"Quizás desde la ventana" Sara Mañero Rodicio
-Pero Raquel, ¿vienes o qué? Vamos
a llegar tarde y mamá se va a enfadar.
-Ya te he dicho que no sé dónde he
dejado el cargador...
Otra vez ese instante infinito,
que ahora me atenaza como si fuera presagio de inmensos males. ¿Cómo pueden
esas simples frases convertirse en amenaza? ¿Cómo, las bromas, anticipar el
desastre? Sé que cerré la puerta con llave, que comprobé que la hubiese
cerrado. Sé que busqué las llaves del coche en el bolso y después...ya se me
fue el recuerdo, hasta que desperté en este nuevo cuerpo, con esta extraña vida
que jamás habría elegido, sin entender cómo había llegado allí. Aquí.
Esos son los últimos recuerdos de la narradora antes de despertar en su nuevo cuerpo. No sabemos bien qué le ha pasado, aunque desde el principio sabemos que es algo no muy bueno. Desde ese capítulo llamado 0, que viene escrito en cursiva y en segunda persona pues la narradora se lo narra a sí misma, nos va dando noticia de su situación. Sabemos que no puede ver el mar que recuerda ni los pinos ni los pájaros, convertidos ya solo en su propio trino. Tampoco puede ver la jacarandá que ella misma salvó de la tala. Desde el principio, sabemos que su cuerpo solo ve sombras y sabremos, poco a poco, que sus músculos no responden a las órdenes del cerebro. Sabremos como lo sabe ella. «Desde tu ventana se te acabó el mundo. Pero sigue la vida. ¿Y cómo seguir viviendo si te rodea la nada, si olvidaste el momento exacto en que se te escapó el aliento? Cómo, si no te reconoces en ese cuerpo que dicen te pertenece; el mismo que rechazas, que odias, que te aprisiona. Porque desde tu ventana se te acabó el mundo y no se te acabó la vida».
Todo su afán es hacerse con ese segundo, ese segundo que supuso la separación entre el antes y el después. El antes en que todo se daba por supuesto: el mar, la jacarandá, los pinos, los paseos por la playa, las risas. El después en el que todo se ha perdido y se añora, condenada a ver tan solo sombras, a depender de los demás para todas sus necesidades, a no poder mover las piernas que, inútiles, cuelgan en la silla de ruedas. Sabe que recuperar ese segundo no servirá de nada ni la devolverá a su estado anterior, pero ante la falta de respuestas de padres, hermana y demás familiares necesita saber.
«¿De qué sirve preguntarse cuál fue el comienzo, cuándo se inició el resto de la vida? Si bien reconozco que se trata de una inquietud absurda, no puedo evitar cuestionarme a diario por ese instante clave, así que avanzo y retrocedo en el tiempo de mi pasado mientras busco las respuestas que debería conocer, que todos creen saber, pero que yo ignoro. Porque no es sencillo determinar el segundo exacto; no, nunca lo es. Jamás. Y de todos modos, ¿acaso importa?».
Y sí, viaja a su pasado y al de sus padres, y nos va narrando todo lo que recuerda e incluso lo que le han contado. La marcha de los padres del pueblecito de Cuenca del que eran naturales para buscar en Valencia un futuro más amable. Las vicisitudes para salir adelante antes y después de la llegada de las hijas; los distintos barrios y casas en los que la narradora ha vivido a medida que sus padres iban prosperando y cambiando de domicilio; los amigos que le marcaron el presente y el futuro en cada uno de esos barrios; el drama que azotó a la ciudad, la riada de 1957, cuando aún no se les llamaba DANA, que afectó a tantos valencianos que perdieron sus propiedades e incluso la vida, y que hizo desviar el cauce del río Turia e impedir que pasara por el centro de la ciudad. Hechos históricos y hechos particulares en ese pasado que la narradora rememora.
Pero mientras recuerda el pasado, más o menos remoto, no olvida traernos hacia delante, hasta el momento en que sus recuerdos se truncan y pasa de estar presta para salir de viaje a despertar en la situación actual. Cada capítulo comienza con ese recuerdo. Ella esperando a su hermana que no encuentra el cargador. Ambas dispuestas a viajar, a visitar a los padres para algún tipo de celebración familiar. Y en cada capítulo, el recuerdo avanza un poco más, casi imperceptiblemente, pero avanza. Un empeño por capturar el instante que nadie más que ella entiende. Ella que se siente culpable por que su hermana haya renunciado a su vida para cuidarla: del trabajo a la casa donde vive casi tan prisionera como ella. Ella amarrada a la silla de ruedas y Raquel amarrada a ella. A ella a la que ya solo le queda el recuerdo y recuperar ese segundo olvidado.
«Un accidente, me dijeron entonces, [...] Dicen que pasé así seis meses, pero me cuesta creerlo. ¿Cómo puede alguien soportar tanto vacío, tanta impotencia? Trataron de explicarme cada vez que preguntaba. Lo intentaron, es cierto, siempre con la cabeza baja [...] Lo intentaron, sí, desde su dolor, pero sin llegar al mío, sin compartirlo. Hasta que se agotaron de mis dudas y de sus respuestas, hasta que creyeron que de nada servía el recuerdo y decidieron callar. Pero el recuerdo lo es todo; solo con él se entreteje la historia, la vivida y la imaginada, la real y la soñada. Porque solo el recuerdo perdura cuando te abandonan los sentidos y llegas incluso a dudar de estar viviendo. Y cuando deseas no hacerlo. También entonces».
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Sara Mañero Rodicio |
Quizás desde la ventana es una novela corta. Ciento treinta y seis páginas de pura poesía en prosa. No es de esas novelas de Sara Mañero en las que recrea algún momento de la Historia y en las que destaca su maravillosa labor de documentación y su admirable mimetismo para recrear la forma de expresarse de la época en cuestión. Es una historia corta y sencilla ambientada en el momento actual. Es pura introspección, aunque también muy poética. Es el recuerdo de unos tiempos pasados que tuvieron sus luces y sus sombras, dignos de la más inevitable nostalgia, pero también del más justificado olvido. Y es el empeño por recordar un instante en la vida de una persona. Un instante sin importancia en el devenir de la Historia, pero sumamente importante en esa vida que partió en dos mitades.
Dice Sara Mañero en el prólogo que este libro pertenece «a ese grupo de manuscritos que guardo en el fondo de un cajón y en la esquina superior izquierda de la pantalla del ordenador. Alguna vez intenté su publicación, pero descubrí pronto que estos textos no eran del agrado de las editoriales, en buena medida por su brevedad. Preferían mis trabajos más extensos, los de corte histórico. Y desistí, aunque lo cierto es que yo, sin hablar de preferencias, sé que estos no existirían sin aquellos. Mis novelas "del cajón" son las que me permiten transitar de unos mundos a otros, con las que descanso de una etapa de trabajo intenso, de extensa documentación, para prepararme para el siguiente proyecto».
Pues espero que poco a poco vaya sacando "del cajón" esas novelas, porque en su humildad esconden valores insustituibles. Creo que Quizás desde la ventana es una pequeña joya que se lee con sumo agrado y que, además tiene una pizca de intriga por saber ese final (ese principio) que la narradora busca sin cesar. Aunque esa intriga palidece y pierde importancia ante la belleza del resto. Si te gustan las novelas que se degustan con calma, con una prosa cuidada, una sensibilidad exquisita y una preciosa mezcla de pasado y presente, este libro creo que es para ti.
Las novelas que he leído de Sara Mañero, en orden de lectura y con enlace a la reseña son:
Título del libro: Quizás desde la ventana
Autora: Sara Mañero Rodicio
Nacionalidad: España
Nacionalidad: España
Editorial: Perelló
Año de publicación: 2024
Año de publicación original: 2024
Nº de páginas: 136
Hola, Rosa.
ResponderEliminarHe de confesar que al principio cuando te iba leyendo me he dicho, esta lectura no es para mí, hay demasiado ahogo, dolor, renuncia, pero a medida que avanzaba, no sé si es por la belleza con la que la has reseñado, con tanto sentimiento, que no puedo decirle que no.
Un beso.
La situación de la protagonista es dura, pero tampoco diría yo de ahogo. La mezcla de la situación actual con los recuerdos del pasado de sus padres y de su propia infancia hace que esa dureza de la actualidad se relaje. Es una novela eminentemente bella que a mí me ha gustado y que recomiendo.
EliminarUn beso.
Pues me ha pasado lo mismo, al principio pensaba que esta lectura no era para mí, pero al final me has terminado convenciendo. A ver si me estreno de una vez con esta autora!
ResponderEliminarBesotes!!!
Sara Mañero es una autora de la que creo que he leído todo lo que ha publicado. Sus obras suelen ser densas, con mucha Historia que ella recrea de maravilla porque su labor de documentación es muy exhaustiva, con una prosa que se adapta al momento histórico que retrata. Y además a mí me resultan de lo más entretenido. Esta novela es distinta. es mucho menos extensa y en ella todo está ambientado entre mediados del siglo XX y el XXI.
EliminarUn beso.
Pues yo pienso que sí, que este es un libro para mí y más que eso es una historia universal. Le puede pasar a todo el mundo y en cualquier parte del mundo. Me gusta también la mentalidad de la escritora y esos recesos narrativos que los mata escribiendo historias más breves o más mundanas. La reseña te ha quedado de lujo.
ResponderEliminarUn beso, Rosa.
Pues, si te animas, me encantará saber tu opinión. Cualquiera diría que, entre novela y novela, un autor se entretiene escribiendo cosas menores que sirvan de relajamiento, pero aquí he encontrado una novela que de "menor" no tiene nada, salvo la extensión. Poco extensa, pero muy intensa. Feliz de que te haya gustado la reseña.
EliminarUn beso.
¡Hola, Rosa!
ResponderEliminarNo conocía a la autora, por lo que nos cuentas, una novela corta pero intensa y de las que te dejan pensando. La verdad es que me he quedado con ganas de ahondar en la historia, de acompañar a la protagonista a recorrer esos recuerdos del pasado. Si hay algo que tiene la vida es que está plagada de cambios, giros inesperados que a veces ocurren en un abrir y cerrar de ojos. Cuando menos lo esperamos, todo se altera y nuestro mundo se queda “patas arriba” :(
Una reseña cautivadora 👏🏻 me llevo apuntada tu sugerencia ;)
Un beso.
Dice la autora que estas novelas de cajón son «con las que descanso de una etapa de trabajo intenso, de extensa documentación». Pero esta novela de ligera no tiene nada. Sí que no supone demasiado trabajo de documentación (algo sí), pero las emociones y los sentimientos que describe son intensos y de cierta dureza. Esa búsqueda del segundo en que todo cambió, esos recuerdos que en cada capítulo avanzan un poco más hasta dejar al descubierto lo sucedido...; por no hablar del pasado, de la historia de sus padres y su traslado a Valencia desde el pueblo de Cuenca; todo ello me ha resultado ameno, interesante y con la prosa tan cuidada y hermosa a la que Sara Mañero me tiene acostumbrada.
EliminarUn beso.
Me encantan estas pequeñas joyitas literarias, es genial descubrirlas y la prosa poética de una autora que por lo que veo escribe sobre cosas muy distintas. Sí la conozco, claro, a Sara Mañero, pero nunca la he leído por más que alguna vez he pensado que esta autora podría ser de las mías ¿tú que crees?
ResponderEliminarEsta novela corta podría igual ser buen comienzo para conocer esa prosa que comentas
A veces, esas novelas que los autores guardan en el fondo de sus cajones y que deciden sacar en algún momento, son las mejores, o al menos son tesoros maravillosos
Me alegra que la hayas disfrutado
Un beso.
Creo que esta novela podría gustarte. De las otras más largas no me atrevería a decirte. En ellas suelen aparecer historias actuales, generalmente policíacas o de intriga, mezcladas con otras ambientadas en el pasado: la conquista de América, la España musulmana, la guerra de independencia de Filipinas, la convulsa política del siglo XIX; los inicios de la fotografía, con el fondo de las guerras de Marruecos, la dictadura de Primo de Rivera y la situación de la Guardia Civil en aquellos años.
EliminarTiene otra que podría ser también de estas "de cajón" y que fue la primera que leí, Mientras sorprendan los días. Es una historia ambientada en la actualidad, en un solo día (aunque los recuerdos nos llevan hacia atrás) y en la que las casualidades tienen un papel muy importante.
Creo que con cualquiera de sus novelas, deberías empezar a conocer a Sara Mañero.
Un beso.
¡Hola, Rosa! Sin duda que las cosas que verdaderamente te cambian la vida suceden de imprevisto, sin anuncio ni adelantos. Un instante azaroso y plas... todo lo vivido parece un sueño frente a la nueva realidad. La parte del argumento que más me ha interesado es el referido a ese sentimiento de culpa respecto a su hermana que, según parece, se convierte a su cuidadora. Creo que esta clase de personaje, los cuidadores, son una mina de oro por explotar.
ResponderEliminarPor lo demás, mientras leía no pude evitar que me vinieran las imágenes de ¿Qué fue de Baby Jane? Aquella obra maestra de Bette Davis y Joanne Crawford. Un fuerte abrazo!!!
Menudo peliculón ¿Qué fue de Baby Jane? La he visto varias veces. No había hecho el paralelismo porque en este caso la hermana cuidadora es todo cariño y abnegación. En ningún momento se aprecia ningún tipo de resentimiento. Todo lo contrario. Y sí, es terrible pensar cómo un segundo te puede cambiar la vida, cómo puede suponer un antes y un después, y la desesperación que tiene que entrar por volver atrás y cambiar ese segundo. Eso mezclado con los recuerdos del pasado, Valencia en los años cuarenta y cincuenta, hace de ésta una novela muy interesante y con una prosa muy cuidada.
EliminarUn beso.
Una novela de ficción pero que es, a la vez, un retrato de una situación en la que algunas personas se hallan en realidad, dependiendo de una cuidadora (madre o hermana, en este caso) que ha renunciado a muchas cosas para estar ahí, al pie del cañon. Y por otra parte, está la parte perjudicada por un grave suceso que no logra entender. Este punto es el que más me ha llamado la atención, pues, si lo he entenido bien, la protagonista no recuerda nada de lo sucedido a pesar de que a su alrededor tiene a una familia que le puede aclarar las dudas. O bien se las aclaran pero insuficientemente como para que ella pueda recordar con nitidez ese momento tan crucial que ha marcado un antes y un después en su vida.
ResponderEliminarEl caso es que la trama de esta novela me ha resultado muy interesante y, además, aprecio su brevedad, pues no creo que requiera de muchas más palabra para mostrar los sentimientos de todos aquellos que vivieron esa desgracia en segunda persona.
Un beso.
Aquí no hay esos rencores que se suelen dar entre el cuidador y el cuidado. Ambas hermanas se quieren y no existe el más mínimo resentimiento por parte de ninguna.
EliminarLa trama es muy interesante, pero esa intriga por saber qué pasó en ese segundo pierde importancia ante lo que se nos va contando. La juventud de los padres y cómo logran salir adelante en Valencia; la infancia de la narradora y cómo le van afectando los cambios de domicilio; la situación actual y lo que siente ante ella, por sí misma y por su hermana; sucesos acaecidos en Valencia como la riada de 1957; todo eso es lo que realmente me ha cautivado en la novela. Y, por supuesto, la magnífica prosa a la que ya me tiene acostumbrada Sara.
Un beso.
Ay, Rosa, el final de tu reseña me ha conquistado del todo. Más allá de lo dolorosa que pueda ser la historia por momentos, me ha gustado muchísimo lo que cuentas sobre el tono y la delicadeza que hay en ella. Una pequeña joya y una gran recomendación. Un beso y gracias por el descubrimiento. Genial tu análisis.
ResponderEliminarLa verdad es que la historia está contada de una forma que no resulta dolorosa. O puede que el dolor sea tan puntual entre el resto de las cosas que se cuentan que no se percibe como una historia dolorosa en sí misma. El estilo de Sara es siempre delicado y muy poético lo que contribuye a dulcificar ese dolor.
EliminarUn beso.
Hola Rosa, de Sara solo he leído una novela y me encantó porque cuida mucho la prosa y las historias, con independencia de su extensión son siempre interesantes. No es el tema que más me apetece ahora, porque se acerca mucho a mí situación y prefiero leer sobre otras cosas; pero has traído a mí recuerdo lo bien que escribe Sara así que a ver si me animo con alguna otra. Besos.
ResponderEliminarLa prosa de la autora es uno de sus puntos fuertes desde mi punto de vista, pero siempre acompañando a historias muy bien contadas. No es una prosa hueca de las que yo llamo "mucho ruido y pocas nueces" porque de una forma muy bella... no dicen nada. En Sara se combinan perfectamente la forma y el contenido.
EliminarSi tu situación se asemeja a la de la narradora, esta novela puede dolerte especialmente o hacerte de revulsivo y calmarte el dolor, pero eso tú lo sabes mejor que nadie.
Un beso.
Tesoritos que salen al desempolvar cajones. Qué bien que Sara no se olvide de ellos y siga intentando que se publiquen. Qué vértigo y qué nada la pérdida de recuerdos. Sin duda esos comienzos de capítulos yendo un poco más en la recuperación de ese momento han de ser un aliciente para la lectura de esta novela, pero veo que en ella hay mucho más que valorar.
ResponderEliminarBesos
Algunos cajones. De los míos no sale nada valioso, ja, ja. Como digo en algunos otros comentarios, hay mucho más en esta novela que el deseo de desentrañar lo que ocurrió en ese segundo perdido. El segundo se te olvida porque lo que recuerda la narradora es tan interesante y está tan bien contado que lo que ha olvidado casi deja de importarte como lectora.
EliminarUn beso.
Hola, Rosa. Yo no he leído nada de la autora pero sí he leído muchas reseñas, como la tuya, que resaltan la calidad de sus historias. Creo que este título me podría gustar. Se nota que hay sensibilidad en sus palabras. Besos
ResponderEliminarCreo que es un buen título para empezar con la autora. Es una novela corta que se lee muy bien, aunque te diré que sus novelas largas ambientadas en distintos momentos de la Historia, a mí me encantan.
EliminarUn beso.
Buenas tardes, Rosa.
ResponderEliminarYa llevas unas cuentas lecturas de Sara Mañero en tu haber. Yo aún no he conocido la narrativa de la autora, y por lo que comentas, esta sería una buena pieza por la que empezar. Me gustan las obras intimistas con una buena dosis de introspección. Gracias por el descubrimiento.
Feliz tarde de domingo!!
Hola, Undine.
EliminarEs una autora que me gusta mucho. Su prosa lenta y muy cuidada, con un toque poético, y el interés de lo que suele contar y los periodos históricos que trata, la hacen muy de mi gusto. Esta novela corta, ambientada toda ella en momentos actuales, salvo los recuerdos más antiguos que se remontan a mediados del siglo XX, es sumamente introspectiva y creo que te gustará.
Un beso.