"Donde enmudece el silencio" Sara Mañero


Se llamaba Matilde Fernández y temía por sus hijas. Por la belleza de Paquita, la mayor, la que había salido a la madre y a la abuela en complexión, a la que no le gustaba cantar, y con ese rechazar el alivio de unos acordes y unos estribillos buscaba ahuyentar la desgracia.

-Pues si usted canta para no estar angustiada, madre, yo prefiero hacerlo al revés; no pienso estar triste nunca y así no necesitaré cantar. Con lo mal que lo hago, es lo mejor, ¿no cree?

Y no, no lo creía, aunque jamás se lo dijo. Nunca le explicó que la tristeza y la desgracia llegan aunque no se las busque, y si se las busca, más.

Temía por la valentía de Maruja, su Mari, la pequeña -que tenía las manos de Anselma, pero había salido al padre-, la que se pasaba la vida pensando.

Sí, temía por ambas, y al hacerlo se olvidaba de sus propios miedos, como si hubiese dejado de existir en el momento de parirlas.


Se llamaba Matilde Fernández y es la primera de las tres mujeres de tres generaciones de mujeres que nos van a contar su historia. Pero hay más mujeres, aunque ellas no hablen. Está Anselma, la madre de Matilde, acallada por un marido despótico y a la que conocemos a través de los recuerdos de su hija. Y está Paquita, que tampoco habla, pero está siempre presente.

Anselma es la primera mujer. Habla poco como decía. Ha asumido todas las normas que impone su marido. No sabe si le gustan o no le gustan, pero sufre por ellas, aunque las acate. No es que esté en desacuerdo, en realidad está muy de acuerdo porque también son las reglas de su mundo, es que chocan con lo más profundo de sus sentimientos. Tres hijos tuvo la mujer y sobre los tres pasaron las normas y los deseos paternos como una apisonadora. 

«No quería seguir escuchando, lo sé, porque si me dolía conocer la tristeza de un hermano que había creído contento con su vida, aún más me inquietaba descubrir los defectos de un padre que, desde bien pequeña, había juzgado dueño y señor de nuestras existencias y, sobre todo, me aterraba la certeza de que madre, la perfecta señora que jamás se alteraba, ocultara un mundo de insatisfacciones y reproches en su interior. Presentía, de una manera casi avergonzada, que el hogar apacible que abandoné no lo era tanto, que el mundo sosegado que recordaba se había transformado en algo incomprensible». 

Matilde es la segunda mujer, la primera que habla y por la que conoceremos la realidad de Anselma, su madre. Lo recuerda todo en una terrible noche de 1936. Se lo cuenta a Pedro que intuimos, hasta que ella nos lo dice, que es su marido. En esa noche se está despidiendo de él porque sabe que no lo volverá a ver. Por entonces tiene dos hijas, Paquita y Maruja, su Mari. Las tres se apellidan Fernández. Las tres llevan el apellido de Matilde, aunque las niñas sean de distinto padre. El de Paquita murió sin saber siquiera que iba a ser padre. El de Maruja ha sabido de su paternidad, pero su matrimonio con la madre, que esta vez sí lo hubo, va a ser borrado por la historia. 

La historia de Matilde es la más complicada y la más angustiosa. Lo es por la situación en la que recuerda, esa noche en la que se está despidiendo de Pedro que, no pasará de ese amanecer, pero también porque su evolución es inesperada. De niña rica de familia acomodada, pasará a vivir con estrecheces en una casa prestada por unos familiares. Los hechos más angustiosos de la Historia de España en la primera mitad del siglo XX se cernirán sobre ella arrollando a su paso ilusiones y esperanzas. 

Viene después Maruja que nos habla ya anciana en un tiempo actual. Está zurciendo, como tiene la sensación da haberse pasado la vida. Zurciendo, ahora para sus nietos como antes zurció para su madre y su hermana 

«Y aquí estoy, zurciendo, que es lo mío. Es que estos nietos no paran de hacerse sietes y, aunque ya sé que hoy en día no es como antaño, que había que darle mil vueltas a la ropa, ni estamos tan necesitadas como entonces, no me acostumbro a tirar las prendas a la primera de cambio. Y no es que Soledad me lo haya pedido, que lo mismo hasta se molesta, vete tú a saber, que mira que mi hija se comporta un poco rara estos últimos meses, pero eso de estar una mano sobre otra no es lo mío, y ya que tengo que pasar aquí la tarde, pues me entretengo con algo de provecho».

Maruja vive en Madrid. Ella tampoco  lo ha tenido fácil. Y es que, al igual que a su madre, la historia le ha robado parte de su vida. Ha vivido mejor, en la capital, con más desahogo económico, sin la losa del que dirán, pero igual ha tenido que sacar adelante a su hija sin un padre, aunque nunca le ha faltado el apoyo de Matilde y de Paquita. En eso también su vida ha sido más fácil. No ha tenido que enfrentarse a la soledad en la que quedó sumida Matilde por dos veces. 

La última historia es la de Sole, la hija de Maruja. Aunque también es la que empieza la novela. Sus peripecias se narran en segunda persona. Alguien se dirige a ella contándole sus propios recuerdos, sentimientos y frustraciones. Tal vez es ella la que habla consigo misma. Sole se crio entre mujeres: su madre, su abuela y su tía Paquita. Tal vez por eso no estuvo muy acertada a la hora de escoger marido. Le faltaban referentes, buenos y malos, conocimientos sobre lo que debía buscar y lo que debía rechazar en un compañero de vida.  «No, no quisiste oír a nadie. Ni siquiera a tu abuela, a esa mujer cuya historia repetías con tu embarazo adolescente y cuya mirada no supiste interpretar entonces, pese a taladrarte con los ojos, porque has tardado años en comprender la inclinación de su rostro, la laxitud de sus manos, el suspiro que se escapó de su pecho. Temías que fuese rechazo y te replegaste, te escondiste en una fuerza que creías inagotable, aunque la tristeza de esa mujer, ya casi una anciana, te doliera más que la de tu propia madre».

Sole es una mujer de los tiempos actuales. Sus problemas son los mismos que los de muchas mujeres de ahora. El matrimonio, más o menos feliz, menos, en su caso; la necesidad de romperlo, de romper con todo lo que la aprisiona y levantar la voz donde nunca se había atrevido a levantarla. La novela empieza como termina. Sole sobre una cama, en una habitación fría, impersonal, higiénica, pensando que también eso pasará como pasa todo. «Todo pasa. También esto pasará. Sí, todo pasa. Antes o después. Incluso esto, sí, también esto pasará. Lo sé. Porque todo pasa, todo...».

Sara Mañero

Tres momentos históricos, tres mujeres (más otras dos) de las que vamos sabiendo sus vidas, unas vidas muy marcadas por los distintos tiempos y las distintas peripecias a las que las abocó la historia, pero también muy similares. Tres mujeres fuertes que terminan por imponerse a las circunstancias y por salir adelante, con dolor pero victoriosas. Una magnífica novela de tono intimista y tan maravillosamente escrita como ya estamos acostumbrados en la trayectoria literaria de la autora.

Esta es otra de esas novelas que Sara Mañero llama de cajón, como la anterior que traje al blog, Quizás desde la ventana. Dice la autora en el prólogo a Donde enmudece el silencio

«He querido escribir este prólogo para aquellos que nunca habéis asistido a mis presentaciones, para que sepáis que, tras cada novela de tintes históricos, escribo siempre otra de tono más intimista. Lo explico con frecuencia en esos actos, quizá porque siempre hay quien me pregunta si me ocupo de otros géneros. Y también explico que, por alguna razón que desconozco, estas últimas obras se quedan siempre guardadas en el cajón. Quizá sus temáticas, mucho más personales, resulten delicadas o, tal vez, sea una mera cuestión de número de páginas, pues suelen ser más breves. Confesaré que, después de pasar meses documentándome tan a fondo como soy capaz, meses en los que vivo absorta en otros tiempos, en que hasta la lengua debe alterarse, necesito una pausa, un retorno a la realidad presente. Y son estos manuscritos intermedios los que me ofrecen ese merecido descanso, ese camino de regreso».

Donde enmudece el silencio

Comentarios

  1. Hay temas que, por mucho que se haya escrito sobre ellos (como sería la vida y milagros de una saga familiar compuesta por varias generaciones de mujeres), no dejan de ser muy interesantes. Contemplar las vivencias de esa saga familiar en tiempos convulsos y en ambientes restrictivos, resulta muy aleccionador, porque suelen representar situaciones que bien pudieron ser reales en una España de comienzos del siglo XX, donde las mujeres poco o nada podían hacer para sentirse mínimamente libres, sin presiones de los padres o del marido.
    Y si esta temática está escrita con brillantez, mejor que mejor.
    Un beso.

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    1. A mí también me gustan las generaciones de mujeres que van narrando su historia (o la narra un narrador). Además, situadas esas historias en los momentos en que lo están, se hacen más interesantes aún para mí. La evolución de la mujer es algo que queda claro mediante las distintas vidas de las tres protagonistas, cinco si contamos a Anselma y a Paquita. Evoluciona la situación de la mujer y evoluciona el país, aunque éste no siempre para bien. y sin olvidar la prosa de la autora que siempre es un plus. Muy recomendable.
      Un beso.

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  2. ¡Hola! me gusta todo lo que nos cuentas sobre esta novela, de esta autora que te encanta y que yo aún no he leído. Me gustan las novelas con predominio de mujeres protagonistas, en este caso tres mujeres de la misma familia en tres momentos históricos distintos, y la ambientación a comienzos del siglo XX también me llama, por no decir de esa manera de escribir que tiene la autora (según los párrafos que nos pones). Entiendo por ese prólogo que esta es una novela no tan histórica y más intimista, eso para mi es un plus adicional
    Estás a tope con Sara Mañero!!!
    Un beso.

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    1. Esta es una novela de esas que la autora llama "de cajón", como la anterior que reseñé hace unos meses y que, por cierto, veo que no he puesto en la lista de lo leído de Sara Mañero. Tengo que corregirlo.
      La ambientación abarca todo el siglo XX porque las generaciones de mujeres se van sucediendo y se llega a momentos que incluso pueden estar ya en el siglo XXI.
      Me gusta mucho Sara Mañero. La conocí en un grupo de Facebook del que formamos parte, Los libros de Carmen y amig@s. Allí conocí también a Lorena. Hace tiempo que no funciona, aunque Carmen sigue organizando el Tarro-Libros de cada año. Era muy interesante. Hacíamos lecturas conjuntas con tertulia posterior en Facebook que resultaban muy bien.
      He leído todo lo que ha publicado y creo que merece más atención del público. Siempre se queja de que no vende casi nada y es una pena porque hay verdaderos best sellers que hacen furor y que son malísimos comparados con los libros de Sara. Lo que pasa es que ella es una autora para degustar con calma, cosa que no se lleva hoy en día.
      Un beso.

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  3. Hola otra vez.
    Este no me lo llevo. Aunque tengo alguno apuntado de la autora, me suena que el de la luz.
    Lo que me pasa es que los libros de hombres ausentes no me acaban de gustar aunque hay maravillas y las he leído algunas pero prefiero que haya un poco de todo. No digo que tenga que ser a la par, pero sí alguno. Lo mismo me pasa si son todo hombres o todos buenísimos.
    Además por las fechas, me temo lo peor.
    Besos

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    1. Bueno, no están ausentes los hombres. de hecho tienen bastante presencia porque, para bien o para mal, influyen mucho en las vidas de estas mujeres. Padres, maridos o hermanos son fundamentales en esas vidas. Yo creo que los libros de Sara mañero, este u otros, te podrían gustar.
      Un beso.

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  4. Gracias, Rosa, por leerme siempre con cariño, por reseñarme, por seguir mis publicaciones. No tengo muchos lectores, pero sois tan fieles que me desarmáis. Diez años llevo en esto de la literatura impresa. Diez años me di como prueba. A ver qué pasa, me dije un mayo de 2015. Y aquí estoy, decidida a tirar la toalla, salvo catástrofe, pero tus palabras, tu tiempo y tu cariño me retienen. De momento.¡Gracias!

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    1. Yo te diría que no tires la toalla. Me encantan tus libros. Como le digo a Marian más arriba, hay auténticos best seller que no le llegan a tus libros a la suela del zapato. Pero claro, tú sabes mejor qué es lo que te apetece y consideras más conveniente. Para tus fieles lectores sería triste dejar de leerte, pero igual se está haciendo demasiado pesado y doloroso para ti. Ojalá con las reseñas consiguiéramos algo, pero me temo que mi blog tampoco llega a muchos lectores, aunque como tú los tengo muy fieles.
      Yo, de momento, quedo esperando tu próxima novela.
      Un beso.

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  5. ¡Hola!

    Jamás me cansaré de leer la historia de varias generaciones de mujeres. No conocía este título y pinta genial, así que me lo llevo apuntado. ¡Muchas gracias por tu reseña!

    Nos vemos entre páginas
    La vida de mi silencio

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    1. Si te gustan las historias de mujeres de una misma familia, te gustará esta novela. No la dejes pasar.
      Un abrazo.

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  6. ¡Hola, Rosa!
    Me encantan las novelas intimistas, y más aún si están escritas en femenino, además la ambientación histórica me parece maravillosa y llama mucho mi atención.
    Tres generaciones de mujeres luchadoras, nada fácil tener que que vivir en esos tiempos tan complicados y además salir adelante con todo, ellas solas y sin apoyo :(
    Conocí a la autora gracias a tus dos reseña anteriores, dice mucho que hayas leído todas sus novelas, no hay duda de que la tendré muy en cuenta.
    Un beso y feliz semana ;)

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    1. Pues esta novela tiene todo eso que te gusta. La prosa de Sara Mañero, sobre todo en este tipo de novelas, es muy intimista, muy bella, muy desde el punto de vista femenino. Cuatro generaciones (si contamos a Anselma), cinco mujeres (contando también a Paquita) y unos momentos de la historia de España bastante convulsos (como lo fue casi todo el siglo XX) hacen de esta novela una lectura sumamente interesante y entretenida. De las que cuesta soltar. Creo que te gustará.
      Un beso.

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  7. Qué gran historia parece que cuenta esta novela, Rosa. Mujeres atrapadas por las circunstancias del momento histórico que les tocó vivir, sobreponiéndose a ellas y marcando el ritmo de ese S.XX tan convulso y tan cambiante. Me ha encanto lo que cuentas sobre esta novela y me ha parecido preciosa tu reseña. Un beso y anotada, por supuesto.

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    1. Muchas gracias, Marta. me alegro de que te haya gustado la reseña. A veces, y ésta es una de ellas, me da la impresión de que no le hago honor al libro y me quedo muy lejos de transmitir todo su valor. La verdad es que Sara mañero es una autora a la que merece la pena seguir. Ojalá la disfrutes.
      Un beso.

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  8. Hola, Rosa.
    Qué vidas, de esas que ahogan simplemente al contemplarlas. No es la sumisión, es creer que esa realidad es la única válida y correcta, entiendo, aunque no comparta que se necesite validar una enseñanza como única, para que no te destruya interiormente, pero, aun así, esa frustración genera dolor y éste suele cederse sin contemplaciones.
    Me la apunto, para conocer a estas mujeres, distintas épocas, visiones, pero un núcleo común, que es la familia. Cada mujer aprende de sus antecesoras, nuestras abuelas y madres dejaron una huella que nunca termina de diluirse del todo.
    Un beso.

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    1. Ciertamente algunas de las vidas de esta novela ahogan. Ver la situación de dependencia, la imposibilidad de dar cumplimiento a los deseos y a las capacidades por el simple hecho de ser mujer, ahoga. Aunque tampoco algunos hombres de la historia se libran de la autoridad y el yugo que otros les imponen.
      Hay reacciones distintas a esa dominación. Anselma es sumisa y acepta aunque le duela, pero el resto son más reacias a tragar y se rebelan cada una a su manera y de acuerdo a las condiciones que impone la época y el momento político y social. Muy interesante y recomendable.
      Un beso.

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  9. Me atrae mucho esta historia, este trío protagonista femenino, la época en que se desarrolla... A ver si me animo y me estreno ya con esta autora.
    Besotes!!!

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    1. Anímate porque Sara Mañero es una autora que no se debe dejar pasar. Tanto sus novelas históricas como éstas más intimistas son obras muy trabajadas, con una prosa sumamente cuidada y unas tramas muy interesantes y que enganchan.
      Un beso.

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  10. Buenas tardes, Rosa.
    Me gustan mucho, pero mucho, las historias protagonizadas por mujeres que han sido escritas por mujeres. Más allá de la temática argumental, suelen ofrecer un espacio mágico para reflexionar sobre el complejo y rico mundo emocional femenino. Me apunto esta novela de Sara Mañero. Muchas gracias por el descubrimiento.

    Un abrazo, y feliz lunes!!

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    1. Hola, Undine.
      A mí también me gustan las historias de mujeres escritas por mujeres. De hecho, últimamente he leído varias, algunas de las cuales he traído al blog aunque otras se han quedado fuera. Estoy de acuerdo contigo. El mundo interior de las mujeres es rico y complejo y da para mucha reflexión cuando se sabe narrar bien.
      Un beso.

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  11. Respuestas
    1. Sí, escribe de maravilla y todas sus novelas son muestra de ello.
      Un beso.

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  12. Hola.
    Pues me has creado otra necesidad, y tengo el mueble de lecturas pendientes hasta arriba.
    Gracias por la reseña y tomó muy buena nota, esas sagas de mujeres me atrapan.
    Feliz día.

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    1. Y encima, tan bien escrito y con unos escenarios políticos tan interesantes. Seguro que te gusta.
      Un beso.

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  13. Hola Rosa, a mí me gusta mucho como escribe Sara aunque solo he leído Atrapando la luz; como no es habitual verla ni en bibliotecas ni en librerías a mí se me va quedando atrás. En mi opinión es una autora que tiene menos reconocimiento del que merece. Besos.

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    1. Estoy totalmente de acuerdo contigo. De hecho se está planteando dejar de publicar porque la lee poquísima gente y sería una pena porque para lectores que no buscamos modas ni lecturas trepidantes o ligeras, inanes en todo caso; para lectores a los que nos gusta degustar con tiempo y que nos arañen con reflexiones y nos deleiten con una prosa precisa y preciosa, Sara es una autora ideal. Yo creo que he leído todo lo que ha publicado y todo me ha gustado.
      Un beso.

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