
En su búsqueda, Fabio encontrará algunas cosas que desearía que siguieran ocultas y perderá otras con las que verá esfumarse parte de su juventud y sus recuerdos. Perderá a un amigo, pero encontrará un cuaderno en el que descubrirá el horror que a veces significa saber.
En una trama que parece girar alrededor del fanatismo islámico, nos veremos de pronto envueltos en una trama de tráfico de drogas, pero todo es lo mismo porque "el control de los traficantes lo llevaban los mismos que incitaban a los jóvenes a combatirlos".
Fabio conoce ese mundo. Sabe a lo que se enfrenta. Hijo él mismo de inmigrantes italianos, pasó su infancia en "la Capellette, un barrio de macarroni". Coqueteó en su adolescencia y juventud con el mundo de la delincuencia, aunque nada tenía que ver con la de ahora. Nosotros éramos unos delincuentillos. Nos gustaba el dinero fácil, las chicas, los coches. Oíamos a Coltrane. Leíamos poesía. Y cruzábamos el puerto a nado. Darnos gustito y presumir. No le pedíamos mucho más a la vida".
![]() |
Jean-Claude Izzo |
Fabio descubre demasiadas cosas, entre otras, que, si se pudiera elegir, uno elegiría no saber. Porque el saber desgasta y amarga y cubre la mirada de un velo de consciencia que no deja lugar a la ingenua alegría. El saber nos descubre a nosotros mismos nuestras miserias y nuestras grandezas, y una vez sabios, ya no podemos escondernos en la cómoda y complaciente ignorancia. "Porque todos envejecemos, por nuestra indiferencia, nuestras dimisiones, nuestras cobardías. Y por la desesperación de saber todo esto".
Y el gran personaje de Izzo: Marsella, siempre Marsella. La ciudad a la que había emigrado su padre con catorce años, siguiendo a sus hermanos; la ciudad en la que nació su madre, en el barrio des Pistoles au Panier, el mismo barrio donde nacería Jean-Claude Izzo en 1945. "J'ai Marseille au coeur" son palabras que su hijo Sébastien ha puesto en boca del autor.
Basta con leer sus novelas para darse cuenta de hasta qué punto estaba enamorado de Marsella; con sus luces y sus sombras, con su Vieux port y sus cités, Le Panier y la Cannebière. Y sobre todo, su mezcla, esa mezcla de nacionalidades, razas, religiones, costumbres, músicas. Esa mezcla en la que se basan (no solo en la biología) la evolución y la belleza.
"Es Marsella la que pertenece al exilio. Esta ciudad nunca será otra cosa que la última escala del mundo. Su futuro es de los que llegan. Nunca de los que se van.
—Y los que se quedan, ¿qué?
—Son como los que están en la mar. Nunca se sabe si están muertos o vivos.
Como nosotros, pensé,".
—Y los que se quedan, ¿qué?
—Son como los que están en la mar. Nunca se sabe si están muertos o vivos.
Como nosotros, pensé,".
Me falta. Total Khéops me gustó muchísimo. Me entran ganas de empezarla ahora mismo
ResponderEliminarLeeré en breve "Soleá". Hay tantas frases y tantos párrafos geniales, que tengo que reprimirme porque empezaría a citar al autor y copiaría la novela entera.
EliminarNo la dejes.
Un beso.
A pesar de lo que cuentas, y con todo lo que tengo pendiente, creo que lo voy a dejar pasar. No me llega a convencer del todo.
ResponderEliminarBesos
Hay que priorizar porque hay mucho que leer y el tiempo es el que es. Es necesario seleccionar y dejar pasar más de lo que se quisiera.
EliminarUn beso.
Ayyyy cómo apetece y qué difícil lo veo, con todo lo que tengo pendiente y no avanza.
ResponderEliminarBesos.
Da igual que avance. Yo avanzo más en apuntar que en leer y la lista cada vez es mayor 😂🤣. Procuro ni pensarlo.
EliminarUn beso.
increíble blog!muy buenos párrafos! Abrazo!
ResponderEliminarMuchas gracias. Me alegro de que te guste.
EliminarUn beso.
Ya lo has vuelto a hacer: Dejarnos otra buena reseña de un libro que promete una buena historia.
ResponderEliminarYo ya no digo nada a estas alturas sobre si podré leerlo o no. mi vida se complica por momentos, privándome de mucho tiempo.
¡Siempre me quedarán tus reseñas!
Besos.
Me alegro de suplir con mis reseñas tu falta de tiempo. Vendrán épocas más propicias, amigo, y volverás a ser tú quien nos deje sus fantásticas reseñas.
EliminarUn beso.
Ya me había anotado este autor después de la reseña de "Total Kheops". El tema está de actualidad, pero he visto que la novela es de 1996. No me quiero imaginar cómo estarán las cosas en Marsella a día de hoy. Leí que allí el Frente Nacional es el partido más votado y hay una fractura social gravísima, me temo que Izzo, a juzgar por que cuentas, lo anticipó en parte.
ResponderEliminarUn abrazo.
Yo creo que él contaba lo que veía en aquel momento. No sé si lo anticipó o fueron las circunstancias quienes lo anticipaban. Es terrible que en una ciudad llena de inmigrantes y de trabajadores gane el Frente Nacional.
ResponderEliminarPor las novelas de Izzó, las películas de Guediguian y lo poco que vi en un par de días que pasé allí, Marsella es una ciudad compleja, difícil y maravillosa (en la que busqué la playa de los Catalanes, por donde andaban Edmundo Dantés y Mercedes, y el castillo de If). Es triste verla en manos de esos energúmenos. Igual me pasa con Estados Unidos y Trump. ¿Qué le pasa al mundo? Espero que en unos pocos años se recupere la cordura y las cosas vuelvan a un cauce razonable.
Lecturas recomendables totalmente.
Un beso.
La novela que nos traes hoy reune elementos sobrados para que me guste, Rosa. Creo que la psicología de los protagonistas, los ambientes en que se desenvuelve la acción, el tema del fanatismo religioso, etc la hacen sobradamente atractiva. No hay nada como conocer bien un tema a nivel de ralidad para poder hacer ficción creíble sobre él. ¡Me apunto el título, muchas gracias!
ResponderEliminarUn beso.
Te gustará, Julia. Es pura novela negra, pero con mucho por detrás como toda buena novela negra y las de este autor lo son especialmente.
EliminarDescribe los bajos fondos de Marsella con mucho cariño y conocimiento.
Un beso.