Ramiro Pinilla, In memoriam
El jueves 23 de Octubre murió Ramiro Pinilla. Era una noticia que no podía retrasarse mucho (tenía 91 años) pero no por eso dejó de pillarme por sorpresa.
Lo conocí (literariamente hablando) en 1981 cuando leí su novela "Antonio B. El Rojo" (más tarde se reeditó y el Rojo, pasó a ser el Ruso, pero nunca me he acostumbrado). Esa novela, ambientada en gran parte en los paisajes hostiles de La Cabrera leonesa, me gustó mucho.
Me gustó como estaba escrita y, sobre todo, me gustó la historia de aquel personaje, hambriento, encarcelado por robar porque el hambre cuando se mezcla con el instinto de supervivencia, tiene esas cosas, que no respeta la ley; luchando por su vida contra todo lo divino (la naturaleza) y lo humano (la Guardia Civil).
Me gustó como estaba escrita y, sobre todo, me gustó la historia de aquel personaje, hambriento, encarcelado por robar porque el hambre cuando se mezcla con el instinto de supervivencia, tiene esas cosas, que no respeta la ley; luchando por su vida contra todo lo divino (la naturaleza) y lo humano (la Guardia Civil).
Busqué información sobre el autor, pero a principios de los 80 no había internet, ni siquiera había ordenadores en las casas, la novela se había publicado en el 77 y Ramiro Pinilla, premio Nadal en 1960, era un desconocido. Incluso en las librerías (al menos en las que me eran accesibles en León en aquella época) no supieron darme noticias de sus obras.
Así es que, cuando más de veinte años después, se publicó el primer volumen de su trilogía "Verdes valles, colinas rojas" corrí a comprarlo y lo leí de un tirón. Y esperé con impaciencia a que fueran saliendo los otros dos...y los leí de un tirón.
Y ya fue un no parar: cada vez que salía un libro, ya fuera nuevo (¡¡qué personaje el futbolista de "Aquella edad inolvidable"!!), o reeditado (¡¡qué placer literario "Las ciegas hormigas", el premio Nadal de 1960!!) corría a comprarlo... y lo leía de un tirón.
Ahora se acabó. Leeremos su última historia, recién salida de la imprenta (el tercero de su trilogía detectivesca) y disfrutaremos con Samuel Esparta (el antihéroe de Sam Spade) vestido con gabardina y sombrero americano. Y después, nos resignaremos. Después, nos acostumbraremos a saber que ya no habrá más entregas y que hemos perdido un referente, otro más, de esos que nos tienen esperando su nuevo libro para ir corriendo a la librería... y leerlo de un tirón.
Gracias por todo Ramiro Pinilla. Sit tibi terra levis.
Es una pena que nos deje gente así, pero consuela saber que tuvieron una vida larga. Es de cuando el Nada no era comercial. Yo en quince días me voy a una entrega de premios con una ganadora del Nadal de cuando aún tenía prestigio y era auténtico.
ResponderEliminarBesos.
Aun sigue siendo el Premio más prestigioso de España, creo. El de este autor es una de las mejores novelas españolas que he leído nunca.
ResponderEliminar¿Quién es esa escritora ganadora del Nadal con la que te codeas? Me has dejado muy intrigada, ¿La conoceré de nombre y la habré leído?
Un beso.
Jajaja, codearme. Te lo digo por privado en face luego, para mantener a salvo mi identidad, cual supermán, jejeje.
EliminarQué guay!! Qué intriga!!
EliminarNo he leído nada de este escritor pero haré por hacerme con algo suyo y lo leeré ya te contare.
ResponderEliminarEspero que te guste. Es un hombre muy particular escribiendo que crea pasiones en quienes lo conocemos.
EliminarUn beso.