"Sueño de una noche de teatro" Mónica Gutiérrez
«A sus cuarenta y muchos años, cuando las canas empezaban a teñir las sienes del oscuro cabello de Max Borges, eran mayoría los que opinaban que el director estaba en ese punto de inflexión en el que se deja de ser prometedor para saltar definitivamente a la fama más sublime o desaparecer para siempre en un estrepitoso resbalón».
Y del próximo estreno de Macbeth en el Teatre Nacional de Catalunya, TNC, depende ese futuro hacia la fama o hacia las profundidades del estrepitoso resbalón. De ese estreno y de mantenerse en cartel los tres meses de primavera, depende que la obra sea elegida para ser representada en Edimburgo durante el Festival Fringe de ese verano y «Dependiendo de las críticas de dicha representación, la sociedad [Society of London Theatre, (SOLT)] pondría a su disposición el mismísimo Covent Garden de Londres durante toda la temporada teatral de invierno».
De manera que cuando quedan dos meses para el estreno en Barcelona en Abril, todo son nervios. La única que parece mantener la calma es Elsa, la ayudante de dirección, pero es que ella siempre parece tranquila. Elsa es la mano derecha de Max y, como esa mano que utilizamos sin darnos cuenta hasta que nos duele y se vuelve difícil manejarla, Max no es muy consciente de lo que Elsa resuelve en su compañía desde hace ya diez años, aunque tampoco podría vivir sin ella.
Elsa apareció en su vida cuando su esposa terminaba de huir con Oberon dejándole solo, sin esposa, sin ayudante de dirección (eran la misma persona) y sin Rey de las hadas para su Sueño de una noche de verano, la obra que tenía que estrenar en dos semanas. Ya entonces Elsa dio muestra de su sensatez y su forma positiva de enfocar los problemas. «Su mujer ha demostrado tal falta de gusto y buen criterio al abandonarle por un Oberón que debería olvidarse de ella inmediatamente. Si al menos hubiese sido un Julio César o un Lear, incluso un Otelo, pero un Oberón... Qué desdichada». Allí mismo le ofreció el puesto de ayudante y diez años después sigue siendo el alma de sus montajes, quien resuelve los problemas en los ensayos y quien calma los nervios en los estrenos. Todo saldrá bien es su mantra y parece dar resultado.
Pero hasta las hadas pelirrojas como Elsa pueden cometer errores. «El error de Elsa era dentista y se llamaba Ramón. Llevaban tres años viviendo juntos en un pequeño piso del Eixample». Y los errores pueden manifestarse como tales en el peor momento y poner a las hadas pelirrojas en peligro de venirse abajo cuando menos conviene. Y el error de Elsa se manifestó cuando quedaba poco para ese estreno en el TNC del que tanto dependía para el futuro de Max, cuando le acababan de anunciar que el estreno sería el 5 de abril, cuando Max solo ve problemas y más problemas y de nuevo Elsa, aunque rota por dentro, tendrá que ser quien resuelva y ponga las cosas en su sitio.
«[...] mis brujas son guapas y perturbadoramente sensuales; que mi Macbeth es como una destilería escocesa con calzas; que Macduff tiene una pronunciación en catalán que sería la envidia del mismísimo Pompeu Fabra pero que cecea en inglés; que mi Lady Macbeth parece algo trastornada...
—No me extraña, su marido es un asesino, un traidor y un tirano.
—... y que la dichosa manía de las tinieblas (¡Enzo Pooh, yo te maldigo por tanta ironía trágica y lúgubre del demonio!) hará que los iluminadores se ahorren una pasta en luces. Pasta que se gastarán los escenógrafos en litros de sangre falsa. Ah, sí, y que esta última combinación de oscuridad y sangre (que equilibra milagrosamente el presupuesto) pone de muy mal humor a mi figurinista, porque... ¿cómo va a admirar el público su sublime trabajo de vestuario si los actores no hacen más que estar casi a oscuras o ensangrentados de pies a cabeza?».
Pero eso es solo un resumen de los contratiempos reales o imaginarios que Max ve a pocas semanas del estreno. El lector ya sabe de los problemas que trastornan a lady Macbeth y del entusiasmo etílico de Macbeth y sabe que el estreno saldrá bien. Y como sale bien, toda la compañía viajará a Edimburgo ese verano tras solucionar los problemas de toda índole que van surgiendo con la organización: los gastos del viaje, quién los sufraga, qué se sufraga, cuánto personal puede viajar. Y llega el Festival y encontramos a la compañía en Edimburgo y allí es donde finalmente, se manifiestan los fantasmas. Allí Elsa se entera de algo que la hunde, aunque como buena para resolver conflictos, sabrá salir adelante de la mejor manera. Allí se descubrirá el porqué del odio de Max al director que le robó la idea de Hamlet, obra que él hubiera preferido representar antes de Macbeth.
Mónica Gutiérrez |
Sueño de una noche de teatro es una novela que engancha. Es divertida, está escrita con una prosa precisa y muy hermosa, con toques de humor, de ironía, de crítica socarrona. Nos describe lugares mágicos de muy distinta índole; rincones de Barcelona desconocidos como la Biblioteca Pública Arús que «solo era frecuentada por estudiantes, investigadores o eruditos interesados en la cultura europea de finales del siglo XIX y principios del XX», o muy conocidos como el hotel Ritz que en realidad se llama Hotel Palace; castillos, pueblos, hoteles y demás parajes escoceses de cuento de hadas como el Eilean Donan Castle con su fantasma, o Sky Island con su hotel Flodigarry.
La historia está llena de personajes inolvidables, cada uno con sus peculiaridades, sus luces y sus sombras, más luces que sombras, aunque estas no están ausentes. Personajes de los que no he hablado porque sería ardua tarea mencionarlos a todos y difícil escoger a cuáles se deja de lado y a cuales, no. Personajes excéntricos o demasiado convencionales; serios o tremendamente lunáticos; sensatos o totalmente alocados. A veces todas esas cosas mezcladas en mayor o menor medida.
Esta es la segunda novela que leo de Mónica Gutiérrez. Como la anterior, La librería del señor Livingstone, a la que se hace un e vidente guiño en Sueño de una noche de teatro, pertenece a un género demasiado amable para mi gusto. Transmite sentimientos positivos, todo sale bien, todo termina siendo perfecto. Todo muy Feelgood. Y repito, no es un género que me entusiasme, pero como también suelo repetir, lo importante no es lo que te cuentan, sino cómo te lo cuentan y Mónica Gutiérrez lo cuenta muy bien. Sus historias son ingeniosas, divertidas y tiernas sin caer nunca en sensiblerías. Como ya he señalado, escribe muy bien. Su prosa rezuma sentido del humor, un humor inteligente y muy divertido, capaz de arrancar la carcajada, algo difícil con esta lectora. Es muy ingeniosa, incisiva e irónica, todo ello sin dejar de lado su amabilidad y su simpatía por todos sus personajes, incluidos los que se ve que le caen mal.
Cada una de las dos novelas de Mónica Gutiérrez que he leído me ha dejado ganas de más. La próxima espero que no tarde en llegar. Creo que será Próxima estación. ¿Quién puede resistirse al Orient Express contado por la autora?
Título del libro: Sueño de una noche de teatro
Autora: Mónica Gutiérrez
Nacionalidad: España
Editorial: Ediciones B
Año de publicación: 2021
Año de publicación original: 2021
Nº de páginas: 256
Una historia muy bien ambientada, amable y divertida, como dices, que respira pasión por la literatura y el teatro. A mí también me gusta mucho la forma de escribir de Mónica y ese sentido del humor entre pícaro e irónico que marca el tono de sus novelas. Siempre es muy agradable leerla. Un beso, Rosa. Estupenda tu reseña.
ResponderEliminarLa ambientación salta de Barcelona a Escocia y si en Barcelona nos regala parajes hermosos y muy tranquilos, en Escocia, probablemente uno de los lugares más hermosos del mundo nos
Eliminarlleva a las Tierras Altas después de pasearnos por Edimburgo y su Festival de teatro. Una novela con un aire muy shakesperiano y que denota el amor de Mónica por Reino Unido.
Un beso.
¡Holaaaaa!
ResponderEliminarPues normalmente a mi tampoco me van las lecturas tan felices, en las que todo sale bien y son tan positivas, digamos que soy más dramática ajjaaj pero bueno, de vez en cuando un libro feelgood de estos viene bien, y veo que la autora lo cuenta con mucha ternura y humor y con buenos personajes ^^
¡besotes!
Cuando alguien escribe tan bien como Mónica, con unos personajes tan bien construidos y un humor tan fino, la verdad es que da igual que el género sea feelgood o cualquier otro. Por poco que nos atraiga, ella lo hará agradable y hermoso.
EliminarUn beso.
Coincido completamente contigo. Es una novela con mucha luz y las sombras no son demasiado oscuras. La verdad es que en este caso, la protagonista a veces no me ha caído bien, o no la he entendido, me pareció que se enfadaba sin motivo o que debería haber hablado ciertas cosas antes de llevarse el cabreo.
ResponderEliminarMe encantaron como siempre los lugares y Mónica me dijo que todos eran reales, así que se puede ir.
Besos
Yo me documenté sobre los lugares en Wikipedia y en Google Maps y, efectivamente, ahí están todos: el castillo con su fantasma y el precioso hotel Flodigarry en Sky Island.
EliminarA mí no me importa que los personajes no me resulten simpáticos si la historia me gusta Elsa sí me ha caído bien y eso que no se parece a mí en nada. O en muy poco.
Un beso.
La verdad es que a mí la literatura feel good tampoco me va mucho. Soy consciente de que evidentemente, como en todos los géneros, dentro de ella habrá novelas buenas, malas y regulares. No he leído nada de Mónica Gutiérrez, pero me atraen los escenarios y guiños de sus novelas: lo metaliteraria que parece ser La libería del señor Livingstone, lo shakespeariana que es este Sueño de una noche de teatro´, y nada menos que el Orient Express en la próxima de sus novelas que pretendes leer. Supongo que algún día podría darle una oportunidad a la autora.
ResponderEliminarBesos
La verdad es que Mónica Gutiérrez ha roto mis esquemas respecto al género feel good y las dos que he leído me han gustado y he disfrutado con ellas y con el humor de la autora y su forma de escribir que me gusta mucho. Eso, respecto a la forma, respecto al contenido, sus historias son amables, pero no exentas de reflexión y de detalles interesantes. Por supuesto, también son muy entretenidas.
EliminarUn beso.
Hola. He leído varias novelas de esta escritora y siempre me ha sido un gran placer disfrutar de sus historias y del bienestar emocional que me dejan. Este libro lo tengo en mi lector, a ver si pronto lo leo. Mil gracias.
ResponderEliminarBesos y buen fin de semana.
Pues seguro que lo disfrutas. es una preciosa historia llena de teatro, personajes de Shakespeare y de gente que lo ama y vive para él y su obra. No lo dejes pasar mucho tiempo, creo que es una lectura ideal para cualquier época, pero muy indicada para el verano.
EliminarUn beso y feliz fin de semana para ti también.
Yo tampoco soy mucho de leer novelas feelgood, ya sabes, yo prefiero y me suelo tirar hacia lo "feelbad", jeje. Pero leí de Mónica "Todos los veranos del mundo" y me gustó, hay que reconocer que escribe muy bien, de hecho en la biblio recomiendo mucho sus novelas a los usuarios que me piden lecturas optimistas de esas "que no hacen pensar" (ahora en verano es muy habitual que nos pidan este tipo de recomendaciones, así que las novelas de Mónica me vienen genial porque sé que nunca defraudan, que son un éxito asegurado.
ResponderEliminarMe alegra que la hayas disfrutado
Besos
Estoy de acuerdo en todo salvo en lo de que no hacen pensar. A mí sí que me ha provocado reflexiones curiosas que tampoco quiero comentar por no destripar la trama. De hecho suprimí una cita que iba a poner porque me parecía contar demasiado. Era algo que hacía pensar en lis motivos que a veces tenemos para odiar a alguien y que nada tienen que ver con lo que pensábamos en principio. He leído poco feel good y también prefiero el feel bad, ha, ja, pero Mónica escribiría bien en cualquier género, seguro.
EliminarUn beso.
¡Hola de nuevo!
Eliminarclaro, sí, entiendo que la expresión te coque, porque cualquier libro te hace reflexionar sobre lo que se cuenta, piensas sobre lo que estás leyendo. Me costó darme cuenta en mi trabajo de que cuando me piden lecturas que no hagan pensar (una expresión curiosamente muy usada cuando te piden recomendaciones) se refieren casi siempre a libros con argumentos no enrevesados, sencillos (por supuesto descartados thrillers, y feelbads), con algo de humor a poder ser u optimismo (descartados con desgracias y dramones), del estilo de los de Safier o algunos de Megan Maxwell y para ello los libros de Mónica son geniales, siempre atino, no fallan, gustan mucho y siempre vienen a darme las gracias
Seguro que Mónica escribiría bien en cualquier género, seguro.
Más besos
Es curioso porque lo último que a mí se me ocurriría es pedir un libro que no haga pensar. Puedo pedir un libro entretenido, pero nunca que no haga pensar porque creo que un libro así, si es que existe, me aburriría mucho. De Megan Maxwell no he leído nada, aunque la veo mucho por las redes.
EliminarOtro beso.
La literatura amable, feel good o como quieran llamarle me parece ideal para las noches de verano. También me motiva esa especie de road-movie por Barcelona y con las pinceladas que retrata en Reino Unido. Y por último ese mundo del teatro que hoy en día suena a puro romanticismo artístico.
ResponderEliminarBesos, Rosa.
Max, como yo, adora los montajes con ropas de la epoca, con escenarios de la época. Nada de teatro moderno. Sin voy a ver un Shakespeare quiero siglo XVII a tope y esa es la parte de nostalgia por lo clásico. Su teatro es muy clásico. Y sí, aunque son novelas para cualquier época y momento, un atardecer de verano templado en el jardín de casa con un vino fresco y bueno...
EliminarUn beso.
hola! Acabo de encontrar tu blog,es super lindo,me llamo mucho la atención esta novela ,la temantica del teatro y todo lo que guira entorno a ella me llama mucho. Saluditos cuando gustes te espero en mi blog.
ResponderEliminaratte Aruka C.M.
blogLiterario:Filosofia en mi tocador
Me alegro de que te haya gustado la temática de la novela. Seguro que también te gusta la novela. Y me alegro de que te guste el blog.
EliminarUn abrazo.
Hola Rosa aunque tampoco es de mis géneros favoritos es cierto que leí La librería del Sr. Livingston y me gustó, es una lectura amable, de las que te deja con una sonrisa y me parece una muy buena recomendación para el veranito.
ResponderEliminarUn beso
Pues te animo a leer este libro también. Es amable, divertido, con situaciones curiosas y entornos encantadores.
EliminarEs buena para cualquier momento, pero para el verano, ideal.
Un beso.
Que reseña estupenda.
ResponderEliminarLo de la lectura lo iré viendo.
Muchas gracias y que lo veas bien.
EliminarUn beso.
PARA MI LEER EN INVIERNO O VERANO ES LO MISMO nO ME CAMBIAN LOS GUSTOS QUIZAS AL ESCRIBIR RELACIONE CON EL VERANO MI VIDA PERO EL TIEMPO
ResponderEliminarNO INFLUYE EN MI ANIMO PERSONALIDAD O FILOSOFIA
SALUDOS
qUE MARAVILLA DE ENTRADA
Genial que tu personalidad y filosofía estén a salvo de influencias externas.
EliminarQuerida Rosa: como te comentaba en IG, tu reseña sobre "Sueño de una noche de teatro" se queda para siempre entre mis favoritas de todas las reseñas del mundo. No creo que haya mayor satisfacción para un autor que conectar tan bien con sus lectores. Gracias por destacar todo el trabajo de documentación que hay detrás de la novela, el bagaje cultural y literario, el esfuerzo por pulir prosa y estilo. Mil gracias, de corazón.
ResponderEliminarPues es todo un honor que te haya gustado tanto como para quedar entre tus favoritas. Me alegro mucho de que te haya gustado y convencido la lectura que he hecho de Sueño de una noche de teatro.
EliminarEl trabajo de documentación es notable, también todo ese "bagaje cultural y literario" que mencionas, pero el pulido de la prosa es todo un prodigio que imagino (al menos lo intento) el tiempo y el trabajo que te habrá llevado para dejarla tan depurada y fácil de leer.
Mil gracias a ti y un beso.
Desde que leí La librería del Sr. Livingstone" Mónica me ganó para su literatura feel good. Luego leí"El noviembre de Kate" y aunque no me llenó tanto como la anterior si que me entretuvo lo suyo. Esta última novela suya que hoy nos traes reseñada como solo tú, Rosa, sabes hacerlo me está llamando desde ya. Y como dice Miguel para una tarde de verano ardiente como el actual el "Sueño de una noche de teatro" creo que es una lectura ideal.
ResponderEliminarUn beso
Como sabes, me encantó La librería del señor Livingstone. Sueño de una noche de teatro es igual de buena o mejor aún. Creo que su prosa es más elegante aún, su humor más depurado y la historia, sin pasar grandes cosas, se lee con sumo gusto.
EliminarEn verano o en invierno, te gustará esta novela.
Un beso.
Esta también me la apunto aunque no sé cuándo me voy a poner al día con tanta lectura pendiente. El tono divertido me atrae y siento necesidad de este tipo de lectura con lo que estamos pasando.
ResponderEliminarUn beso.
Ponerse al día con los libros pendientes es algo a lo que ya he renunciado hace mucho. me conformo con elegir entre ellos y pensar en las maravillas que quedarán sin leer.
Eliminareste libro es refrescante y creo que muy adecuado para estos días.
Un beso.
No sé muy bien lo que es la literatura feel good, pero suena a que a uno le deja con un buen sabor de boca y con una sensación de paz interior. Me la reservaré para cuando necesite una inyección de optimismo, je,je.
ResponderEliminarMuchas gracias por darme a conocer esta obra y a su autora.
Un beso.
Yo supe hace poco del feel good que es un género descrito recientemente y que quiere decir más o menos sentirse bien. Es un género amable en el que las historias terminan bien y todo es bonito y agradable. entenderás que no es un género que frecuente porque me gustan las historias más reales y pegadas al mundo duro que nos rodea, pero Mónica escribe tan bien y rodea a sus historias de tanto humor (aunque nunca las calificaría de cómicas) que sus novelas me gustan y las recomiendo.
EliminarUn beso.
Historias de buen rollo las de Mónica. Geniales para levantar el ánimo. Besos
ResponderEliminarMuy buenas historias, en efecto, para levantar el ánimo y para reflexionar mientras se pasa un buen rato.
EliminarUn beso.