"Un comunista en calzoncillos" Claudia Piñeiro


«No dije nada, esperé un instante a que él contara qué había pasado. En dos o tres oportunidades pareció que iba a hacerlo, suspiraba como si detrás de ese suspiro viniera un relato. Pero el relato se moría dentro de él antes de salir de su boca. O él lo mataba. "Andá a dormir", dijo por fin. "¿No hay clases?", pregunté, no entendía. "Lo hicieron", dijo más para él que para mí, “ finalmente lo hicieron”, y golpeó sobre la mesa con el puño cerrado [...] "Los militares sacaron a Isabelita". Y después volvió la vista a la mesa y echó agua al mate aunque aún no había tomado el anterior. El agua verde rebalsó y corrió sobre la fórmica; mi padre no se ocupó de limpiarla. Antes de regresar a mi cuarto, le pregunté: "¿Pero a vos te gusta Isabelita?". "Menos me gustan ellos", respondió él».

Este es un libro autobiográfico, aunque tampoco eso es exacto porque como nos dice la autora en el epílogo «Parte de lo que cuento en este libro sucedió y parte no»

Y lo que cuenta, verídico o no, es la infancia y adolescencia de la narradora. O más bien su vida durante unos meses. Los que van de diciembre de 1975 a junio de 1976. Pero en esos meses caben muchos recuerdos por lo que también se narran hechos de la infancia. Es la historia de una niña que se sabe diferente, que sabe que su familia es muy diferente a las de sus amigas. Y es que los padres de sus amigas no son comunistas ni se pasean por la casa en calzoncillos. Es muy posible que no estén preocupados por la Triple A ni por los "milicos", cosa que preocupaba, y mucho, a su padre. Seguro que creen que el ahorro es la base de la fortuna, una idea de la que se burlaba su progenitor «no porque hubiera encontrado otro camino para salir de pobre sino porque tenía la certeza de que las fortunas que conocía no se habían hecho ahorrando». Sí creía, sin embargo, que el deporte es salud. 

Es también la historia de una niña que disfruta de jugar con sus amigas en la pileta en verano, de ver a su padre jugar al tenis, orgullosa de que sea uno de los mejores jugadores del Club Social de Burzaco. El tenis era un deporte de ricos en Argentina. Su padre no lo era, pero a base de esfuerzo y deseo consiguió conquistar aquel lujo. Y a base de hacer de su raqueta «el bien a preservar, el más caro, el que debía cuidarse porque sólo podía ser reemplazado sacrificando otros gastos».

Cuando empieza el libro es diciembre de 1975, el comienzo del verano. Está a punto de tener lugar el golpe de estado que en marzo de1976 puso a los "milicos" en el poder. La narradora cumplirá pronto catorce años, pero aún no los tiene lo que hará que note una brecha que hasta ahora no se había manifestado. 

«[...] llegábamos al club todas las tardes después de almorzar, nos duchábamos, nos cambiábamos y, una vez listos, nos parábamos junto al borde esperando que Poldo tocara el silbato que nos habilitaba a meternos en el agua a los que aún éramos "menores", categoría de la que huíamos triunfales apenas cumplíamos catorce años. [...] muchos de mis amigos ya habían cumplido catorce, yo en cambio los cumpliría en los próximos meses, una vez entrado el otoño. El azar de haber nacido antes o después del verano establecía una línea entre nosotros, una separación explícita que marcaba que no todos éramos iguales, una diferencia que no había sentido hasta entonces. Excepto por las ideas de mi padre, pero eso era algo que yo fácilmente lograba ocultar con mi silencio».

Un silencio que le ayuda a creer que no existen diferencias importantes con sus amigos, que todas las familias ven el mundo como se ve en su casa, que la única diferencia es la hora y el lugar de la pileta en los que pueden zambullirse.

Al principio de ese verano fue también cuando oyó hablar por primera vez del conflicto del Monumento a la Bandera y la disputa con la ciudad de Rosario («Pelea de la que probablemente Rosario nunca estuvo enterada»). Y es que, aunque el primer Monumento a la Bandera del país era el de Burzaco, la localidad de los alrededores de Buenos Aires en la que vivían, el que realmente tenía fama era el de Rosario. 

Fue un verano seguido de un otoño y de un inicio de invierno cruciales para la narradora que culmina su su historia el 20 de junio de 1976 con un acontecimiento en el que descubrirá que su padre esconde más matices de los que ella se hubiera imaginado.

Pero, como ya se ha dicho, más allá de su adolescencia y de aquellos meses de 1976, sus recuerdos la llevarán a narrarnos episodios de su infancia e incluso de la de su padre, al que con cuatro años lo sacaron «de un pueblo costero de La Coruña y lo llevaron a vivir a la avenida Pavón, en Avellaneda»

Es la narración de una niña que está empezando a entender, aunque no le guste mucho, el mundo de los adultos; las debilidades de un padre que también a veces se muestra vulnerable; la fortaleza de su madre que era quien, en la sombra, sostenía las firmezas del padre. 

«Alguna vez que le pregunté a mi madre si de verdad mi padre era comunista, ella me contestó: "Dejalo que se lo crea". Y él no sólo se lo creía, sino que además nos lo recordaba cada vez que podía. Un comunista declarado, enfático pero no practicante, la opción más absurda: correr los riesgos de decirlo sin haber hecho ningún acto heroico que justificase estar en peligro. Ni siquiera pegar un póster en la pared. Un comunista en calzoncillos».

Claudia Piñeiro

Con esta completo mi lectura de las novelas de la autora. Tal vez el hecho de ser autobiográfica me hizo pensar que no era tal novela y la he ido posponiendo, pero tras su lectura, y si añado la información que da Claudia Piñeiro en el epílogo ya mencionado, estamos ante una obra de auto ficción, una novela en la que el lector es libre de creerse lo que quiera y adjudicar a la fantasía, lo que crea conveniente. «[...] quien lea esta historia y diga "Esto no fue así" tiene absoluta razón. Sólo fue así en mi cabeza, en ese lugar donde mezclo ficción y realidad, palabras e imágenes, datos y mentiras. Algunos personajes existieron y otros no. Algunos conservaron sus verdaderos nombres, a otros se los inventé». Y es que como también nos dice la autora, «La ficción nos permite mejorar o empeorar la realidad según nos convenga. Mejorar para tolerarla; empeorar para que tenga tensión dramática. La vida, a veces, no la tiene. Los novelistas mentimos, pero la novela es lo más real que tenemos, no sé si para entender el mundo pero al menos para sentir que el mundo no nos engaña como quisiera».

Una magnífica novela basada en hechos reales y con una estructura curiosa porque la segunda parte la componen las notas a las que se va aludiendo en la primera, de manera que si se van leyendo dichas notas a medida que aparecen, cuando se termina la primera parte, Mi padre y la bandera, ya se ha leído la novela entera. Aunque también se puede leer olvidando la mención a las notas y leyendo la segunda parte, Cajas chinas, a continuación de la primera. Sea como sea, es otra novela de las que atrapan y narrada con la ternura y la ingenuidad propias de una niña de trece años. Una lectura obligada para los incondicionales de Claudia Piñeiro.

Libros de Claudia Piñeiro que he leído con fecha de lectura y enlace si lo hubiere:
"Tuya" (2013 y 2023)
"Betibú" (2014)
"Elena sabe" (2015)
"Catedrales" (2020)
"Un comunista en calzoncillos" (2025)

Comentarios

  1. Hala, te las has cargado todas. Ahora ya estás al día. A mí todavía me faltan bastantes. Es una autora que no siempre me gusta muchísimo, aunque tiene joyas como Una suerte pequeña y Las viudas de los jueves que son mis favoritas. Pero cuando la leo, incluso en las que me gustan menos, tengo la sensación de que siempre cuenta algo, que hay un propósito para lo que está contando y eso me gusta muchísimo.
    Esta también era la que menos me llamaba la atención porque pensaba que se metía más en política pero la mirada de esa niña y su mundo creo que me van a gustar. Pienso que cuando somos niños todos creemos que todo el mundo de nuestro entorno vive como nosotros.
    Besos

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    1. A mí siempre me entusiasma. Sus historias muestran personajes y situaciones que sabe analizar con gran perspicacia. llega un momento en el que la intriga que pueda haber se nos olvida enredados en esas situaciones que muestra y ante las que pone a los personajes. Se ve que somos varios los que teníamos esta novela en la reserva por creer que no era tal novela, pero lo es totalmente.
      Un beso.

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  2. ¡Hola, Rosa! 😊

    Me ha gustado cómo has capturado la esencia de esa mezcla única entre realidad y ficción, esa mirada tierna e ingenua de una niña que empieza a descubrir el mundo adulto, con sus contradicciones y matices. La forma en que describes al padre de la narradora, con su idealismo comunista "en calzoncillos" y sus vulnerabilidades, me ha llamado la atención. Y qué curioso lo de la estructura de la novela con esas notas que dan un giro tan especial a la lectura.

    Tu análisis, como siempre, es un regalo: profundo, sensible y lleno de cariño por la literatura. Me has convencido para añadir este libro a mi lista, aunque confieso que, como Norah, al principio no me atraía tanto por el tema político, pero esa perspectiva infantil y la autoficción de Piñeiro suenan irresistibles.

    Besos.

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    1. El tema político aparece poco politizado al estar visto con la ingenuidad de una niña de trece años (puede que ya catorce para entonces). De no saber lo terrible que fue esa dictadura militar, por la narración de la niña tampoco nos haríamos una idea. Claro que la novela termina unos meses después del golpe de estado.
      Muchas gracias por tus palabras. No hay que decir que cariño por la literatura (amor diría yo) no me falta. Otra cosa es que sepa transmitirlo. Si es así, como dices, me quedo muy satisfecha.
      Un beso.

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  3. He leído algo de esta autora con resultados varios. Me encantó Catedrales y Las viudas de los jueves. El tiempo de las moscas también me gustó, pero con Las maldiciones no pude y tuve que abandonar.
    Me apunto esta.
    Un beso.

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    1. Pues Las maldiciones es uno de los que más me han gustado a mí. Es de los últimos que he leído y me ha parecido muy bueno. Pero ya se sabe que gustos hay tantos como lectores. Ojalá disfrutes con esta novela.
      Un beso.

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  4. ¡Hola! Me encanta la ambientación de esta lectura, pero lo primero que llamó mi atención fue el título del libro, muy original. Me gusta que podamos conocer la historia a través de los ojos de una niña y que esté basada en hechos reales, le da un plus. Muchas gracias por la reseña. ¡Besos!

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    1. Saber que está basada en la adolescencia de la autora sí que es un plus, pero lo que más me ha gustado es que, más o menos fiel a la realidad, está concebida como una novela. Las autobiografías me dan pereza, aunque las he leído maravillosas como la de Stefan Zweig, El mundo de ayer. Sea como sea, la pereza me ha hecho posponer esta novelas más de lo necesario.
      Un beso.

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  5. Imposible llegar a la altura de tu conocimiento sobre la Obra de Claudia Piñeiro. ¡Te las has leído todas! Yo no, claro, pero las que he leído me han gustado (Tuya, El tiempo de las moscas, Las grietas de Jara, Las viudas de los jueves y alguna más). Coincido con ella en que es difícil deslindar la realidad de la ficción. Hay quienes dicen que una vez escrito todo es ficción, incluso aquello que por nuestro recuerdo figura como muy verídico. La escritura convierte todo en ficción. Y la verdad es que lo es, pues incluso lo más auténtico, una vez sucedido ya pertenece al pasado, a lo que ya no es. Es la literatura la que lo revive, si bien ya no existe. más que en nuestra mente según lo vamos leyendo.
    Coincido con Claudia Piñeiro en muchas cosas y su sentido del humor y los giros que introduce en sus narraciones me encantan.
    Un beso

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    1. Yo creo que los recuerdos son ficción, basada en hechos reales, pero ficción al fin y al cabo. Los mismos hechos son recordados de forma tan distinta por las personas que los vivieron que una gran parte de ellos son aportes subjetivos causados por mil razones distintas. Y también es cierto que la vida a veces carece de tensión literaria y hay que meterle algo de ficción para dársela. Cuando en las series de policías, médicos, profesores o cualquier otra profesión se quejan los del ramo porque no se describe bien como funcionan siempre digo que si las series se ciñeran a la realidad serían aburridas hasta la lipotimia. Hay que meter ficción, tensión dramática en una palabra (bueno, en dos).
      Un beso.

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  6. ¡Madre mía, Rosa! lo has leído todo de ella!
    ya sabes que es una de mis autoras preferidas y que esta no la he leído aún, quizás por eso de saber que es algo autobiográfica, aunque pensándolo bien seguro que es muy curioso saber algo de su infancia y de sus padres y de como era la época en ese tiempo en el que está ambientada la narración. Me dejaste con curiosidad por saber qué cosas esconde el padre. Curioso eso de que la madre considere que el padre solo se cree comunista, que no lo es en realidad.
    Me gustan las historias basadas en hechos reales y me gustan las historias que nos cuenta la Piñeiro, así que esta novela seguro que en algún momento caerá (aunque sí te soy sincera llevo tiempo esperando a que saque algo nuevo)
    Me alegra que lo hayas disfrutado y que con ella hayas terminado toda la obra de la autora
    Un beso.

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    1. No, en realidad sólo he leído las novelas porque tiene teatro, relatos, literatura infantil, ensayos... Y, por supuesto, guiones para series. Me ha encantado esta novela a pesar de mis reticencias iniciales por creer que no era novela.
      El padre es un niño que, a ojos de la madre, juega a ser comunista. No sabemos hasta qué punto lo era o no porque todo lo sabemos a través de la mirada de la niña y de las palabras que le dice la madre. Lo que está claro es que era un hombre de izquierdas muy alejado de los militares (los milicos) que terminaros gobernando el país con el resultado que todos sabemos. No hay intrigas ni grandes secretos, sencillamente el padre tiene matices que la niña no imagina y el lector tampoco y que se manifiestan con el paso de la historia. Muy recomendable, de verdad.
      Un beso.

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  7. Hola, Rosa. Pues también a mí me has cautivado con esta reseña. Me encanta ese enfoque de la historia desde la mirada de la niña y la ingenuidad que comentas sobre la forma de acercarse a un momento histórico tan terrible como el que se iniciaba. La estructura de la novela también me parece interesante. Anotadísima. Besos.

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    1. Claudia Piñeiro es una autora que no hay que perderse. Sus novelas son todas una auténtica muestra de buena literatura. Son críticas con determinadas situaciones (cada historia, con la suya) muestra personajes de lo más interesante y los muestra muy bien y, por si fuera poco, son sumamente entretenidas y hasta adictivas. Poco más se puede pedir.
      Un beso.

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  8. Buenas tardes, Rosa.
    Primeramente, enhorabuena por haber leído toda la narrativa de la autora. Entiendo que debes sentirte muy bien. Por mi parte, no he leído ninguna novela suya, ya sabes que mis lecturas suelen ir por otros lares, pero, atendiendo a tu entusiasmo, no descarto éste u otro título de Piñeiro.

    Un abrazo.

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    1. Hola, Undine.
      ¿Sabes lo que pasa? que desde que descubrí a la autora en 2013, siempre he tenido novelas suyas para leer. Ahora por primera vez, no tengo ninguna y como la última salió hace poco, me temo que tendré que esperar un tiempo y se me hace raro. Igual estaba más de un año sin visitarla, pero estaba ahí. Podría intentarlo con sus obras de teatro. Tendré que investigar si están publicadas en libro.
      Sé que tus lecturas son de otro tipo, pero fíjate que creo que Claudia Piñeiro te iba a gustar.
      Un beso.

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  9. Y aquí estoy yo que aún no he leído nada de la autora. Y mira que lleva tiempo entre mis pendientes. Es atractiva esta novela que traes hoy, sobre todo por la parte autobiográfica que tiene. A ver si me animo en algún momento entre tanto pendiente.
    Besotes!!!

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    1. Ay, Margari, no lo dejes más. No sé si esta es la mejor opción para empezar con la autora. No porque no sea muy buena, sino porque no es de lo más característico suyo. Yo empezaría por Betibú o Las viudas de los jueves. Seguro que te cautiva.
      Un beso.

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  10. Pues no conocía este libro de la autora y me llama muchísimo la atención toda esa historia casi verídica, lo buscaré. Besos

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    1. Es tan interesante y ameno como todos los demás. Te gustará.
      Un beso.

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