"Después de la derrota" Paco Gómez Escribano

Al Chule le había cambiado la vida en muy poco tiempo. Tanto, que aquella misma mañana lo habían incinerado en el cementerio de la Almudena. Una mañana que no había sido ni soleada ni nublada del todo. Hizo amago de llover, pero la lluvia, seguramente ocupada en repartir agua por otras latitudes, no había creído conveniente aparecer por un sepelio que tampoco es que hubiese importado a mucha gente salvo a los cuatro amigos matados que aparecimos por allí, al único hermano que le quedaba, el Floren, y a la Marga, su piba de toda la vida.

Su hijo, el Nico, tampoco había creído pertinente aparecer por el crematorio del cementerio de la Almudena. [...]

Su hijo es el cabronazo que en este momento empuña la pipa, coloca a sus dos colegas a ambos lados del banco y grita cosas que parecen sacadas de un periódico de sucesos de los años setenta.

—¡Que no se mueva nadie, por mis muertos! ¡Esto es un puto palo al banco y al que se mueva le reviento la cabeza de un tiro, que estoy mu loco!


Y allí, en el banco que pretenden atracar Nico y los dos mataos de sus colegas, está Zip, el protagonista y narrador. El que ese mismo día, unas horas antes, acompañó al Chule en su escapar de este mundo por la chimenea del crematorio de la Almudena. Zip que no pudo escoger otro día, otro momento, para acercarse al banco a ingresar una miserable cantidad de dinero, el mismo que ahora se pregunta si Nico sabrá que su padre ha muerto. Y durante las horas que Zip, Cipriano Rodríguez, natural de Canillejas, pasa como rehén de aquellos tres yonquis medio desquiciados, recordará el pasado. 

El pasado que nos cuenta es cómo conoció al Chule, cuando éste estaba atracando, maldita fatalidad, otro banco. O más bien, cómo empezó a relacionarse con él, porque conocerlo, ya lo conocía «Yo era algo mayor que él, pero conocía al Chule. Lo había visto jugar al fútbol cuando era muy pequeño. El chaval no estaba muy bien de la cabeza. En el cole, curiosamente aprobaba, era uno de los pocos que lo hacían de una clase en la que todos los alumnos tenían hermanos mayores que delinquían o estaban en la cárcel»

El Chule también había tenido hermanos mayores, pero no le duraron mucho. Las sobredosis o las enfermedades asociadas a la adicción a todo tipo de sustancias terminarían con los tres mayores que él. Se salvaron él y el hermano pequeño, pero él pasaría la mayor parte de su vida en la cárcel a partir de aquel atraco.

Calculo, entre unas cosas y otras, y que el autor o quien lo sepa me corrija, que debían de ser los años setenta. Para entonces Zip trabajaba de periodista en un periódico local de Madrid, porque Zip, al contrario de muchos de sus colegas de Canillejas, tenía una carrera. Incluso había trabajado en El País donde entró por enchufe (sí, además de carrera, tenía un mentor). Lo malo es que los enchufes no sirven para espabilar las resacas y las borracheras, y Zip, alcohólico sin remedio, padece con frecuencia ambas cosas. Así es que cuando lo echaron del País terminó en el periódico local donde ahora le hacen un encargo:

«—Tú vives por Canillejas, ¿no?
—Sí, soy de allí. ¿Por?
—Pues verás, chaval, tengo a todo el mundo ocupado y tienes que ir a cubrir un atraco.
—Claro. ¿Qué pasa, es que es en Canillejas?
—No, pero el jefe de la banda es de tu barrio. Es la banda del Chule. Han querido atracar un Banco Santander en la calle Alcalá y algo ha salido mal porque se ha presentado la Policía. Se han hecho fuertes dentro, con rehenes…, vamos, un puto cristo».

Y así fue como Zip entró en tratos con el Chule. Con los geos entrando a saco y deteniendo a todos los participantes se resolvió aquel atraco, pero cambió en cierto aspecto la vida de Zip. «Poco podía yo pensar en aquel momento en las veces que hablaría después, a lo largo de los años, con el Chule y la Marga».

Zip pasó muchos años hablando en la cárcel con el Chule; en el barrio, solucionando los problemas de Marga cada vez que la mujer se le presentaba con el mono o con cualquier otra necesidad que pudiera tener, y hasta haciendo de canguro del Nico cuando nació, como casi todos los personajes de esta historia, en el lugar equivocado.  Y en ese lugar equivocado crecería el Nico. Un ambiente en el que lo único que importaba era cómo conseguir la próxima dosis. Sin suponer una preocupación para su madre.

«[...] el yonqui cuando está totalmente enganchado deja de tener problemas [...] más bien solo tiene un puto problema: ponerse. Todos los demás problemas desaparecen como por arte de magia. No prestan atención a nada más. Por eso apenas comen y no se relacionan con nadie, ni siquiera con su familia. Tampoco necesitan ser amigos de nadie porque nadie es amigo de ellos. La soledad les importa un huevo, porque cuando el caballo entra por las venas ingresan en el parque temático de Yonquilandia, donde nada importa, donde nada existe, salvo esa tierra prometida a la que, por el contrario, cada vez cuesta más llegar y hay que ponerse más dosis».

La historia más específica del Chule se nos cuenta en segunda persona. Zip se dirige al Chule para hacernos partícipes de sus andanzas por las cárceles, más tiempo que en libertad, dirigiéndose al propio Chule en un largo monólogo que, ya terminando la novela, sabremos qué es y a qué viene. Aquí sabremos de los intentos de fuga, las huelgas de hambre, los motines, los periodos de aislamiento, los malos tratos, las torturas... El Chule toma parte activa en todos esos actos. Militó en la COPEL (Coordinadora de Presos en Lucha) y terminó por ser un preso FIES (Fichero de Internos de Especial Seguimiento). «Se abrieron módulos FIES en varias de las prisiones de la geografía española. El Chule pasó por todas y cada una de ellas, experimentando en sus carnes el diseño de unas leyes carcelarias vejatorias que más tarde serían declaradas inconstitucionales».

Y alternando con la historia pasada del Chule y la Marga, Zip nos va dando cuenta del atraco en el banco de Canillejas que lleva a cabo el Nico horas después de que hubieran incinerado a su padre. Zip se pregunta, como decíamos, si Nico sabrá que su padre ha muerto. Aunque con el paso de las horas, empezará a preguntarse si Nico no esconderá más de lo que parece, más sentido común, más inteligencia, más sentimientos...

«Tu sepelio fue triste. Me habría gustado ver al Nico allí, pero él tenía sus traumas, sus fantasmas. Y aún dudo, fíjate, de si el atraco, el mismo día de tu muerte, no fue un homenaje a ti. Si es así, el Nico es un figura. ¡Qué coño, es un puto genio! Como tú. Y lo que es mejor, ¿sabes lo que significa eso? Pues que el puto niñato te quería, tronco, te quería»

Paco Gómez Escribano

También Zip nos irá narrando su propia historia que corre paralela a la de Chule y Marga. Su alcoholismo y su afición al tabaco y los porros, sus caídas, y recaídas en la farlopa, sus borracheras y resacas y sus perdidas de trabajo y la salvación momentánea que supone la ayuda de sus tíos o de su mentor. Pero él también, como muchos otros, («y quién no» le pregunta Roberto, un abogado que también anda perdido entre el alcohol y la desesperanza) nació en el lugar equivocado. 

Aprovecha también Paco Gómez Escribano para hacernos un somero, pero muy interesante análisis de las cárceles españolas en los años setenta y ochenta. En una Nota del autor («Nunca he hecho una nota de autor en una de mis novelas, así que ya es hora de hacer la primera. En este caso es necesaria») nos lo deja bien claro. Se ha documentado acerca de la vida en las cárceles, los motines, las asociaciones de presos, sus reivindicaciones, etc. Y, como siempre, con su prosa totalmente pegada al hablar del barrio, pero exquisita; sus personajes heridos, capaces de todos los desmanes, incluso un poco (o un mucho) cabronazos, pero con su dignidad, con sus lealtades bien definidas y un código de conducta bastante honorable dadas las circunstancias, me ha vuelto a seducir, y van ya once veces si aún sé contar. 

En esa nota del autor, deja claras sus intenciones: «No se puede contar la historia de un país sin contar el día a día de su régimen penitenciario a lo largo del tiempo».

Otras obras de Paco Gómez Escribano, con enlace a las reseñas que escribí, casi todas para la Revista MoonMagazine, son las siguientes.

Título del libro: Después de la derrota
Autor: Paco Gómez Escribano
Nacionalidad: España
Editorial: Alrevés
Año de publicación: 2024
Año de publicación original: 2024
Nº de páginas: 250

Comentarios

  1. Buenos días, Rosa.
    Concuerdo con el autor, la historia de un país se compone de un montón de piezas. Si eliminamos una, esa singladura queda incompleta.
    En cuanto a lo que nos comentas sobre Después de la derrota, no sé si realmente es una lectura destinada a mí, pero su relevancia es innegable.

    Un abrazo, y gracias por tu estupenda reseña!!

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    1. Paco Gómez Escribano da voz a esos personajes olvidados o, muchas veces despreciados, de las calles. Rateros de medio o de largo pelo, yonquis, alcohólicos, prostitutas por una dosis... todos ellos en la prosa de Paco se muestran tal y como son, y muchas veces sorprende su lealtad, sus sentido del honor, su dignidad... porque el autor sabe sacar o mejor de todos ellos. Cuando lo merecen, porque con otros no tiene piedad.
      Entiendo que no sea una lectura para ti, pero es necesaria y, como dices, relevante.
      Un beso.

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  2. Hola, Rosa.
    Leí a este autor gracias a ti, con La vereda de la derrota. Poesía cruda, pero certera.
    Lo que llegan a destruir las adicciones, en que convierten al ser humano. Es realmente horrible y triste, mucho; como se desintegra el futuro a manos de una enfermedad.
    Me la apunto.
    Un beso.

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    1. La vereda de la derrota es un poemario en el que Paco Gómez Escribano muestra su faceta más negra y su visión, más negra aún, de la vida. Las novelas son muy negras, pero tienen algún toque de humor (negro), de ironía amarga, y siempre cuenta historias muy interesantes de personas que lo pierden todo excepto la dignidad. No hay buenos y malos; hay gente normal, con sus miserias y sus bondades, y algún que otro malo sin concesiones, pero son los menos. Cualquier novela de Paco merece la pena.
      Un beso.

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  3. Este autor parece que retrata muy bien esa época de los años setenta y ochenta y el ambiente "quinqui" de entonces. Una novela muy generacional, ¿verdad? Me gusta también lo que dices sobre ese mundo de lealtades y personajes heridos. Una reseña estupenda, Rosa. Un beso.

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    1. Según las novelas nos lleva a unos u otros años. En esta novela una de las partes está ambientada después de la pandemia. También tiene novelas totalmente ambientadas en la actualidad. Leyendo su obra se ve cómo ha ido evolucionando el barrio y sus personajes, y sería interesante leer sus libros en orden cronológico de ambientación. Yo los he leído en orden de publicación y va de delante a atrás. Es muy bueno.
      Un beso.

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  4. Hola Rosa, Paco Gómez Escribano es un autor con el que coincido a menudo en la Semana Negra de Gijón y que por unas cosas o por otras nunca me decido a leer, cada vez que veo una reseña tuya de alguna de sus novelas me digo que de esta no pasa, pero al final se va quedando atrás. A ver si este año empiezo por fin, que tu estupenda reseña me ha dado ganas de ponerme con él de una vez y seguro que un año más volveremos a encontrarnos. Besos.

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    1. Que por cierto es finalista del Dashiell Hamnet que se falla este año con Narcopiso.

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    2. Espero que este año te animes, Mar. Saludos.

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    3. Pues, como te dice el propio Paco, anímate porque estoy segura de que lo vas a disfrutar de la primera página a la ultima, con este libro o con cualquier otro. Ojalá este año se lleve el Dashiell Hammett. Ha habido un par de premios que no se los ha llevado quien más los merecía, al menos en mi opinión, y en alguno estaba Narcopiso también.
      Un beso.

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  5. ¡Hola, Rosa! Siento que es una lectura que nos muestra lo dura que puede ser la vida para algunas personas. Una realidad que muchas veces ignoramos, pues estamos tan metidos en nuestra burbuja, que ni nos enteramos. No he leído nada del autor, así que no dudaría en poner este libro en mi lista de pendientes. Gracias por la reseña. ¡Un beso!

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    1. Cualquier libro de Paco Gómez Escribano que pongas en tu lista te resultará muy interesante de leer. Bien escrito, bien tramado y resuelto, con personajes que se hacen querer porque aunque sean... lo que son, no dejan de ser buena gente. Y, además, es muy ameno
      Un beso.

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  6. Muchas gracias por la reseña, Rosa. Celebro que te haya gustado. Gracias por la fidelidad. Un beso.

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    1. Miel gracias a ti, Paco. La fidelidad te la has ganado libro a libro porque si el primero, Yonqui, me encantó, el resto me han ido ganando para la causa. Los hay mejores y menos mejores, pero todos me han llegado a algún rincón de las emociones y éste es de los que más.
      Un beso.

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  7. ¡Hola Rosa! la verdad que yo conozco al autor por ti, por todas tus reseñas y es que has leído mucho (¿quizás todo?) de él. Siempre he pensado que merece mucho la pena leerle, porque sabe transmitir a la perfección el mundo de la droga de barrios de aquellos años, con esa jerga, y veo que ahora se ha documentado mucho para escribir esta novela, que sabe, conoce bien lo que se cocía en las cárceles en los setenta y ochenta y todo lo relacionado con ellas.
    Curiosa esa relación que surge entre el narrador y el Chule, aunque no cuesta trabajo de entender porque él también estuvo metido en ese mundillo de la droga y la delincuencia por nacer en el lugar equivocado, pero por lo que cuentas pues fue capaz de salir de allí y rehabilitarse
    Pues nada..., otra novela mas de Gómez Escribano a la saca, me encanta que disfrutes tanto de sus lecturas y yo no descarto leerle en algún momento (ojalá las horas que tenemos para dedicar a la lectura se duplicaran cuadriplicaran para poder leer mucho mas)
    Un beso.

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    1. Creo que he leído todo lo que ha escrito salvo un par de cosas que escribió antes de empezar con Canillejas y de los que he conseguido uno que espero leer pronto. Creo que cualquier libro del autor que leyeras te iba a gustar. El narrador de Después de la derrota se ha rehabilitado hasta cierto punto Es alcohólico y abusa de las pastillas y su adicción superada a la coca parece no estar tan superada como creía. pero sí, se ha librado de la delincuencia y no depende del pico para subsistir lo que le permite llevar una vida "normal".
      Muy interesantes tanto la historia del pasado con al atraco del Cghule y sus andanzas en la cárcel, como el presente, con ese atraco en el que Zip hace de intermediario con la policía. Creo que te encantaría.
      Un beso.

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  8. ¡Hola, Rosa! Pues este es un autor que "estrenaré" este verano. Me gusta lo que has contado de él en tus reseñas y el otro día, precisamente, me hice con este y con Narcopiso para leerlos tranquilamente este verano. Si eché un vistazo a las primeras páginas y me parece un estilo y una narrativa con voz propia y personal, algo que últimamente es casi una rareza. Así que volveré a comentar ambas reseñas con "conocimiento de causa". Un abrazo!!

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    1. Seguro que lo vas a disfrutar mucho y luego querrás seguir sabiendo de esos personajes tan de Canillejas a los que el autor conoce tan bien. Narcopiso opta al premio Dashiell Hammett. Ya se quedó sin el Novelpol, injustamente, para mí. Cualquiera de los otros nominados me gustó más que el que ganó. A ver qué pasa.
      Un beso.

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  9. ¡Hola, Rosa!
    Conocí este autor gracias a tu reseña de "Narcopiso". Tenía mis dudas en ese entonces por la jerga de sus personajes, pero me lo aclaraste en tu respuesta a mi comentario, así que apunté esa sugerencia para acercarme al autor.
    La verdad es que el género me gusta y esas novelas que nos enfrentan a realidades que muchas veces no queremos ver, siempre han llamado mi atención.
    Opino que las historias de crítica y denuncia social son necesarias, otra sugerencia que tendré en cuenta, ya veo que conoces muy bien la prosa del autor, habiendo leído prácticamente todas sus obras ;)
    Un abrazo y feliz fin de semana.

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    1. Paco Gómez Escribano conoce el barrio de maravilla y ha cargado sobre sus espaldas y sobre sus letras dar voz a esos personajes de los que tenemos ideas muy sesgadas. Gracias a estas novelas quedan de manifiesto sus miserias, pero también sus virtudes, sus emociones, sus sentimientos, su sentido de la ética. Es además un autor muy constante. Si tuviera que recomendar una de sus obras, me costaría porque todas son muy buenas, pero Después de la derrota o Narcopiso están muy bien para conocerle y engancharse a Canillejas.
      Un beso.

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  10. Me ha gustado tu reseña. La he leído con atención y con interés por la historia. Igualmente, sé que es poco probable que lea esta novela. Cuestión de tiempo y preferencias, simplemente. Aun así, no puedo afirmar respecto a Paco Gómez Escribano que de esa agua no haya de beber. No se puede negar la importancia del lugar en el que uno nace y se cría y que nadie puede elegir. Igualmente, la historia de un país está formada por múltiples facetas y tal vez aquellas de las que menos se suele hablar sean las que más tengan que decir de él.
    Besos

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    1. Yo te animaría a leer a Paco Gómez Escribano, pero entiendo que no es tu género favorito, aunque ¿cuál es el género al que pertenece?, ¿negro, social, histórico, denuncia, crítica? Todo ello se da y se da muy bien, aunque haya redundancia: para mí no hay género negro sin crítica y denuncia. En esta novela, además del mundo de Canillejas, nos habla de las cárceles en España durante unos años que imagino entre los setenta, ochenta y puede que primeros noventa. Y todo ello, como habrás visto por las citas, muy bien escrito. Si te animas, ya nos contarás que te ha parecido este autor y su mundo.
      Un beso.

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  11. Hola, Rosa. La frase final es estupenda. Yo no conocía el libro pero, tras leerte, me han ido entrando ganas de meterme de lleno en él. No te diré que me voy a lanzar de forma inmediata pero sí lo pondré en mi lista de posibles y futuros. Besos

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    1. Creo que es un autor al que hay que tener muy en cuenta. Yo lo tengo entre mis fijos. Libro que publica, libro que me leo porque todos ellos me encantan. Anímate. me encantará leer tu reseña.
      Un beso.

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