"Versografía maldita" Paco Gómez Escribano

"Salimos del vestíbulo de la extravagancia, 

aún con el regusto de una ignorancia

totalmente inservible contra la vileza que nos rodeaba, quemamos la única vela que nos dejaron, y nos enfrentamos a la vida sin herramientas, caminamos como espectros con nuestras almas, 

demasiado oscuras, demasiado muertas,

y la ignorancia se transformó en silencio

y el silencio en un vendaval de incidencias, ´como si esperáramos que nos ultrajaran 

        en cualquier momento, 

        como si el viento pudiera transportar

                aristas de humillación".

Al igual que "Tierra de luz blanda", otro libro de poesía del que hable hace unos días, también "Versografía maldita" me llegó de la mano de su autor, Paco Gómez Escribano. En este caso, la poesía se complementa con prosa, bien es verdad que es una prosa muy poética. Al igual que el libro de Ezequías Blanco, el de Paco Gómez Escribano ha sido leído y releído. Primero todo su contenido en orden, poco a poco, un poema hoy, otro mañana, dos por la noche... Después siguió acompañándome y releía una poesía o un texto en prosa, salteados, a petición de mi capricho o del lugar por el que se abría el libro (el capricho del libro). 

Al igual que con "Tierra de luz blanda", no pensaba traer al blog "Versografía maldita". Demasiadas dificultades. Me resulta complicado entender y comentar la poesía. Pero a la vez, algo me decía que no podía dejar pasar estos libros sin hacerles su entrada particular. Y aquí estoy, por segunda vez en pocos días, dando mi opinión sobre un libro de poesía, sin pretensiones, dejándome llevar por las sensaciones transmitidas, un poco anárquicamente, volviendo a colgarme de mi gusto y de mi curiosidad.

El poema con el que abro esta entrada, es también el que abre el libro. Se titula Incidencias y no sé lo que el autor querría expresar con él, pero sé lo que a mí me ha transmitido: una pérdida de la inocencia de la que ninguno nos hemos visto libres a medida que nos adentrábamos por el pasillo de la vida tras salir del vestíbulo de la misma. Y así continúa el libro, con la inocencia perdida y sin posibilidad de recuperarla, recorriendo escenarios oscuros en los que la desolación deja pequeños resquicios, muy pequeños, a la esperanza. Nos asomamos a Acantilados de miedo, escuchamos una Música fúnebre y perdemos la cordura mientras escuchamos 

"[...] un blues de Howlin'Wolf,

que desata una tormenta de dolor considerable al principio, 

que finalmente actúa como un bálsamo

que junto al wisky consigue suspender ideas

mientras el camarero limpia vasos con un trapo mugriento..."

Es difícil tomar como cita un fragmento de un poema de "Versografía maldita". La mayoría de ellos carecen de puntos. Se empieza y no se puede cortar hasta el final, hasta el único punto de toda la poesía que es también su punto y final. Cada poema se convierte así en una larga frase con la única pausa de las comas que van encadenando subordinadas. Son versos que se encadenan unos a otros llevándonos de principio a fin casi sin darnos cuenta. 

Las poesías de Paco son duras, nada complacientes. No hay más que fijarse en los títulos de las mismas, Delirios frustrados, Oportunidades muertas, Anhelos alcohólicos, Hijos de la amargura... para darse cuenta de que en "Versografía maldita" los paisajes son oscuros, los amores no son afortunados, los deseos no se cumplen. En este libro hay "tumbas de sueños fallidos" entre las que uno camina "rodeado de sonrisas vestidas de hipocresía". Y hay "resquicios de tiempo perdido", un tiempo que puede matarse o vivirse 

"[...] a lo largo de la barra, 

sentados en taburetes frente a mesas sucias o de pie".

Pero tampoco nos engañemos. No está totalmente ausente la esperanza en este libro. Como dice en el prólogo Pedro de Paz, "Lo que Paco ejerce y lo que nos regala en las dos partes que componen este libro es literatura de subsistencia y de resistencia. Y nos regala el deseo de subsistir y resistir".

El personaje que transita por los poemas de Paco se hunde y se levanta y a veces se habla a sí mismo o escucha a alguien que le habla y le recuerda que aún hay una luna en el cielo y una habitación esperándole.

"Ya en la habitación 

        de esa pensión asquerosa en la que vives,

rebuscas en el armario, y encuentras una botella

que contiene un poco de whisky.

Te la llevas a la boca y la vacías.

Después encuentras medio cigarrillo en el lavabo,

junto a la pastilla de jabón.

No sabes lo que hace allí, pero comprendes

que eres un tío con suerte.

Lo enciendes y miras por la ventana

las calles del viejo barrio. Llueve.

Tú no dejas de sonreírle a la luna".

Lo dicho, hay una cierta esperanza, un cierto optimismo. Una cierta piedad por el personaje, pero jamás complacencia o ingenuidad.

Paco Gómez Escribano

Pero es cierto que el libro tiene dos partes y no todo en él es poesía. La segunda parte está escrita en prosa y consta de treinta y un capítulos cortos, de una página o poco más, encabezados con números romanos y titulados en su conjunto Mi banco del parque. Es de noche y hay un banco y una farola que no luce. "En este momento solo sé que la luz de la farola que alumbra mi banco hoy no luce. Es la única que no lo hace de entre la precaria hilera". Y hay una pareja que se sienta en el banco cada noche, aunque no siempre llegan juntos. Es una pareja extraña y la mujer se llama soledad. A veces una tercera presencia se inmiscuye entre ellos. Se llama muerte. La soledad y la muerte pelean por el hombre. De momento va ganando la soledad, pero es cuestión de tiempo. "La muerte me pregunta al oído por la dama que me acompaña y ella le da un zarpazo que le hace huir. Para mí que se ha puesto celosa [...] la soledad me protege hasta de ella". 

Nuestro hombre y narrador se siente espectro. Tal vez no existe él ni el parque ni la farola ni el banco. Salvo que los espectros no fuman. Además de la muerte y la soledad, otras dos damas pelean por él: la cordura y la demencia, pero ese es un combate eterno que probablemente quedará en tablas. "Apago mi cigarrillo. Se apaga la luz de la luna y fenecen mis esperanzas vanas de que algún día la luz del sol ilumine mis días". 

Es toda una aventura literaria seguir a este personaje en sus noches en el parque. Es un personaje que resume otros muchos. Resume, o eso me parece a mí, a esos personajes de las novelas de Paco Gómez Escribano. Esos personajes desesperados en sus adicciones o esperanzados en la consecución de la siguiente dosis; esos personajes confiados en sus eternos golpes, golpes que salen como salen y nunca demasiado bien. Un mundo de personajes condenados a ser perdedores, pero capaces de alzarse sobre su destino para intentar doblegarlo con la testarudez de los héroes. Que lo consigan o no no le resta una micra a su condición de héroes del asfalto. En este libro, en verso y en prosa, veo el alma de esos personajes desnuda, sin envolturas corporales, o la veo a través de esa envoltura corporal que se me vuelve transparente, pero el hecho es que la veo en su pura esencia, más heroica que nunca.

Como también dice Pedro de Paz en el prólogo "Quien sea lector habitual de sus novelas se sentirá confortado al encontrar en este volumen el complemento perfecto, la guinda del pastel de todas esas historias que tan magistralmente construye a partir de vivencias y recuerdos tan reales como descarnados". 

He leído casi todas las novelas de Paco Gómez Escribano y tengo que decir que Pedro de Paz tiene toda la razón. Este libro es el complemento perfecto a la narrativa de Paco. "Apagué el cigarrillo por la mitad y contemplé la luna llena. Me dieron ganas de aullar como una alimaña. En lugar de eso me levanté y empecé a caminar. Cuál no sería mi sorpresa después de media hora cuando caí en la cuenta de que había olvidado el camino hacia mi casa".

Otras novelas de Paco Gómez Escribano, con enlace a la reseña que escribí para la Revista MoonMagazine, son las siguientes.

"Yonqui"

"Lumpen"

"Manguis"

"Cuando gritan los muertos"

"Prohibido fijar cárteles"

En breve se unirá a ellas la reseña de "5 Jotas", la nueva novela de Paco Gómez Escribano que sale a la venta el 5 de octubre.

Título del libro: Versografía maldita

Autor: Paco Gómez Escribano
Nacionalidad: España
Editorial: Grupo Tierra Trivium

Año de publicación: 2019

Año de publicación original: 2019

Nº de páginas: 100