Tres eran tres 15


En la quinta entrega de Tres eran tres os comento tres historias negras y las tres sudamericanas, dos argentinas y una chilena; dos ambientadas en Buenos Aires y una, en Santiago de Chile; dos pertenecientes a una serie de la que son las primeras y una independiente. Son tres propuestas interesantes y distintas. Ninguna es muy actual pues la más reciente es de 2014, pero ya hace años que Hispanoamérica tiene mucho que decir en novela negra y policial.

Además, curiosamente, con cada uno de estos tres libros he rellenado la letra correspondiente del reto Autores de la A a la Z.

Os dejo con Remil, con Santiago Quiñones y con Jara y sus grietas. 


"El puñal". Jorge Fernández Díaz.
Cuando justamente ahora hace tres años leí Mamá, de Jorge Fernández Díaz, no me imaginaba que el autor lo fuera también de esta serie de novela negra. Lo descubrí tras leer el libro e indagar acerca de él. La trilogía está protagonizada por Remil, un agente que trabaja para la Inteligencia argentina, aunque en una sección, La Casita, que permanece secreta para una gran parte de la propia Inteligencia oficial, La Casa. 

«Tengo muchos nombres, pero en el ambiente me conocen como Remil. Es un chiste de la colimba que se hizo popular en Puerto Argentino. Yo era un dragoneante cruel de la infantería. "Hijo de remil putas", me decía mi sargento mayor todas las mañanas, durante los entrenamientos. Era un elogio. Quedó Remil». Aquello fue en la guerra de las Malvinas, ahora han pasado muchos años y el sargento mayor languidece en una silla de ruedas y Remil trabaja en La Casita a las órdenes de Cálgaris, un coronel del ejército retirado.

Ahora Cálgaris le ha encargado vigilar a Nuria Menéndez Lugo, una abogada española. Remil no sabe para qué, pero a él no le toca saber ni entender, tan solo seguir instrucciones. Su cometido es el del héroe infame, como a sí mismo se califica, un aventurero que obedece órdenes sin cuestionarlas, sin saber si son legales, morales o éticas. Y esta vez, a lo que parece, las órdenes no son legales y tampoco parecen tener nada de éticas o de morales. 

Remil se suele encargar de tareas muy dispares. Se ha infiltrado en bandas de delincuentes, ha participado en protocolos de seguridad para gente importante, hasta ha armado broncas provocadoras en manifestaciones, pero esto es más de lo que está acostumbrado a llevar a cabo. Y es que lo que le han encargado es servir de guardaespaldas a Nuria, la abogada española que está involucrada en la formación de un grupo de narcotraficantes que va a sacar del país enormes cantidades de cocaína. En la banda de narcotraficantes hay personas muy preeminentes de la política argentina y están muy metidos, por supuesto, Cálgaris y La Casita.

La historia se va complicando y va pasando por distintos escenarios; Argentina de norte a sur, pero también Madrid, Vigo, Barcelona, Asturias... Si la historia es trepidante y compleja, el lenguaje es todo menos explícito; muy sugerente, dando muchas oportunidades a la imaginación del lector, con frases muy hermosas, muy duras, muy desesperanzadas de las que voy a dejar una muestra porque es la mejor forma de dar una idea de lo magnífica novela que es El puñal.

 «Estuve en muchas trasnoches, pero pocas veces vi a una chica tan muerta. El amarillo se le subió a la cara, y no sabe si vomitar o comprarse un gato».

«La decadencia es ese tobogán que gobiernan los jóvenes: a partir de ahora las cosas son así, abuelo. Y la vejez consiste precisamente en no poder elegir y en tener que asimilarte por la fuerza a esa manga de ignorantes modernos que te ponen un revólver de futuro en la nuca. Se acabó lo que se daba. Te gusta o te vas, te adaptás o morís».

«Es divertido ver lo poco que les cuesta quedarse dormidas a las personas que tienen la conciencia limpia, o a las que directamente no tienen conciencia».

Y por el medio, de vez en cuando, sin avisar, descubro alguna frase de Sabina. «Me han traído hasta aquí tus caderas, no tu corazón».

Este libro participa en el Reto Escritores de la A a la Z que organiza el blog  Lecturápolis. Con él relleno la letra F.

Título del libro: El puñal
Autor: Jorge Fernández Díaz
Nacionalidad: Argentina
Editorial: Destino
Año de publicación: 2015
Año de publicación original: 2014
Nº de páginas: 448


"Hoy no quiero matar a nadie". Boris Quercia.
«Hace frío, son las seis veintitrés de la mañana, es recién martes y no tengo ganas de matar a nadie. Qué tontera más grande. Estoy de guata en la vereda, miro por debajo de un Fiat Fiorino, solo les veo los pies. A mi espalda hay un pasaje estrecho que cruza toda la manzana y llega hasta la otra calle. La idea es que ninguno de los Guateros se escape por ahí. Así se llaman. Los Guateros. [...] Cuando se trabaja con estas bandas de poca experiencia es más peligroso. Los que saben hacerla, se entregan de inmediato. Tienen abogados eficientes, dinero con el que comprar a actuarios, infiltrados entre los gendarmes. Y en el peor de los casos, van a pasar un tiempo en la cárcel sin tanta incomodidad. En cambio, los que intentan armar su primer negocio son pura adrenalina y ganas de disparar. Y yo hoy no quiero matar a nadie»

Sí, qué tontera más grande, porque Santiago Quiñones es tira y tira no significa ora cosa que detective de la policía, así es que a veces Santiago tiene que usar su arma y concretamente este martes recién amanecido va a haber un muerto. Pero si Santiago no quiere matar a nadie, menos aún quiere todo lo que va a venir después, porque enredado en la belleza de una mujer a la que sigue por la ciudad de la que lleva el nombre, Santiago de Chile, se verá metido en una aventura que le pone de nuevo en contacto con dos antiguos conocidos, Riquelme y  Albano. 

Riquelme fue también tira y «lo dieron de baja por filtrar información a unos narcos. Riquelme no era el único involucrado, pero se calló la boca y aguantó la vergüenza». Albano es «un abogado que nos aconsejó en una historia que no viene al caso, o más bien que no me gusta contar». Y es que Santiago tiene una historia que no le gusta mucho recordar. Ahora, mientras persigue a esa mujer que lo arrastra tras de sí casi sin darse cuenta, se va a ver metido en una trama de estafas, engaño y traiciones que va a poner en peligro su trabajo y hasta su propia vida. 

Porque a pesar de que no siempre ha sido totalmente honrado, a pesar de sus actos reprobables, sabe que en el mundo hay dos bandos distintos y él está en el de los buenos y en ese bando no solo hay policías. En el bando de los buenos, como en el de los malos, hay de todo y a él le persiguen los suyos y los de enfrente. Y si los de enfrente pretenden vengar a su muerto, los suyos pretenden dejarle fuera.

Quiñones nos paseará por las calles de Santiago, pero también por las de Valparaíso en un viaje de vuelta a la infancia y a su padre que le desvelará un secreto más. Hoy no quiero matar a nadie es una novela protagonizada por un personaje que, a pesar de haberse visto enfrentado a lo peor, tal vez nunca ha dejado de ser el niño que se alojaba con su padre en las pensiones de Valparaíso. Un hombre inocente, ni bueno ni malo, enfrentado a un mundo que no le gusta y del que no sabe cómo defenderse. «Uno cuando joven cree que siempre va a ser joven y alegre. Uno cuando joven es tonto, después uno es menos tonto, pero ya no es joven».

Este libro participa en el Reto Escritores de la A a la Z que organiza el blog  Lecturápolis. Con él relleno la letra Q.

Título del libro: Hoy no quiero matar a nadie
Autor: Boris Quercia
Nacionalidad: Chile
Editorial: Alrevés
Año de publicación: 2021
Año de publicación original: 2010
Nº de páginas: 160


"Las grietas de Jara". Claudia Piñeiro.
Las grietas de Jara nos plantea una historia en la que algunas cosas son tan terribles como parecen y otras lo son aún más. Pablo Simó trabaja en el estudio Arquitecto Borla y Asociados. Bueno asociado solo hay uno y es asociada, Marta, porque a Pablo nunca le ha dado Borla la oportunidad de asociarse. 

Las grietas de Jara empieza cuando una tarde, a punto de terminar la jornada laboral, reciben la visita de una joven de unos veinticinco años que pregunta: «—¿Alguno de ustedes sabe algo de Nelson Jara?». Una frase trivial, una pregunta bien fácil que obtiene una respuesta negativa, pero una pregunta que acaba con la tranquilidad de los tres arquitectos y que pone en marcha lo que los tres estaban temiendo desde hace años porque «Cómo negar lo que Pablo sabe, y que sabe que Marta sabe, y que sabe que Borla sabe: que Nelson Jara está muerto, enterrado unos metros más debajo de las baldosas de alto tránsito sobre las que caminan ellos tres cada día al entrar o salir de esa oficina, bajo la losa del piso de las cocheras, exactamente donde lo enterraron aquella noche, tres años atrás».

A partir de ese comienzo la novela, narrada en tercera persona, pero siempre desde la perspectiva de Pablo, buceará en el pasado y nos traerá al presente. Sabremos de Nelson Jara y de la grieta que le salió en su casa, en la pared medianera con una obra de la que eran autores Borla y Asociados; sabremos todo lo que pasó desde que el hombre se quejó a Pablo exigiendo una solución hasta que terminó muerto y enterrado bajo el edificio en construcción, el mismo edificio en el que hoy se ubica el despacho de los arquitectos.

Pero paralelamente a la historia de Nelson Jara y su grieta, asistiremos al presente familiar de Pablo, los problemas con su hija adolescente, el desencanto de su matrimonio, la indiferencia hacia la mujer con la que lleve veinte años casado, sus ilusiones ante la mujer joven que acaba de aparecer ante él, el enfrentamiento con su propia conciencia. 

Y el presente va hacia el futuro y Pablo descubrirá cosas que no imaginaba acerca de la grieta de Jara y de la personalidad de la joven que apareció una tarde preguntando por él. Y llegará el final que cerrará el círculo y nos dejará sumamente sorprendidos porque la aparente sencillez de la novela y su trama cobra con ese final una perversidad que no nos esperábamos y para la que, al menos yo, no estamos preparados. 

Sin olvidar el paseo turístico-arquitectónico por Buenos Aires que nos lleva a edificios notables, art déco, art nouveau, racionalismo; esculturas de hombres que cargan en sus espaldas el peso completo del edificio, lirios cuyas nervaduras trepan desde el suelo por las ventanas y llegan a rodear una cabeza en lo más alto, pavos reales replegados...  

Claudia Piñeiro, premio Dashiell Hammett 2021 por Catedrales, siempre tiene historias interesantes que contar.

Este libro participa en el Reto Escritores de la A a la Z que organiza el blog  Lecturápolis. Con él relleno la letra P.

Título del libro: Las grietas de Jara
Autora: Claudia Piñeiro
Nacionalidad: Argentina
Editorial: Alfguara
Año de publicación: 2018
Año de publicación original: 2009
Nº de páginas: 256

Comentarios

  1. Buenos días, Rosa:
    Pese a que leo poca literatura hispanoamericana, debo decir que las tres propuestas que nos presentas tienen algo que me llama. De la primera y la tercera resalto los escenarios que presentan, y de la segunda debo resaltar la última frase que citas: "«Uno cuando joven cree que siempre va a ser joven y alegre. Uno cuando joven es tonto, después uno es menos tonto, pero ya no es joven»". Sólo por esta frase ya me siento inclinada a conocer la novela.

    Un abrazo y gracias por este interesante trío!!

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    1. Ha sido todo un descubrimiento Boris Quercia. Hacía tiempo que quería leer su trilogía, pero la primera no había forma de encontrarla y es que yo la buscaba por el título con el que se publicó en Chile, "Santiago Quiñones, tira", y no había manera, hasta que supe que en España se había publicado con este título de Hoy no quiero matar a nadie. Esa frase que mencionas es muy buena.
      Cualquiera de las tres merece mucho la pena.
      Un beso.

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  2. La verdad es que novela hispanoamericana no he leído nada, absolutamente, y la verdad con estas tres que nos traes, la que quizás mas me llame la atención es la primera de ellas, "El Puñal", de modo que trataré de hacerme con ella y la leeré y le daré de ese modo la oportunidad a los hispanoamericanos.
    Un beso.

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    1. Yo he leído mucha novela sudamericana desde siempre. Me gusta mucho ver las diferentes formas de tratar el español en los distintos países.
      Ojalá te guste El puñal y disfrutes con Remil.
      Un beso.

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  3. Hola, Rosa. He leído El puñal de Jorge Fernández Díaz. y a Claudia Piñeiro también la he leído aunque no el título que nos traes. A me me apasiona la literatura hispanoamericana, la estudie en la carrera guiada por un buen profesor que me me hizo apreciar hasta los distintos matices de la lengua.

    Besos y felices lecturas.

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    1. Yo nunca he tenido la oportunidad de estudiar literatura hispanoamericana, pero he leído mucho. Desde el boom con el realismo mágico, siempre me ha gustado y muchos de mis autores favoritos y de las mejores novelas que nunca he leído están en ese continente.
      Un beso.

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  4. Hola. Me llama mucho la atención la primera porque me gustan las historias donde aparecen los servicios secretos y tramas internacionales. Tratándose del tema narcotráfico, me vieneuy bien que el lenguaje sea sugerente y sutil, mejor que uno explícito, que ya sabemos lo que pasa. Me la apunto.
    La segunda no me llama mucho.
    De Claudia he leído Las viudas de los jueves que me gustó muchísimo y Betty Boo que no tanto, a ratos se me hacía pesada. La de las grietas la apunté hace tiempo pero se perdió en la lista, en aquel entonces era difícil de encontrar y luego se me fue pasando. Tengo que rescatarla.
    Besos

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    1. Las viudas de los jueves es uno de los que me quedan por leer de Claudia Piñeiro. Vi la película y tal vez por eso, o he ido dejando. Me gusta leer los libros sin saber nada de ellos a no ser que sea una relectura, aunque la verdad es que a estas alturas no recuerdo prácticamente nada de la peli. Puede que sea lo próximo que lea de la autora.
      El puñal es una novela notable de las que requieren un esfuerzo, pero que merece la pena.
      Un beso.

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  5. Por lo general soy perezosa con la literatura sudamericana, me suele costar bastante, pero concretamente a Claudia Piñeiro hace tiempo que le tengo ganas.
    Besos.

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    1. A mí me gusta mucho el lenguaje que se utiliza en cada país, aunque es cierto que puede dar pereza porque al principio se dificulta un poco la lectura, pero se van aprendiendo muchas palabras y giros y cada vez cuesta menos. Claudia Piñeiro, no obstante, escribe de una forma muy clara y resulta entretenida y muy interesante. Seguro que te gusta.
      Un beso.

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  6. Tengo pendiente aún estrenarme con Claudia Piñeiro. A ver cuándo le hago un hueco.
    Tampoco yo me imaginaba a Jorge Fernández escribiendo novela negra. En principio no me llamaba la atención El puñal, pero las citas que nos has dejado han hecho que me de curiosidad.
    Besos

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    1. El puñal es una novela que me ha sorprendido y me ha terminado por resultar fascinante. El estilo del su prosa es complicado, pero cuando lo pillas es una maravilla.
      Y Claudia Piñeiro me encanta. He leído cinco novelas suyas y todas me han gustado mucho.
      Un beso.

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  7. Pues no he leído ninguna de las tres. Y ni siquiera he leído a los autores, así que voy apuntando bien en la lista, que me han llamado mucho la atención, en especial, la de Claudia Piñeiro, que es una autora que lleva tiempo entre mis pendientes. Ays, de tres en tres... Así no hay manera de reducir los pendientes!
    Besotes!!!

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    1. Veo que sois muchas por aquí las que tenéis entre ceja y ceja a Claudia Piñeiro, pro aún no os habéis decidido. Es una autora a la que hay que leer. Sus novelas tienen un toque de intriga, pero tampoco se pueden calificar de negras o policiales, son de difícil clasificación, pero lo que no se puede negar es que enganchan y son muy interesantes. Anímate.
      Un beso.

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  8. ¡Hola! Sin duda, son tres buenas lecturas y me alegra que sean sudamericanas. De las que mencionas, he quedado con muchas ganas de leer Las grietas de Jara de Claudia Piñeiro, ya que no he leído nada de ella. Que tengas un lindo fin de semana. ¡Besos!

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    1. Siempre he leído novela sudamericana, pero tres así casi seguidas y las tres negras, ha sido una casualidad muy grata.
      Te digo lo que al resto que tiene a Claudia Piñeiro pendiente, pero aún no la ha leído: adelante, te va a encantar.
      Un beso.

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  9. Hola, Rosa.

    Aunque la literatura es algo universal y al igual que el cine no debe tener nacionalidades, yo si sería muy partidario de fomentar la lectura de literatura hispanoamericana ya que guarda algunos hilos comunes de una riqueza enorme. Y es que esa rica utilización del lenguaje valdría para la novela negra, el ensayo o incluso la literatura romántica o de situación.

    Besos.

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    1. Yo la leo desde los años setenta cuando descubrí a García Márquez y Vargas Llosa. Luego fueron viniendo muchos otros y ahora, cada año hay varias lecturas sudamericanas en mi lista de leídos. las variaciones en el lenguaje son fantásticas, sobre todo en los mejicanos. Y ciertamente la novela negra gana mucho con ese lenguaje. Tienen giros y palabras que son una maravilla.
      Un beso.

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  10. ¡Qué buenas propuestas! Hace tiempo que no me pongo con novela negra, me las apunto, las tres parecen hacer pasar horas muy interesantes. Un abrazo.

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    1. Yo compagino la novela negra con otros géneros. Siempre negra o policíaca por la noche. así es que siempre tego algo del género entre manos. Estas tres son geniales.
      Un beso.

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  11. Pues no he leído nada de este género de autores sudamericanos y la verdad es que no sé por qué, ¿será que no se prodigan o publicitan tanto? Así pues estas tres propuestas son la mar de interesantes. Yo voy tomando nota, otra cosa es que me de tiempo a leer todo lo que nos traes y que me atrae antes de morit, ja,ja,ja.
    Un beso.
    P.D.- Cuando he leído el nombre de Jorge Fernández Díaz pensé por un momento (aunque lo descarté de inmediato) que se trataba del ex ministro del interior del PP, je,je.

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    1. Ja, ja. La primera vez que yo oí Jorge Fernández Díaz también creí que era el ministro, pero rápidamente me sacaron de dudas. Fue en la tertulia del instituto cuando alguien propuso su novela Mamá. Tras leer esta me volví a llevar otra sorpresa cuando supe que era autor además de una serie policíaca. Un autor realmente bueno.
      Yo tampoco podré leer antes de morirme todo lo que tengo en mi lista. Ni aunque viviera dos largas vidas más me daría tiempo. Y encima me encanta releer...
      Un beso.

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  12. Hola Rosa no he leído nada de los autores que comentas aunque sí tengo anotada a Claudia Piñeiro con Catedrales en mi lista de pendientes pero en la biblioteca está muy solicitado este título y con tanto por leer me van pasando por delante otras lecturas.
    Ya he renunciado a ponerme al día de lecturas, es imposible contigo y tu voracidad lectora jajaja, no creo que sea posible quitar lecturas de mi lista de pendientes. Es broma, gracias por tus propuestas que me ayudan a seleccionar lecturas.
    Un beso enorme

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    1. Pues mientras esperas por catedrales yo te recomendaría cualquier otra novela de Claudia Piñeiro porque todas son muy buenas. Aunque si no quieres aumentar tu lista de pendientes igual no es el mejor consejo. No te voy a contar lo de mi lista de espera porque como le digo a Josep María me da para dos vidas largas y lo que queda de esta. Es lo que tiene leer blogs literarios, cada día se apunta alguna y si un día no se apunta y una se siente feliz, al día siguiente apunta dos o tres. desde luego, entran más de las que salen y eso no es sostenible.
      Un beso.

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  13. Hola Rosa, la novela de Boris Quercía la tengo apuntada por una reseña que leí el año pasado y espero hacerme pronto con ella. En cuanto a Claudia Piñeiro me gusta mucho y quiero ir leyendo poco a poco todas sus novelas porque como comentas, es una autora que tiene mucho que contar. A Jorge Fernández Diaz no lo conocía, pero la novela que traes me parece interesante. Me encantan estas entradas que muchas veces me descubren varios autores de golpe. Besos.

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    1. Yo también pretendo leer todas las novelas de Claudia Piñeiro. De las que conozco me quedan cuatro. Tampoco son tantas... Y con las otras dos me he metido en sendas trilogías super interesantes, con lo que tengo ocho libros por delante. A ver si poco a poco y compaginando con otros, les voy dando salida.
      Un beso.

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  14. Tendré en cuenta tus propuestas para cuando me anime otra vez con los thriller, que ahora no me apetecen nada. Besos

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    1. A mí un buen thriller siempre me apetece, aunque estas más que thriller son novelas negras; sobre todo las dos primeras son muy negras.
      Un beso.

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  15. Bueno, pues me ha vuelto a pasar..., creía haberte dejado comentario y resulta que no debí de darle a publicar. En fin, no tengo remedio.
    Te decía que son las tres propuestas interesantes, me gusta descubrir autor@s sudmeric@s, pero los dos primeros que son sagas, las guardo para más adelante, para esas pocas veces que me da por empezar alguna. Claudia Piñeiro es una de mis autoras favoritas. Catedrales me gustó mucho y también la otra suya que leí (Una suerte pequeña, que no sé si ya la habrás leído). Así que es muy probable que me lea La grieta de Jara, a ver que tal. Ahora sí publico, jeje
    Besos

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    1. Pues no, Una suerte pequeña aún está entre mis pendientes con otras tres de la autora. No sé si seguir con esa o con Las viudas de los jueves para continuar con la autora.
      Las otras dos sí que forman parte de una trilogía, pero son tan interesantes que me he dejado llevar y ahora tengo cuatro pendientes, dos de cada una.
      La literatura hispanoamericana en lo que a género negro se refiere cada vez me gusta más y eso que tampoco es que la conozca mucho. habrá que indagar.
      Un beso.

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  16. Me encanta la novela hispanoamericana así que tomo nota de tus propuestas.
    Muy feliz martes.

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    1. Son tres novelas negra distintas. Sobre todo las dos primeras. Los autores hispanoamericanos tiene su propia forma de entender la novela negra y cada vez me gusta más.
      Un beso y un buen martes para ti también.

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  17. ¡Hola, Rosa! De la terna me ha llamado especialmente la de Hoy no quiero matar a nadie. Ya el propio título es una declaración de principios irresistible y me anuncia una novela negra con todos los ingredientes que me suelen atrapar. Un abrazo!!

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    1. Tanto el libro de Boris Quercia como el de Jorge Fernández Díaz son novelas negras de lo mejor que he leído últimamente, que ha sido bastante.
      El de Claudia Piñeiro no es tan negro como pero también es muy bueno.
      Un beso.

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