Sin reseña VII
Hace menos de un año que inauguré esta sección y ya estamos en la séptima entrada. A cinco libros y/o películas en cada una, llevamos ya 35 obras que se han quedado sin reseña en el blog, o sin entrada (hay quien dice que lo que yo hago no son reseñas), al menos sin lo que yo considero una de mis típicas entradas, de esas en las que me dejo llevar por las impresiones y nunca sé dónde voy a terminar ni en qué aguas turbias o claras terminaré buceando.
Como veis en la imagen de cabecera, he cambiado la idea para que quien se acerque, sepa lo que se va a encontrar sin tener que avanzar por la entrada. Así, sin más pérdida de tiempo, sabrá si le interesa seguir o dejarlo ahí mismo.
"Amigos en las altas esferas". Donna Leon.
Vamos ya por la novena entrega del comisario Brunetti y, como siempre, el pobre se las ve y se las desea para descubrir a los malos.
El apartamento en el que viven Guido y Paola con sus hijos no parece contar con todos los permisos necesarios. Al haber sido construido como ampliación sobre un palacio histórico, precisa de una serie de planos y permisos que no aparecen. El funcionario del catastro encargado de llevar adelante su caso cree haber descubierto algo que pretende denunciar, cuando se entera de que Brunetti es policía.
El asesinato hace un mes en Ferrara de un abogado parece estar relacionado con lo que el funcionario le quería denunciar a Brunetti y así, se nos va mostrando una trama en la que se mezcla la corrupción, el tráfico de drogas, la miseria física y moral de la usura, la locura...
Brunetti se tendrá que enfrentar a la indolencia propia del funcionariado de la ciudad, la histórica costumbre de resolver los problemas, no por la vía de la legalidad sino de los conocimientos en las altas esferas de cada cual, con la capacidad de los poderosos para tapar sus faltas y las de sus allegados... Se tendrá que enfrentar a la desconfianza y a la zozobra que le lleva a pensar en sus momentos más bajos si sus colegas, la "mayoría de ellos no estarían a sueldo de la mafia", aunque en momentos menos bajos se ha dado cuenta de que ciertos episodios no son más que "otro ejemplo de una endémica incompetencia y falta de interés" propia de los venecianos. De nuevo veremos, a la vez que él, que "toda tentativa para prevenir, impedir o castigar el crimen estaba condenada al fracaso".
"Muertos prescindibles". Michael Hjorth & Hans Rosenfeldt.
Esta tercera entrega de las protagonizadas por Sebastian Bergman resulta tan adictiva como las otras dos. Y como en las otras dos se mezcla una trama compleja, y con varios aspectos que terminan encajando a la perfección, con las vidas personales de los integrantes de la Brigada de Homicidios. La trama policial parte del macabro hallazgo de seis cadáveres en las montañas de Jämtland. A la vez asistimos a los intentos de una mujer de origen afgano por conseguir que alguien le haga caso y la ayude a descubrir lo sucedido a su marido desaparecido hace diez años. Ambas historias, poco a poco, se van mostrando relacionadas, como no podría ser de otra manera, pero hasta el final no sabremos hasta qué punto y qué significan todas las trabas que se ponen en el camino de los investigadores.
Por lo que se refiere a los miembros de la brigada, continúan sus relaciones tormentosas. Vanja y Billy no terminan de solucionar sus diferencias desde que Vanja le ofendió gravemente en la entrega anterior. Su amistad se ha visto seriamente dañada y no parece que vayan a recuperarla ahora que Vanja está a punto de irse a Estados Unidos a seguir un curso de formación en Quantico, la sede del FBI, durante tres años.
Ursula y Torkel tampoco lo tienen fácil para mantener su relación sin compromiso, la que les lleva a ser amantes solo durante el trabajo, solo fuera de Estocolmo. Algo se ha estropeado e impide mantener la cómoda y satisfactoria relación que daba un aliciente más a sus trabajos por toda la geografía sueca.
Y finalmente está Sebastian, más Sebastian que nunca. Capaz de poner su egoísmo por delante de todo, capaz de herir a quien más ama con tal de no tener que prescindir del objeto de sus amores, tan atormentado como siempre por el pasado y por esas pesadillas que se lo rememoran cada poco tiempo con toda la crudeza de los hechos.
"Tantos lobos". Lorenzo Silva.
La décima entrega de Bevilacqua y Chamorro consta de cuatro relatos independientes, pero unidos por un tema común: en todos ellos los muertos, las muertas mejor dicho, son menores. Jóvenes o niñas que han tenido la mala suerte de caer en las fauces del lobo, de uno de esos lobos que acechan en busca de una oportunidad para hincar sus dientes en la vida de un ser que no llegará a terminar de formarse y a completar su ciclo vital; en una familia que jamás podrá recuperarse de la pérdida y nunca volverá a vivir de manera desenfadada, tal vez, la única forma de felicidad que existe. Es por eso, por esa sensación de proyecto incompleto y frustrado, por lo que los crímenes cuando las víctimas son niños o adolescentes, resultan especialmente repugnantes y dolorosos.
Son cuatro relatos "escritos entre 2010 y 2017 (de ahí la evolución en la graduación de los personajes), dos se publicaron en prensa, aunque han sido revisados para esta edición, y los otros dos son rigurosamente inéditos".
La otra característica que tienen en común los cuatro relatos es que todos transcurren en verano; unos veranos que se van haciendo asfixiantes a medida que el cambio climático reseca el aire que respiramos y deja nuestros suelos reducidos a un rojo montón de polvo, al menos de la cordillera Cantábrica hacia abajo.
En estos relatos veremos modos de matar y causas para hacerlo de las que han sucedido toda la vida, pero también aparecen las redes sociales que, como todo lo que nos rodea (cualquier cosa es susceptible de transformarse en un arma letal) se pueden convertir en instrumentos que facilitan los crímenes, aunque también son mecanismos eficaces para ayudar a su resolución.
Hay móviles variados para estos cuatro asesinatos; las víctimas son más uniformes pues excepto la última que es una niña de cinco años, las otras tres son adolescentes o jóvenes entre catorce y dieciocho años. Esos móviles variados son tan mezquinos e incomprensibles que Rubén Bevilacqua no puede por menos que compartir con los lectores una reflexión desesperada: "Antes que tirar así a una chica, un hombre que de verdad lo sea, un hombre que no sea una escoria humana, debe dejarse encarcelar. Como poco". Claro que un hombre que de verdad es un hombre o una mujer que de verdad es una mujer, un ser humano en definitiva, que merezca tal nombre, jamás sería capaz de hacerle algo así a una chica. Ni a nadie si a eso vamos.
"El poeta". Michael Connelly.
Esta es la primera entrega de la serie protagonizada por el periodista Jack McEvoy. De Michael Connelly, sobre todo he leído novelas de la serie de Harry Bosch, un policía de Homicidios en Los Ángeles.
También leí "El inocente", la primera entrega de le serie protagonizada por Mickey Haller, abogado y hermanastro de Harry Bosch. De esta novela, además hay una película muy buena protagonizada por el genial Matthew McConaughey.
De forma que solo me quedaba conocer esta otra serie del autor, la protagonizada por el periodista Jack McEvoy y de la que solo hay dos entregas.
Estamos ante una novela apasionante, con una trama compleja, pero magníficamente estructurada y narrada, en la que en ningún momento nos perdemos.
Está en su mayoría narrada en primera persona por el propio Jack McEvoy, periodista en Denver, que se ve envuelto en un complicado caso de asesinatos en serie a raíz del presunto suicidio de su hermano gemelo, policía de homicidios en la misma ciudad. Entre los capítulos contados por el periodista, se van intercalando otros en los que asistimos a las andanzas de un inquietante personaje que pronto vamos intuyendo que es el asesino.
Me ha gustado mucho, aunque he de decir que el final me ha resultado un tanto excesivo. No es como para no leerla, pero le hace perder un poco respecto a lo bien que se había desarrollado hasta el momento.
"Los atormentados". John Connolly.
En mi empeño por avanzar un poco con estas series que tenía un tanto olvidadas, y como ya anuncié en "Sin reseña IV" cuando comenté la entrega anterior, "El ángel negro", he decidido seguir también con al serie de Charlie "Bird" Parker del escritor irlandés John Connolly. Sigo, por lo tanto, con la séptima novela protagonizada por este detective privado, antiguo policía en Brooklyn que ahora vive en Sacrborough, Maine, en la casa familiar que heredó de su abuelo y donde pasó parte de su juventud con su madre, tras morir su padre.
En esta nueva entrega, Charlie tendrá que proteger a Rebecca Clay del acoso de un peligroso individuo que pretende saber el paradero del padre de la mujer.
Unos seres pálidos, los atormentados "hombres huecos", deambulan por la historia dando ese toque de misterio y fantasía que tanto le gusta al autor. Tampoco faltan en esta ocasión los fantasmas ausentes del pasado de Charlie que se empeñan en perseguirle y que se suman a los fantasmas de su presente que se vuelven más fantasmales por momentos. Como ha dicho el propio autor acerca de sus detalles irreales: "Sé que eso molesta a muchos críticos. Debo mantener un equilibrio. Sería peligroso que los culpables fueran unos fantasmas. Describo edificios, calles, ciudades, para que la intrusión de lo sobrenatural sea algo sorprendente porque sucede en un mundo cotidiano y muy creíble"
En esta entrega nos introduce en uno de los delitos más odiosos y despreciables (qué difícil es encontrar calificativos para algunas cosas), los abusos sexuales a los niños. Hay que tener en cuenta que la novela está escrita en 2007 por lo que era un tema menos de moda y por lo tanto, la novela menos oportunista como hubiera podido parecer de ser actual.
El apartamento en el que viven Guido y Paola con sus hijos no parece contar con todos los permisos necesarios. Al haber sido construido como ampliación sobre un palacio histórico, precisa de una serie de planos y permisos que no aparecen. El funcionario del catastro encargado de llevar adelante su caso cree haber descubierto algo que pretende denunciar, cuando se entera de que Brunetti es policía.
El asesinato hace un mes en Ferrara de un abogado parece estar relacionado con lo que el funcionario le quería denunciar a Brunetti y así, se nos va mostrando una trama en la que se mezcla la corrupción, el tráfico de drogas, la miseria física y moral de la usura, la locura...
Brunetti se tendrá que enfrentar a la indolencia propia del funcionariado de la ciudad, la histórica costumbre de resolver los problemas, no por la vía de la legalidad sino de los conocimientos en las altas esferas de cada cual, con la capacidad de los poderosos para tapar sus faltas y las de sus allegados... Se tendrá que enfrentar a la desconfianza y a la zozobra que le lleva a pensar en sus momentos más bajos si sus colegas, la "mayoría de ellos no estarían a sueldo de la mafia", aunque en momentos menos bajos se ha dado cuenta de que ciertos episodios no son más que "otro ejemplo de una endémica incompetencia y falta de interés" propia de los venecianos. De nuevo veremos, a la vez que él, que "toda tentativa para prevenir, impedir o castigar el crimen estaba condenada al fracaso".
"Muertos prescindibles". Michael Hjorth & Hans Rosenfeldt.
Esta tercera entrega de las protagonizadas por Sebastian Bergman resulta tan adictiva como las otras dos. Y como en las otras dos se mezcla una trama compleja, y con varios aspectos que terminan encajando a la perfección, con las vidas personales de los integrantes de la Brigada de Homicidios. La trama policial parte del macabro hallazgo de seis cadáveres en las montañas de Jämtland. A la vez asistimos a los intentos de una mujer de origen afgano por conseguir que alguien le haga caso y la ayude a descubrir lo sucedido a su marido desaparecido hace diez años. Ambas historias, poco a poco, se van mostrando relacionadas, como no podría ser de otra manera, pero hasta el final no sabremos hasta qué punto y qué significan todas las trabas que se ponen en el camino de los investigadores.
Por lo que se refiere a los miembros de la brigada, continúan sus relaciones tormentosas. Vanja y Billy no terminan de solucionar sus diferencias desde que Vanja le ofendió gravemente en la entrega anterior. Su amistad se ha visto seriamente dañada y no parece que vayan a recuperarla ahora que Vanja está a punto de irse a Estados Unidos a seguir un curso de formación en Quantico, la sede del FBI, durante tres años.
Ursula y Torkel tampoco lo tienen fácil para mantener su relación sin compromiso, la que les lleva a ser amantes solo durante el trabajo, solo fuera de Estocolmo. Algo se ha estropeado e impide mantener la cómoda y satisfactoria relación que daba un aliciente más a sus trabajos por toda la geografía sueca.
Y finalmente está Sebastian, más Sebastian que nunca. Capaz de poner su egoísmo por delante de todo, capaz de herir a quien más ama con tal de no tener que prescindir del objeto de sus amores, tan atormentado como siempre por el pasado y por esas pesadillas que se lo rememoran cada poco tiempo con toda la crudeza de los hechos.
"Tantos lobos". Lorenzo Silva.
La décima entrega de Bevilacqua y Chamorro consta de cuatro relatos independientes, pero unidos por un tema común: en todos ellos los muertos, las muertas mejor dicho, son menores. Jóvenes o niñas que han tenido la mala suerte de caer en las fauces del lobo, de uno de esos lobos que acechan en busca de una oportunidad para hincar sus dientes en la vida de un ser que no llegará a terminar de formarse y a completar su ciclo vital; en una familia que jamás podrá recuperarse de la pérdida y nunca volverá a vivir de manera desenfadada, tal vez, la única forma de felicidad que existe. Es por eso, por esa sensación de proyecto incompleto y frustrado, por lo que los crímenes cuando las víctimas son niños o adolescentes, resultan especialmente repugnantes y dolorosos.
Son cuatro relatos "escritos entre 2010 y 2017 (de ahí la evolución en la graduación de los personajes), dos se publicaron en prensa, aunque han sido revisados para esta edición, y los otros dos son rigurosamente inéditos".
La otra característica que tienen en común los cuatro relatos es que todos transcurren en verano; unos veranos que se van haciendo asfixiantes a medida que el cambio climático reseca el aire que respiramos y deja nuestros suelos reducidos a un rojo montón de polvo, al menos de la cordillera Cantábrica hacia abajo.
En estos relatos veremos modos de matar y causas para hacerlo de las que han sucedido toda la vida, pero también aparecen las redes sociales que, como todo lo que nos rodea (cualquier cosa es susceptible de transformarse en un arma letal) se pueden convertir en instrumentos que facilitan los crímenes, aunque también son mecanismos eficaces para ayudar a su resolución.
Hay móviles variados para estos cuatro asesinatos; las víctimas son más uniformes pues excepto la última que es una niña de cinco años, las otras tres son adolescentes o jóvenes entre catorce y dieciocho años. Esos móviles variados son tan mezquinos e incomprensibles que Rubén Bevilacqua no puede por menos que compartir con los lectores una reflexión desesperada: "Antes que tirar así a una chica, un hombre que de verdad lo sea, un hombre que no sea una escoria humana, debe dejarse encarcelar. Como poco". Claro que un hombre que de verdad es un hombre o una mujer que de verdad es una mujer, un ser humano en definitiva, que merezca tal nombre, jamás sería capaz de hacerle algo así a una chica. Ni a nadie si a eso vamos.
"El poeta". Michael Connelly.
Esta es la primera entrega de la serie protagonizada por el periodista Jack McEvoy. De Michael Connelly, sobre todo he leído novelas de la serie de Harry Bosch, un policía de Homicidios en Los Ángeles.
También leí "El inocente", la primera entrega de le serie protagonizada por Mickey Haller, abogado y hermanastro de Harry Bosch. De esta novela, además hay una película muy buena protagonizada por el genial Matthew McConaughey.
De forma que solo me quedaba conocer esta otra serie del autor, la protagonizada por el periodista Jack McEvoy y de la que solo hay dos entregas.
Estamos ante una novela apasionante, con una trama compleja, pero magníficamente estructurada y narrada, en la que en ningún momento nos perdemos.
Está en su mayoría narrada en primera persona por el propio Jack McEvoy, periodista en Denver, que se ve envuelto en un complicado caso de asesinatos en serie a raíz del presunto suicidio de su hermano gemelo, policía de homicidios en la misma ciudad. Entre los capítulos contados por el periodista, se van intercalando otros en los que asistimos a las andanzas de un inquietante personaje que pronto vamos intuyendo que es el asesino.
Me ha gustado mucho, aunque he de decir que el final me ha resultado un tanto excesivo. No es como para no leerla, pero le hace perder un poco respecto a lo bien que se había desarrollado hasta el momento.
"Los atormentados". John Connolly.
En mi empeño por avanzar un poco con estas series que tenía un tanto olvidadas, y como ya anuncié en "Sin reseña IV" cuando comenté la entrega anterior, "El ángel negro", he decidido seguir también con al serie de Charlie "Bird" Parker del escritor irlandés John Connolly. Sigo, por lo tanto, con la séptima novela protagonizada por este detective privado, antiguo policía en Brooklyn que ahora vive en Sacrborough, Maine, en la casa familiar que heredó de su abuelo y donde pasó parte de su juventud con su madre, tras morir su padre.
En esta nueva entrega, Charlie tendrá que proteger a Rebecca Clay del acoso de un peligroso individuo que pretende saber el paradero del padre de la mujer.
Unos seres pálidos, los atormentados "hombres huecos", deambulan por la historia dando ese toque de misterio y fantasía que tanto le gusta al autor. Tampoco faltan en esta ocasión los fantasmas ausentes del pasado de Charlie que se empeñan en perseguirle y que se suman a los fantasmas de su presente que se vuelven más fantasmales por momentos. Como ha dicho el propio autor acerca de sus detalles irreales: "Sé que eso molesta a muchos críticos. Debo mantener un equilibrio. Sería peligroso que los culpables fueran unos fantasmas. Describo edificios, calles, ciudades, para que la intrusión de lo sobrenatural sea algo sorprendente porque sucede en un mundo cotidiano y muy creíble"
En esta entrega nos introduce en uno de los delitos más odiosos y despreciables (qué difícil es encontrar calificativos para algunas cosas), los abusos sexuales a los niños. Hay que tener en cuenta que la novela está escrita en 2007 por lo que era un tema menos de moda y por lo tanto, la novela menos oportunista como hubiera podido parecer de ser actual.
John Connolly es uno de mis eternos pendientes pero me da mucha pereza porque la serie la componen muchas entregas y no me da la vida. Te animo a que continúes con Bergman porque se que su final te habrá dejado pasmá, jeje. Besos
ResponderEliminarLa serie de John Connolly, creo que si tuviera que empezarla ahora, no me animaría por las muchas entregas que la componen, pero afortunadamente fue de las primeras que empecé y poco a poco voy avanzando.
EliminarCon Bergman volveré en breve. Me encanta.
Un beso.
Hola, me gusta mucho Michael Connely y he visto "l inocente" y me encantó.
ResponderEliminarMi madre es fan de Brunneti y también de Montalbano(sé que no es de Donna Leon, es de Andrea Camilleri), y ahora que está en un momento de mucho bajón le hemos regalado un montón de libros de ambos, los que le faltaban. El que comentas ya lo había leído.
Besos y a mí estos sin reseña que son reseñas agrupadas me gustan un montón.
De "El inocente" tengo reseña conjunta del libro y de la peli. Además trabaja Matew McConaughey que es uno de mis ídolos en cine.
EliminarBrunetti me gusta mucho, aunque voy lenta. Sin embargo, aún no me he metido con Montalbano. A ver si voy terminando alguna serie y puedo ampliar y leer a Camilleri. Todos me dicen que es fabuloso.
Espero que tu madre se recupere. Desde luego, nada mejor que buenos y entretenidos libros que, al menos, la distraigan.
Un beso.
He leído los dos primeros. A Brunetti le tengo cariño, he terminado hace unos días su último libro y aunque no son libros impactantes, a mí me gustan. La serie de Sebastian Bergman es una de mis preferidas de ahora, me gustan sus casos y me gusta sus personajes y sus historias personales. De la serie de los guardias civiles de Lorenzo Silva solo leí el primero, así que no me importaría leer este aunque sean relatos o historias cortas. Y en cuanto Michael Connelly solo he leído Eco negro; hace poco vi una entrevista del autor y creo que voy a leer algo más de él.
ResponderEliminarDe John Connolly solo he leído Todo lo que muere. Tendré que darle otra oportunidad.
Besos
Lo que más me gusta de la serie de Brunetti es que resuelve los casos, pero los culpables suelen quedar bastante impunes porque generalmente son poderosos. Como la vida misma.
EliminarCon Lorenzo Silva es con el único (de los que aparecen aquí) que llevo su serie al día. Esperando a la próxima entrega.
Del resto ando bastante atrasada con todos, pero poco a poco me pondré a ello.
Un beso.
A mí la definición que más me gusta de reseña es "Revista que se hace de la tropa". Tú haces la revista, tú haces una reseña. Sin más.
ResponderEliminarNada que añadir. Eres grande, amigo.
EliminarPues yo no sé cuál es el calificativo más adecuado para lo que haces, pero siempre he creído que eran reseñas, y por cierto muy buenas, jeje.
ResponderEliminarTodas las obras que aquí nos presentas son muy interesantes en cuanto al argumento. Otra cosa, lógicamente, es que gusten a todos por igual. De los autores que citas solo he leído a John Connolly y su recopilación de relatos titulada "Nocturnos". Alguien me la recomendó, al saber que me gustaban los relatos, y me lo presentó como uno de los mejores escritores de este género, junto con Raymond Carver, del que he leído "De qué hablamos cuando hablamos de amor". Me da casi vergüenza decirlo, porque puede parecer una osadía merecedora de escarnio, pero tras la lectura de estas dos obras "maestras", como así me las definieron, me quedó una cara de bobo como la que me queda cuando observo una pintura abstracta.
Como siempre, encantado de leer tus "reseñas".
Un abrazo.
Yo tampoco he leído ninguno de esos dos libros. Hace unos años vi una película que me maravilló, "Birdman", y en ella, un grupo de teatro prepara una representación de "De qué hablamos cuando hablamos de amor". Los "Nocturnos" de Connolly los tengo, pero bastante tiempo me llevan sus novelas sobre Charlie "Bird" Parker como para meterme en más líos.
EliminarDe Carver no he leído nada (otra asignatura pendiente), pero Connolly sin duda es uno de los grandes.
Un beso.
Me encanta Brunetti, me faltan por leer las dos últimas entregas, A Bergman tengo que retomarlo, que quede en esa misma entrega, en cuanto a Connolly, como sea voy a leerme toda la serie que me tiene enganchada, voy por el cuarto, el camino blanco. Besinos.
ResponderEliminarPoco a poco iremos terminando las series. Lo malo es que antes de terminar con una, ya me he metido con otra y esto es un no parar. Afortunadamente, la de Bergman no es demasiado extensa. De momento. habrá que llevarla al día antes de que se nos dispare.
EliminarUn beso.
No he leído ninguno, Rosa, ni creo que lo haga. Las series no me van, pero esta sección me parece fantástica porque da gusto leerte y, a la vez, descartamos algunos fiándonos de tu criterio (y esto aligera mucho).
ResponderEliminarYo sí considero auténticas "reseñas" lo que haces, y trabajo te deben llevar.
Un beso.
Un poco de trabajo sí que llevan. Estas no mucho, pero las que yo llamo verdaderas reseñas, cuestan más porque expresar los que te transmite un libro, no es fácil. Poner sensaciones en palabras y que estas reflejen lo que se siente realmente, es trabajoso, pero siempre lo acabo consiguiendo de una u otra forma.
EliminarUn beso guapa y muchas gracias por tus palabras.
Hola Rosa, lo que está muy claro es que el titulo de esta sección es super original y da cabida a un buen grupo de opciones literarias. No me preocupa demasiado la denominación que quieran poner a un texto, reseña, artículo, escrito, texto, crítica literaria o como más gusten, lo verdaderamente importante es que sean buenos y en eso esta claro que tus texto lo son y de los que he leído siempre he sacado una enseñanza. De los que expones hoy y como referencia cimematográfica, te diré que he visto y reseñado la película La niebla y la doncella inspirada en los libros de Lorenzo Silva sobre Bevilacqua y Chamorro, y me dejo bastante frío. Un beso Rosa y gracias por toda la información.
ResponderEliminarNo he visto esa película porque ya leí críticas y la ponían bastante mal. Sin embargo la novela me gustó mucho. La serie en general, me parece muy buena, honesta y sin vacuas pretensiones, algo para mí muy importante el cine y literatura.
EliminarA mí tampoco me preocupa el nombre que se dé a mis textos. De hecho, creo que la palabra reseña la descubrí a raíz de empezar con el blog. Yo hablaba de "críticas", pero no era (y no lo es) mi intención hacer críticas, sino contar lo que las novelas o películas me transmiten, mi opinión propia y subjetiva que no puede servir de crítica, a no ser la mía propia.
Un beso.
hola ROSA! cualquier cosa que tu escribes o esboces es fantastico, asi que entrada o no a nosotras nos agradan con creces!! a Conolly lo seguimos de a tiempos, este lo leimo y gusta, la saga de Silva nos la debemos ya que sale en varios sitios y puede gustar y ¿ QUE MAS? nos gusta todo lo que haces! abrazotesbuhos y bella semana.
ResponderEliminarPues muchas gracias, búhos. Seguro que la serie de Lorenzo Silva os gustaría. Bevilacqua además es casi paisano vuestro. Nació en Montevideo de padre italiano y madre española. Un curioso guardia civil.
EliminarUn beso.
seguro que va a caer en nuestras alas!!!!!besosbuhos
EliminarEstas novelas policíacas sabes que no me atraen mucho, aunque alguna leo de vez en cuando. Me las dejo en reserva, sobre todo la de Lorenzo Silva, para cuando me dé por leer algo del género.
ResponderEliminarGracias por esta reseña múltiple.
Un beso.
En la próxima entrega de "Sin reseña" no todo será policíaco. Al menos, no la primera novela. A ver si te gusta más (o menos).
EliminarFíjate que yo creo que Bevilacqua y Chamorro te gustarían. No deja de ser un retrato de este país en que vivimos.
Un beso.
Ese título podría llevar a engaños jajaja y decirse a una misma venga esta vez no aumentaré mi lista de pendientes pero nooooooo. Un montón más que me llevo, así es imposible ponerme al día.
ResponderEliminarUn beso enorme y feliz fin de semana
Esta vez me gustaron todas. Todas son series que sigo hace tiempo y están contrastadas y garantizadas. Creo que es la primera vez que sucede eso.
EliminarLa próxima entrega ya empieza distinto. Al menos la primera no creo que la apuntes.
Feliz fin de semana para ti también. Yo pienso aprovecharlo para leer y escribir.
Un beso.
Sólo he leído Muertes prescindibles y ya sabes que estoy enganchadísima a esta serie y a Bergmnan.
ResponderEliminarUn beso ;)
En breve, tengo que seguir con Bergman que aún me quedan dos. El resto son también muy buenas y son series que sigo hace años. De hecho, la de Bergman es la última de todas ellas a la que me he enganchado.
EliminarUn beso.