Agosto 2016


"Mi hijo ha muerto ayer. Durante tres días y tres noches he estado luchando con la muerte, queriendo salvar esta pequeña y tierna vida, y durante cuarenta horas he permanecido sentada junto a su cama, mientras la gripe agitaba su pobre cuerpo, ardiente de fiebre día y noche. Al final he caído desplomada. Mis ojos no podían ya más, y se me cerraban sin que yo me diera cuenta. He dormido durante tres o cuatro horas en la dura silla, y mientras dormía se lo ha llevado la muerte...


En esta ocasión, me he hecho trampa a mí misma y he roto mis propias reglas. En lugar de comenzar por el principio de la novela, empiezo un par de páginas más adelante; empiezo con la carta que va a constituir el resto del libro, y es que estamos ante una historia contada a través de una carta, a través de la "Carta de una desconocida", una de las más emotivas, tristes y maravillosas novelas de amor que nunca he leído; quizás la novela más conocida de su autor Stefan Zweig.
Zweig nació en Viena en 1881, en una familia judía acomodada. Vivió la época dorada del final del Imperio Austrohúngaro que se desplomó con la Primera Guerra Mundial; vivió en una Europa en la que florecía la cultura y en la que se preveía el avance sin fin de un progreso cultural y económico que parecía que solo podía ir a más y terminar con la pobreza y miseria que aún afectaba a una gran parte de la población; una Europa que contagiaba la fe en el ser humano y la promesa de una felicidad que sólo podía ir en aumento y afectar cada vez a más europeos... hasta que llegó la Gran Guerra y todo quedó sepultado en las trincheras y ahogado en olas de sangre y lodo. A quien le interese leer algo más sobre la historia del autor y la de Europa desde finales del siglo XIX hasta el inicio de la Segunda Guerra Mundial, le recomiendo "El mundo de ayer" uno de los ensayos autobiográficos más apasionante que nunca he leído y que se publicó en 1942. Un año antes, en 1941, el autor se había suicidado en Petrópolis, Brasil, junto a su mujer. Su sensibilidad no pudo soportar lo que preveía que iba a pasar, que ya estaba pasando, en Europa, como no pudo soportar ciertas traiciones de amigos muy queridos.
"Carta de una desconocida" es, ya lo he dicho, una maravillosa historia de amor contada a través de una carta que, tras la muerte de su hijo, una mujer le escribe al hombre del que lleva enamorada desde la infancia. Es una carta desesperada, sin ilusiones. Ella ya sabe que él ni siquiera conoce su existencia o que ella ha seguido toda su trayectoria vital y sus éxitos como escritor desde que lo conoció. La carta está escrita en un lenguaje en el que sólo se manifiesta el mucho amor que ella le ha tenido y le sigue teniendo; en la que no se juzga al hombre, sino que se cuentan los hechos tal y como ella los ha vivido a lo largo de los años. No hay rencor ni resentimiento ni se persigue culpabilizar de nada al escritor al que, por otra parte, sigue amando, del que se despide con un "te quiero" y al que lo único que le pide es que la recuerde al menos un día al año, en silencio, tan en silencio como ella ha vivido a su lado.
En 1948, se hizo una adaptación al cine dirigida por Max Ophüls e interpretada por Joan Fontaine y Louis Jourdan, una película que en nada desmerece al libro, al menos para los que prefieran el cine. Yo me sigo quedando con la novela, pero he de admitir que cada vez que he visto la película, algo se me ha encogido en el corazón y me lo ha dejado hecho un gurruñito, algo que sale de la novela, pero que la película ha sabido mantener y transmitir como sólo el gran cine sabe hacerlo.

Las novelas que aparecen en esta sección, "Bienvenido nuevo mes literario", no están recién leídas, pero están leídas. Se trata de novelas que empleo para comenzar cada mes. Por ello comienza la entrada con el inicio del libro. No pretende ser una reseña, sino el comentario sobre una historia que me marcó lo suficiente como para poder hablar de ella aunque haga ya muchos años que la leí. Por ello, espero que me perdonéis si incurro en algún error.




Comentarios

  1. ¡Lecturas impresionantes las de S Zweig! Siempre con tu buen criterio

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es un autor imprescindible. Te puedo asegurar que "El mundo de ayer" con ser una autobiografía y tratar de historia sobre todo, la devoré como la más apasionante novela policíaca. Y es que hace las historias muy apasionantes.
      Un beso.

      Eliminar
    2. Autor europeo imprescindible. La autobiografía que citas es magnífica, da una visión del inicio de la guerra desconocida para mí.
      La novela que citas me encantó, y no he sido capaz de reconocerla. Gracias por recordármela.
      No hay que olvidar las estupendas biografías que escribió, merece la pena darlas un repaso. Un beso.

      Eliminar
    3. De las biografías sólo he leído "María Estuardo" Tengo el resto pendiente. Sobre todo me apetece "María Antonieta". A ver si me decido de una vez.
      Un beso.

      Eliminar
  2. Aun no he leído nada de este autor y se que tengo delito. Tendré que ponerme remedio o seré la oveja negra de la blogosfera, jeje. Besos, guapa

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hazlo por placer porque ser la oveja negra sería un motivo para no hacerlo... pero no compensa lo que una se pierde. Ya habrá otras razones y maneras para ser la oveja negra, je, je.
      Un beso.

      Eliminar
  3. Tiene una buena referencia esta reseña, anotaré el libro para poder leerlo. Un abrazo

    ResponderEliminar
  4. Me lo apunto, me gustan las historias escritas con alma, con dolor y alegría a flor de piel. con sentimiento humano del que hace conmoverse el corazón.
    Con este autor no me he estrenado, lo confieso. tendré que poner remedio.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Imperdonable, amigo que no te hayas estrenado con Stefan Zweig. Esta novel te gustaría mucho seguro. Es puro sentimiento sin la más mínima sensiblería (que sería impensable en el autor) Es una novela consistente en una larga carta de amor.
      Un beso.

      Eliminar
  5. Estoy contigo Rosa, es un libro precioso, a mi me encanta la sensibilidad y el amor que hay a lo largo de todo el libro. No es para nada un libro ñoño ni cursilón. Es de esos libros que se devoran y que a cada paso habían frases que me emocionaban, ese amor tan puro que siente ella, que nada le reprocha, eso es amor.
    Muy bonito y muy buena tu reseña.
    Un beso

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Conxita. Me parece una historia conmovedora. Tanto amor por parte de ella, enfrentándose a tanta egoísta indiferencia por parte de él. Solo un autor de una extraña sensibilidad podía sacar adelante semejante historia y hacerlo sin sensiblería. Stefan Zweig es el mejor para ello.
      Un beso.

      Eliminar
  6. Conocí a Zweig con esta novela y me dejó impactada. Desde entonces me considero una fiel seguidora de su creación.
    La forma de contar la desgraciada vida de esta mujer está llena de ternura pero sin caer en la sensiblería. A mí tampoco me pareció nada ñoña, de hecho huyo del sentimentalismo extremo como de la peste y esta novela me pareció sublime.
    Fenomenal manera de empezar Agosto, aunque un poco triste, las cosas como son.
    Un besote, guapa.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es triste, qué duda cabe. Y sin embargo, no tacharía yo de triste la novela. Sí lo es y mucho, la frase con la que empieza la carta y que es mi cita, pero la novela en sí es otras muchas cosas: un contraste entre la más entregada generosidad y el más inconsciente egoísmo, una muestra del amor por encima de cualquier otra consideración, incluso por encima del propio amor que no llega nunca a verse cumplido, una falta total de resentimiento o rencor. Es muchas cosas, desesperanzada, nostálgica y hasta dolorosa, pero no exactamente triste. ¡¡Huy qué lío!!
      Un beso.

      Eliminar

Publicar un comentario

Con tus comentarios reflexionamos, debatimos y aprendemos más.

Lo más visto en el blog este mes

"La buena letra" Rafael Chirbes

"Tan poca vida" Hanya Yanagihara

"Mujer en punto cero" Nawal El Saadawi

"Golpe de gracia" Dennis Lehane

Tres eran tres 33

"Del color de la leche" Nell Leyshon

"El ancho mundo" Pierre Lemaitre

"La sal de todos los olvidos" Yasmina Khadra

"Propios y extraños" Anne Tyler

"La hija del optimista" Eudora Welty