"Yo fui Jhonny Thunders" Carlos Zanón


Hace unos pocos meses no conocía de nada a este autor. Bueno, eso no es del todo cierto. Había leído su nombre, pero, confundida, pensaba que no me interesaba para nada y es que veía Carlos Zanón y mi mente traducía Carlos Ruiz Zafón, y pasaba a otra cosa. Hasta que, empecé a leer a personas de cuyo criterio me fío, que lo ensalzaban y lo calificaban como uno de los mejores autores de novela negra del país. Ya mosqueada, indagué y descubrí mi error. Y me lancé a buscar sus libros.
Éste es el primero que leo, pero ya tengo en reserva "Marley estaba muerto" y "Tarde, mal y nunca".
"Yo fui Jhonny Thunders" nos cuenta la historia de Francis, Mr frankie que una vez tocó con Johnny Thunders y, aunque para entonces la antigua leyenda sólo era "un drogadicto que se aúpa a cualquier escenario que le pueda pagar la próxima dosis",  no dejaba de ser Johnny Thunders, una antigua leyenda, antiguo componente de los New York Dolls, Juanito Truenos, y por eso "solo por eso, bromea Francis consigo mismo, después de mear hoy se lavará las manos en señal de respeto". Era el año 1989 y Francis vivía sus momentos de gloria como guitarrista de rock, como Mr. Frankie. Ahora, con casi cincuenta años, viejo y gordo, arruinado, huyendo de un mundo de drogas y alcohol, se refugia en casa de su padre para intentar enderezar su vida.
Regresa a la casa donde vivió su infancia, una infancia vulgar, con unos padres vulgares, en una casa vulgar donde todo eran gritos "de su padre y su madre, [...] de él con su padre y su madre". Una vida vulgar que, llegando a la adolescencia, se hace consciente de su vulgaridad y transcurre "robando acordes de la tele, vomitando la frustración de estar fuera de todo: de ser inglés, de ser guapo, de ser rico, de tener coche, de no ser otro"; una vida que el adolescente Francis solo puede soportar a base de sueños, sueños de futuro como estrella del Universo musical, sueños en los que el rock’n roll le venía a salvar porque lo adoptaba entre los elegidos. Sueños que se vieron cumplidos durante un tiempo demasiado corto y, demasiado pronto frustrados entre drogas, alcohol, derroche inconsciente y sin previsión de lo ganado.  
Ahora Francis está gordo, avejentado y arruinado. Tiene dos hijos a los que no puede pagar las mensualidades de la manutención. Del pequeño no sabe ni los años que tiene; tan corta fue la convivencia. Al mayor lo va a visitar a la salida del instituto, de incógnita, sin que se entere la madre. Intenta explicarle que no tiene dinero para pagar las mensualidades que les debe. Se acerca el juicio y no tiene posibilidad de pagar sus deudas con sus hijos. "Con la de dinero que pasó por sus manos, la de noches quemando la pasta a horcajadas... Y ahora, qué lástima no haber dejado olvidado algo de ese dinero en un bolsillo para poder venir hoy y arrojarlo encima de la mesa del juez o de quien sea".
Carlos Zanón
Francis vuelve a la casa donde soñaba con ser una estrella del rock y se encuentra con la dura realidad. Los sueños no eran reales, pero la miseria y sordidez que acompañaban la vida de Francis mientras los soñaba, lo eran y, lo que es peor, aún lo siguen siendo en este barrio gris al que vuelve pensando en reencontrarse con sus sueños para encontrase únicamente con sus pesadillas. 
Su padre arrastra una vida de miseria sobreviviendo como puede, ahora ayudándole también a sobrevivir a él. 
Marisol, la hermanastra, la hija de una vecina, a la que adoptaron hace tanto tiempo, cuando murió la madre de alguna enfermedad debida a su vida de mercadeo carnal; la hermanastra enamorada desde niña de Francis, huyó de casa y del acoso del padre adoptivo. Trabaja en un bingo y se acuesta con el dueño... y con el hombre de confianza del dueño. Tal vez, sólo tal vez, Marisol es el único personaje inocente en esta historia; la única víctima no culpable. 
La madre de Francis murió de cáncer hace ya muchos años, sola, amargada, consciente a la fuerza, "sabedora, cómplice, deshauciada" de los escarceos de su marido con la hijastra. 
Ahora se enfrentan solos Paco y Francis a sus miserias respectivas. Se enfrentan, pero sin mucho éxito, sobre todo Francis. Paco ya espera poco, en realidad solo espera recuperar a Marisol y sobrevivir día a día con las míseras existencias que intentan infructuosamente llenar la nevera. Pero Francis, que quiere recuperar su vida, a sus hijos, la salud, es la manifestación palpable de que "si naciste pa martillo, del cielo te caen los clavos". Y le caen una y otra vez porque nada de lo que intenta le sale bien. Ni por la vía legal ni por la ilegal es capaz de poner la linea recta delante de su futuro. Ha vuelto a casa porque "se me había pegado la mala suerte ¿sabes? Y pensé que, al menos podía arreglar algo, no sé qué, algo y desde este sitio me pareció que podía empezar de nuevo". Pero no es la mala suerte lo que le impulsa a buscar droga cuando deshace su bolsa (aunque sabe que no la hay); no es la mala suerte lo que le ha impulsado a hacer todo para alejarse de las drogas, "todo menos borrar el número de su dealer del móvil". No es mala suerte (o sí, tal vez, quizás en parte es algo de mala suerte) lo que hace que cuanto más interés pone en salir adelante, más se le embrollan las cosas, y los recuerdos sólo contribuyen a seguir embrollándolas.
Porque además de sus intentos de recuperar una vida normal, se nos van contando vivencias del pasado, amigos, amores, tragedias, dramas... 
Pero esta novela no sólo trata de Francis. Hay otros muchos personajes, muchos otros martillos y muchos clavos caídos del cielo, muchos clavos buscados con empeño. Demasiados sueños rotos que no lograron romper con la vulgaridad de unas vidas que sólo dejan de ser vulgares cuando se convierten en pura sordidez.
"Deberías haberte matado antes de los veinte Dormirías mejor ahora".

Comentarios

  1. Bueno, bueno, bueno. Veo que además de confundir otros blogueros nuestros nombres, nuestras propias confusiones son comunes. Y es que al ver la portada de tu reseña y leer el nombre del autor ¡me pasó lo mismo que a ti! Creí que se trataba de Carlos Ruiz Zafón. La conexión es total, Rosa.
    En realidad quizás esa conexión no sea tan completa porque creo que esta novela la dejo pasar. Sabes que no leo demasiada novela negra, y aunque me fío de tu criterio en esta ocasión dejo un respiro a mi abultada lista de libros pendientes de leer.
    Tus próximas reseñas sobre los siguientes libros de este autor sí que las leeré, eso por descontado.
    Un beso y feliz domingo.

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    1. Gracias, Kirke. Ya sé que este no es tu género favorito.
      Me alegro de nuestra coincidencia de confusiones. Porque me alegra coincidir contigo y porque pensaba que era fallo mío el tener estos lapsus tan tremendos, pero ya si te pasa a ti también, igual es que la cosa es menos grave de lo que pensaba. Menos mal porque me voy preocupando con mis meteduras de pata, olvidos, confusiones,etc.
      Un beso grande.

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  2. Hola Rosa, yo solo he leído Tarde, mal y nunca. Me gustó, tampoco para lanzar cohetes. Tengo pendiente Marley, pero cada vez que lo veo me da pereza. Quizás éste, me deja un poco desconcertado no coincidir con tanta gente que encumbra al Zanón como uno de los referentes actuales de novela negra.

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    1. Me ha gustado bastante. Recuerda en algunas cosas a González Ledesma, pero salvando muchas distancias. Yo tampoco tiraría cohetes, pero sí me han quedado ganas de leer los otros dos, sobre todo "Marley estaba muerto". Ya contaré.

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  3. Como sabrás, Rosa, a mí Zanón me gustó bastante cuando leí su "Tarde, mal y nunca", la única suya que he leído. Me impresionó su estilo directo y la manera que tiene de penetrar la mente de sus personajes.
    Esta que has leído me parece muy diferente a la de " Tarde mal y nunca" y me atrae tenerla ante mi vista. Dices que te recuerda algo a González Ledesma. Puede ser, aunque yo siguiendo lo que leía por ahí busqué alguna novela de Jim Thompson que es representante del llamado 'realismo sucio' norteamericano y sí, me parecieron semejantes aunque en el caso de Zanón -al menos en la que yo he leído- radiografía muy bien la sociedad barcelonesa. ¿Lo hace también en "Yo fui..."?
    Un beso

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    1. Creo que fue después de leer tu reseña sobre "Tarde, mal y nunca", tras haber leído alguna otra cosa, cunado decidí investigar y descubrí mi confusión con Zafón. De Jim Thompson aún no he leído nada. Una de las próximas cosas que aborde será "1280 almas".
      Me recuerda a Ledesma precisamente por las descripciones de Barcelona y su sociedad y por su lenguaje, pero, como le decía más arriba a Josevi, salvando muchas distancias. Ledesma me gusta mucho más. Es cierto que sólo he leído un libro de cada uno y tendré que reincidir en ambos para tener una idea más fiable.
      Un abrazo.

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  4. Hola!!!! Pues me dejas con ganas porque me encanta la novela negra así que tendré que apunutarlo en mi ya interminable lista y leerlo.
    Un besito y feliz semana.

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    1. Si te gusta la novela negra, te aconsejo que lo leas. Creo que te gustará.
      Feliz semana a ti también. Un beso.

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  5. Novela negra en el más puro sentido e la palabra, y parece que no hay asesinatos ni muertes gratuitas, ni siquiera policías corruptos, ni capos, ni malotes de manual.
    Negra por la negra y perra vida que malea en drogas y alcohol al protagonista, que no acaba de encontrar un rumbo con su barco que hace aguas.
    personajes perdedores en una sociedad que da pocas oportunidades al que no sabe aprovecharlas y te quita lo poco que te da siempre a cambio de mucho.
    Tiene buena pinta este autor que desconocía hasta ahora que nos lo traes con tu completa reseña. Por cierto ,llevas un ritmo de lecturas desenfrenado.
    Besos

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  6. Tienes toda la razón, francisco. Aquí no hay asesinatos que investigar ni policías buenos o malos. Aquí sólo hay vidas que se tuercen o nacen torcidas y no hay manera de enderezarlas. Es interesante su lectura.
    Sí este año estoy leyendo algo más que el anterior parece que voy engrasando la maquinaria de compaginar la escritura del blog con la lectura y el trabajo. Debería hacer más ejercicio físico.
    Un beso.

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  7. Hola Rosa: Por tu reseña parece un buen libro y es un genero este que si me gusta, de modo que me apunto este y alguno mas de este autor para mi lista de libros pendientes por leer. un beso. TERESA.

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    1. Me alegro de darte ideas, Teresa. Si te gusta el género, te gustará el autor.
      Un beso.

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  8. Tomé nota de este autor después de una reseña de Juan Carlos. Luego buscando en Internet le había echado el ojo a la obra que reseñas, precisamente por el título, no es que sea fan de J. Thunders, pero la mención de iconos roqueros es un anzuelo que siempre muerdo. Después de leer tu opinión, sigo teniéndolo en cuenta, más si cabe. Y eso que no soy de novela negra, pero igual esta tiene otro punto.
    Un abrazo!

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    1. Yo ni siquiera soy fan del rock, pero la novela de Zanón en la reseña de Juan Carlos tenía muy buena pinta y ya había leído alguna alabanza más al autor, así es que me decidí. Entre los muchos libros que me han regalado en Navidad, está "Marley estaba muerto". Esperaré cuatro o cinco libros y luego la leeré.
      Es novela negra, pero no al uso. Como le comentaba a Francisco, no hay muerto ni detective, ni investigación, hay vidas sórdidas, frustración, drogas, delincuencia, deseos de subirse al tren de una vida normal... Sí, tiene otro punto.

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  9. Quizás este autor haría bien en cambiarse el apellido, aunque fuera sólo para escribir, porque yo también había leído "Zafón" con total claridad. Creo que ambos apellidos se parecen demasiado y el de Ruiz Zafón es tan conocido que eclipsa al suyo. En fin...

    Respecto al argumento y trama de la obra en cuestión parece un poco deprimente, no? Yo esperaba que las cosas se enderezaran en algún momento, que se redimiera de sus posibles culpas del pasado y tuviera un poco de suerte, pero parece que no es así. De todos modos y porque me fío de tu criterio, si tú dices que es un buen libro, procuraré leerlo.

    Un beso y feliz martes, Rosa :)

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    1. Pobre hombre!. Mira que si pierde lectores porque le confunden con Zanón... A mí me tenía perdida hasta que descubrí el error y desde luego, nada que ver. Es un libro con pocas esperanzas, pero creo que merece la pena. Entra muy bien en el espíritu de los personajes y describe una sociedad muy dura.
      Un beso.

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  10. Tengo al autor pendiente, de hecho hay un para de títulos suyos en casa ya =)

    Besotes

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    1. Pues merece la pena, al menos conocerlo. Es duro, pero escribe bien.
      Un abrazo.

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  11. Me suena el autor... o quizá sea que me pasa como a ti y me recuerda a Zafón, no sé, pero no he leído nada suyo. La temática es muy dura para mi gusto, últimamente prefiero cositas más "ligeras" y si me hacen sonreír, mejor.
    Una reseña fantástica, Rosa. Un beso enorme

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    1. Pensaba que era yo la única que lo confundía, pero ya he visto que hay más gente. Como dice Julia, eso le puede restar lectores.
      Si prefieres cosas ligeras, esto no te lo aconsejo porque de ligero tiene muy poco. Es bastante duro y desesperanzado.
      Un beso.

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