"The Knick" Steven Soderbergh


El hospital Kickerbocker fue uno de los primeros hospitales de Nueva York. Se fundó en 1862 como carpa temporal para el tratamiento de inválidos y toda clase de heridos del ejército yanqui que regresaban tras la Guerra Civil. Posteriormente se convirtió en el único hospital de la parte norte de Manhattan. 
Situado en pleno Harlem, en la calle 131 con Covent Avenue, era el hospital de la gente pobre y de los inmigrantes, si bien muy a menudo negaba su asistencia a los pacientes negros. Estaba muy bien equipado y fue pionero en técnicas quirúrgicas y en tratamientos ginecológicos y de adicciones. Tras ser conocido con varios nombres distintos, cerró definitivamente en 1979, no obstante, permanece el antiguo edificio que funciona ahora como residencia de ancianos.
Es en este hospital, humanitario y moderno (para la época), en el que se basa la serie "The Knick", estrenada en 2014 y de la que acabo de ver su segunda temporada. 
Siempre me han gustado las series de médicos, pero esta es la más auténtica que he visto nunca. Sin una gota de complacencia, sin la más mínima compasión por el espectador o los personajes, nos somete a todos a unas realidades de las que preferiríamos prescindir... si con ello consiguiéramos hacerlas desaparecer. Puesto que no se puede, mejor apretar los dientes y seguir mirando. "Ya que no puedes cambiarlo, al menos sé consciente de lo que hay" es una de mis máximas (de algún sitio la habré sacado, aunque sinceramente, debió de ser hace mucho tiempo y ya no lo recuerdo).
El protagonista es John Thackery, un cirujano inteligente, osado, muy ingenioso; un investigador eterno de técnicas y aparatos con los que conseguir lo que parece imposible; un hombre bueno, generoso... y adicto a la cocaína sin la que es incapaz de salir al quirófano; un hombre que ya solo vive para su adicción y para desarrollar y perfeccionar su profesión.
El Dr. Thackery tiene una historia que, afortunadamente, no se empeñan en contarnos de arriba a abajo. Con las pinceladas que nos van dejando aquí y allá, basta para ver que ha vivido, ha tenido muchas experiencias y, muchas de ellas, no muy agradables. 
Un Clive Owen espectacular da vida al médico cocainómano; espectacular en sus gestos, en sus
Clive Owen
miradas, en sus puestas en escena en el quirófano (rodeado de 
gradas ocupadas por público, las operaciones se convertían casi en un espectáculo circense). Sus escenas inyectándose en los más recónditos rincones de su organismo, donde aún le resisten las venas, son de lo más crudo y convincente y a ello contribuye la ansiedad de yonki, el temblor de drogadicto y la mirada brillante y exaltada de Clive Owen. Su personaje parece estar inspirado en el Dr. William Halsted. Al igual que Thakeray, el doctor Halsted adicto a la cocaína y la morfina, fue también un innovador al que se deben muchos instrumentos y técnicas quirúrgicas.
El resto de los personajes forman un conjunto coral en el que, sin sobresalir ninguno,cada uno tiene sus propias características tan verosímiles como singulares. 
El doctor Algernon Edwards es un cirujano de color que llega a incorporarse al Knick. No era muy normal un médico negro  en la época, pero este es
André Holland
un negro muy especial. Es el protegido del capitán Robertson, un naviero muy importante de la ciudad y el miembro principal del Consejo de Administración del hospital. Aun así, Edwards, formado en Europa, tendrá que pelear y demostrar su valía antes de ganar un puesto (nunca muy afianzado) en el hospital. Lo interpreta André Holland un actor que transmite, hasta dar un poco de grima, la seriedad impregnada de tristeza y de un cierto resentimiento de quien ha tenido que pelear cada uno de los logros que ha ido consiguiendo desde que salió de casa de los Robertson y tuvo que enfrentarse al racismo imperante. Un gesto triste, pero decidido a salir victorioso como sea, aunque haya que practicar un poco de boxing.

No me detendré en el resto de los personajes. El entrañable, generoso e ingenuo dr. Bertrand Chickering, Bertie; el frío, vengativo y racista doctor Everett Gallinger; la, aparentemente ingenua, pero dura y porfiada enfermera Elkins; Cornelia Robertson, altruista mujer que representa a su padre en el consejo de administración del Knick, fuerte y decidida, aunque no tanto como parece; Herman Barrow, el administrador,  el burlador burlado, y la monja delincuente y el conductor de
Jeremy Bobb
ambulancias y la nariz reconstruida con un trozo del brazo y las siamesas separadas y la peste y el asesinato y la gran estafa...

Una serie en la que hay de todo y todo está bien colocado. Nada chirría, nada sobra. Únicamente, tal vez, para algunas sensibilidades delicadas, las escenas médicas, porque no se nos ahorra nada, vemos cortar, restañar, suturar, extirpar, clampar, sajar, anestesiar y todo en primer plano; regado de sangre, con los bordes del tejido seccionado bien a la vista. Reconozco que, algunas veces tuve que apartar la mirada porque unos intestinos sobre el regazo del paciente que se está autointerviniendo con la ayuda de un espejo y una incipiente anestesia epidural, es más de lo que puedo soportar en "condiciones normales".
Y Nueva York. Una Nueva York que John Dos Passos apenas estaba empezando a crear en su maravillosa novela "Manhattan Transfer"; que hacía tan solo unos años que había surgido entre las marismas y los cañaverales que se extendían entre los ríos que la rodean y la hacen isla: el Hudson, el East, el Harlem; una ciudad que ya, recién nacida, tenía vocación de gran ciudad y estaba viendo crecer su más primer rascacielos, el Flatiron, inaugurado en 1902; Una ciudad que se nos muestra en esta serie con todo lo mejor y lo peor que guardan en sí los albores de un imperio. 
Manhattan a principios del siglo XX
(recreación de la serie)

En contra de lo que suele ser habitual, en estas series en que cada episodio está dirigido por una persona distinta, esta se debe toda ella a la dirección de Steven Soderberg, de quien he visto películas que me han gustado mucho como "Traffic", "Erin Brockovich", "El buen alemán", "Sexo, mentiras y cintas de vídeo" (¿recordáis?), y otras que no he visto y tengo pendientes, como toda la saga de Ocean´s (Eleven, Twelve y Therteen). 
Un buen director, que se supera a sí mismo con una serie de televisión, algo a lo que ya estamos acostumbrados últimamente, porque hace ya mucho tiempo que cuando comenzamos a ver una serie tenemos más probabilidades de encontrarnos con un producto de gran calidad que cuando nos disponemos a ver una película.




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Comentarios

  1. Jó, Rosa, menudo pedazo de serie. Todo lo que dices sobre ella (tema, manera de estar rodada, Clive Owen y otros como actores, el director (nada menos que el de "Traffic" y otras pelis que me encantaron; bueno las de "Ocean's no me gustan mucho la verdad, pero sí las de "Erin Brokovich, "El buen alemán", "Sexo, mentiras y cintas de video").
    Vamos que ya sé lo que tengo que buscar: "The Knick".
    Un beso y muchas gracias por tan buena información

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  2. La tienes que buscar y ver porque es muy buena. Todo en ella es buena: la ambientación espacial y temporal, la interpretación, la trama. En fin, para no perdérsela.
    Un abrazo.

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  3. La verdad es que no la conocìa. Yo luego de ER, no vi mas series mèdicas. Pero esta me llama la atenciòn por la època, no sè por què pero me da la impresiòn que para esos años aùn hacìan experimentos con la gente que nada tenìan que ver con mejorarles la salud, sino màs bien con un trato de conejillo de indias jajajaj y esos edificios siempre añaden un ambiente de lìos y confusiones.

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    1. Algo de eso había en la época, pero nuestros médicos, sobre todo tratan de curar lo incurable (por entonces). La medicina estaba en mantillas, comparada con la actual, que a veces al tratar de curarles, estaban experimentando con ellos porque eran tratamientos que se hacían por primera vez.
      Por cierto ¿que es ER? No me suena por ese nombre.
      Un saludo Arethusa.

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  4. Se puede encontrar la película en internet ? Un saludo

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    1. Me imagino que sí porque en Internet hay de todo.
      Un saludo y gracias por tu visita.

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  5. Hola!!!! Pues me ha entrado la curiosidad porque me gusta el tema, que los personajes no sean perfectos, que tengan adicciones como Clive Owen es un plus. Y que el director sea el mismo de Erin Brockovich o la saga Ocean que me gusta mucho es una alegría. Un besito.

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    1. Desde luego, los personajes son de todo menos perfectos. Cada uno tiene sus miserias particulares como cada cual, como en la vida misma. Muy recomendable, en serio.
      Un beso.

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  6. Qué gran descubrimiento me acabas de hacer, Rosa. Lo cierto es que me encanta Clive Owen y me chiflan las series de médicos, así que no tengo dudas de que quiero verla, aunque hasta ahora no hubiera oído hablar de ella siquiera:))

    Si esos no fueran alicientes por sí solos, lo que nos cuentas acerca de su calidad, su dirección, la interpretación de los actores, su realismo, etc, también suman. ¡Me la apunto desde ya, muchas gracias!

    Un beso y feliz martes :)

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    1. Pues con esos previos (que te guste Clive Owen y las series médicas), no tienes escapatoria. Has de verla y ya me contarás.
      Un abrazo, Julia y buen martes también para ti.

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  7. Como tengo que gestionar mi (escaso) tiempo libre, llevo mucho sin seguir una serie, no tengo paciencia. Se lo lleva todo la lectura y la escritura (además de los hijos, el trabajo y un largo etc.). Steve Soderberg es una garantía y me gusta cuando directores de renombre se lanzan a la pequeña pantalla. Excelente y pormenorizado análisis, Rosa.

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    1. Con niños pequeños hay tiempo para poco. Luego crecen, te dejan más tiempo libre y... entonces echas de menos su infancia. En fin, el caso es no estar contentos.
      Los buenos directores se lanzan a las series de televisión y los buenos escritores a hacer guiones para series y salen unos trabajos geniales.
      Un abrazo.

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  8. Ciertamente te doy toda la razón en que hay más series de calidad que películas. Creo que están vendiéndose grandes producciones en capítulos. ¿Tendrán que ver algo los beneficios adquiridos de una o de otra forma?
    A mi entender una serie se hace adictiva si es buena y propone un argumento interesante, que parece ser el caso, y puede desarrollarse con más calma,dilatando el tiempo secuencial, con lo cual las experiencias adquiridas por el espectador son más intensas.
    me has descubierto una propuesta que desconocía. Haré por empezar a verla.
    Un abrazo y como es habitual: Una fantástica reseña Rosa.

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    1. Yo creo que, aparte de los beneficios lógicos, el hecho de su duración hace que se puedan desarrollar los temas con más libertad y no sé si incluso habrá algún tema de censura que haga que sea más tolerante con series que con cine, pero me da la impresión de que los guionistas se expresan con más libertad y tratan temas más complicados y de forma más cruda en la televisión. El resultado es que cada vez hay más series y mejores.
      Un beso.

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  9. Hola, Rosa. Desconocía esta serie, y me ha gustado tu critica pero no me van demasiado las series de médicos, en estos momentos prefiero otras en las que predomine el humor. A mi me gustan más las series que son dirigidas por una sola persona que aquellas que cada capítulo lo dirige una persona, creo que son más coherentes. El director de esta me gusta mucho, y su saga Ocean's me fascinó. No te la pierdas.
    Como siempre, me ha encantado tu reseña. Un beso enorme

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  10. Yo prefiero las series negras o dramáticas. De humos la única que me gusta mucho es "The Big Bang Theory" y, bastante menos, "Como conocí a vuestra madre".
    Esta series que reseño está muy bien, trasciende lo que es el mundo de la medicina, pero tiene imágenes muy fuertes.
    Un beso.

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  11. Como soy una devoradora de series esta me la apunto. Primero porque me gustan las series de médicos y esta además tiene el aliciente de desarrollarse en una época fascinante para la medicina, y segundo que Clive Owen me en-can-ta.
    Por cierto, hablando de médicos y de series, ¿conoces The Frankenstein Chronicles?, la estoy siguiendo y me está gustando mucho.
    Un beso, Rosa

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    1. No! Esa serie no la conozco. Me la apunto yo también porque también me encantan las series de médicos. Desde la famosa Centro médico, me aficioné mucho al género.
      Un beso.

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  12. Rosa, a mi no me gustan mucho las series porque...reconozco que tengo poca paciencia para aguantar tiempo entre capítulos, pero ahora hay opciones para tragarte una temporada casi entera, así que voy a ponerme.
    A mi desde siempre me han encantado los temas médicos, tanto en los libros como en las pelis o series que los tocan y si encima está bien tratada, aunque sea dura, seguro que me encantará.
    Voy a intentar seguirla.
    Un saludo y buen fin de semana
    Un saludo

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    1. Yo también soy muy aficionada a las series y novelas médicas. Cuando era muy joven leí un montón de libros de un autor americano, Frank G. Slaughter. No sé si era bueno, pero eran unos tochos médicos que me apasionaban. esta serie es muy recomendable. Van dos temporadas y no sé si habrá una tercera porque todo ha quedado cerrado y abierto.
      Que la disfrutes. Un beso.

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