer a quién de nuevo me recomienda otra de sus novelas (siempre la misma persona). Ya me he resignado y reconciliado con la idea de que estoy condenada a tragarme todas sus sobredimensionadas historias. Y por qué, se preguntarán algunos. Pues porque siempre resulta entretenida (para mí, es lectura de verano) y siempre pienso que igual es en esta novela (la de turno, la que sea) en la que por fin ha dado con la clave de la buena escritura y, por fin me va a satisfacer, además de entretener.
Con dos meses de retraso llega al blog " La caída de Madrid " que en mi reto sobre Chirbes estaba programada para junio. No me importa. Los plazos eran aproximados, la prisa no tiene sentido cuando se disfruta y yo a Chirbes lo quiero con calma, degustándolo con pereza, diseccionándolo con placer. En " La caída de Madrid ", continúa avanzando la historia de España en la obra del autor. Si en " La larga marcha " nos despedimos a principios de los setenta, ahora nos recibe en un Madrid frío y lluvioso de finales de noviembre, pero no de un noviembre cualquiera ni en un día cualquiera. Estamos a diecinueve y es 1975. Franco agoniza en su habitación de la Paz y no se sabe si está vivo, muerto o medio muerto-medio vivo. Según como se quisiera interpretar el parte "del equipo médico habitual" que informaba de que "Su Excelencia el jefe del Estado, el Generalísimo Franco, seguía presentando signos de vida" . En este día que precede a un dí...
«En uno de los dos canales latinos del cable transmitían un conteo de lo más sobresaliente del 2012 en territorio mexicano: casi todo tenía que ver con la inseguridad, secuestros, cifras de muertos, el regreso del PRI a la Presidencia, impunidad para gobernadores corruptos, manifestaciones, el crimen organizado vinculado con las altas esferas del gobierno, noticias del espectáculo y artistas que Esther no conocía. […] En una toma rápida Esther creyó reconocer una figura delgada, el cabello castaño y lacio, hasta el color café claro de los ojos y las cejas delgadas […] Vio a Irene en el grupo, con la ropa sucia y un suéter de lana percudido. La cara angular y el flequillo en esa mujer eran inconfundibles. Esther podría morir y volver a nacer reconociendo esos rasgos de su hermana. […] Esa era su hermana desaparecida, su hermana muerta». Estamos en Barcelona el 1 de enero de 2013 cuando Esther, una mexicana que salió de su país para alejarse de todo lo que constituía su vida allí, v...
Con esta reseña llego justo a tiempo de colaborar con el concurso de relatos de El tintero de oro de abril, dedicado a " La maldición de Hill House " de Shirley Jackson. La reseña no participa en el concurso, pero contribuye a completar el homenaje a la obra y a la autora a los que se dedica el mes de abril. No es un secreto que el género de terror no es uno de mis favoritos. Si en cine me puede atraer y me puede hacer pegar algún brinco en el asiento, en literatura me deja bastante fría: ni sudores, ni sobresaltos, ni gritos. Por todo ello es un género que no frecuento, pero esta temporada me propuse leer todas las novelas homenajeadas en el concurso de El tintero de oro y no he querido hacer excepciones. Tenía además muy buen recuerdo de Shirley Jackson desde que leí su magnífica novela Siempre hemos vivido en el castillo , tal vez su obra menos asimilable al género de terror. Con todo ello, me adentré en Hill House y encontré una novela bastante más ligera de lo e...
«A la una en punto de la tarde, el escritor Eliseo Samaniego abandonaba la urbanización en la que vivía, conduciendo su nuevo vehículo: un imponente GLS, rojo metalizado, que le había seducido por entrar en él sin tener que agacharse, capricho que se instaló, en ese rincón del cerebro donde se guardan los deseos incumplidos, la primera vez que subió a un taxi londinense. Ninguna mano misteriosa de hombre, movida por algún dios, había escrito con letras de fuego, Mane, Tecel, Fares en su garaje; ningún gato negro se entrecruzó en su camino; ningún astro misterioso le envió señales refulgentes desde el firmamento. Ni la religión, ni la superstición, ni la astrología acudieron en su ayuda, anunciándole lo que le esperaba. Mala la habrás Eliseo en esa de Peraleda» . Y no sabía Eliseo la que se le venía encima. Había terminado su última novela y se dirigía a Peraleda. Era su costumbre antes de la entrega definitiva de un manuscrito al editor: retirarse unos días a un hotel del ...
«Hacerse viejo es un martirio, una jodida tortura. Y lo que más jode, por lo menos a mí, es que no puedes hacer nada. Te vas viendo cada día en el espejo y es un desastre, a pesar de que cualquier gilipollas te diga cosas como “qué bien te veo” o “para tu edad estás muy bien”. Qué bien te veo... ¡Y unos cojones! Hacerse viejo debería estar prohibido. Deberían llevarnos a algún sitio, a un hospital o a un matadero, y darnos matarile de un chute o algo así, como en aquel libro de Huxley, ¿o era de Orwell? Joder, últimamente se me olvidan los nombres. Seguro que el capullo del Pirri lo sabe, se lo preguntaré después. Aunque sé que no lo haré porque se me olvidará, porque mis neuronas desgastadas no dan para más. Cuando empiezan a olvidársete los nombres de calles, grupos musicales o directores de cine, date por jodido. Hacerse viejo ya es chungo si has llevado una vida de pureta, pero si eres un tipo como yo, que se ha metido de todo, la vejez es un calvario de la hostia. Te salen pat...
"¿Cuántos años de mi vida transcurrieron antes de que mi cuerpo y mi persona llegaran a ser realmente míos, para poder disponer de ellos a mi gusto? ¿Cuántos años de mi vida perdí antes de conseguir arrebatar mi cuerpo y mi persona del control de las personas que me habían mantenido sujeta desde el primer día de mi vida? A partir de aquel momento, pude decidir qué quería comer, en qué casa prefería vivir, pude rechazar al hombre que por cualquier motivo me inspiraba repulsión y escoger a aquel cuya compañía estaba dispuesta a aceptar, aunque solo fuera porque iba limpio y con las uñas bien cuidadas" . Tuvieron que pasar exactamente veinticinco años para que Firdaus pudiera disponer de apartamento propio y cuenta corriente; pudiera decidir lo que comía y tener a alguien que se lo cocinara. Hasta entonces su vida había ido saltando de la propiedad de un hombre a la de otro y a la de alguna mujer inclusive. Primero el padre y el tío, luego el marido y finalmente Sharifa. Nawal E...
A mí me encantaria tomarme una foto en un café de París, mientras leo. Sentirme como del Club de la Serpiente.
ResponderEliminarEs que con lo que tú adoras Rayuela ya estás tardando en ir a París. Por cierto te recomiendo que leas la segunda entrada de este post, la del relato que ganó el famoso concurso. Estoy segura de que te entusiasmará.
EliminarUn beso.