"Un hombre soltero" Christopher Isherwood (1964) & Tom Ford (2010)

Contrariamente a lo que acostumbro a hacer, en esta ocasión he visto la película antes de leer el libro. Tengo este pendiente desde hace mucho tiempo y no estaba entre los prioritarios. No por nada especial, sencillamente van llegando nuevos autores y lecturas y otros se van quedando rezagados. De Christopher Isserwood, el autor de "Un hombre soltero" en su versión literaria, leí hace años "Adiós a Berlín" una de sus obras más conocidas por ser la que sirvió de base para la famosa película "Cabaret" que, dirigida por Bob Fosse, se llevó nada menos que ocho Oscar, de los diez a los que estaba nominada, en la edición de 1972. Oscar a los que hay que añadir siete premios BAFTA y los Globos de Oro. Una película que ya es un clásico y que me imagino que todo el mundo, a poco que le guste el cine, habrá visto al menos una vez. Yo creo que ya han sido tres las veces que la he disfrutado.
Pero no es de "Cabaret" de lo que quería hablar hoy. Cuando "Un hombre soltero", novela, estaba ya, no voy a decir que olvidado, pero sí un poco postergado, se me cruzó la película por delante y me decidí a verla. Colin Firth y Julian Moore eran estímulos suficientes para no dejarla pasar.
La película me gustó tanto, que no pude evitar rescatar el libro de su posición imposible en mi lista de pendientes y ponerlo en primer lugar. 
Pensaba empezar la reseña por la película por ser lo primero que a mí me llegó, pero no he sabido hacerlo por lo que he dado marcha atrás y he decidido empezar por la novela que es, a fin de cuentas, el origen de la historia, de la dura historia que es "Un hombre soltero".
George Falconer es un profesor universitario, ya maduro, que tiene que enfrentarse a la soledad y sacarse adelante a sí mismo con gran esfuerzo cada día. Vive solo en su casa de Los Ángeles, "Es una casa pequeña, bien aprovechada. A menudo se siente protegido por su tamaño reducido. Apenas si hay espacio para sentirse solo. Sin embargo..." sin embargo George se siente absoluta y definitivamente solo porque puede imaginar  dos personas viviendo en esa casa diminuta, puede recordar dos personas afeitándose codo con codo, cocinando, cruzándose en la puerta de la cocina cargados de platos y es ahí, justo en la puerta de la cocina, cada día cuando recién levantado se dispone a desayunar, dónde se abre un abismo ante sus pies y siente que el camino por el que debería transitar ha sido cortado brutal y abruptamente, tan brutal y abruptamente como se cortó su vida cuando, hace ocho meses, Jim, su compañero durante dieciséis años, murió en un accidente de tráfico mientras visitaba a su familia en Ohio. Y George, que ha compartido su vida con Jim durante tantos años, que contaba con seguir compartiéndola idefinidamente (al fin y al cabo, Jim era mucho más joven que él), se encuentra de pronto con la tarea, dura e inesperada, de enfrentarse al resto de su vida sin apoyos, sin más ayuda de la que Jim le proporciona en su propia imaginación donde se resiste a prescindir de él y donde, de manera un poco ingenua, sigue compartiendo con él sus pensamientos e ideas. 
Christopher Isherwood
George vive en Los Ángeles y estamos en 1962. George vive en Camphor Tree Lane, una calle en la que quizás, antes de urbanizarla, crecieran los alcanforeros, antes de los años veinte, cuando se fundó la colonia de residentes que, desde entonces, ha cambiado mucho. Ahora la forman familias felices con niños sanos, que preparan barbacoas conjuntas y se sienten "orgullosos y contentos. Pues hasta el más insignificante de ellos coparticipa en la utopía americana, el reino de la buena vida sobre la tierra".  Una utopía que ha estado a punto de saltar por los aires, pues hace tan solo un mes que Khrushchev ha sacado sus misiles de Cuba y que la población asaltaba los supermercados con la intención de acaparar agua y alimentos. Tal vez por eso, a pesar de su orgullo y satisfacción, los habitantes de Camphor Tree Lane tienen miedo, aunque no se den cuenta. George sí lo nota y se pregunta de qué tienen miedo, y se responde a sí mismo; tienen miedo de lo que desconocen, de lo que puede esconderse más allá de su empeño en ignorarlo pero que antes o después saldrá a la luz y se empeñará en hacerse consciente: la vejez, la muerte, la fealdad, la enfermedad, la soledad... "Entre otras muchas clases de monstruos, piensa George, me tienen miedo a mí, tan poca cosa"
El miedo es un tema recurrente en la novela. El análisis del libro de Aldous Huxley "Viejo muere el cisne", y el coloquio a que da lugar en clase con los alumnos acerca del miedo, de las minorías, de lo desconocido, deja motivos para reflexionar durante horas. "Los nazis no tenían razón al odiar a los judíos. Pero su odio no carecía de causa. Nadie odia nunca sin causa". Y esa causa es el miedo, el temor a lo que esa minoría pueda suponer  de amenaza al modo de vida de la mayoría. Estamos en 1962 y el sueño americano acaba de ser amenazado. Y cuando la estabilidad y los sueños son amenazados, surge el miedo y con él el odio ante lo que se siente como una amenaza, miedo a los negros, miedo a los comunistas, miedo a los homosexuales... 
Miedo a lo diferente, a lo que no entendemos e interpretamos con cautela, con las reservas típicas de lo que nos causa recelo "Los europeos nos llaman inhumanos [...] porque hemos renunciado a su mundo de las diferencias individuales y de la ineficiencia romántica, de los objetos-por-amor-a-los-objetos [...]Dormimos en alcobas simbólicas, tomamos almuerzos simbólicos, nos divertimos simbólicamente... y esto los aterroriza, los llena de furia y aversión, porque no pueden llegar a entenderlo". ¿Miedo también entre americanos y europeos? George, como Isherwood, sabe de lo que habla porque él es inglés
También es inglesa Charley, su amiga y compañera de soledades y pérdidas. Ella se plantea cada poco volver a Inglaterra donde tendría que vivir con su hermana, pero cada vez que se lo plantea, sabe que nunca se decidirá. Sabe que nunca podría volver a ser feliz allí.
La novela, publicada en 1964 y contemporánea por tanto de los hechos que narra, es una reflexión constante sobre el modo de vida americano, ese sueño recurrente, que cada pocos años, más o menos periódicamente, se transforma en pesadilla; que es una pesadilla constante para algunos de sus habitantes menos favorecidos por numerosas circunstancias, a cada uno la suya, que les hacen caer del lado de las minorías amenazantes.
La edición que yo tengo (debolsillo) incluye una entrevista que Winston Leyland le hizo a Christopher Isherwood en 1973 para la revista Gay Sunshine, de la que Leyland era director. Recomiendo no perdérsela porque en ella se nos muestran muchos matices de Isherwood, de su vida en Alemania, de su familia, de su visión del nazismo, de su homosexualidad, de su vida en Estados Unidos...

**************

 La película fue dirigida en 2009 por Tom Ford, un hombre curioso y polifacético que ha diseñado ropa para Gucci e Yves Sain Laurent y que, actualmente, compagina la dirección de películas con el diseño de moda para sus boutiques y para las estrellas en la alfombra roja. Una película en la que, técnicamente, se ha alcanzado una rara perfección. Los decorados, el vestuario, la iluminación, la fotografía, los planos, la dirección artística, la música... todo ello en su sitio, sin que sobre ni falte nada, dotado de una belleza inquietante, como inquieta todo lo que se sale de la norma y consigue conmovernos con su exquisita y excelsa elegancia. 
Artísticamente, nada que envidiar a la técnica. Las interpretaciones de Colin Firth y Julianne Moore están a la altura de ellos mismos y poco hay que añadir porque ya todos sabemos de su calidad como actores. Los gestos y cambios de expresión, y las emociones que Colin Firth es capaz de transmitir cuando se le comunica la muerte de Jim, o su monólogo sobre el miedo, en su clase de la facultad, son excepcionales; son escenas dignas de un actor de su categoría.
Por lo que se refiere al contenido, siendo básicamente el mismo de la novela, no deja de tener sus peculiaridades que lo distinguen del libro y, aunque me ha gustado más este, no se puede negar que los matices de los que la película dota a la historia, resultan una revisión sumamente interesante. En esta visión cinematográfica de "Un hombre soltero", la ausencia de Jim y la sinrazón de la existencia que provoca en George, cobran protagonismo. En la novela vemos a George intentando superar la depresión. A pesar de su pesimista visión del mundo, de su soledad amarga y de la pérdida de su amante y compañero, George se siente feliz de pertenecer al mundo de los vivos, otra minoría que, en este caso, se siente superior a la mayoría: ese infinito conjunto de todos los seres que ya no pertenecen a los vivos entre los que se encuentra Jim. George lucha por salir adelante y lo consigue... al menos en la parte que depende de él.
Tom Ford
En la película, la situación de George se nos manifiesta mucho más deprimente. Se ve maduro, siente que le queda poca vida y que esta se le escapa deprisa y con pocos alicientes para seguir enganchado a ella. La ausencia de Jim le dificulta el hecho de asumir su propia decadencia que él ve en aumento, porque además la tarea de enfrentarse solo a ella se le hace insoportable.  

Han pasado ocho meses, pero "durante los últimos ocho meses, despertar ha sido doloroso. La fría certeza de que aún estoy aquí, me invade lentamente" y es que hay pérdidas de las que uno nunca se recupera. Se juega a recuperarse y, por momentos, uno cree que lo consigue, se cree su propio juego y, como los niños que mientras juegan confunden la ficción con la realidad, se llena de optimismo y de siente pletórico de éxito y de curación, pero pronto se deshace el hechizo y, entonces, la caída duele más porque se cae de más arriba, de una nube, no por irreal menos elevada.


Colin Firth y Julianne Moore

George, al principio de la película, nos insinúa que este es su último día de vida. Lo vivirá como siempre, como si fuera un día más. Dará sus clases en la facultad, cenará con su amiga Charlotte que recibió sus lágrimas cuando supo la noticia de la muerte de Jim y que siempre ha estado ahí para recibir su amistad y algún desplante.
Asistiremos a su día y sabremos de su particular visión del mundo que le rodea, pero notaremos, mucho más que en la novela, la influencia que la pérdida de Jim y la depresión tienen en sus reflexiones. Iremos siguiendo su día ayudados por los relojes que van apareciendo en escena y marcando el lento discurrir del tiempo que acompaña al personajes mientras su jornada transcurre.
Pero a medida que vive su día despidiéndose en su interior del mundo y de la gente que le rodea, irá encontrando vida a su alrededor, irá descubriendo la posibilidad de darse una oportunidad y volverá a encontrar un sentido a la existencia y ganas de seguir adelante.
"Unas cuantas veces en mi vida he experimentado momentos de una claridad meridiana, en los que, durante unos breves segundos, el silencio ahoga el ruido y puedo sentir en lugar de pensar. Y todo parece muy definido y el mundo claro y fresco, como si todo acabara de nacer. Es imposible hacer que esos momentos duren. Yo me aferro a ellos, pero se desvanecen como todo. He vivido mi vida en esos momentos. Ellos me transportan de vuelta al presente. Y entonces me doy cuenta de que todo es justo como tiene que ser".

Esta novela entra además en el reto "Nos gustan los clásicos" por estar publicada antes de 1990, concretamente, "Un hombre soltero" es de 1964.


Comentarios

  1. Buscaré ambas obras, Rosa. Por lo que cuentas, otra vez adivino que me gustarían bastante. Muchas gracias. Excelentes las descripciones que realizas de ambas en sus dos vertientes literaria y cinematográfica. Un beso.

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    1. Son dos obras de un gran valor, ambientadas en una época muy crítica en Estados Unidos. La novela, del año 64 y escrita por un inglés, tiene una crítica muy irónica del sueño americano. la película sigue la estela del libro y también es muy buena, pero lo más alucinante de ella, y además para una fotógrafa como tú,es la parte técnica. Cada plano es una obra de arte, no sobra ni falta nada... Te recomiendo que la veas. Creo que te gustará.
      Un beso, guapa.

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  2. Uy, no sabía lo de Cabaret!
    Me apunto los dos libros =)

    Besotes

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    1. Sí, yo también lo descubrí hace unos años. No sabía que "Cabaret", película que me encanta, estuviera basada en un libro.
      Un beso.

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  3. ¡¡¡¡Hola!!!!1 El otro día me preguntabas si Colin Firth es mi amor platónico y te respondo por aquí: SIIIIII. También me gusta mucho Julianne Moore(en La Ganadora o Always Alice está sensacional), y he visto absolutamente todas sus pelis y coincido contigo, esas expresiones al recibir la noticia de la muerte de Jim...es una peli maravillosa, dura en cierto modo pero estupenda.
    Besos y como siempre una reseña ideal.

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    1. Son dos actores buenísimos. Por lo que veo, ya has visto la película. ¿Verdad que es fantástica? la historia es muy dura, aunque la novela (y la película) está contada con cierta ironía que le quita hierro y además con un lenguaje muy poético.
      Un beso y gracias por tus palabras.

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  4. No me atrae demasiado la temática, pero viendo que la película a ti no te pareció mal creo que sí la veré, aunque el libro lo dejaré.
    A lo mejor, si me impresiona la peli tanto como a ti me decido a leerlo luego.
    Un beso y hasta la vuelta, Rosa. Me voy unos días de estos pagos blogueros.

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    1. La película es muy buena, pero destaca de manera absoluta la parte técnica. De la artística que decir. Colin Firth y Julianne Moore, son dos monstruos de la interpretación. Me gustó más la novela, pero la película merece un par de visitas.
      Si la ves, no dejes de decirme tu opinión.
      Un beso.

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  5. Sin duda, haber visto la película y leído el libro es un valor añadido, creo yo, pues tienes dos visiones de la misma obra desde ángulos distintos. Pocas veces la versión cinematográfica gusta más que la novela que la ha inspirado, pero puede suceder (a mí me ocurrió con "Palmeras en la nieve", de Luz Gabás).
    Colin Firth es una gran actor y cuando lo has mencionado como el que interpreta el papel protagonista, lo he visto perfectamente en ese rol, el del hombre serio, solitario, taciturno, angustiado o deprimido. Quizá solo sea un cliché que yo le he otorgado por las películas que he visto de él (incluso en la comedia "El diario de Bridget Jones" hace de tío serio, tímido y casi antipático), pero es que en "Mamma mía" no le vi en su lugar. Quizá no conozco todos sus registros. Pero estoy divagando.
    Volviendo a tu entrada, pienso como Paloma, me inclino más por la película que por la novela.
    Como ya nos tienes acostumbrados, has hecho una magnifica reseña, y, además, doble.
    Un abrazo.

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    1. Pues te diré que "Palmeras en la nieve" película, no he sido capaz de verla. Y es que al actor que trabaja, Mario Casas, aunque le he visto un par de buenas interpretaciones, no acaba de convencerme. Parece que siempre hace de sí mismo y hace todos los papeles igual. La novela me gustó un poco más, pero tampoco es mi estilo de libro favorito.
      No he visto "Mamma mía", los musicales tampoco son lo mío. A este actor lo conocí (o fui consciente de él) en la película "El discurso del rey" porque el papel que hace me dejó alucinada. Tiene tantos registros como papeles le ofrezcan (al contrario que Mario Casas) Puede hacer cualquier personaje y lo hará de maravilla y en ninguno recuerda a otros. Es un auténtico monstruo.
      Un beso.

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  6. Te superas cada vez más amiga. Ahora te atreves con libro y película a la vez.
    opino como algunos de los compañeros, me animaste a buscar y ver la película, aunque las temáticas deprimentes sin finales esperanzadores me echen por tierra las ganas de hacerlo.
    Besos y ¡Felices Fiestas!

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    1. La historia es triste y el final también, pero dentro de lo triste e inevitable, no carece de optimismo y de una visión positiva de la vida. Y hay una voz en off muy poética, y los actores están fabulosos, y los planos son perfectos... vamos que la tienes que ver y luego, no dejes de darme tu opinión.
      Un beso.

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  7. Buena doble reseña, mientras te leía me acordaba que he visto la película y sí ambos actores están espléndidos. Estoy contigo que en el Discurso del Rey está espectacular, la vi en versión original y me parece que borda el papel.En las otras películas que lo he visto también me ha gustado, es cierto que en Mamma Mia pues no estaba tan convincente pero es que a mi los musicales tampoco me convencen mucho, pero por ejemplo ese papel que hacía en Bridget Jones a mi me pareció que lo hacía muy bien, vamos que me gusta el actor.

    Besos querida Rosa y que pases unos días espléndidos.

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    1. Son actores muy versátiles, capaces de interpretar cualquier papel con total verismo.
      Pero además, está película tiene una belleza espectacular en cada plano, en la iluminación, la fotografía, la ambientación... Está hecha con el gusto típico de un diseñador de moda que, además, ha sido reconocido como el hombre mejor vestido del mundo en algún momento. La verdad es que es el perfil de quien menos esperarías que hiciera una película tan emotiva y profunda.
      Y aún así, la novela me gustó más.
      Un beso y felices fiestas también para ti.

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  8. Hola!
    Yo participo en la iniciativa "Seamos Seguidores".
    Sigo tu blog,me sigues tu también?

    https://elenabienvenido.blogspot.com.es/

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    1. te sigo, pero no sé en qué idioma está escrito tu blog. No entiendo nada.
      Un beso y bienvenida.

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  9. nunca me canso de leer buenas reseñas gracias por esta.
    p.d: Que esta noche, las estrellas crucen vuestro corazón y la felicidad irrumpa como una melodía salvaje para que el resto del año estéis pletóricos de alegrías.

    FELIZ NAVIDAD y FELIZ AÑO
    besitos

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    1. Feliz noche para ti también aunque con un día de adelanto.
      me alegro de que hayas disfrutado con esta reseña.
      Un beso.

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