"La Carcoma" Daniel Fopiani.
Comienzo a leer el prólogo de "La Carcoma" y me llevo la primera sorpresa. Está escrito por Benito Olmo, un autor que ya pasó por este blog, cuando hice la reseña de su interesante novela "La maniobra de la tortuga". No es extraño que a un escritor de novela negra, le haga el prólogo otro escritor, del mismo género o de uno distinto. De hecho, a la mencionada novela de Benito Olmo se lo hacía César Pérez Gellida y, a este, le han prologado sus libros escritores como Jon Sistiaga o Lorenzo Silva. Lo novedoso del prólogo de "La Carcoma" es que es en sí mismo una pequeña muestra del más puro género negro. Es un relato negro en el que se nos presenta la novela y se nos presenta, incluso, la Editorial, Versatil ediciones, "gente que no se andaba con lindezas, y que si no hubieran tenido la certeza de que aquel tal Fopiani era un caballo ganador, jamás habrían apostado por él". Un presunto diálogo del más genuino género negro entre Benito Olmo y Daniel Heredia.
Ya metida en la novela, con el buen sabor de boca prendido al paladar y la sonrisa de satisfacción dejada por la grata sorpresa del prólogo todavía colgando de los labios, me encuentro con un personaje que "vivía deambulando por las tascas en busca de la cerveza elegida, de la birra milagrosa que le diese la respuesta que tanto necesitaba. Como si la solución a todos sus problemas se encontrase en el fondo de un vaso de tubo. Como si de un sorbo pudiese agarrar al cosmos por los cojones y adquirir sabiduría repentina". Y este personaje es Ramsés Espinosa, un escritor en horas bajas. Ha escrito un par de novelas de éxito y ha conseguido firmar con Black Tower, una prestigiosa editorial muy eficaz en su labor de vender libros; la más eficaz del continente, de hecho. Y ha conseguido un adelanto sobre su tercera novela antes de empezar a escribirla. Claro que si no, no sería un adelanto.
Lo malo es que, a dos meses de cumplirse el plazo del contrato, no tiene nada que presentar a la editorial; ni una línea ha salido de su mano ni de su cabeza después de año y medio, cuando aún hubiera sido tiempo de aprovechar la fama y el tirón de sus anteriores novelas que, poco a poco van perdiendo vigencia.
Por eso deambula por Cádiz, la ciudad en la que vive, y busca una tasca, una cerveza, un autobús que se lo lleve y le aleje de casa y del ordenador, y de la terrible evidencia que supone enfrentarse al hecho de que no escribe, de que no tienen nada que escribir, de que se le echa el tiempo encima y se verá abocado a la demanda judicial y a la ruina.
Ramsés se siente fracasado en todos los aspectos, no solo en el laboral. Tampoco ha sido capaz de formar una familia como sí ha hecho Juaje, su amigo (casi un hermano) Juan Jesús, que ya tiene un hijo con su novia del instituto y ahora esposa. Y no le sirve de excusa ser dos años más joven porque no tiene ninguna pinta de fabricar en dos años una novia del instituto y una estabilidad de la que siempre ha carecido.
Cuando acepta el ofrecimiento de Juaje de irse a pasar una temporada en la cabaña que éste heredó de un tío en La Carcoma, un pueblo de la sierra de Cádiz, no sabe que las cosas aún pueden empeorar más y que su estancia en el pueblo aún puede abocarle a una situación más penosa, una de esas a las que, por más que lo intentas, no les encuentras la salida, ni la marcha atrás.
Todo comenzará con un número, un 12 requemado sobre la madera del techo del salón. Aunque quizás todo empieza antes, con la disimulada o manifiesta (según los casos) antipatía que parece generar en los habitantes del pueblo; desde el tendero, Don Ernesto, y la dueña del bar, Dolores, hasta el sargento Loredo, el jefe del puesto de la Guardia Civil en el pueblo, que tampoco parece hacerle mucho caso cuando va a poner la denuncia.
Porque después del 12, justo al día siguiente, hacia el amanecer, apareció un 11 junto a la cortina del baño, y un 10 en la fachada trasera de la cabaña y un 9... y así día tras día. Y Ramsés, después de llamar a Juaje, intenta abandonar el pueblo, pero como una tela de araña de cuyos pegajosos hilos no pudiera deshacerse; como una pesadilla de la que por más que lo intentara no pudiera despertar, algo, alguien, el pueblo al completo, pone todas las trabas posibles para que no lo consiga.
Y, como decíamos, ni siquiera Loredo, el sargento Lodedo de la Gurdia Civil, parece hacerle mucho caso; ni siquiera parece confiar en él. "Amigo, vedá. No sé si me ha visto usted cada de gilipollas o si se piensa que soy tonto porque hablo como un idiota. [...]. Un hombre de su edad y que vive solo, va a pasar los días de vedano a la costa, a Madrid, Barcelona, Mallorca o a Ibiza. Va a un lugar donde pueda disfrutar y pegarse unas fiestas del copón. Aquí no hay nada de eso. De hecho, aquí no hay nada. [...] Sus ojos me dicen que ha venido a buscar algo, solo que no le apetece decírmelo". Desde luego, el sargento Loredo no es tonto, aunque hable como un idiota porque no puede pronunciar la "r".
"La Carcoma" es una novela y es un lugar maldito. La Carcoma es un pueblo habitado por unos personajes malos, inocentes, vengativos, rencorosos, desesperanzados, solos, desconfiados, tristes... hay de todo en La Carcoma, pero todo rodeado de un aura de misterio que, por momentos, lo hace parecer irreal. Como irreal nos llega a parecer el final de la novela que nos deja, de repente confusos y nos hace volver al principio y casi nos la volvemos a leer entera y la confusión se transforma en satisfacción porque además de haber leído una buena novela, vemos que tiene un final aún mejor.
Con esta novela Daniel Fopiani ha conseguido el Premio Valencia Nova de Narrativa 2017 que concede la Institució Alfons el Magnànim. Dada su juventud (nació en Cádiz en 1990), será toda una curiosidad estar pendiente de la evolución de su carrera literaria. La profesional, también es curiosa para un escritor: es Sargento de Infantería de Marina y confiesa que escribió la mayor parte de este libro navegando por el norte de Europa.
La Carcoma, el mundo inventado por Daniel Fopiani, es como un lugar imaginario habitado por fantasmas hostiles en el que Ramsés ha caído sin habérselo propuesto, al que ha acudido para salir del bloqueo, descansar y poder escribir la novela que ha prometido, pero en el que se irá viendo atrapado sin remedio y sin la menor esperanza de cumplir su objetivo. "No, no se podía caer más bajo Y lo que más le aprisionaba de todos estos asuntos era la certeza contundente de no tener solución para enderezarse. Era demasiado tarde. No sería capaz de escribir nada en el poco tiempo que le quedaba de contrato. No volvería a escribir nada más en la vida. Su existencia había terminado. Solo le quedaba volver a su apartamento y tirarse en el sofá a ver la televisión, dejar pasar los días hasta que su casero le tirase a la calle por impago, hasta que la editorial se le echase encima legalmente". Pero por fortuna...
Cuando acepta el ofrecimiento de Juaje de irse a pasar una temporada en la cabaña que éste heredó de un tío en La Carcoma, un pueblo de la sierra de Cádiz, no sabe que las cosas aún pueden empeorar más y que su estancia en el pueblo aún puede abocarle a una situación más penosa, una de esas a las que, por más que lo intentas, no les encuentras la salida, ni la marcha atrás.
La Sierra de Cádiz |
Todo comenzará con un número, un 12 requemado sobre la madera del techo del salón. Aunque quizás todo empieza antes, con la disimulada o manifiesta (según los casos) antipatía que parece generar en los habitantes del pueblo; desde el tendero, Don Ernesto, y la dueña del bar, Dolores, hasta el sargento Loredo, el jefe del puesto de la Guardia Civil en el pueblo, que tampoco parece hacerle mucho caso cuando va a poner la denuncia.
Porque después del 12, justo al día siguiente, hacia el amanecer, apareció un 11 junto a la cortina del baño, y un 10 en la fachada trasera de la cabaña y un 9... y así día tras día. Y Ramsés, después de llamar a Juaje, intenta abandonar el pueblo, pero como una tela de araña de cuyos pegajosos hilos no pudiera deshacerse; como una pesadilla de la que por más que lo intentara no pudiera despertar, algo, alguien, el pueblo al completo, pone todas las trabas posibles para que no lo consiga.
Y, como decíamos, ni siquiera Loredo, el sargento Lodedo de la Gurdia Civil, parece hacerle mucho caso; ni siquiera parece confiar en él. "Amigo, vedá. No sé si me ha visto usted cada de gilipollas o si se piensa que soy tonto porque hablo como un idiota. [...]. Un hombre de su edad y que vive solo, va a pasar los días de vedano a la costa, a Madrid, Barcelona, Mallorca o a Ibiza. Va a un lugar donde pueda disfrutar y pegarse unas fiestas del copón. Aquí no hay nada de eso. De hecho, aquí no hay nada. [...] Sus ojos me dicen que ha venido a buscar algo, solo que no le apetece decírmelo". Desde luego, el sargento Loredo no es tonto, aunque hable como un idiota porque no puede pronunciar la "r".
"La Carcoma" es una novela y es un lugar maldito. La Carcoma es un pueblo habitado por unos personajes malos, inocentes, vengativos, rencorosos, desesperanzados, solos, desconfiados, tristes... hay de todo en La Carcoma, pero todo rodeado de un aura de misterio que, por momentos, lo hace parecer irreal. Como irreal nos llega a parecer el final de la novela que nos deja, de repente confusos y nos hace volver al principio y casi nos la volvemos a leer entera y la confusión se transforma en satisfacción porque además de haber leído una buena novela, vemos que tiene un final aún mejor.
Daniel Fopiani |
La Carcoma, el mundo inventado por Daniel Fopiani, es como un lugar imaginario habitado por fantasmas hostiles en el que Ramsés ha caído sin habérselo propuesto, al que ha acudido para salir del bloqueo, descansar y poder escribir la novela que ha prometido, pero en el que se irá viendo atrapado sin remedio y sin la menor esperanza de cumplir su objetivo. "No, no se podía caer más bajo Y lo que más le aprisionaba de todos estos asuntos era la certeza contundente de no tener solución para enderezarse. Era demasiado tarde. No sería capaz de escribir nada en el poco tiempo que le quedaba de contrato. No volvería a escribir nada más en la vida. Su existencia había terminado. Solo le quedaba volver a su apartamento y tirarse en el sofá a ver la televisión, dejar pasar los días hasta que su casero le tirase a la calle por impago, hasta que la editorial se le echase encima legalmente". Pero por fortuna...
Qué buena pinta. Una novela negra rural. Cada vez son más los miembros de las fuerzas de seguridad que se lanzan a escribir. Gaditano, como Benito Olmo. Un abrazo.
ResponderEliminarMe encantará saber tu opinión sobre ella.
EliminarEntiendo que policías o guardias civiles se metan a escribir novela policíaca, al fin y al cabo es lo que mejor conocen y a poco que sean aficionados a la literatura y se les dé bien la escritura, debe de ser una enorme tentación. De un Infante de Marina me extraña más porque no les imagino muy literarios. Desde luego, con "La Carcoma", Daniel Fopiani, me ha convencido de lo contrario.
Un beso.
Sí que es joven el autor, sí. Me alegro de que las editoriales y los premios confíen en la nueva generación. A veces les cuesta un poco.
ResponderEliminarLa novela parece bastante interesante. Me suelen gustar las historias donde los protagonistas llegan a un pueblo o un lugar que de entrada es sospechoso. Hace tiempo vi una película que se llama Bosque de sombras que me gustó bastante. También trata de dos matrimonios extranjeros que llegan a un pueblo del norte de España, y pasan cosas raras...
Me apunto la novela a la lista, aunque no sé si la leeré en breve o no. Tengo muchísimo pendiente. Un besito!! :))
Esa película que mencionas me quiere sonar, pero no sé si la he visto o, sencillamente, he oído hablar de ella o he visto un avance.
EliminarEsta novela no tiene nada de irreal o fantástico, pero la carcoma es un lugar que parece que va a desaparecer en cualquier momento ante nuestros ojos. El ambiente del pueblo sí parece irreal. Daniel Fopiani ha sabido crear un mundo muy particular que impregna toda la novela y nos impregna a nosotros.
Entiendo lo de tu lista de pendientes. En la mía ya hay más de lo que me daría tiempo a leer aunque viviera hasta los cien años. Y cada día entra alguno más (exagerando).
Un beso.
Tiene una pinta estupenda y le tenía el ojo echado, pero de momento tendrá que esperar porque toca escoger cuando el tiempo no da más de si.
ResponderEliminarUn beso ;)
Tanto para leer y tan poco tiempo obliga a escoger muy bien. Coges algo, dejas algo. esa es la tragedia de la libertad. Cuando mi hijo era pequeño leía mucho (ahora ya lo dejó, sniff) y cuando terminaba un libro me decía ¿qué leo ahora? Mucho pedir libertad e independencia y nos cuesta elegir. Te entiendo perfectamente.
EliminarUn beso.
Ay Rosa, yo es otra que dejo pasar. ültimamente estoy viendo más pelis que leyendo, y ya voy superseleccionando. Parece interesante e intrigante (lo de los números me ha creado curiosidad) y la forma de hablar del sargenteo Loredo que has transcrito, graciosa.
ResponderEliminarComo siempre, tu reseña impecable.
Muchos besos
Pues sigue viendo pelis y sigue hablando de ellas, que resulta muy instructivo también. ¿Fuiste tú quien reseñó "Una pastelería en Tokio"? Creo que sí. La vi ayer y me pareció preciosa.
EliminarSi te tienta el libro, te diré que se lee rápido y muy a gusto porque engancha.
Un beso.
Sí, fui yo, Rosa. Muchas gracias por tus palabras, amiga mía.
EliminarUn beso
Pues por ti la tenía apuntada. Una gran película y eso que a mí lo japonés me resulta lento y ajeno, pero esa historia es muy hermosa.
EliminarUn beso.
Le tengo muchas ganas a esta novela, y más después de leer tu reseña. Creo que será una de las que caerá en Navidad 😊.
ResponderEliminarBesos!.
Creo que lo disfrutarás. Nos presenta todo un mundo y algunos personajes inolvidables.
EliminarUn beso.
No conocía esta novela, ni tampoco a su autor. Por lo que he leído en tu reseña me parece muy interesante. Creo que tengo que leer más novela de este género y puede que esta sea un buen principio ¿no crees?
ResponderEliminarPodría estar bien como principio. Es una novela entretenida y con sus puntos de humor; con una trama que engancha y un buen final.
EliminarYa sabes que yo soy muy amante de la novela policíaca. Leo de todo, pero siempre tengo una negra o policíaca entre manos para por la noche.
Un beso.
me ha picado mucho la curiosiodad! besitos!
ResponderEliminarPues nada para satisfacerla como leer el libro.😉
EliminarUn beso.
Desde luego me has dejado intrigada con los números sobre todo, ains, esta creo que vamos no tardaré mucho en leerla, eso si, últimamente no tengo mucho tiempo, ya ves que público poquito, pero bueno intentaré hacer un hueco , aunque ya tengo pendiente una que me paso Chari para leer, en fin poco a poco y sin prisa. Un beso.
ResponderEliminarPues poco a poco que no hay prisa y lo de leer es una pasión, no una obligación.
EliminarEs cierto que se nota que apareces menos por el mundo bloguero. Hay temporadas y temporadas.
Un beso y recuerdos a Chari. ¿Por qué no publica ya nada?
Muy interesante e intrigante, sin duda. Si sigo así, tendré que sacrificar muchas horas de sueño y de ocio con la familia para dedicarme con más ahínco a la lectura, pues no daré abasto con tantas novelas por leer, jeje
ResponderEliminarParece que el bloqueo del escritor tras una exitosa carrera literaria y la búsqueda de un lugar apartado donde recuperar la inspiración, es un tema de fondo que atrae a novelistas y lectores. Ahora mismo me viene a la memoria "Un saco de huesos", de Stephen King (para mí una de sus mejores novelas) y "La verdad sobre el caso de Harry Quebert", de Joël Dicker (suspense puro). En este caso, sin embargo, la trama se centra en nuestro país, lo cual puede resultar mucho más "cercana".
Muchas gracias de nuevo, Rosa, por ilustrarnos tan bien sobre buenas y nuevas oportunidades de lectura.
Un abrazo.
He leído "La verdad sobre...", pero no la de King. El terror es otro de los géneros que no cultivo.
EliminarSobre lo que puede ser la mente en blanco tras una obra de éxito, nada como "Basada en hechos reales" de Delphine de Vigan, una de mis autoras descubiertas este año y que es maravillosa.😜Para que añadas a tu lista.
"La Carcoma" es una novela recomendable: bien escrita, bien tramada, bien terminada y con personajes curiosos.
Un beso.
Hola Rosa, ya vi antes una reseña de este libro en el blog de Juan Carlos y me pareció una propuesta muy interesante, ni te digo ya después de leer tus impresiones de las que sabes me fío. Apuntado queda ahora sólo hace falta hacerle un hueco.
ResponderEliminarAbrazos Rosa.
Pues me alegro de haberte dado el empujón definitivo. Espero que te guste. Yo la he leído con placer porque es entretenida y engancha.
EliminarUn beso.
Decididamente me atrae como esa tela de araña que nombras. El género negro me gusta, y más si viene recomendado de tu mano, eso da garantías.
ResponderEliminarUn beso.
Pues espero que te guste y que esa tela de araña que no dejaba a Ramsés abandonar La Carcoma te mantenga a ti atado al libro disfrutando hasta el final.
EliminarUn beso.
La tengo en casa, esperando su turno. Ya llevo varias reseñas y como siga así, me va a parecer que ya la he leído, jaja. En fin, supongo que estas navidades... Fopiani es buena gente y un apasionado de la literatura, no creo que me decepcione.
ResponderEliminarUn abrazo.
¿Conoces al autor? Yo no tenía ni idea hasta que se puso en contacto conmigo para ofrecerme la novela. No sabía nada ni de él ni de su libro, pero me ha sorprendido muy gratamente.
EliminarMe gustará saber tu opinión.
Un beso.
Ainssss ni dos vidas me alcanzarán para leer todo lo que me gustaría, y parte de la culta es tuya, Rosa, por traer propuestas tan interesantes y presentárnoslas, además, tan bien :)
ResponderEliminarEste es otro de esos libros que tienen muuuuy buena pinta y que además, contando con tu entusiasta aprobación, suman más puntos. Muy joven el autor, ya lo creo, y con una profesión curiosa para dedicarse a escribir. Como muy bien dices, habrá que estar atento a ver qué más puede ofrecer.
Me apunto el título sin dudar, ¡muchas gracias!
Un beso y feliz entrada de semana.
Pues tengo dos reseñas pendientes de publicar... 😜
EliminarEste ha sido un año muy bueno en lecturas y, además, lo he reseñado todo entre reseñas y "sin reseña", así es que aún me quedan algunas cosas buenas para tentaros.
La entrada de semana será dura. Bueno, está siendo dura. Recién desayunada estoy por volverme a la cama, meterme debajo del edredón y no salir hasta que no pare el viento.
Un beso.
Madre mía qué apetecible, es el género que me gusta y creo que la forma de narrar también me va a gustar.
ResponderEliminarBesos y como siempre una estupenda reseña.
Gracias, Maja. Es una novela fresca y sorprendente que creo que engancha. Si al lees, ya nos contarás cual es tu opinión.
EliminarUn beso.
¡Me la apunto! Me ha recordado a esos ambientes rurales, de personajes resignados a su suerte de las novelas de Thompson. Que sea un militar profesional puede ayudar en según qué aspectos de procedimiento policial, pero no parece que en esta historia sea relevante. Hará un par de meses leí una de un escritor llamado Esteban Navarro, que es policía. En ese caso me defraudó bastante la novela Los crímenes del abecedario. Pero bueno, ya sabes que este género me encanta e intento absorber todo lo que puedo. Un abrazo!
ResponderEliminarBueno, tampoco es exactamente Thompson, pero te animo a leerla. Yo creo que te gustará. El ambiente es muy rural, para ser época actual y un tanto asfixiante y onírico. La verdad es que ha creado un ambiente interesante en esta novela.
EliminarNo me suena esa novela que mencionas. El asunto es que por muy policía que seas, si no escribes bien, no hay nada que hacer. En esta novela no tiene nada que ver la profesión del autor. Hubiera escrito la misma novela siendo profesor de arte, cocinero o biólogo molecular.
Me gustará saber tu opinión.
Un beso.
¿Una novela negra rural? Reconozco que ese calificativo me llama la atención. Y aunque el género no me atrae mucho me la voy a apuntar.
ResponderEliminarTe confieso que solo he leído el principio de tu reseña (hasta que mencionas lo del número 12) porque me ha atraído mucho el tema y no quiero influenciarme más. Cuando la lea prometo volver y leerte toda, toda.
Un beso.
Corrijo el mensaje de respuesta que he eliminado. Quería decir que recuerdes tú al comisario Dominguez de "El caso de la mano perdida". No que "La Carcoma" recuerde a esa novela.
EliminarEsa era novela policíaca rural en los años cincuenta. En este caso la trama sucede en nuestros días, pero el ambiente rural, cerrado y hostil de La Carcoma, casi es peor que aquel, porque queda como muy anacrónico.
Espero que te guste y leer tu reseña.
Un beso.
A mí como ya sabes me gustó mucho hasta el punto de ser la que seleccioné para esas 10 novelas negras que Txaro nos pidió. Yo creo que este chico, Fopiani, tiene futuro en la cosa literaria. A ver qué tal se le da la próxima.
ResponderEliminarBesos
También yo le auguro buen futuro a Fopiani. Desde luego, esta su primera novela me ha dejado con ganas de más. Cuando Txaro nos pidió recomendar, aún no la había terminado, pero claro, tampoco íbamos a recomendar los dos la misma. Lo que tenía claro es que iba a recomendar novela española y la de Jordi Ledesma, es fantástica. Por cierto, ¿la has leído? Y más por cierto, ¿cómo vas con "Taxi"? Estoy deseando leer tu reseña.
EliminarUn beso y, por si no nos "vemos" felices fiestas.