Diciembre 2017


Estábamos en la sala de estudio cuando entró el director, seguido de un «novato» con atuendo pueblerino y de un celador cargado con un gran pupitre. Los que dormitaban se despertaron, y todos se fueron poniendo de pie como si los hubieran sorprendido en su trabajo.
El director nos hizo señas de que volviéramos a sentarnos; luego, dirigiéndose al prefecto de estudios, le dijo a media voz:

—Señor Roger, aquí tiene un alumno que le recomiendo, entra en quinto. Si por su aplicación y su conducta lo merece, pasará a la clase de los mayores, como corresponde a su edad. 
El «novato», que se había quedado en la esquina, detrás de la puerta, de modo que apenas se le veía, era un mozo del campo, de unos quince años, y de una estatura mayor que cualquiera de nosotros. Llevaba el pelo cortado en flequillo como un sacristán de pueblo, y parecía formal y muy azorado.

El novato, después de triturar su gorra entre las manos, interpelado por el profesor acerca de su nombre, declaró llamarse Charbovari. El novato no es otro que Charles Bovary del que iremos sabiendo de sus estudios de medicina, su matrimonio con una viuda de la que, a su vez, enviuda poco después de casarse. Veremos cómo conoce a la bella Emma Rouault y la convierte en su esposa y la convierte, por siempre y para siempre, en "Madame Bovary", la novela con la que Emile Zola escandalizó a la pacata población francesa de mediados del siglo XIX.
Emma es una hermosa mujer con muchas historias románticas en su cabeza; una mujer soñadora que espera ver reproducida, en su matrimonio con el doctor Bovary, una de esas bobaliconas y románticas historias a las que está acostumbrada por sus lecturas. Emma Bovary aspira a lo que podríamos resumir como amor y lujo. Pero Charbovari es tan bueno, amable y cumplidor, como aburrido y poco dado a romanticismos. Tampoco posee la ambición necesaria para hacerse famoso y rico y poner a su mujer entre las damas más prestigiosas del país.
Emma buscará fuera de casa y del matrimonio un amor apasionado que le arrebate el alma, y lo encontrará en la persona de Léon Dupuis, un vecino con el que Emma traba amistad y que es tan aficionado de las novelas románticas como ella misma. Pero Léon, demasiado sentimental para meterse en una historia de adulterio, renunciará a ella y se trasladará a Rouen. 
Lo malo es que Emma está enamorada del amor, es incapaz de adaptarse a la vida aburrida y estable, desprovista de emoción y amor fou, y no renunciará tan fácilmente a sus expectativas: una gran pasión y lujo y dinero con los que vestirla. Ni siquiera la presencia de su hija, Berthe, la disuade de sus sueños. 
Con todos estos previos, Emma Bovary es la víctima ideal de Rodolphe Boulanger, un donjuan provinciano y aprovechado, del que se hace amante.
La vida de Emma irá cayendo en un abismo de engaños, deudas, desamores, fracasos y enfermedad. Incapaz de soportar tanta desventura pondrá fin a su vida ingiriendo arsénico. La muerte de Emma Bovary es una de las escenas más terribles que he tenido ocasión de leer a lo largo de mi vida literaria que no es poco extensa. Las descripciones de su sufrimiento ponen los pelos de punta a poca sensibilidad física y mental que se tenga. 
Tras la muerte de Emma, la novela continúa con las dificultades de Charles para enfrentar las deudas de su mujer y su angustia al descubrir que le había sido infiel. 
He procurado no revelar demasiadas cosas de la vida de Emma por si hay alguien que aún no conoce el argumento, pero no creo destripar grandemente el final si digo que Bovary termina muriendo y su hija Berthe, yendo a vivir con una tía.
"Madame Bovary" se publicó en seis capítulos en "La Revue de Paris" y desde el principio levantó gran revuelo por el carácter adúltero de la protagonista y su desapego como madre. Todas las sagradas normas de la moral y de la iglesia eran conculcadas en esta novela: el matrimonio, la maternidad, la abnegación femenina... Fue tal el escándalo que tanto Flaubert como su editor fueron procesados y juzgados. El abogado que les defendió alegó que el autor no participaba de las ideas de Emma Bovary ni aprobaba su conducta, sino que sencillamente, las describía. Logró que los absolvieran. Corre la leyenda de que Flaubert no quedó del todo conforme con la objetividad que  le atribuyó su abogado y en una carta a su amante escribió la frase que se ha hecho famosa: "Madame Bovary c'est moi". Parece ser, sin embargo, que dicha frase no es más que eso, pura leyenda y rumorología.
En 1864 la novela fue incluida en el Índice de los libros prohibidos; el famoso Index Prohibitorum et Expurgatorum creado en 1559 por la Inquisición y que estuvo vigente hasta 1966.
Si pronto provocó el escándalo, también desde el principio fue una novela sumamente valorada. Se ha dicho de ella que es prosa que alcanza el rango de poesía (Nabokov, Kundera), se ha dicho que narrativamente hablando es el libro más perfecto que existe (de Chirico). Ha sido considerado el segundo mejor libro de todos los tiempos en la lista de "Time", por detrás de "El Quijote", y, sin embargo... la última vez que lo leí para la tertulia del instituto en que trabajo, ni a mí ni a ninguno de los participantes (y había profesores de literatura presentes) nos llegó a gustar demasiado. Yo la había leído ya en dos ocasiones (1982 y 1996) y ambas me había gustado, pero en esta tercera (2003), me llegó a saturar la superficialidad insulsa de Emma, su ambición huera y sin un motivo digno que la justifique, su frivolidad e inconsciencia, su falta de compromiso con nada que no sea ella misma y sus caprichos. Y lo curioso fue que a los demás les había pasado lo mismo. Creo que más que en la calidad literaria o en la crítica que se esconde detrás de la trama, nos dejamos arrastrar por el personaje.
A pesar de estas objeciones quería traerlo aquí después de haber hablado de este y este otro. Era el que me quedaba y tenía que cumplir con él y conmigo.

Las novelas que aparecen en esta sección, "Bienvenido nuevo mes literario", no están recién leídas, pero están leídas. Se trata de novelas que empleo para comenzar cada mes. Por ello comienza la entrada con el inicio del libro. No pretende ser una reseña, sino el comentario sobre una historia que me marcó lo suficiente como para poder hablar de ella aunque haga ya muchos años que la leí. Por ello, espero que me perdonéis si incurro en algún error.





Comentarios

  1. Es una de las novelas que leí el año pasado para el club de lectura de mi barrio y la mayoría coincidimos en que no disfrutamos de la historia. Emma es insufrible, pedante y egoísta como ella sola, lo logré empatizar con ella. Besos

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    1. Pues veo que más gente se une al club de los descontentos con Emma. Es curioso que una novela tan reputada y que me había gustado las primeras veces que la leí, llegara a producirme ese hartazgo. Creo que debería volver a leerla más pendiente de la obra en sí que del personaje. Pero con todo lo que tengo encima...
      Un beso.

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  2. Una de mis lecturas pendientes, qué se va a hacer. Tenía una edición en casa, pero la traducción no me daba buena espina y cuando me tocó elegir preferí La Regenta (de la que has puesto el link). Vargas Llosa también la suele situar en el Olimpo y supongo que en su valoración, como en toda obra de arte, influye el contexto (el histórico y el personal de cada lector, que no siempre es el mismo). Puede que para nuestra mentalidad actual Emma sea más aburrida que escandalosa.
    Un abrazo.

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    1. Tengo ganas de leer el ensayo de Vargas Llosa sobre esta novela. Esa es una de mis asignaturas pendientes.
      Siempre he pensado que para mí la mejor de las tres novelas legendarias de adulterio femenino, es "La Regenta", y después, Ana Karenina, con esa frase inicial maravillosa.
      Un beso.

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  3. Qué curioso, Rosa, porque conforme más leía del argumento, peor me caía Emma. Me ha parecido una mujer frívola y superficial que solo buscaba, a costa de lo que fuera y sin importar nada más, satisfacer su propio ego y sus caprichos.

    Yo estoy a favor de la realización personal y la libertad de las mujeres para elegir su vida a su gusto, sin imposiciones ni coartaciones, pero Emma no me parece precisamente un modelo a seguir. Como no he leído la novela, no puedo saber qué me hubiera parecido de ser yo más joven, pero hoy por hoy es lo que pienso. No me tengo por "carca", pero quién sabe jajajaja.

    Como siempre impecable y muy interesante tu entrada, Rosa.

    ¡Un beso y feliz finde!

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    1. De joven me gustó, pero no sé por qué la última vez que lo leí me acabé saturando de la insulsez de Emma. Lo que pasa es que le sucedió al resto de la gente de la tertulia lo que me indica que no ha sido cosa mía de un mal momento para leer la obra o de no haber sabido leerlo.
      Por otra parte, me dice Marina que a ella en una tertulia le pasó lo mismo. ¿Será, como insinúa Gerardo y dice claramente David, que esta novela ha envejecido mál y no ha soportado el paso del tiempo?
      Yo tampoco me tengo por carca, Julia, no es por eso, tranquila, ja, ja.
      Un beso.

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  4. Bueno, ¡menudo clásico el de hoy, Rosa! Leí esta novela hace décadas y no fue la que más me marcó. Creo que es una historia que está envejeciendo mal, como si el transcurrir de los tiempos la haya superado como obra universal. Esto no me pasa con el Quijote, me sigo desternillando con según qué pasajes, o con otra novela que no suelo ver reseñada ni mencionada pero que me parece una obra maestra: Jacques, el fatalista de Diderot.
    Me ha encantado ese detalle que comentas acerca del escándalo y censura a la que fue sometida, adoro las historias que giran alrededor de cada libro.
    Un fuerte abrazo!!

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    1. Yo tuve una época en la que solo leía novelas de esta época, extranjeras y españolas. Y todas me gustaban, aunque unas más que otras. Tal vez, después de acostumbrarme a leer más literatura moderna, le veo a esta otra el paso del tiempo, pero creo que a ninguna se lo he notado tanto como a "Madame Bovary" en concreto.
      La historia del proceso de Flaubert es muy interesante.
      Un beso.

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  5. A mi estas novelas me aburren soberanamente a pesar de haberse convertido en clásicos no se bien porqué razón. Hace bien poco terminé una de Estendhal titulada Rojo y negro y trata más o menos de los mismos asuntos aunque el protagonista sea hombre.
    Un placer leerte.
    Besos.

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    1. A mí siempre me han gustado bastante y, como le digo a David, durante una época, por la década de mis veinte, casi fue lo único que leí, "El rojo y el negro" incluido. Casi todo lo que he releído después, ha seguido gustándome incluso más, pero concretamente esta me llegó a saturar.
      Y es que ya decía Neruda "nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos".
      Un beso.

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  6. ¡Hola Rosa! Siempre me gusta llegar a tu blog y leer entradas tan interesantes...Yo leí esta novela hace mucho tiempo...tanto así, que se me escapan algunos detalles...Por lo que, me gustaría leerla otra vez...Un besote!

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    1. Yo la leí por última vez en 2003 por lo que detalles es lo ultimo que recuerdo, lo que sí recuerdo es la sensación que me dejó en aquella ocasión que fue muy distinta a la que había tenido las dos veces anteriores. Se ve que vamos cambiando y leemos de forma distinta.
      Un beso.

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  7. A mí la literatura francesa romántica del siglo XIX y principios del XX me encanta, o debería decir me encantaba, pues por sugerencia de mi profesora de francés del bachillerato, leí bastantes novelas en francés y de esa época. Quizá si las volviera a leer ahora me ocurriría lo que a ti con tu última lectura de Madame Bovary.
    En otro estilo literario completamente distinto, el policíaco, me ocurrió igual con Agatha Christie. Cuando, hace poco, intenté volver a leer una de sus famosísimas novelas que conservo en mi biblioteca (ni siquiera recuerdo cuál fue), me decepcionó, pues se me antojó un estilo narrativo desfasado, anticuado. En cambio, muchos años atrás me entusiasmaban. Cosas de la edad o del gusto, que va cambiando con los años.
    Un abrazo.

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    1. Con Agatha Christie también me pasó lo mismo. Y con Julio Verne que leí muy niña, en ediciones sin piedad, a dos columnas, letra pequeña y sin un dibujo (nada de ediciones edulcoradas para niños; eran los libros de la infancia de mi padre). Cuando intenté leer alguno de los que más me habían gustado, fui incapaz de soportarlo. Lo que no entiendo es cómo los pude leer con diez años o menos.
      Cambiamos nosotros y cambian los tiempos.
      Un beso.

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  8. A mí esta novela me impresionó mucho cuando la leí. Me gustan los personajes complejos y un poco malvados, y Emma Bovary me pareció que reunía todas esas cualidades. Había leído que la novela fue prohibida, por el contenido y por la visión que da de un sector de sociedad. Al final, la novela no es más que una crítica social de la época.
    Me ha gustado mucho tu reseña, Rosa, también creí que la muerte de Emma era un poquito "demasiado" jaja
    Un besito!

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    1. Desde luego, es un personaje frívolo, vanidoso y egoísta. Tan solo quiere disfrutar de un amor romántico y salir de la vulgaridad a base de riqueza y fama, dos cosas que nunca va a conseguir con Charles.
      Debería leerla fijándome más en la crítica y en el estilo que en el personaje.
      Un beso.

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  9. Es curioso porque, a pesar de que ese comienzo no tiene nada de impresionante (es la descripción de un alumno nuevo llegando al aula), en cuanto comencé a leer la primera línea supe que se trataba de esta novela, porque, por algún motivo, me quedó grabado en la memoria. Buff, "Madame Bovary" es complicada en muchos sentidos. Para mí, leerla supuso un cierto esfuerzo, pues por momentos me podía una especie de somnolencia por los largos pasajes descriptivos y la falta de sobresalto. Por otra parte, Emma Bovary es una protagonista por la que es difícil sentir simpatía, debido a su frivolidad y a su falta de pragmatismo. También es cierto que la puede llegar a entender, pues tener un marido que, aunque sea un buenazo, es aburrido como un muermo y no cumple tus expectativas, debe de resultar tremendamente frustrante.
    No obstante, es un gran clásico, un novelón francés que espero releer algún día.
    Un abrazo.

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    1. El principio es tan normal como el pobre Charles, pero está escrito con la grandeza de un gran autor. Eso nunca se lo podré negar a Flaubert aunque la novela me haya resultado un poco rollo la última vez que la leí.
      Desde luego que la vida con Charles debe de ser un rollo, pero tiene que haber otra forma de hacer las cosas que no resulte tan mezquina. Aunque me imagino que fue justo la forma que el autor decidió y en la que basa su crítica de una sociedad en la que todos son víctimas excepto el donjuán de pacotilla.
      Un beso.

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  10. Estoy con Sofia ese inicio es de los que se quedan grabados y te hacen identificar la novela.

    A mi me gustó cuando la leí pero de eso hace muchísimos años, en mi época de descubrimiento de los clásicos. Seguramente me tocaría hacer una relectura y verla desde la mirada de los años y experiencia que seguro me daría otra visión, pero mientras te leía recordaba que sí, que Emma consigue hacerse frívola y egoísta pero tiene tantos matices y está tan bien escrita que me recuerdo leyéndola muy "pillada", pero claro por algo es una de esas novelas imprescindible.

    Un beso

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    1. En un autor como Flaubert hasta el simple de Charles Bovary tiene muchos matices porque es un gran autor. La verdad es que solo he leído este y "La educación sentimental".
      "Madame Bovary", la tercera vez que la leí, la vi con esa visión desprovista de inocencia y la encontré un tanto irritante por su personaje frívolo y vanidoso. Me tienta ir a por la cuarta, pero de momento, lo dejaré pasar.
      Un beso.

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  11. hola! fantastica reseña y con buenos recuerdos de leerla hace ya un tiempo, pero que jamas pierde vigencia, gracias y saludosbuhos

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    1. Una novela que causa distintas sensaciones según cuando se lea, pero todo un clásico. Eso es innegable.
      Un beso.

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  12. La he leído varias veces y siempre me gusta. Quizá algún día en otra nueva relectura me decepcione definitivamente. Todavía no. Un beso, Rosa.

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    1. Yo me planteo leerla otra vez para fijarme menos en el personaje y más en la forma y en la crítica, a ver si me reconcilio con ella. Tenía una idea muy agradable con esta novela y esa última vez, no sé que pasó que me decepcionó. Lo curioso es que nos pasó a la mayoría de la tertulia. ¿Habrá un efecto contagio?
      Un beso.

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