"La amiga estupenda" Elena Ferrante

"Quería volatilizarse; quería dispersar hasta la última de sus células, que de ella no encontraran nada. Y como la conozco bien, o creo conocerla, doy por descontado que ha encontrado el modo de no dejar en este mundo ni siquiera una migaja de sí misma, en ninguna parte". Por eso, con sesenta y seis años, Lila desaparece un día sin dejar el más mínimo rastro de su paso por el mundo. Nada queda en la que fue su casa que la pueda recordar o dar testimonio de que en realidad ha existido. Nada, salvo, por lo que sabemos de momento, su hijo Rino y su amiga Lenù. 
Esto es lo que nos cuenta la propia Lenuccia, Lenù, en el primer capítulo de la novela, porque se ha dado cuenta de que Lila, por fin, ha materializado sus deseos y se ha volatilizado, y no solo quiere desaparecer ella, sino que quiere llevarse toda la vida que podría dejar a sus espaldas, quiere, efectivamente, dispersarse en todas sus células, dispersar sus recuerdos y, una vez convertido todo en partículas diminutas e impalpables, dejar que el viento se lo lleve para que de ella no quede el más mínimo vestigio. Y no sabe cómo la entiendo porque ese ha sido también mi deseo alguna vez; lo sigue siendo de tarde en tarde.
Afortunadamente para nosotros, Lenù no está dispuesta a permitir que se salga con la suya. Por eso enciende el ordenador y con una heroica voluntad de evocación comienza a escribir y, palabra a palabra, línea a línea, comienza a escarbar en los recuerdos aunque le duela, comienza a deslizar sobre la pantalla cada momento de la vida que han compartido, todo lo que es capaz de sacar de su memoria.
"Lila apareció en mi vida en primer curso de primaria y enseguida me impresionó porque era muy mala". No empiezan así los recuerdos de Lenù, pero sí su relación con Lila si la quisiéramos narrar cronológicamente. La novela no es cronológica, aunque su discurrir hacia adelante sea imparable. Avanza y retrocede, pero siempre da un paso más de los que desanda. Y así, como olas que van y vienen pero con su movimiento conjunto hacen subir la marea, la historia va avanzando por la vida de las dos amigas y nosotros avanzamos con ella porque el oleaje de los acontecimientos y el lenguaje con el que se nos cuentan nos arrastra sin remedio.  
La maldad de Lila que tanto impresionó a Lenù consistía en ser mala siempre, no solo cuando la maestra no miraba como el resto de las niñas. Lila es rebelde, valiente, decidida, descarada... y sumamente inteligente. Lenù, por su parte, es dócil, asustadiza, reflexiva... y sumamente inteligente.
De travesura en travesura, de descubrimiento en descubrimiento, de decepción en decepción y de logro en logro, seguiremos a estas dos amigas a lo largo de su infancia y adolescencia por las calles de su barrio, un barrio pobre de las afueras de Nápoles, habitado por obreros que para llegar a fin de mes necesitan comprar fiado; un barrio donde casi nadie ha visto el mar y poca gente, solo la que allí trabaja, conoce el centro de la ciudad. Un barrio que empieza y termina en sí mismo y aprisiona y asfixia en su mundo reducido de reducidas perspectivas la vida y las ilusiones de sus habitantes. 
Nápoles, 1955.
(Mario Cattaneo)
Este es un mundo violento en el que un padre puede lanzar a su hija a través de una ventana, las mujeres se insultan de una casa a otra o se agarran de los pelos, y los hombres, en el bar de los Solana, "entre pérdidas en el juego y borracheras molestas, a menudo [llegaban] a la desesperación (palabra que en dialecto significaba haber perdido toda esperanza, pero también, estar sin un céntimo) y a las manos". También pueden llegar a las manos por una palabra mal dicha o mal entendida o por una mirada a una mujer mal interpretada (o bien) por el hombre que la acompaña. 
En el barrio de Lila y Lenù se guardan antiguas afrentas que no se olvidan y que esperan su oportunidad de resarcimiento; allí permanecen en mohoso letargo odios que se larvaron durante la guerra y que se esconden disfrazados, pero vivos, como Lila descubrirá unos años más tarde. 
En ese ambiente crecen las dos amigas y crecen con la ilusión de hacerse escritoras y escribir algo como "Mujercitas", algo con éxito capaz de sacarlas de la pobreza y hacerlas ricas para siempre; algo capaz de sacarlas del barrio y alejarlas de la mezquindad que encuentran por doquier. Algo que, sospechan, pasa por el estudio y el conocimiento.
Pero ambas amigas son muy distintas. El tiempo las va separando porque la infancia todo lo iguala, pero al crecer, se pone de manifiesto todo el bagaje personal y familiar que nos diferencia a todos de todos y, cuando terminan la escuela, las condiciones económicas y culturales, las prioridades familiares y los propios gustos y deseos de cada una, hacen que sigan caminos diferentes. Siguen en el barrio, siguen siendo amigas, pero sus mundos van divergiendo, sus intereses se alejan y el final de la novela nos sorprende a nosotros y sorprende a Lenù dándose cuenta de que se ha equivocado y el destino ha colocado a ambas amigas en lugares diferentes a los que hubiéramos imaginados al principio del libro, "aquella vez en que Lila y yo decidimos subir las escaleras oscuras que llevaban, peldaño a peldaño, tramo a tramo, hasta la puerta del apartamento de don Achille".
No quiero desvelar el final de esta novela; el final de la historia ni aunque quisiera podría revelarlo porque nos queda mucho por saber; aún me queda mucho por saber. Este es el primer libro de una tetralogía que se titula "Dos amigas". Aún me quedan tres libros por leer en los que me imagino, estoy segura, que continuará la historia de Lila y Lenù, y avanzará la trama y, tal vez al final, sepamos lo que ha pasado con Lila, a dónde ha ido, cómo se las ha arreglado para dispersar su rastro hasta hacerlo desaparecer. Aunque creo que no es eso lo más importante, porque esto no es una novela negra en la que busquemos resolver un enigma (tampoco es lo que se busca, o no prioritariamente, en muchas novelas negras), esto es la historia de dos amigas y los muchos personajes que las rodean y constituyen su mundo; es la historia de un barrio deprimido en una época tan deprimida como el barrio. Es, en definitiva, una historia sencilla y humana que nos atrapa porque además está contada con un lenguaje claro y muy elocuente, directo al grano; sin falsos pudores ni remilgos moralistas; sin juzgar, pero sin ocultar; salvando a todos los personajes del fuego condenatorio con un ejemplar ejercicio de comprensión humana; negándose a tirar la primera piedra, pero sin dejar de manifestar rechazo por las conductas más reprobables.
Evidentemente, esta no es
Elena Ferrante.
Nadie sabe quién es Elena Ferrante*. Ni siquiera se sabe si tras ese seudónimo se esconde un hombre o una mujer, si vive en Nápoles o en Turín tras haberse establecido en Grecia una temporada. Sus editores italianos han sabido guardarle el secreto. En una entrevista concedida por correo electrónico para Il Corriere della Sera ha dicho que una buena forma de leer es descubrir la personalidad de los autores a través de las historias que escriben, de los objetos y paisajes que describen y de los personajes que crean. También ha dicho que mantenerse invisible es una buena forma de observar el mundo. Hay quien ha visto en todo este misterio una maniobra de marketing, pero, a partir de una única lectura es cierto, me parece que su calidad hace innecesaria cualquier estrategia de este tipo. 

*A finales de 2016 se ha descubierto la identidad de la autora. No me ha parecido legítima la manera de hacerlo. No me habría parecido legítima ninguna manera de hacerlo. No me resulta aceptable indagar en la identidad de una persona en contra de sus deseos. Lo considero acoso. Por ello no me hago eco de dicho descubrimiento. Para mí, Elena Ferrante es la autora de esta y otras novelas, y aunque podría picarme la curiosidad, puesto que ella no quiere revelarme nada más, con eso me basta.



Comentarios

  1. ¡¡¡¡Hola!!! No soy mucho de sagas o tetralogías pero esta sí que me ha apetecido por muchas razones.
    Y a mí también me parece acoso descubrir la identidad de alguien que quiere ser anónimo.
    Besos y como de costumbre has hecho una reseña de 10.

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    1. Estamos acostunbradas a series de policías o detectives, o, en otro plano, de brujas y vampiros. Esto no tiene nada que ver. Es como su fuera una extensa novela de unas mil páginas (pon "Lo que el viento se llevó") que se ha dividido en cuatro tomos. Lo que cuenta es la historia de dos amigas y, en este volumen, la de su barrio, sus amigos, familiares, etc.
      Realmente, interesante.
      Un beso.

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  2. A pesar de que tienen muy buenas opiniones los libros de Ferrante, no me llegan a convencer. Por lo que de momento no creo que lo lea.
    Besos

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    1. A mí me pasaba lo mismo, hasta que ya me lo recomendó directamente Ángeles, que está esperando más abajo, y ya me convenció del todo.
      No me esperaba para nada que me gustase tanto.
      Un beso.

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  3. Buenos días, Rosa:
    Después de leer tu sugestiva reseña, me has convencido para perderme entre las páginas de esta trilogía de Elena Ferrante, de modo que la leeré.
    Estoy también de acuerdo en que ese morbo malsano en extralimitarse acerca de la intimidad de la gente, no es aconsejable y debiera estar penalizado por ley. Cada persona merece ser repetada y a nadie debe importarle lo que decida hacer con su cuerpo.

    Un abrazote grande y besos.

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    1. Es, más bien una tetralogía, pero bueno, es cuestión de leer un libro más. Resulta muy entretenida, además de mostrar un mundo que siendo el de cualquiera de familia trabajadora, es, a la vez, muy particular.
      Te gustará.
      Un beso.

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  4. Tenía curiosidad por leer tu resumen y no me ha defraudado, todo lo contrario.
    Ya es de dominio público la identidad de Elena Ferrante. Parece que es una traductora. Lo que me pareció un despiste tremendo es que se creyera que pudiera ser un hombre. En todas sus novelas, siete, sus protagonistas son mujeres y el relato intimista en algunas y su temática (relación con la madre, las hijas, el abandono del marido, su independencia) demuestra esa identidad femenina.
    No dices si te ha gustado el libro, imagino que sí. La historia continúa y se adentra en la época convulsa, desde el punto de vista político, de los setenta y ochenta. Antes por la mentalidad hippie de finales de los sesenta y setenta también. A mí me sorprendió gratamente la capacidad introspectiva de la autora para diseccionar sentimientos. Es verdad que me pareció en ocasiones muy repetitiva, pero salvando esos fallos, las considera buenas novelas. Quizá el tercer y cuarto libro fueron los que más me gustaron. Hasta me encantaría un quinto.
    Muy buena descripción de la novela haces. Muy literaria también.
    Un beso.

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    1. Por supuesto que me ha gustado. Creo que se nota en la reseña. No es la primera vez que tras leerme, la gente me pregunta si me ha gustado. Es que yo, como esos escritores que me encantan, dejo cosas a la imaginación del lector 😜.
      Sería casi imposible que el autor fuera hombre, pero casos se han visto. Una novela que reseñé hace poco "Últimos días de maternidad", si ni hubiera sabido que era hombre, hubiera estado segura de que la había escrito una mujer.
      Un beso.

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  5. Me faltó: yo me imbuí del ambiente y la escritura de la autora porque leí las cuatro novelas seguidas como una novela unitaria, porque es lo es. Y lo hice con pasión durante mi viaje de vrrano. En realidad, no son cuatro, sino una de 2000 páginas dividida en partes para no espantar. Creí que se perdía el atractivo, el sentido y la implicación sí mezclaba en medio otras. Entonces tengo una idea global de ellas.

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    1. Eso le he dicho a Marigem, que es como una novela muy extensa, publicada en cuatro volúmenes.
      A mí me gusta alternar distintos género, autores y nacionalidades. leerlas todas seguidas me hubiera resultado imposible con las tertulias, retos propios (este año, de momento, no hay ninguno ajeno), etc. Y ahora más imposible todavía, metida de lleno en los Mulvaney, que tengo que devolver el día 2, aunque podría pedir una ampliación del préstamo. Me está encantando. Si de "Érase una vez en América" dije que era cine esn estado puro, "Qué fue de los Mulvaney" es literatura en estado puro.
      Ya os contaré.

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  6. Vrrano? Otro error más arriba: las considero buenas novelas, no " las considera". Última errata: en vez de "idea global de ellas", serí de ella. Por cierto, hasta mi marido, a quien no le gusta este género (prefiere la novela histórica o más de acción) se ha enganchado y ya va por el tercer volumen. Es el que más le ha gustado.

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  7. Preciosa reseña, pero tengo ciertas reticencias hacia esta autora porque sus novelas o gustan mucho, o no gustan nada y creo que mi caso sería este último, por eso he preferido obviarlas. Besos

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    1. Yo también las tenía, Marina. Se me han quitado de golpe.
      Un beso.

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  8. Hace tiempo que, diferentes amigas, me han recomendado esta novela. No tengo claro lo que, hasta ahora, me ha retenido y he ido "colando" otros libros.
    Tu reseña hace que me vuelva a plantear su lectura, habrá que hacer un hueco en la lista de recomendados.
    Un abrazo

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    1. Yo había leído mucho sobre ella y tampoco me animaba, hasta que Ángeles fue tan contundente en su recomendación que me animé de repente. Te puedo asegurar que leeré las cuatro sin demasiada demora.
      Creo que te gustarán.
      Un beso.

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  9. Cómo me gusta la historia!! Yo también he querido, y quiero,perderme alguna vez, pero parece que no se me va a arreglar.

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    1. La idea de no dejar recuerdos en nadie ni en nada, una vez desaparecida, es uno de mis deseos por los que la gente me dice que estoy loca. Casi todos quieren dejar huella, yo quiero llevarme todas las huellas. pero creo que me quedaré con las ganas. No se puede inducir amnesia a tus seres queridos y, como le pasa a Lila, siempre hay alguien que te recuerda y está dispuesto a sacarlo todo en forma de novela. Pobre Lila.
      Un beso.

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  10. Lo de dejar rastro de nuestro paso por este mundo,creo que es una costumbre de megalómanos. Palabreja de la que en mayor o menor medida estamos imbuidos todos.
    Por tanto la decisión de es personaje me parece al menos curiosa, como salmón nadando corriente arriba.
    En esta sociedad, cuando alguien quiere borrar su rastro y desaparecer como entidad, es porque algo tiene que ocultar o algo teme del resto de individuos que cohabitan con él. Al menos es así como se interpreta.
    Me parece una sugerente lectura aunque voy huyendo de los volúmenes que cuentan la misma historia a cachos. Entiéndase: Se me hace cansado enfrascarme en una historia muyyyy larga por entregas.
    Besos.

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    1. Pues fíjate, Francisco que es un deseo que yo comparto con el personaje: el de, una vez desaparecida, por mi mano o por la del destino, no dejar tras de mí ni siquiera un recuerdo. No es más que una quimera; tendría que exterminar o inducir a la amnesia a cuantos me han conocido, cosa imposible.
      Es una lectura muy interesante sobre la que volveré cuando tertulias literarias, mi Chirbes y el plazo de devolución en la biblioteca de lo que tengo ahora entre manos, me lo permitan.
      Un beso.

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  11. No he leído a esta autora, pero la conozco por toda la polémica que mencionas al final, cuando se desveló su verdadera identidad. La verdad es que no tiene mucho sentido, pero así es este mundo. Creo que podría empatizar con ella, aunque si es más coherente leer todas las entregas del tirón, como dice Ángeles, ahora mismo lo veo imposible.
    El principio me ha traído a la cabeza la historia de Michael Landy, un artista inglés que decidio destruir todas sus posesiones (más de 7.000), hasta quedarse en cueros. Entre ellas, estaba parte de su historia personal y familiar: fotografías, cartas. Como Lila, el Michael Landy que había existido hasta ese momento desapareció de algún modo. En fin, son cosas que llevan a otras cosas, ya sabes. Estupenda reseña, como siempre.
    Un abrazo.

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    1. Te diré que yo no voy a leer la tetralogía de un tirón porque tengo otras cosas por el medio como le digo a Francisco. La iré leyendo poco a poco, entre otras lecturas. Además está publicando todo mi elenco de escritores favoritos y se me amontona el trabajo, ja, ja.
      A mí lo de desparecer en vida o renacer de otra forma no es algo que me tiente, pero sí me gustaría que ningún rastro quedara de mí después de muerta, ni siquiera recuerdos. Como es lógico, me quedaré con las ganas.
      Con Lila no sabremos lo que ha pasado hasta el final, me temo.
      Un beso.

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  12. De verdad que he tenido que morderme las muñecas para evitar que el cotilla que tengo dentro no se lanzara a buscar la identidad de la autora, de la que por otra parte desconocía. La verdad es que en la época que vivimos tengo poca fe en la inocencia y suelo ver estas curiosidades, como la de ocultar la identidad del autor, como publicidad encubierta.
    La historia, a bote pronto, no me motiva demasiado y más cuando existen tres libros más. Pero como soy muy aplicadito con tus reseñas va a mi lista de deseos. Un abrazo!!

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    1. Yo también soy cotilla y curiosa, y enseguida me entran ganas de indagar en Google, pero si yo hubiera descubierto la identidad de la autora, me la hubiera guardado para mí. Claro que yo no soy periodista y no vivo de publicar exclusivas.
      De todas formas, sea por lo que sea por lo que se quiere esconder quién es uno (estrategias de marketing incluidas), se debe tener el derecho a hacerlo sin que nadie husmee en tu vida. Pero no creo que sea el caso (lo del marketing) porque los libros han gustado muchísimo y se han vendido muy bien, independientemente de la polémica. Estoy segura de que mucha gente ni siquiera sabía la historia.
      me encanta tu aplicación con mis reseñas, ja, ja.
      Un beso

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  13. La historia no me atrae mucho así, de antemano, aunque siento cierta empatía con Lila, en ocasiones me apetece desaparecer y perderme sin dejar rastro para estar en paz.
    Lo de que nadie sabe quién es la autora me recuerda a una novela que leí hace tiempo donde un escritor vivía recluido en una cabaña de un bosque y ni siquiera su editor sabía quién era. Algo que, siendo ficción, me pareció absurdo.
    Saber que hay escritores de carne y hueso que no sacan a la luz su verdadera identidad me parece absurdo y creo, al igual que otros comentaristas, que detrás hay una maniobra de 'marketing'. Una manera de llamar la atención como otra cualquiera.
    Besos.

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    1. Yo entiendo muy bien a la autora. De hecho, si yo escribiera y publicara, creo que haría lo mismo. No soportaría tener que ir a presentaciones, entrevistas, fiestas y recepciones de todo tipo. Además que no me gusta ser conocida.
      Creo que un escritor no es un famoso, o no tiene por qué serlo. Sus obras son las que nos lo dan a conocer y no hay por qué saber más. El que quiera morbo que vea Gran Hermano, ja, ja.
      Se ve que no eres nada tímida.
      Un beso.

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    2. Yo también entiendo tu postura. Pero un escritor necesita vender su obra y las presentaciones y demás forman parte de ese espectáculo que es publicar.
      No sé hasta qué punto puede uno mantener su forma de vivir si se quiere introducir en determinados sectores.
      Besos.

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  14. La leí hará cosa de dos años, cuando todavía no se había desvelado quién se ocultaba bajo ese seudónimo. Ahora ya se sabe y cuando se difundió el nombre se desató un gran debate sobre si se debía o no haberlo mantenido oculto. A mí me da un poco lo mismo. Es cierto que son -es mi opinión- artimañas comerciales para vender más. Desde el año pasado se sabe que la autora real es una traductora judía de origen polaco que vive en Nápoles y tiene 64 años, cuyo nombre es Anita Raja.
    A mí la novela me gustó pero no tanto como para continuar con el resto de la saga. Las tengo ahí, pero no me han llamado todavía. En su día ya lo comenté -no sé si también en la reseña que de "La amiga estupenda" hice en mi blog- mientras que me leí de una sentada las tres novelas de la irlandesa Edna O'Brien sin embargo aún tengo ahí las de Elena Ferrante. Bueno, ya les llegará el turno.
    Muy bonita reseña, Rosa.
    Besos

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    1. Yo creo que uno tiene derecho a su propia intimidad. Otra cosa es que vivas de vender tu vida en las revistas del corazón y luego te mosquees porque te persiguen los paparazzi. Un escritor es otra cosa y tiene moralmente ese derecho.
      No he leído las novelas de Edna O'Brien que también me han llamado la atención tras verlas en tu blog. Estas de Ferrante las tenía igual, un poco ni sí ni no, hasta que Ángeles me las recomendó y me dije: "pues ahora". Con las otras me puede pasar en cualquier momento, aunque ando de tiempo...
      Un beso.

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  15. hola rosa! parece una historia humana muy interesante, con toda una gama de emociones y vivencias por las protagonistas, muy lindo ir creciendo casi con ellas al ritmo del relato, felices de compartirte esperamos mas reseñas de ellas. saludosbuhos!

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    1. Esa es la calificación que yo le daría a la historia, muy humana. Y sí, tras leer las cuatro novelas, habremos ido creciendo con las protagonistas.
      Llegarán más reseñas de Lenù y Lila, pero con tiempo que tengo un amontonamiento de trabajo espectacular.
      Un beso.

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  16. Interesante reseña que haces de este libro y su autora, tengo entre manos otros libros pero acabo de descubrir que lo hay en la biblioteca de mi ciudad y voy rápida a pedirlo, parece fácil de leer así que voy a ponerme manos a la obra.
    En cuanto a saber o no la identidad de la autora es algo que a la larga tiene que saberse, pero pienso que debe ser ella la que decida cuando y no cuando la prensa lo quiera.
    Te felicito por la entrada es muy completa e ilustrativa.
    Besos Rosa
    Puri

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    1. Es fácil de leer y muy entretenido, lo que no le resta nada de calidad, por supuesto, porque lo bueno no tiene por qué ser siempre complicado.
      Tampoco sé si la identidad delos autores, a la larga, debe siempre saberse. La historia de la literatura está llena de obras escritas por autores anónimos y no me voou a ir a "El Lazarillo de Tormes" o "Las mil y una noches". "Una mujer en Berlín", publicada en 2006, es una novela anónima acerca de lo que sufrieron las mujeres en Berlín cuando la ciudad cayó en manos de los rusos en 1945.
      Gracias por tus palabras.
      Un beso.

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  17. practicamente no leo
    pero me ha encantado leerte a vos
    Me gusta tu estilo es impecable saludos desde miami

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    1. Muchas gracias por tus palabras y anímate a leer que se pasan muy buenos ratos.
      Un beso y bienvenida.

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  18. La reseña sin duda te ha quedado impecable, Rosa.
    Me ha llamado mucho la atención el argumento, pero me sorprendí por el final de la entrada. No conocía ni el nombre de la autora, pero es curioso saber que prefiere mantener su anonimato, y triste ver que su deseo no se ha respetado.
    Sea como sea, creo que para conocerla, al menos en parte, basta con leer las historias que nos ofrece. Estas dos amigas me recuerdan a toda esa gente con la que crecí y que, lejos de lo que pensaba, la vida ha terminado llevándonos a casi todos en direcciones tan opuestas.
    Un abrazo.

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    1. Eso es lo que decía la autora: que es bueno conocer a una persona por las historias que cuenta, los personajes que crea, los paisajes que describe. Un escritor no es un famoso. Yo no necesito saber su vida para disfrutar con su obra.
      En esta primera novela solo se llaga hasta el final de la adolescencia de las amigas, puede que incluso nos quedemos en plena adolescencia, según se mire. Aún queda mucha historia por delante, pero, desde luego, una de ellas toma un camino totalmente inesperado.
      Un beso.

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  19. Me tientan estos libros de Elena Ferrante por una parte y por otra me da pereza el hecho de ser una tetralogía. De todas formas, a pesar de verlos mucho por todas partes, la tuya es la primera reseña que leo de alguno de ellos y tengo que decir que es casi imposible resistirse. Lo que cuentas del libro me ha recordado un poco a "De acero" de Silvia Avallone que me gustó mucho. Supongo que porque está ambientada también en una zona decadente de Italia y porque sus protagonistas son dos amigas.
    En cuanto a lo que comentas sobre la autora, estoy totalmente de acuerdo contigo. Lo que nos debe de importar de los escritores es lo que escriben y en cuanto a su vida lo que ellos decidan compartir.
    Besos

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    1. A "De acero" me recordó a mí desde el principio. La leí hace varios años para la tertulia del instituto y me encantó. Lo que pasa es que hace tanto que ya casi no recuerdo y cuando intento comparar, al principio, pensé que "De acero" me había gustado más, pero ahora no sabría decirlo.
      Yo me las pienso leer con mucha calma porque tengo muchas cosas muy atractivas, pero poco a poco, los iré leyendo porque me ha gustado más de lo que pensé. De hecho, lo tenía ahí en dudas por la pereza que me daba.
      Un beso.

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  20. Coincido en todo lo que dices en la reseña, "La amiga estupenda" es una historia de amistad y creo que como tal es excelente. A mí me gustó muchísimo esta primera novela de la tetratología, la segunda me gustó algo menos y ahí me he quedado. Planeo seguir, porque quiero saber el final de estas dos amigas, pero voy despacito. Un saludo!

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    1. Yo también tengo intención de leer toda la serie con tranquilidad, aunque como alguno me defraude mucho, igual lo dejo. Me llevaría una gran decepción porque esta primera novela me ha gustado mucho también. Iré contando.
      Un beso.

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  21. Ains lo que disfruté yo de la saga Dos amigas, de absolutamente todos los libros, espero que también te gusten los siguientes. Por cierto, el segundo me gustó aún más que el primero.
    Un beso

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    1. Madre mía. No había visto este comentario. hacía tanto que había publicado la entrada que ya no estaba atenta. Perdóname por favor. Yo disfruté mucho también de los cuatro libros y con las dos temporadas de la serie que son los dos primeros libros. Creo que debe de estar ya la tercera o a punto de estar.
      Un beso.

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