"Ni un pelo de tonto" Richard Russo 1993 & Robert Benton 1994
Cuando descubrí a Richard Russo, hacía ya varios años que había visto la maravillosa película "Ni un pelo de tonto" sin saber que estaba basada en una novela. Russo es un autor al que admiro y del que he leído casi todo. Para quien le interese, tengo varias de sus obras reseñadas en este blog: "El verano mágico en Cape Cod", "Empire Falls" por la que consiguió el Premio Pulitzer y "Sobre mi madre".
En "Ni un pelo de tonto" nos presenta a un personaje adorable. Donald Sullivan, Sully, no tiene casi nada desde hace ya muchos años, pero así vive, tranquilo, si no feliz, porque necesita muy poco y apenas es consciente de sus carencias "a los sesenta años estaba divorciado de su propia esposa, liado sin entusiasmo con la esposa de otro, distanciado de su hijo, desprovisto de conocimiento de sí mismo, gravemente lisiado y prácticamente incapacitado para encontrar empleo; todo lo cual él confundía tercamente con independencia".
Sully, tal vez, se ha buscado su desastrosa situación porque es incapaz de hacer nada de lo que a primera vista parece razonable. Basta que se le presente una ocasión favorable, algo que tenga visos de ser una buena idea, de abrirle alguna puerta que lo haga salir de su calamitosa realidad, para que él se dé más prisa en rechazarla
de lo que la oportunidad merecería ser pensada. Sea por su propia iniciativa o por la infancia caótica en manos de un padre maltratador y egoísta que le prometió desde muy niño que nunca iba a llegar a ser alguien, el caso es que Sully, a sus sesenta años, se ha convertido en "el hombre menos importante del pueblo, [...] un hombre esencialmente condenado al olvido aún en vida, un hombre que había llegado a la cumbre a los dieciocho años y desde entonces había estado hundiéndose en un merecido olvido".
En "Ni un pelo de tonto" nos presenta a un personaje adorable. Donald Sullivan, Sully, no tiene casi nada desde hace ya muchos años, pero así vive, tranquilo, si no feliz, porque necesita muy poco y apenas es consciente de sus carencias "a los sesenta años estaba divorciado de su propia esposa, liado sin entusiasmo con la esposa de otro, distanciado de su hijo, desprovisto de conocimiento de sí mismo, gravemente lisiado y prácticamente incapacitado para encontrar empleo; todo lo cual él confundía tercamente con independencia".
Sully, tal vez, se ha buscado su desastrosa situación porque es incapaz de hacer nada de lo que a primera vista parece razonable. Basta que se le presente una ocasión favorable, algo que tenga visos de ser una buena idea, de abrirle alguna puerta que lo haga salir de su calamitosa realidad, para que él se dé más prisa en rechazarla
Richard Russo |
Sully vive en Norh Bath, una población que tuvo su importancia debido a sus manantiales de aguas minerales, atrayendo visitantes incluso de Europa. Luego sus manantiales se secaron, se construyó la interestatal y los coches dejaron de pasar por la vieja carretera 27A que atravesaba North Bath en su camino hacia Montreal. Ahora los coches circulan a gran velocidad por la autopista, a varios kilómetros de la población, y pocos son los que se desvían para llegar hasta ella. Aunque puede que la suerte le vuelva de nuevo la cara porque el nuevo proyecto del parque temático La Ultima Escapada, puede devolver el esplendor al pueblo y hacer ricos a sus habitantes. Podría ser.
De momento, a ojos de su casera la señorita Beryl, Sully se está volviendo tan fantasmal como el pueblo. Para ella "todo el pueblo de Bath se estaba volviendo fantasmal, especialmente Upper Main Street, con sus olmos, la maraña de sus ramas negras en lo alto, las viejas casas, por la mayoría de las cuales vagaba un solo miembro superviviente de una familia en otro tiempo floreciente, y un miembro que conversaba con más frecuencia con los muertos que con los vivos".
La señorita Beryl a sus ochenta años, maestra de octavo curso jubilada, se ha librado de la culpabilidad y de la depresión que aqueja a todos los maestros que ha conocido. Al menos se ha librado en parte; la culpabilidad la ataca cuando piensa en su hijo al que cree que debería mostrar más afecto, y la depresión, sólo los viernes cuando recibe el Norh Bath Weekly Journal.
Sully tiene un amigo, Rub, a quien su mujer pega en los huevos y le quita todo el dinero según lo cobra; un "pobre bobo" del que todos se ríen, incluso Sully, pero él se lo perdona porque es "su mejor amigo", hasta que también Rub se cansa de de Sully y de su capacidad para fastidiarle "hasta que ni siquiera él pudo soportarlo más, y a pesar de todo tú no podías dejarle en paz. Tenías que empeorar las cosas. Tenías que humillar por completo a ese pobre bobo".
Sully es amante, desde hace veinte años, de una mujer casada, pero está enamorado en secreto de la mujer más guapa del condado, Toby Roebuck, y no entiende por qué su marido, Carl, para el que trabaja Sully, no está satisfecho con su suerte y va detrás de todas las mujeres de la zona.
Sully tiene un hijo, Peter, del que nunca se ha ocupado. "Sintiendo que no era muy necesario, incluso contento de estar al margen, se decía en momentos de autocompasión (¿autoconocimiento?) que si se metiera en la vida de su hijo, probablemente lo jodería todo". Ahora la vida de Peter, está a punto de venirse abajo sin la intervención de Sully y éste no sabe muy bien si la capacidad para joderse la vida es genética o se aprende desde muy pequeño.
El caso es que, por primera vez en su vida, justo después de Acción de Gracias, Sully empieza a sentirse necesitado por todos los que le rodean; por primera vez en su vida, las deudas se amontonan sin visos de poder ser pagadas y, como una vez al menos cada año, está entrando en una de sus estúpidas rachas, esas que seguían, más o menos el mismo razonamiento vez tras vez: "Estoy a punto de joderlo todo, pensó claramente, y su siguiente pensamiento fue: pero no tengo por qué hacerlo. Este fue seguido inmediatamente por un tercer pensamiento, el último de aquella conocida secuencia, que era: pero voy a hacerlo de todas formas".
La película se estrenó al año siguiente de la publicación del libro, en 1994. Como he dicho, en aquel momento, no conocía el libro ni al autor, pero me quedé enamorada de la historia. Desde entonces, habré vuelto a verla otras dos veces al menos. Quienes me conocen saben que no suelo comparar los libros con las películas que inspiran, al menos, no en el sentido de pretender que me cuenten la misma historia de la manera más fiel posible. Esta película omite muchos detalles de la novela y modifica otros; tiene menos profundidad a la hora de mostrar ciertos aspectos de los conflictos familiares o de las disputas ancestrales entre vecinos de una pequeña comunidad. Pero si hay algo en lo que la película supera al libro es en un reparto más que acertado que dota a los personajes de una dimensión que difícilmente nuestra imaginación puede otorgarles al leer el libro. Paul Newman, con casi setenta años, interpreta a Sully, de sesenta. Y hubiera podido interpretar a alguien de cincuenta con un poco (no demasiado) trabajo de maquillaje. El hombre más guapo que he conocido (lo seguía siendo a los ochenta años), actor extraordinario, buena persona, nada engreído, generoso... lo tenía todo y supo interpretar a un personaje que lo único que tenía era su físico espectacular y el hecho de ser adorable; un cabroncete adorable.
Melanie Griffith, con su aire de niña herida, vulnerable e ingenua, da vida a una maravillosa Toby enamorada de un marido que no la merece y que, a su vez, está interpretado por un Bruce Willis que hace sumamente verosímil su papel del cínico, mujeriego, sinvergüenza, pero cautivador y simpático Carl Roebuck.
Y Jessica Tandy como la señorita Beryl, la casera de Sully; o Pruitt Taylor Vince como Rub, el amigo y ayudante un poco lento de Sully; y un jovencísimo, casi principiante, Philip Seymour Hoffman, en un pequeño papel de un policía empeñado en hacerle la vida imposible a Sully... aunque tal vez sea al revés.
El guión es del propio director, Robert Benton, que cuatro años después colaboró con Russo en el guión de "Al caer el sol", esta vez original, sin novela por medio.
"Ni un pelo de tonto" es una historia conmovedora de unos perdedores que no saben que lo son y algún ganador que no sabe que es muy poco lo que puede ganar y mucho lo que puede perder.
Ambientada en un pueblo pequeño, perdido al norte del estado de Nueva York, cerca del lago Ontario y de la frontera con Canadá; un pueblo al que Richard Russo ha dotado de algunas cosas imaginarias y que se convierte en otro personaje más, tan perdedor como los de carne y hueso, a punto de ganar, pero siempre quedándose a punto; un pueblo que, como sus habitantes, "si no fuera por la mala suerte, no tendrían ninguna".
Título original: Nobody's Fool
Autor: Richard Russo (novela)/Robert Benton (película)
Editorial: Anagrama, 1993/adaptada al cine, 1994
Traducción: Maribel de Juan
De momento, a ojos de su casera la señorita Beryl, Sully se está volviendo tan fantasmal como el pueblo. Para ella "todo el pueblo de Bath se estaba volviendo fantasmal, especialmente Upper Main Street, con sus olmos, la maraña de sus ramas negras en lo alto, las viejas casas, por la mayoría de las cuales vagaba un solo miembro superviviente de una familia en otro tiempo floreciente, y un miembro que conversaba con más frecuencia con los muertos que con los vivos".
La señorita Beryl a sus ochenta años, maestra de octavo curso jubilada, se ha librado de la culpabilidad y de la depresión que aqueja a todos los maestros que ha conocido. Al menos se ha librado en parte; la culpabilidad la ataca cuando piensa en su hijo al que cree que debería mostrar más afecto, y la depresión, sólo los viernes cuando recibe el Norh Bath Weekly Journal.
Sully tiene un amigo, Rub, a quien su mujer pega en los huevos y le quita todo el dinero según lo cobra; un "pobre bobo" del que todos se ríen, incluso Sully, pero él se lo perdona porque es "su mejor amigo", hasta que también Rub se cansa de de Sully y de su capacidad para fastidiarle "hasta que ni siquiera él pudo soportarlo más, y a pesar de todo tú no podías dejarle en paz. Tenías que empeorar las cosas. Tenías que humillar por completo a ese pobre bobo".
Sully es amante, desde hace veinte años, de una mujer casada, pero está enamorado en secreto de la mujer más guapa del condado, Toby Roebuck, y no entiende por qué su marido, Carl, para el que trabaja Sully, no está satisfecho con su suerte y va detrás de todas las mujeres de la zona.
Sully tiene un hijo, Peter, del que nunca se ha ocupado. "Sintiendo que no era muy necesario, incluso contento de estar al margen, se decía en momentos de autocompasión (¿autoconocimiento?) que si se metiera en la vida de su hijo, probablemente lo jodería todo". Ahora la vida de Peter, está a punto de venirse abajo sin la intervención de Sully y éste no sabe muy bien si la capacidad para joderse la vida es genética o se aprende desde muy pequeño.
El caso es que, por primera vez en su vida, justo después de Acción de Gracias, Sully empieza a sentirse necesitado por todos los que le rodean; por primera vez en su vida, las deudas se amontonan sin visos de poder ser pagadas y, como una vez al menos cada año, está entrando en una de sus estúpidas rachas, esas que seguían, más o menos el mismo razonamiento vez tras vez: "Estoy a punto de joderlo todo, pensó claramente, y su siguiente pensamiento fue: pero no tengo por qué hacerlo. Este fue seguido inmediatamente por un tercer pensamiento, el último de aquella conocida secuencia, que era: pero voy a hacerlo de todas formas".
La película se estrenó al año siguiente de la publicación del libro, en 1994. Como he dicho, en aquel momento, no conocía el libro ni al autor, pero me quedé enamorada de la historia. Desde entonces, habré vuelto a verla otras dos veces al menos. Quienes me conocen saben que no suelo comparar los libros con las películas que inspiran, al menos, no en el sentido de pretender que me cuenten la misma historia de la manera más fiel posible. Esta película omite muchos detalles de la novela y modifica otros; tiene menos profundidad a la hora de mostrar ciertos aspectos de los conflictos familiares o de las disputas ancestrales entre vecinos de una pequeña comunidad. Pero si hay algo en lo que la película supera al libro es en un reparto más que acertado que dota a los personajes de una dimensión que difícilmente nuestra imaginación puede otorgarles al leer el libro. Paul Newman, con casi setenta años, interpreta a Sully, de sesenta. Y hubiera podido interpretar a alguien de cincuenta con un poco (no demasiado) trabajo de maquillaje. El hombre más guapo que he conocido (lo seguía siendo a los ochenta años), actor extraordinario, buena persona, nada engreído, generoso... lo tenía todo y supo interpretar a un personaje que lo único que tenía era su físico espectacular y el hecho de ser adorable; un cabroncete adorable.
Melanie Griffith, con su aire de niña herida, vulnerable e ingenua, da vida a una maravillosa Toby enamorada de un marido que no la merece y que, a su vez, está interpretado por un Bruce Willis que hace sumamente verosímil su papel del cínico, mujeriego, sinvergüenza, pero cautivador y simpático Carl Roebuck.
Y Jessica Tandy como la señorita Beryl, la casera de Sully; o Pruitt Taylor Vince como Rub, el amigo y ayudante un poco lento de Sully; y un jovencísimo, casi principiante, Philip Seymour Hoffman, en un pequeño papel de un policía empeñado en hacerle la vida imposible a Sully... aunque tal vez sea al revés.
El guión es del propio director, Robert Benton, que cuatro años después colaboró con Russo en el guión de "Al caer el sol", esta vez original, sin novela por medio.
"Ni un pelo de tonto" es una historia conmovedora de unos perdedores que no saben que lo son y algún ganador que no sabe que es muy poco lo que puede ganar y mucho lo que puede perder.
Ambientada en un pueblo pequeño, perdido al norte del estado de Nueva York, cerca del lago Ontario y de la frontera con Canadá; un pueblo al que Richard Russo ha dotado de algunas cosas imaginarias y que se convierte en otro personaje más, tan perdedor como los de carne y hueso, a punto de ganar, pero siempre quedándose a punto; un pueblo que, como sus habitantes, "si no fuera por la mala suerte, no tendrían ninguna".
Título original: Nobody's Fool
Autor: Richard Russo (novela)/Robert Benton (película)
Editorial: Anagrama, 1993/adaptada al cine, 1994
Traducción: Maribel de Juan
No lo conozco... ¡pero gracias por escribir sobre él!
ResponderEliminarSaludos ;)
Pues es muy interesante. Te lo recomiendo.
EliminarUn abrazo.
Hola Rosa me ha encantado la reseña. Este guapo y estupendo actor hace milagros con las historias que interpretaba. Me apunto la película para volver a verla. Un beso
ResponderEliminarUn actor genial y un hombre muy completo. La película es de las que me gustan más que las veo. Los críticos se muestran un poco tibios con ella, pero a mí me encanta cada vez que la veo. Me imagino que me toca alguna fibra que hace que para mí sea algo muy especial.
EliminarEl libro me ha gustado muchísimo. No voy a decir si más o menos que la película. Son cosas distintas, ambas muy buenas.
Un beso.
Tengo tres novelas de Russo sin leer... Gracias por explicarme cuánto me estoy perdiendo. Besos
ResponderEliminarPues espero que leas alguna y nos digas qué te parecen. Tengo curiosidad por saber opiniones de alguien más. Es un autor que no he visto por los blogs, al menos por los que yo sigo.
EliminarUn beso.
Muy buena pinta!
ResponderEliminarYa lo creo. Aconsejo ambas cosas.
EliminarUn abrazo.
Plenamente de acuerdo !!!
EliminarLibro pelicula son espectaculares!
Una es el complemento de la otra.
Qué bien, reseña del libro y de la peli. ¡Te has hecho un Alalimón tú sola! jajaja.
ResponderEliminarMe ha gustado leer el perfil de los personajes, los defines tan bien que parece que los estoy viendo y conociendo. Quizás me apunte el libro, aunque es tanto lo que tengo pendiente que no me atrevo a asegurar nada. Podría ver la peli que me llevará menos tiempo aunque no sea estrictamente fiel al libro.
Gracias por esta reseña doble.
Un beso.
Pues no es la primera vez que lo hago. Ya tengo otras dos entradas en esa categoría, pero sí es verdad que hacía ya mucho. Creo que desde que tenéis vuestra Alalimón no había publicado ninguna.
EliminarYa te entiendo. Se leen cada día reseñas que apetecen, pero a la vez se es consciente de cómo crece la lista de pendientes. Yo prefiero no pensarlo.
La peli no es estrictamente fiel al libro, pero yo pienso que ninguna buena película puede ni debe serlo. Es mejor que aporte sus cosas. Todas las que he visto demasiado fieles, resultaron un bodrio.
Un beso.
Libro y película, genial. POr el momento me apunto la peli puesto que mi lista de pendientes está muy larga ya y está a punto de volverse irrealizable. Completa reseña Rosa, muchas gracias. En un placer leerte de nuevo.
ResponderEliminarBienvenida de tus vacaciones. Un placer tenerte de nuevo por aquí. Espero que hayas disfrutado y descansado.
EliminarVer la película es una buena opción cuando el tiempo y las listas ya no admiten muchos más libros.
Un beso.
é impressionante vedere comè Paul Newman riesce
ResponderEliminara dare VITA al personaggio di "Sully"
Realmente una interpretazione MAGISTRALE.
El anciano más atractivo que nunca he visto. Y menuda interpretación. Un Sully maravilloso.
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