"Tú no eres como otras madres" Angelika Schrobsdorff

"Else se crió, por tanto, como una niña bien de familia judía, en un nido cálido y seguro, vigilada por sus padres con alas desplegadas, ojos agudos y pico afilado, junto a su querido y mimado hermano pequeño, y rodeada de un clan constituido por un sinfín de tíos y tías, de primos y primas. Era y siempre sería una criatura divertida, sana y sin complicaciones, que con su afán de vida y exceso de peso reventaba todas las costuras". Y no solo reventaba las costuras de los vestidos por exceso de peso, sino que pronto empezó a reventar las costuras de la propia vida por falta de conformismo, por exceso de ilusiones, por ansia de libertad. La vida y sus convenciones se le quedaban estrechas. Sobre todo, la vida y las convenciones de su pequeño mundo de judíos burgueses de clase media.
Else Kirschner desde muy pequeña, desde el jardín de infancia en realidad, empezó a tener relación con los círculos cristianos que ella prefería a su propio ambiente familiar, "el mundillo de los denominados judíos de la confección, impresentables en sociedad para la alta burguesía judía y considerados filisteos por los intelectuales judíos". Un ambiente de gente considerada por Else como puros comerciantes toscos e incultos, un ambiente muy proclive a la idea de buscarse un "buen partido" que satisficiera más la parte práctica y social de la vida que la parte sentimental y la pasión amorosa. Eso no iba para nada con Else, quien ansiaba moverse en ambientes artísticos y un poco bohemios y que, cuando a los diecinueve años conoció a Fritz Schwiefert, "un cristiano, un trovador, un hombre joven sin oficio ni beneficio. [...] un hombre para el amor, un artista, pero no un marido. Los maridos tenían un aspecto completamente distinto, eran completamente diferentes, le ofrecían a una cosas completamente diversas: cosas materiales, no intelectuales", cuando le conoció, decía, sintió que había entrado en contacto con cuanto podía esperar y desear. 
Fritz sería su primer amor, su mayor amor, pero tan solo el primer padre de los tres que tendrían respectivamente los tres hijos de Else; el más querido, el más especial de sus innumerables amantes de una noche, de una temporada, de unos meses.
Else se saldría de todas las costuras durante toda su vida. Nunca fue una mujer de su casa como se esperaba de ella y más teniendo en cuenta que estamos en aquellos años tempranos del siglo XX (nació en 1897). No sabía cocinar, ni limpiar, ni tenía las más mínimas dotes de lo que se podía precisar para ponerse al frente de un hogar. Su madre no sintió la necesidad de cuidar ese aspecto de la educación de Else. Seguramente lo confió todo al "buen partido" que encontraría y que la libraría de tan penosos y monótonos trabajos. 
Como madre fue un tanto caótica. Quería a sus hijos, pero no sabía muy bien como tratarlos y nunca dejó sus fiestas, sus salidas al teatro o sus amantes.
Nunca le importó lo que pudieran pensar de ella, ni se preocupó por las murmuraciones (siempre que estas no llegaran a sus padres primero y a sus hijos después), vivió situaciones que aun hoy en día sería tachadas de aberrantes, pero eran los años veinte en Berlín. Una época que ahora nos escandalizaría si la viéramos en todo su esplendor. Una época de apertura artística y sexual en la que los prejuicios, al menos en el mundillo artístico y un poco bohemio que Else frecuentaba, se dejaron de lado, y la gente se entregó a vivir como si le quedaran unas horas de vida, como si presintiera que le quedaban tan solo unos pocos años hasta que todo volviera a derrumbarse como se había derrumbado hacía menos de una década. 
El periodo de entre-guerras fue uno de los más desinhibidos y alegres de la historia del siglo XX, y Berlín fue su corazón palpitante con sus cabarets, sus drogas, su arte, su música, su libertad, su expresionismo y su cine, o su cine expresionista... Los años veinte "fueron fantásticos [...]. El preludio de una época nueva, moderna, emancipada, que no tuvo oportunidad. ¡Una grandiosa danza de la muerte! La cantidad de gigantes del arte y del intelecto que el Berlín de entonces escupió de la noche a la mañana es simplemente increíble. La mitad eran judíos. Y bien, conseguimos matarlo todo: a los judíos, el arte y el intelecto".
Y es que después de los años veinte, inexorablemente, llegaron los años treinta y todo empezó a cambiar, para el arte, para el intelecto y para los judíos. Else fue de los que no supieron o no quisieron verlo a tiempo y el nazismo cayó sobre ella y su familia como una losa, más pesada y penosa por cuanto no fue esperada ni vislumbrada. 
A pesar de estar casada con un cristiano rico e influyente, Else conocerá el exilio, la pérdida, las dificultades y los sinsabores de la escasez. Sobrevivirá, pero para entonces nada de su alegría natural, de su chispa provocativa, de sus ansias de vida, perviven en ella. Se habrá convertido en una mujer enferma, debilitada, y rota por las penalidades de todo tipo que la guerra le deparó

Angelika Schrobsdorff

"Como mujer de mi generación, yo era algo nuevo, insólito y sospechoso. Me salía del marco, por así decir, tenía que ser muy fuerte y hacerme mis propias leyes. Nadie me ayudó, al contrario: se me aceptaba, en el mejor de los casos, como un bicho raro; y en el peor, se me tenía por una degenerada". Esto le escribe a su hija Angelika en 1949, tres meses antes de morir, en una carta en la que le reprocha su propia actitud (la de Angelika) con su marido y que ha llevado a su matrimonio a hacer aguas. Y es que esta historia es una biografía. Angelika Schrobsdorff es la hija pequeña de los tres hijos que tuvo Else. Los otros dos fueron Pete Schwiefert, el hijo de Fritz, su primer y único hijo varón y Bettina Schwiefert, que aunque llevaba el apellido del que por entonces era el marido de Else, en realidad fue hija de Hans Huber, un amante de Else con el que convivió en la misma casa en la que también vivían Fritz y su amante de entonces, Enie. Angelika, la pequeña, era hija del segundo marido de Else, Erich Schrobsdorff. 

Else Kirschner con su hija, Angelika Schrobsdorff 
Angelika tomó sobre sí la tarea de escribir sobre su madre. "Conocía a Else como madre; que la llegara a conocer, comprender y querer como mujer se lo debo en primer lugar a Enie, a su sinceridad y franqueza y a las dos cajas de cartón repletas que aquella vez me entregó diciendo: «Toma esto y aprovéchalo»". Sintió la necesidad de escribir sobre la mujer que fue su madre más allá de lo que conocía de ella como mera madre. Ella y su hermana fueron descubriendo la vida de Else, como mujer, como amante, como persona; descubrieron todo aquello de lo que ella había protegido a sus seres más queridos: sus padres y sus hijos. Para ello se sirvieron de diarios, cartas, testimonios de amigas y conocidas y de guiones que Else había escrito y en los que, cambiando levemente los nombres, contaba episodios de su vida; . 
Angelika Schrobsdorff aún me reservaba alguna sorpresa tras leer el libro. Indagando veo que fue (murió en 2016) la esposa de Claude Lanzmann y no puedo soslayar el hecho de lo mucho que me suena este nombre y lo pronuncio mentalmente y, sin darme cuenta, me sale detrás otra palabra, "Shoah", que es el título del que sin duda es el mejor documental que se ha hecho nunca sobre los campos de exterminio nazis. Claude Lanzmann  es su director. Con diez horas de duración hay que echarle tiempo y ganas para verlo completo. Tuve en su día tantas ganas que hice tiempo de donde no lo había. Ni uno solo de los segundos empleados se puede considerar perdido. No tengo más que decir acerca de "Shoah".

Claude Lanzmann

"La tragedia que se abatió sobre Else cual terremoto, sacudiendo su vida como madre y esposa amante y amada, pulverizando su visión del mundo, cuyas raíces aún se anclaban profundamente en la tradición judía, y dejándola emerger de las ruinas y cenizas de sus ilusiones solo meses después y como una mujer completamente transformada". Esas palabras, aunque dichas con otro motivo, bien podrían resumir lo que con Else hicieron los años y la Guerra.
La historia de Else es un trasunto de la historia de Europa durante la primera mitad del siglo XX: la amable y dorada infancia llena de promesas e ilusión (primeros años); el despertar del sueño con las angustias y complicaciones de la adolescencia (Gran Guerra); la locura de la juventud con las ansias de agotar la vida y bebérsela al completo (años veinte); la madurez que va llegando sin que queramos hacerle mucho caso ni ser muy conscientes de ella (años treinta y ascenso del nazismo); la tragedia de hacerse consciente de la propia decadencia, de la pérdida de fuerzas, de la llegada de la enfermedad (Segunda Guerra Mundial e inmediata posguerra).
Una novela notable, una vida rebelde y apasionada y un periodo de la Historia apasionadamente interesante.

Comentarios

  1. Hace ya tiempo que la tengo entre mis pendientes porque me llama mucho. Aunque no se cuando podré leerla. Besinos.

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    1. Es una novela que merece mucho la pena. Yo la pasé por delante de otros muchos pendientes. Unos adelantan a otros y algunos van quedando muy relegados. Lo que se dice una lista dinámica.
      Un beso.

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  2. Me ha encantado tu entrada y me han entrado ganas de leer la novela, no solo porque me parece una historia interesante, sino porque es una historia verídica con la que podemos conocer más sobre cómo se vivió esos años. Me la llevo apuntada.
    Besos

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    1. Es una época muy interesante y la vida de esta mujer se sale tanto de la norma que te atrapa. También me ha gustado mucho el estilo, alternando la tercera persona con la primera.
      En resumen, una novela de lo más recomendable.
      Un beso.

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  3. ¡Hola Rosita! Siempre me sorprendes, con entradas como esta...He leído atentamente todo lo que nos cuentas y veo que es el tipo de novela que siempre me ha interesado...Una época que no debemos olvidar y que mejor de la mano de una sobreviviente. Gracias por tan buena reseña. ¡Un besito!

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    1. Pues me alegro de haberte dado a conocer esta novela. Yo también la conocí por las reseñas y me atrajo poderosamente. Para nada me arrepiento. Te la recomiendo.
      Un beso.

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  4. Wow (o Guau: no sé cómo es), ya te la leíste. Qué máquina. Me imagino que te viene de perlas hacer estas reseñas, si no la memoria con tanta novela seguida estaría apabullada. A veces yo no me acuerdo de lo que leo y mi ritmo es mucho más lento. Bueno, me alegro de que te haya parecido una novela notable. Supongo que te habrá gustado. A mí me gustó muchísimo y me impresionó e hizo reflexionar hasta donde puede descender el ser humano y de qué manera el individuo se confunde en la masa, se deja arrastrar por la corriente del momento, hasta dejar de ser él. Hasta qué punto llevamos al monstruo dentro.
    Un abrazo, Rosa.

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    1. La verdad es que desde que hago reseñas los libros me duran más en la cabeza.
      Dices "supongo que te habrá gustado" y es que creo que me lanzo a hablar de los libros y me olvido de poner si me gustó o no, aunque creo que, cuando me gustan, se nota por el entusiasmo y porque no les pongo peros. Me ha gustado mucho. La época siempre me ha fascinado y la historia de esta mujer es muy atractiva por cuanto se sale de toda norma.
      Es terrible ver como el pueblo que se tenía por el más culto de Europa pudo caer en tal barbarie. No me extraña que Else jamás se imaginara lo que se les venía encima y saliera de allí in extremis. Pero salió.
      Un beso.

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  5. Le tenía ganas a este libro, pero es uno de esos que se fue quedando atrás y ahora ya no sé si llegaré a leer. Desde luego si se cruza en mi camino se vendrá conmigo.
    Un beso ,)

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    1. No es un libro que me hubiera gustado perderme. Lo pasé por delante de muchos y no me arrepiento.
      Un beso.

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  6. Es una lectura que tengo anotada hace tiempo, en su momento me llamó la atención el título y la portada, después de tu reseña tengo que decirte que mi interés ha aumentado. Si todavía no lo he leído ha sido por la ambientación, los libros sobre esta temática no son los que más me llaman, lo paso realmente mal, demasiada maldad.
    Abrazos.

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    1. La portada me encantó, la sinopsis me pareció muy tentadora y la época, de lo más interesante. Después, la novela responde a todas las expectativas. Desde luego, no defrauda.
      A mí la época me resulta irresistible.
      Un beso.

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  7. Me ha gustado mucho esta reseña, buscaré el libro y lo leeré. Un abrazo.

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  8. Creo que es del todo imposible leer tu reseña y no desear leer la novela, Rosa, y de verdad espero que esté a la altura de todo lo que nos muestras de ella, de todo el jugo que le sacas, de todo lo que según tú nos enseña. Es una gran responsabilidad, lo sé, pero es lo que te pasa por reseñar tan bien :))

    Creo que poco más se puede añadir a lo que ya has escrito. La vida de Else tiene que ser, cuando menos, muy interesante. Para mí el hecho de conocerla a través de los ojos de quienes tuvieron con ella un vículo tan esctrecho, ya es un plus. No sé cuándo tendré ocasión de leerla, pero tengo claro que la leeré.

    Mil gracias por este rato de disfrute, Rosa.

    ¡Un beso!

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    1. Sí que es una responsabilidad y espero que sí la lees, me des tu opinión, sobre todo si te parece que no está a la altura de lo que prometo.
      Yo no pretendo hacer una crítica, solo quiero dar cuenta de lo que a mí me ha hecho sentir, de las emociones que me ha transmitido. Es la marca de mis entradas en el blog y no puedo hacerlas de otra manera.
      Un beso.

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  9. este me lo apunto sin duda! Gracias por compartir. besitos!

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  10. hola! encantadora propuesta y excelente entrada, gracias! saludosbuhos

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  11. Desde luego Rosa con esta entrada es imposible no llevarla apuntada, transmites tanta pasión que es imposible dejarla pasar.
    Esos años previos me son bastante desconocidos en lecturas, sí los he visto más retratados en cine pero desde luego asusta ver cómo una sociedad se transforma y cómo aparecen monstruos que destruyen con la ayuda de las masas y cómo muchos no fueron capaces de ver lo que venía.
    Un placer leerte pero mi lista no deja de aumentar.
    Besos guapísima

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    1. Los años de entre-guerras en Alemania y sobre todo en Berlín, la época que se llamó la República de Weimar, tuvieron que ser apasionantes. Yo he leído varios libros muy interesantes sobre el tema.
      No me extraña que no imaginaran lo que se lesvenía encima porque era impensable del país que estaba a la cabeza cultural de Europa, pero basta un anormal con labia y que le diga a la gente lo que quiere oir para que enloquezca y sea capaz de las mayores barbaridades. Más el error que probablemente supuso el pacto de Versalles y el mal fin que se le había dado a la Gran Guerra.
      Uf, qué rollo.
      Un libro en verdad recomendable.
      Un beso.

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  12. No pensé en que este libro pudiera tener esa otra vertiente histórica. Lo tenía apuntado para tener en cuenta pues leo siempre comentarios muy buenos sobre él y me parece difícil e interesante el ejercicio de ver a la mujer y no a la madre.
    Gracias por el aporte sobre el marido de la autora.
    Me dejas con muchas ganas de leer el libro.
    Besos

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    1. Te gustará, casi seguro. La época histórica es apasionante, al menos para mí, y el personaje es tan poco convencional que cuesta imaginarlo en aquella época.
      La autora intenta ver a su madre más como mujer que como madre, pero no puede evitar sentirse su hija. Tal vez por eso, aunque básicamente está escrito en tercera persona, a veces se cuela la primera y Angelika habla por sí misma.
      Me llevé una sorpresa cuando vi quien era el marido de la autora. Su documental "Shoah" es lo mejor que se ha hecho sobre el Holocausto.
      Un beso.

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