"Mujer en punto cero" Nawal El Saadawi
"¿Cuántos años de mi vida transcurrieron antes de que mi cuerpo y mi persona llegaran a ser realmente míos, para poder disponer de ellos a mi gusto? ¿Cuántos años de mi vida perdí antes de conseguir arrebatar mi cuerpo y mi persona del control de las personas que me habían mantenido sujeta desde el primer día de mi vida? A partir de aquel momento, pude decidir qué quería comer, en qué casa prefería vivir, pude rechazar al hombre que por cualquier motivo me inspiraba repulsión y escoger a aquel cuya compañía estaba dispuesta a aceptar, aunque solo fuera porque iba limpio y con las uñas bien cuidadas" . Tuvieron que pasar exactamente veinticinco años para que Firdaus pudiera disponer de apartamento propio y cuenta corriente; pudiera decidir lo que comía y tener a alguien que se lo cocinara. Hasta entonces su vida había ido saltando de la propiedad de un hombre a la de otro y a la de alguna mujer inclusive. Primero el padre y el tío, luego el marido y finalmente Sharifa. Nawal E
Hola, Rosa, me encanta el minirelato y la pintura es preciosa. Un beso.
ResponderEliminarMinirrelato. A veces pierdo las letras (o las pongo demás) y en este caso, se me extravió una r. Besos.
EliminarGracias por tus palabras Ángeles. No te preocupes por las "r" de más o de menos. Si te contara las meteduras de pata mias...
EliminarUn beso.
Muy bueno el relato Rosa. Con tu permiso lo comparto.
ResponderEliminarBesos
Puedes compartir todo lo que quieras y yo, agradecida, faltaría más. Me alegro de que te haya gustado precisamente a ti, que escribes micros tan estupendos.
EliminarUn beso.
Muy bonito tu microrrelato, Rosa. Y la pintura de Manuel mira que es bonita también, qué sencilla belleza tienen sus obras, ¿verdad?
ResponderEliminarUn beso
Las pinturas de Manuel son preciosas y muy inspiradoras. Cada vez que repaso sus exposiciones virtuales, me quedaría con todas.
EliminarUn abrazo.
Hola Rosa!!!!! Me encanta el micro y también la pintura. En pocas palabras has creado una historia muy bonita, aunque muy triste.
ResponderEliminarUn beso y enhorabuena, escribes genial.
Gracias, Marigem. Quería escribir algo sobre esa pintura que me dejó prendada cuando la vi. Ayer, por fin, me decidí.
EliminarUn beso.
Genial, Rosa. Un relato precioso, muy bien escrito y con un puntito de ironía.
ResponderEliminarSigue animándote a escribir ficción, lo haces muy bien.
Gracias también a Manuel que con sus pinturas además de regalarnos la vista da pie a que tú te inspires.
Un beso a los dos.
Tampoco lo dejes tú, amiga porque ya has demostrado lo bien que se te da. Yo, con las pinturas de Manuel y con las que nos deleita Carmen, me siento inspirada y disfruto poniéndoles letra.
EliminarUn beso.
Bonita pintura que inspira estas letras.
ResponderEliminarMe producen pena esas mariposas que no pueden evitar "quemarse".
Con más frecuencia de la que nos gustaría, las personas también hacemos como estas mariposas, nos acercamos a aquello que nos daña y aunque lo sabemos, no podemos dejar de aproximarnos.
Buen relato.
Un saludito
Es que las luces son atractivas y engañosas. Tienes toda la razón. Nos dejamos deslumbrar por cosas que nos atraen sin remedio y terminan por herirnos y, en el peor de los casos, destruirnos.
EliminarUn beso.
Como Conxita, yo también he sacado parecida moraleja. Lo mejor y más difícil de un microrrelato es mover a la reflexión. Conseguido, Rosa.
ResponderEliminarGracias, Gerardo. Yo soy de la opinión de que un escrito, cuando sale del autor, es propiedad del lector que es quien lo termina. Por eso me gustan las novelas en las que se me da la oportunidad de "poner" algo de mí misma. Me alegro de que Conxita y tú hayáis sacado vuestras propias reflexiones, distintas o coincidentes con las mías, pero vuestras.
EliminarUn beso.
Hola, Rosa. Precioso relato. "Otra mariposa acaba de caer achicharrada" Tan inevitable como el crepúsculo, como estar y dejar de estar en un segundo. Un beso grande!
ResponderEliminarGracias, Laura. Un gran honor viniendo de ti. En mi casa tengo una lámpara de esas de pie que abren la pantalla hacia el techo y, de vez en cuando, se levanta un olor terrible a chamuscado. Suelen ser moscas, pero me dan mucha pena precisamente por eso que dices: "estar y dejar de estar en un segundo"
EliminarUn beso enorme.
Bonito relato y bonita pintura voy a visitar al autor.
ResponderEliminarUn abrazo
No te pierdas las pinturas de Manuel son geniales.
EliminarUn abrazo.
Precioso y original micro, Rosa. La mariposa de tu historia ha desaparecido, pero ahí está tu imaginación extendiendo sus alas para contar su destino. También la imagen me ha gustado mucho, hace con tu texto una estupenda "pareja" :))
ResponderEliminarUn beso!!
Gracias, Julia. Me alegro de que os guste el micro. Espero que esté lo suficientemente bien para que no desmerezca la preciosa pintura de Manuel.
EliminarUn abrazo.
Hola Rosa: Entre la entrada de chelo y los cuadros de su madre, y esta pintura, tengo que colgar los mios palabra, pero esperar que chari me eche una mano en cuanto ella pueda, y os los cuelgo.
ResponderEliminarEs precioso tanto el micro como la pintura, me ha gustado mucho Rosa. un beso. TERE.
Gracias, Teresa. ¿Qué tal sigue Chari? Parecía que volvía a la actividad bloguera, pero ha vuelto a desaparecer. Dale recuerdos y dile que la espero y espero su pronta recuperación.
EliminarComo espero ver tus cuadros y, quizás escriba un relato basado en alguno de ellos.
Un beso.
¡Qué bonito, Rosa! Qué imaginación tienes...Es muy descriptivo tu relato porque entran en juego los sentidos de la vista, oído, olfato...¡y hasta el del tacto! el que muestras cada vez que escribes sobre una pintura.
ResponderEliminar¡Un beso!
Pd: Gracias por la alusión a los cuadros de mi madre, Tere. Da recuerdos también a Chari.
Gracias, Chelo. Intenté dar la imagen de pérdida de sentidos, como dices, de ese momento en que ya no estás, pero aún no lo sabes.
EliminarMe alegro de que te gustara. La pintura de Manuel, como has visto, es preciosa. Y el cuadro que ha publicado Tere, también.
Un beso.