Sin reseña XI


Me he dado cuenta de que hace ya varios meses que se cumplió un año de esta sección de mi blog. Concretamente, el 19 de abril de 2017, se publicó "Sin reseña I". No pensé que en menos de año y medio iban a ser ya once las entradas con las que cuenta.
Pasa el tiempo, pasan las lecturas y sin más preámbulo vamos a abordar esta nueva y undécima entrega.


"La desaparición de Stephanie Mailer". Joël Dicker.
Hace ya varios años que leí "La verdad sobre el caso de Harry Quebert". Aún no tenía blog por lo que no hay reseña de esta novela. Recuerdo que la leí a gusto, me entretuvo... y poco más, porque soy incapaz de recordar nada acerca de lo que trataba.
Tiempo después intenté leer "Los últimos días de nuestros padres", pero me estaba resultando tan aburrida que la dejé a poco de empezarla. No me pasó lo mismo con "El libro de los Baltimore", una novela en la que la pequeña intriga que tiene es un misterio más familiar que policíaco. Ya adelanto que, de momento, es la que más me ha gustado.
Porque, ¿qué decir de "La desaparición de Stephanie Mailer"? Nada que no sepáis acerca de su éxito en redes sociales y blogs literarios. No he visto a nadie ponerle la más mínima pega (tampoco es que yo lea todos los blogs del mundo) y ya me fastidia hacerlo yo, pero desde luego no ha cumplido las expectativas que podía tener.
Hay que reconocerle al libro que entretenido, es muy entretenido; que tiene unas características que me atraen mucho y que me hicieron empezar a leerlo a pesar de tantas alabanzas (suelo huir de los libros muy mediáticos o muy famosos): saltos en el tiempo para contar el presente y acontecimientos ocurridos con veinte años de diferencia, narración por parte de distintos personajes, una sinopsis muy intrigante, una ambientación entre Nueva York y los Hamptons que me resulta muy atractiva...
Y todo eso es cierto, y además tiene su cuota de crítica, por ejemplo a la cultura popular y a los críticos prepotentes ("Ya sabe que solo una ínfima parte de la población puede darse cuenta por sí sola de qué es bueno de verdad. Por desgracia, como actualmente todo el mundo quiere opinar de todo y hemos visto cómo ensalzaban auténticas birrias, a nosotros, los críticos, no nos queda más remedio que poner un poco de orden en ese circo. Somos la policía de la verdad intelectual"); a la comida basura y el trato discriminatorio hacia las clases desfavorecidas ("Hace unos años, acusaron a Grassinos de cebar a los niños en el comedor escolar y, para compensar, costeó el reparto de manzanas [...] la fruta estaba llena de pesticidas y los niños desarrollaron cáncer. [...] tuvieron suerte dentro de lo malo; eran niños de barrios pobres y, afortunadamente, los padres no tenían recursos para meterse en juicios"). Pero como se puede ver por las citas que me permito poner como ejemplo, se trata de una crítica simplona, evidente y bastante poco sutil.
Por si fuera poco, la resolución del caso es una mala copia de un clásico del género negro. No lo puedo considerar homenaje porque entonces tendría que haber algo que lo indicara y nada aparece para así manifestarlo. Entonces ¿cómo diferenciar entre homenaje y simple copia?
Es cierto que el autor es muy joven y puede que su evolución le lleve a adquirir una calidad de la que, hoy por hoy, carece. Aunque teniendo en cuenta que es su cuarta novela y con tanta fama acumulada, esa calidad debería venir ya de oficio. No es así. Aunque, por supuesto, solo desde mi punto de vista.


"El verano del comisario Ricciardi". Maurizio de Giovanni.
El comisario Ricciardi es una de esas series que tenía abandonadas hace casi cuatro años. Esta es la tercera novela que leo y las otras dos lo fueron antes de abrir el blog por lo que nunca han aparecido en él. El protagonista es Luigi Alfredo Ricciardi, uno de los personajes más entrañables, a la vez que inquietantes, de los que pueblan las series policíacas. Ricciardi es comisario en la Jefatura de Policía de Nápoles y lo es en los recién estrenados años treinta del pasado siglo, cuando el fascismo estaba en todo su apogeo. 
Ricciardi, que nació con el siglo, tiene treinta años cuando empieza la serie. Entre una novela y otra pasa tan solo una estación de ahí los títulos. Las otras dos son "El invierno del comisario Ricciardi" y "La primavera del comisario Ricciardi". 
Y si interesante es el contexto social (Nápoles es todo un contexto social en cualquier época), político e histórico, no menos interesante es el contexto personal del comisario. Porque en su vida existe algo que le impide ser feliz, algo que lo mantiene solo y alejado del amor. Él lo llama "el Asunto" y es algo que no se siente con derecho a compartir con nadie, y mucho menos con una hipotética mujer: es capaz de ver los espíritus de gente que ha muerto de forma violenta y de escuchar sus últimos pensamientos, justo lo que se les estaba pasando por la cabeza en el momento de morir.
Es "el Asunto" lo que le mantiene solo, compartiendo su vida únicamente con la tata Rosa que le cuida desde que se quedó huérfano siendo niño y contemplando desde la ventana de su dormitorio la ventana del edificio de enfrente donde la joven Enrica pasa las noches bordando.
En esta novela de la serie una joven duquesa ha sido asesinada y lo que sobran son los sospechosos: su hijastro, su amante y hasta su marido, el viejo duque postrado en cama esperando una muerte próxima. Pero nada es lo que parece y, cuando descubra por fin al asesino, no podrá dejar de pensar que a veces, "la solución es muchísimo peor que el daño. Y nunca hay solución para la solución"
Se trata de una serie de novelas con profundas reflexiones, certeros y perfectamente dibujados personajes y descripciones absolutamente cautivadoras del Nápoles de la época. De estas últimas quiero dejar constancia con un par de citas:
"El viernes por la tarde la ciudad no quiere saber nada de pobreza y hambre. En los callejones las gallinas escarban en la basura y los séquitos de niños persiguen al pazzariello, el pregonero que suda dentro del pesado uniforme mientras hace girar el bastón, tocando el tambor e invitando a todos a la apertura de alguna tienda. Las comadres se cuentan sus secretos aullando de un balcón a otro, mientras tienden las sábanas en el alambre que une edificios situados a pocos metros de distancia".
"El domingo es una fiesta. Pero parece una guerra. Los ejércitos acuden convocados por las campanas, que anuncian la misa de siete con tonos de reproche por no acordarse en primer lugar de Dios y demorarse en los jergones con las ventanas abiertas de par en par para dejar entrar un soplo de aire".


"Volar en círculos". John Le Carré.
Este es el penúltimo libro escrito por John Le Carré. Se trata de un ensayo autobiográfico escrito en 2016. Tras leer hace unas semanas su novela "Llamada para el muerto", como siempre hago, sobre todo desde que tengo el blog, indagué un poco acerca de sus últimas obras, vida, etc. Y me encontré con este libro. Tal y como se describe en la propia editorial Planeta ("En este apasionante relato, el autor comparte con el lector la historia de su vida, la historia de la segunda mitad del siglo XX"), pensé que era un libro autobiográfico y me apresuré a hacerme con él, pues la vida de este hombre, que dejó los Servicios de Inteligencia británicos para dedicarse a la escritura y cuya infancia siempre se ha descrito como poco afortunada, me resultaba de lo más atrayente.
No es exactamente una autobiografía. No empieza con su nacimiento o infancia; los hechos no están contados siguiendo un orden cronológico, no habla (apenas) de matrimonios, hijos, etc. No, definitivamente, no es una autobiografía al uso.
El título le va de maravilla porque, en efecto, lo que hace el autor con los episodios de su vida que nos cuenta es volar en círculos alrededor de las ideas y los hechos: de un tiempo a otro más pretérito, y de nuevo a un pasado menos remoto para adelantarse casi hasta el presente; de una zona del mundo a otra (África, Israel, Rusia, Panamá, Suiza, Inglaterra, como no, Alemania, tanto oriental como occidental...); de unos acontecimientos a otros (genocidio de Ruanda, caída del muro de Berlín, la Rusia soviética, la un poco menos soviética de la glásnost y la perestroika, la Rusia posterior con sus mafias y el desmantelamiento de todo un poderoso estado, el conflicto palestino-israelí...); de unos temas a otros (los hechos o personajes que inspiraron sus libros, las películas que sobre ellos se realizaron o las que se frustraron, el espionaje, como no...).
Me ha resultado mucho más interesante que si hubiera sido una biografía al uso. 
Para amantes del autor y su obra, imprescindible.


"Maldita verdad". Empar Fernández.
Esta es la última entrega de la "Trilogía de la culpa" de Empar Fernández. La primera entrega, "La mujer que no bajó del avión", fue la que más interesante me resultó. Creo que es la más elaborada. La segunda, "La última llamada", entró en la primera entrada de mi serie "Sin reseña". Me pareció más floja, aunque la razón para meterla en esa sección no fue tanto que no me hubiera gustado, como el hecho de tener mucho leído y poco tiempo para hacer reseñas. Ello unido a la dificultad de explayarme con las situaciones de la novela, para no revelar más de la cuenta, la llevaron a recibir tan solo un breve comentario en dicha sección.
Ya allí dije que leería la tercera de la serie porque realmente "La última llamada" no fue disuasoria ni mucho menos.
Con "Maldita verdad" me ha sucedido algo extraño. Lo que trata es interesante; la culpa, la casualidad, lo inoportuno de ciertos momentos, pero que tiene la importancia suficiente como para desencadenar una tragedia; todo ello hace que la novela resulte atractiva, pero no me ha gustado su protagonista, no he conseguido creérmelo. Ese jovencito que estudia criminología, que limpia el piso de su abuela para instalarse en él mientras su madre y sus tías consiguen venderlo, que se enamora a primera vista de la primera compañera de facultad que le pregunta por la copistería, que sale de casa de sus padre con los tupper de comida para la semana, que sigue dependiendo del dinero que le sueltan sus progenitores para poder subsistir. Ese joven Raúl Forcano me ha resultado un personaje con el que no he conseguido simpatizar. Inmaduro, eterno adolescente dependiente al que todo le viene sin esfuerzo. Hasta el trabajo que investiga en esta novela se lo ha proporcionado su tía. Parece uno de esos jovencitos acostumbrados a recibirlo todo sin dar mucho (o nada) a cambio. Hasta las reformas de la casa de la abuela se las resuelve, a medias es cierto, otra persona.
Cuando Olga le contrata para que investigue las causas que han podido llevar a su hijo de dieciséis años a suicidarse, poco puede imaginar que el caso le va a poner en peligro, le va a romper el corazón y le va a enseñar que, a pesar del código deontológico que le enseñan en sus clases, hay veces en que lo mejor es ocultar la verdad tras la sonrisa amable y consoladora de una buena mentira.


"Un mal nombre". Elena Ferrante.
Esta es la segunda entrega de la serie "Dos amigas" de Elena Ferrante, que si ha venido a la sección "Sin reseña" es porque no tengo mucho que decir de ella; mejor dicho, no puedo decir mucho porque no quiero ni destripar esta novela ni la anterior. Continúa la narración que Lenù, Elena, comenzó en "La amiga estupenda" al enterarse de que Lila había desaparecido. Elena y Lila continúan donde las dejamos al terminar la novela anterior. Ahora tienen dieciséis años y la vida empieza a complicarse. La camaradería y los días eternos que las dos niñas pasaban en juegos y lecturas se irán diluyendo en un mundo de estudios, trabajo y obligaciones variadas que harán que ya no puedan pasar tanto tiempo juntas, que se pasen incluso meses o años sin verse, pero Lenù puede seguir contando la historia de ambas. Lo que no conoce de primera mano lo sabe porque "en la primavera de 1966, en un estado de gran agitación, Lila me confió una caja metálica con ocho cuadernos"
De esos cuadernos irá sacando Lenuccia la información para poder contarnos todo lo sucedido durante unos años cruciales en la vida de ambas amigas; esos años en los que la adolescencia se transforma en juventud y la gente lucha por sus ilusiones o se resigna a que las ilusiones no son más que ilusiones y se conforma con la vida; en los que los sentimientos buscan los grandes amores que parece que llegarán sin remedio o se agarran a lo que va llegando por si acaso no viene otra cosa. 
Seguiré con estas novelas. Los personajes ya me han enganchado y necesito saber lo que les sucede y por qué desaparece Lila con más de sesenta años. Además quiero ver cómo evoluciona el ambiente en el que se desenvuelve la historia. Espero ver en las novelas cómo va cambiando ese barrio trabajador de Nápoles a medida que pasan los años. Aunque tampoco sé si el resto se seguirá ambientando en esa ciudad, pero en la que sea, seguro que el ambiente y la historia me siguen enganchando.


Comentarios

  1. ¡¡¡Hola!!!!
    Me gusta un montón esta sección así que enhorabuena por estas 11 entregas.
    Me quedo con John Le Carré, que me encanta.
    Un abrazo y feliz finde.

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    1. Me encanta John Le Carré. De todos los que aparecen en esta entrada, es el maestro indiscutible a años luz. Si no le hice una reseña en condiciones es porque al ser un libro de ensayo, a medias entre la autobiografía y las memorias literarias, me resultaba un poco difícil. Eso unido a que por esos días se me amontonaban las lecturas (era verano; quién lo pillara) y no daba abasto a escribir reseñas, hizo que me decidiera por este breve comentario.
      Quince libros he leído del autor y aún falta el primero que me decepcione.
      Un beso.

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  2. Me leí la obra completa de Elena Ferrante de un tirón, no pude parar. Tiene sus fallos, pero me resultó intrigante, me gustó cómo diseccionaba los sentimientos entre las personas y como retrata la historia de Italia en esos años 70,80,...La historia se sigue desarrollando en Nápoles y otras ciudades como Turín. Además, de esta tetralogía (si no recuerdo mal, son cuatro) tiene otras tres novelas cortas muy muy interesantes. Quizá hasta más.
    Y ahora un pequeña opinión crítica sobre lo que acabo de leerte al pie de los comentarios, que con ellos se reflexiona, se debate y se aprende más... Ay, cuánto me hubiera gustado que así fuese. En realidad, cuando participaba más en los intercambios de comentarios, observé que la mayoría (una grandísima mayoría) buscaba la opinión complaciente y acrítica. Pienso que pocas personas desean aprender en este medio por los comentarios críticos (y educados, que no están reñidos). Solo buscan elogios y que les confirmen que escriben de maravilla. Y la gente se acomoda a esa expectativa por lo que, muy obediente, solo emite juicios halagadores, tal y como corresponde al rol de lectores de blog que intercambian comentarios.Si apuntaba algo en contra (y siempre fui educada, como ahora) ya me podía esperar la respuesta de alguien incómodo y herido. Por otro, la emisión de comentarios en muchos casos son interesados. Ya lo he dicho en otras ocasiones y los hechos lo confirman: tener muchos no es signo de la calidad de la entrada sino de lo que una se curra el blog escribiendo halagos en los blogs ajenos. Me parece agotador. Dejas de comentar a los demás (o emites alguna idea levemente crítica) y te desaparece todo el mundo.Esta reflexión ya la he expresado, y creo que me la has leído. Pero no ceso de aspirar a un mundo (en pequeñas escalas) un poquitín más libre, crítico, y exigente con la cultura y el arte.
    Un gran beso, Rosa.

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    1. Observación: hay alguna errata, alguna palabra que me salté y alguna tilde en el cómo de pregunta indirecta que me falta y ya no puedo corregir. Besos, de nuevo.

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    2. Totalmente de acuerdo contigo: las novelas de Elena Ferrante tienen sus fallos, pero enganchan. Sientes necesidad de saber qué les sucede a los personajes y cómo evolucionan la sociedad y las ciudades.
      Respecto a lo que dices de los comentarios, lo que más me gusta es cuando se establece un debate sobre la calidad de un libro reseñado o sobre alguna de las ideas que de él se deriva. Es en ese aspecto donde creo que se puede aprender.
      Respecto a la crítica directa, buena o mala, hacia el autor del blog y su hacer, ya es otro tema. Es cierto que hay mucha complacencia absurda y mucho buscar el halago, pero creo que todos sabemos con quien tratamos. Yo no miento cuando hago una crítica positiva o alabo un escrito (reseña, relato o lo que sea), pero si tengo que hacer una crítica negativa, prefiero hacerla con un mensaje privado. Al menos con la gente amiga.
      Yo creo que ya de dejé de aspirar a que el mundo cambie. Casi prefiero que se quede como está, no vaya a ser que cambie a peor, que es la tendencia que se va viendo, al menos en cuanto a criterio, capacidad de crítica, personalidad en las opiniones, etc.
      Un beso, guapa.

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  3. Hola Rosa.
    En lo concerniente a mi blog (y otras cosas...), soy muy despistado para recordar sus aniversarios y otras efemérides que tengan que ver con mi actividad en la bitácora, no me suelo fijar, ni siquiera llevo la estadística de los libros leídos, etc, soy muy anárquico para eso.

    Como acabo de leerlo y llevarlo al blog, pues también me quedo con J. Le Carré, me ha gustado esa prosa descarnada que retrata perfectamente el carácter sombrío de la Guerra Fría.

    Autores como Dicker me producen cierta resistencia, ya que me los encuentro hasta debajo de las piedras y eso me provoca alejarme, son manías mías...

    Pues tu sección me parece muy reveladora.
    Un beso.

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    1. Yo soy terrible también para recordar aniversarios, pero me entró curiosidad por ver cuándo había publicado mi primera "Sin reseña" y descubrí que fue en abril del año pasado. El segundo y tercer cumpleaños del blog, pasaron sin darme cuenta, pero para el cuarto, en unos días, preparo una entrada especial.
      Para mí, como le digo a Gemma, también Le Carré es el mejor sin comparación de todos los autores que aquí aparecen.
      A mí también me echan para atrás esos libros y autores que están hasta en la sopa, pero alguna vez tengo un pálpito que me lleva a leerlos. Una pena que a veces mis pálpitos se equivocan. Con "La desaparición de Stephanie Mailer" sabía que podía desembocar en decepción, pero tenía curiosidad por ver cómo había evolucionado el autor. Veo que ha ido hacia atrás. Su tercer libro, "El libro de los Baltimore" es bastante mejor que este cuarto. Creo, nunca digas de este agua..., que no volverá a intentarlo con él.
      Un beso.

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  4. Yo también le puse unas cuantas pegas a la novela de Joel Dickers porque me sobraron subtramas, personajes y páginas. Está muy bien escrita, pero no llega al nivel de la novela que lo encumbró a la fama. De Maurizio de Giovanni he leído El invierno y tuve sentimientos encontrados con ella. En cuanto al resto...no han pasado por mis manos. Besos

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    1. Fíjate que para mí, el mejor libro de Dicker sigue siendo "El libro de los Baltimore". "la verdad sobre el caso..." no me dejó huella. Recuerdo que me resultó entretenido, sin más. Este me ha resultado algo similar, aunque de peor calidad. Es muy fácil de leer, engancha y entretiene, posee recursos narrativos que me gustan mucho, pero tiene fallos muy notables.
      El comisario Ricciardi para mí es un personaje maravilloso. Mira que no me gusta demasiado la fantasía (y solo fantasía se puede considerar el ver a los muertos y escuchar su último pensamiento), pero hay autores que la usan de tal forma que parece más real que la realidad de otros menos hábiles. La considero una de las mejores series policíacas. que tengo entre manos.
      Un beso.

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  5. hola! con Le Carre no puedo, las mafias me aburren a muerte, probaremos asi de cabeza con el comisario Ricciardi parece muy a nuestro gusto, y de Joel Dicker en su momento lo queria leer a rabiar, no lo consegui y ahora como que no me atrapa tanto, os pasa de que deseas a rabiar un libro y cuando lo puedes leer perdio el encanto?? fantastico tu trabaj, gracias, saludosbuhos!!

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    1. Pues en quince libros del autor que he leído, no recuerdo que aparezca la mafia. Espías, muchos, pero mafia, no. Puede que algún detalle haya olvidado o que en algún libro que no he leído aparezca algo relacionado con ella, pero no creo que sea una característica típica del autor.
      Ricciardi es, desde mi punto de vista, una de las mejores series policíacas de las que tengo entre manos. De lo más recomendable.
      Un beso.

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  6. Esta última novela de Dicker la tengo sin leer, pensaba regalárselo a una de mis hermanas para su cumpleaños y ahora no se que hacer. Al comisario Ricardo no le conozco y va a tener que esperar hasta que no me quite varias series de encima. John Le Carre me gusta pero hace tiempo que no lo leo, De Empar Fernández me gustó la última llamada más que maldita verdad, y la mujer que no bajo del avión la tengo pendiente, lo mismo que a Elena Ferrante...Besinos.

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    1. Si le gusta Joel Dicker, no dejes de regalarle esta novela por lo que yo diga. Estoy segura de que mucha gente está en total desacuerdo conmigo. Busca más opiniones si quieres.
      De Empar Fernández fue "La mujer que no bajó del avión" la que más me gustó. Ahora quiero leer alguna de las dos últimas novelas que ha escrito, después de esta trilogía.
      La serie de Elena Ferrante es adictiva. Te la recomiendo.
      Un beso.

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  7. Como Marina yo en mi reseña sobre la ultúltde Joēl Cocker sí que le puse alguna pega, pero reconocí que se leia con rapidez y gustó, aunque le sobraban paginas razón por la cual cae en repeticiones innumerables. De John le Carré recuerdo con inmenso gustó "Llamada para el muerto", la novela en la que por vez primera aparece Smiley. De Elena Ferrante algo te dejedicho en el Tarro-Libros 2018. De las otras dos novelas nada puedo comentar, solo decirte que me llama la atención la serie del comisario Ricciardi (tomo debida nota de títulos y autor); en cuanto a Emparejar Fernández desconocía por completo su nombre y su novelística.
    Lo que sique te aplaudo es tu tremendo nivel de lecturas y esas 11 entregas de 'Sin reseña' dan buena cuenta de ello. Enhorabuena.
    Besos

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    1. Creo que Dicker es un autor del que se puede prescindir, aunque tiene mimbres y me produce curiosidad hacia donde pueda ir. De momento su cuarta novela me ha parecido peor que la tercera, y menos original que la segunda, lo que no es buena señal.
      "Llamada para el muerto" fue la última novela de Le Carré que leí porque quiero leer la serie de Smiley en orden. Es genial.
      No dejes de leer la serie de Ricciardi. Es muy buena, social, policial y literariamente hablando. Seguro que te gusta.
      En Empar Fernández tengo que seguir indagando y a Elene Ferrante la seguiré hasta el final de su trilogía y puede que más allá después de leer el comentario de Ángeles.
      Un beso.

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  8. ¡Hola! Me ha gustado mucho leer esta entrada. Y es cierto, hay muchos libros que he leído que no hay mucho que decir sobre ellos, por lo que van quedando en el olvido y en tu caso, en la sección "Sin reseña" :D De los libros que mencionas, tengo pendiente "La desaparición de Stephanie Mailer", espero no me decepcione. Genial entrada. ¡Besos!

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    1. Me di cuenta de que había libros que quería comentar en el blog, pero no daban para una reseña de las que yo suelo hacer por varias razones: o eran de suspense y no se podía hablar mucho, o no me habían gustado y tampoco es cuestión de cebarse en lo negativo, o eran de tan naturaleza que no daban para escribir demasiado. Podía haber hecho entradas cortas con cada uno de ellos, pero eran ya demasiadas entradas y decidí hacerlo así.
      "La desaparición... " cuando menos te entretendrá. No me ha entusiasmado, pero se lee con facilidad. Para mí, es el peor de todos los que menciono en esta entrada.
      Un beso.

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  9. Hola Rosa el tiempo pasa volando y ya 11 sin reseñas, es bárbaro el ritmo lector que tienes y también en el blog.
    De los que comentas esta vez solo he leído La desaparición de Stephanie Mailer y como dice Juan Carlos y en su momento comenté también con él, se lee bien pero tiene peros y el final es uno de ellos.
    Conocí al escritor con El libro de los Baltimore, fue una sorpresa y me gustó mucho. Después ya tenía expectativas y los otros que he leído incluido la desaparición me han entretenido pero no me han gustado tanto.
    Besos

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    1. Veo que nuestra opinión sobre Dicker coincide. Yo leí primero "La verdad sobre el caso de Harry Quebert" y sin el entusiasmo que veía por doquier, me resultó entretenida, sin más, pero "El libro de los Baltimore" me gustó mucho y creí que esta sería por un estilo, pero veo que es más del estilo de "La verdad..." seguramente en un afán por repetir la fórmula que le dio fama. Dinero ha ganado, eso seguro, pero la novela es más floja que la que emula y menos original. Eso sí, para entretenerse, sirven muy bien.
      Un beso.

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  10. Rosa! Acabo de contestar a tu comentario en mi blog hace un rato sobre la novela negra, que decías que sabías dónde buscar. Esto viene porque tenía pensado leer a Joël Dicker, pero veo que te ha parecido poco deslumbrante. O sea, para pasar el rato y ya está. Quizás de prioridad a otras historias, no sé. Dudaba por lo que comentas de las grandes ventas que está teniendo.
    A Elena Ferrante hace tiempo que me apetece leerla, a ver si me pongo con ella en breve, tu reseña (o tu no reseña) me ha animado!
    Un besito guapa!

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    1. Dicker me ha parecido flojo y tiene fallos de bulto, desde mi punto de vista, pero entretiene. Como te decía en tu blog, es de ese tipo de libros en los que no suelo abundar mucho. Pero no dejes de leerlo por mí. Ya sabes que los gustos de cada cual son muy variados.
      Ferrante sí es para seguirla. El primer libro me gustó y el segundo me ha enganchado.
      Un beso.

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  11. Solo he leído el primero, el de Dicker y me resultó entretenida, tiene sus pegas, pero la disfruté, me resultó amena. Las demás no las he leído, no me da la vida para tanto jejeje Tengo un lista muy grande de pendientes...
    Besos

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    1. "La desaparición de Stephanie Mailer" es una novela entretenida, eso no se puede negar, pero, en mi opinión, es repetitiva y suma muy poco al género en sí y a la literatura en general.
      Es una cuestión personal: necesito que un libro me aporte algo y me conmueva alguna fibra, y esta no me ha supuesto nada de eso. Entretenimiento y nada más.
      Un beso.

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  12. Yo no he leído ninguna reseña del libro de Jöel Dicker, supongo que porque no es un autor que me llame mucho la atención. Pero sí que he leído, entre tanto entusiasmo, algún comentario por las redes en sintonía con tu opinión. Vamos, que este libro es un poco más de lo mismo que los anteriores y que tampoco es para tanto.
    Respecto al resto de libros que comentas me quedo con el de Elena Ferrante. La verdad que me llaman la atención sus libros y pienso que podrían gustarme pero me da tanta pereza comenzar a leer una saga... Tal vez en un futuro me anime.
    Besos

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    1. Yo intento no meterme en más series, aunque de vez en cuando, caigo en la trampa sin saberlo.
      Las novelas de Elena Ferranre se leen muy bien y aunque sean serie, puedes leer la primera y sin prisa, si te apetece, lees la segunda. Yo he tardado casi un año, entre una y otra, aunque no creo que deje pasar tanto tiempo con la siguiente porque me ha enganchado mucho.
      Aparte de que no te gusta mucho el género, Joël Dicker, en mi opinión, es totalmente prescindible.
      Un beso.

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  13. Cuatro autores de género negro bien diferenciados en cuanto a trayectoria los que nos presentas en esta undécima edición. Le Carre es un maestro y a Dicker todavía no lo he leído, tiene tanta mercadotecnia a su alrededor que me tira un tanto para atrás y prefiero esperarme a que supere la fase de niño bonito editorial. Leyendo los comentarios me ha resultado interesante un par de debates que parecen haberse generado. El primero es acerca de los comentarios generosos. Reconozco que yo siempre intento destacar lo bueno, aunque para mis escritos siempre agradezca cualquier crítica y corrección. Los compañeros que mantienen un blog y comparten sus relatos lo hacen con ilusión, dando todo su talento sin esperar nada a cambio. En su mayoría están empezando en el mundo de las letras y sé que un comentario así supone una vitamina fantástica para animarlos a que continúen y pienso que su blog no es el lugar indicado para un comentario crítico y que no dejará de ser subjetivo.
    Al final, el peor crítico de su trabajo siempre es el propio autor.
    El segundo debate, es esa frase que se suele decir "La novela es entretenida" en un sentido de superficial pero que atrapa leyéndola. Para mí, entretener es el objetivo nº 1, básico e irrenunciable de cualquier novela. Más que nada porque lo contrario a una novela entretenida es una novela aburrida y eso es el Pecado Capital de cualquier escritor. Siempre me han echado para atrás las novelas cuya principal etiqueta es que son profundas en cuanto al tema, eso siempre me ha sonado a tostón. Siempre digo que una novela para que sea buena debe entretener; si, además, emociona, hablamos de una gran novela; y, si inspira, de una obra maestra. Pero siempre partiendo de la obligación de ofrecer una lectura amena. Sin eso, es cuando hablamos de una novela pretenciosa.
    Bueno, no me enrollo más que me animo je, je, je... Un fuerte abrazo!!

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    1. Cuando hablo de entretenida, en general, no me refiero a que sea superficial; puede ser entretenida, fácil de leer y muy buena (acabo de leer una novela policíaca de Tana French que reúne esas características, y hace un tiempo leí una de ciencia ficción de un tal David Rubio, que también las reunía). Joël Dicker, es entretenido, sin más, aporta muy poco y para colmo de males, tiene fallos que hacen que su literatura, carezca de la calidad que yo busco. Toso ello, por supuesto, desde mi punto de vista y subjetivamente.
      Tienes razón en que aburrir es lo último que se le puede permitir a una novela y que no solo la literatura llamada profunda, si aburre, ya no es buena (por muy profunda que sea.
      Respecto a los comentarios estoy contigo en que hay que tratar de destacar lo mejor de las cosas y las malas críticas, si hay que hacerlas, es mejor hacerlas en privado. Pero yo creo que Ángeles se refiere a mucha complacencia que ve, mucho peloteo de yo te halago y tú me halagas y en cuanto dejas de halagarme, desparezco. Algo que creo que todos hemos notado.
      Y te puedes enrollar todo lo que quieras porque me encantan los comentarios largos y con enjundia.
      Un beso.

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  14. Mira tú por donde estoy muy de acuerdo con David, para mi una novela tiene que ser entretenida y atrapar al lector sin esa base no es una novela completa o al menos para mi.
    De las que nos traes hoy aquí, en esta tu undecima ediciónd de "Sin Reseña", enhorabuena, me quedo con los dos autores italianos, quizás mas con el Comisario RiCCiardi que con el Elene Ferrante pero no descarto también leerla.
    Y por supuesto John Le Carré poco hay que decir de él, todo lo que he leído de él me ha gustado mucho y lo conocí gracias a mi padre.
    Besos Rosa y buena semana y deseando leer ese especial del cuarto aniversario, yo tendré que plantearme, eso sí el año que viene, hace ralgo especial también porque siempre se me pasa ains.

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    1. Ambos italianos, cada uno en su estilo, son muy recomendables.
      John le Carré se ha ganado ya estar entre los clásicos. Es realmente bueno.
      Cuarto aniversario en tres días.
      Un beso y feliz semana también para ti.

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  15. Perdón por las erratas cometidas en mi contestación pero es lo que tiene estar de Insomnio desde las cuatro y pico de la mañana y me he tomado una tila pero me da que ni caso me hace jeje, mejor me lo tomo con humor no?

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    1. No te preocupes. A todos nos pasa. Y si encima escribes a horas intempestivas, con más razón.

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  16. De todas las obras que mencionas solo conozco las de Joël Dicker y me falta por leer su última novela. algo que haré tarde o temprano porque las anteriores me gustaron todas por igual.
    El resto me resultan todas muy atractivas, aunque me encuentro con el mismo problema que en muchas otras ocasiones: A excepción de la de John Le Carré, son una continuación de una serie, con lo cual debería comenzar por el principio. Otra cosa muy distinta sería que formaran parte de una secuencia de historias que pudieran leerse individualmente, en sentido cronológico ascendente o descendente, pues aun compartiendo protagonista/s, tienen argumentos independientes.
    De cualquier modo ese es mi problema. Tú has hecho un excelente trabajo reseñando unas novelas que merecen sin duda ser leídas.
    Un beso.

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    1. Por lo que se refiere a los casos policíacos, todas se pueden leer individualmente. Otra cosa es que te pierdas detalles de la vida de los protagonistas. La única que no se puede leer sin orden es le de Elena Ferrante, porque es la vida de las chicas desde pequeñas.
      Dicker no me acaba de convencer, salvo "El libro de los Baltimore". A los dos policíacos les veo muchos fallos, aunque son muy entretenidos, y el primero, algo de los antepasados, no recuerdo bien el título, lo dejé a poco de empezarlo. ¿Te gustó a ti?
      Un beso.

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    2. Bueno, el primero que leí, y que creía que era su ópera prima, es "La verdad sobre el caso Harry Quebert", que me lo recomnedó mi porfesora de escritura creativa, y debo decir que me gustó mucho la forma de enfocar la trama y mantener el suspense hasta el último momento. Ahora bien, puestos a elegir historias de suspense basadas en un escritor que pasa por el síndrome de la página en blanco y busca la inspiracion en otros lares, me quedo, sin lugar a dudas, con "Un saco de huesos", de Stephen King, jeje.
      Otro beso.

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