"Almas grises" Philippe Claudel

Francia 1917. Estamos en plena Gran Guerra, en una pequeña ciudad francesa cercana al frente. "Nuestra ciudad no es muy grande. No es V., ni mucho menos".  Es una ciudad desde la que se oye el tronar de los cañones y se percibe en el aire el olor a pólvora; una ciudad por la que pasean sus heridas, sus muñones y sus cicatrices varias, tanto físicas como mentales, los heridos del frente que vienen a curarse a la cercana clínica. Heridos que pasean y miran con envidia y resentimiento a los hombres de la ciudad.
Los hombres de la ciudad se han librado de la Guerra porque en la ciudad hay una Fábrica. Construida a finales de la década de 1880, la Fábrica ha dado de comer a la ciudad desde entonces. Casi todos los hombres trabajan en ella y a ella le deben la clínica, las escuelas, la biblioteca, los dos canales que proporcionan el agua necesaria para las gabarras que transportan el combustible preciso. Pero sobre todo le deben el haberles librado de la Guerra. La ciudad está cerca de la Guerra, la ve y la oye, pero no la hace, porque los hombres, necesarios para hacer funcionar la Fábrica, fueron adscritos al servicio civil y así, "gracias a ello, ochocientos paisanos dieron la espalda a los calzones color granza de la infantería y al horizonte azul. [...]¡Menuda suerte! ¡Adiós a los silbidos de los obuses, al miedo, a los camaradas gimiendo y muriendo a unos pocos metros, enganchados en las alambradas…, a las ratas devorando los cadáveres…! Y, en su lugar, la vida, la auténtica vida, nada más y nada menos".
En la ciudad también hay un Palacio. En él vive el fiscal Destinat. Destinat vive solo desde que murió su mujer. Cuando tienen lugar los hechos de la novela, el Caso como se llamó a los terribles sucesos, lleva ya un año jubilado. Durante treinta años ha vivido para la Justicia. Sus palabras ante el jurado levantaban cadalsos, pero "Destinat no se ensañaba con criminales de carne y hueso; defendía una idea, una sola idea, su idea del bien y del mal"


Gabarra con la última carga de carbón para Altos Hornos de Vizcaya. Foto Fidel Raso

Cuando empieza la novela es diciembre de 1917 y en la ciudad, flotando en el canal, aparece el cadáver de una niña de diez años con signos de estrangulamiento. Se trata de Belle de Jour, la hija pequeña de Bourrache, el dueño del Rébillon, un restaurante situado cerca de la catedral en la ciudad de V.  V. está a unos veinte kilómetros de nuestra ciudad. Allí, en la misma plaza que el Rébillon y la Catedral, se encuentra el Juzgado. Es por ello por lo que, con asiduidad, coinciden para comer en el restaurante el Juez Mierck y el fiscal Destinat. 
Al lugar del hallazgo acude un policía, el mismo que veinte años después nos cuenta los sucesos. También acude el juez Mierck, gran bebedor y comedor, con el alma endurecida y sin una pizca de piedad humana. Ni siquiera le conmueve el hecho, más atroz si cabe, de conocer a la víctima, la niña que cada día le ha servido la mesa en el restaurante de su padre. Con el juez llega un militar, Matziev, un adonis con galones, como lo describe el narrador, que camina como un bailarín y lleva pelo y bigote cuidados y lustrosos. Un hombre aficionado a la sangre y que, para su fortuna, ha caído "en el bando bueno, en el que está permitido derramarla y bebérsela sin que nadie ponga el grito en el cielo".
Las pesquisas para desentrañar el asesinato de Belle nos son contadas como ya he dicho, por un policía que fue llamado al lugar en el que se encontró el cadáver. Los hechos le sirven para recordar otros sucesos, para hablarnos de la maestra Lysia Verhareine que llegó en plena guerra para revolver a todos los hombres y después desapareció de la vida del lugar por causas que tardarán veinte años en ser descubiertas. Nos hablará de muchos personajes y muchas situaciones; de la soledad en que casi todos viven; de su propia felicidad, inmensa, perfecta, y perdida en pocas horas; del peligro que suponen algunos hombres estúpidos, crueles y sin escrúpulos, pero con poder, y de lo que sucede cuando, en aras de ese  poder que detentan, todo lo retuercen hasta darle la forma que les conviene; todo lo arrasan y lo trastocan a su gusto sin importarles lo que se puedan llevar por delante o a quien destruyen o perjudican. 
Philippe Claudel
Estamos en un mundo gris, en un país gris sumido en el gris del invierno y asolado por una guerra gris. Una guerra que algunos sufren y que otros aprovechan para medrar a su costa. "¿Los mejores años de la vida de Bassepin? ¡La guerra! Vender tan caro como podía lo que compraba lejos por cuatro perras. Llenarse los bolsillos, trabajar día y noche, endosar a los oficiales de intendencia lo necesario y lo superfluo, recuperar, en ocasiones, lo que había vendido a los regimientos que se marchaban para vendérselo a los que llegaban, y así sucesivamente. Un caso digno de estudio. El comercio hecho hombre".
Estamos ante una triste historia, pero a la vez, una historia muy humana, sin concesiones que suavicen la cruda realidad histórica y personal;  llena de hombres con almas grises; hombres solos que han perdido a sus seres queridos o que nunca los tuvieron y arrastran su soledad dedicados a su trabajo, un trabajo que desempeñan mejor o peor y al que dedican un tiempo gris como su yerma y despoblada vida.
Al cabo de veinte años, terminaremos sabiendo quién mató a Belle de Jour cuando salía de casa de su madrina una fría y gris noche de diciembre, y nos asombraremos como nunca nos asombra la resolución de un crimen. 
En este caso, por fin, el asesino es quien menos nos esperamos, pero es que esta no es una novela policíaca. No importa quién es el asesino ni es con eso con lo que nos quiere entretener esta historia. Lo que pretende es mostrarnos lo inestable de la felicidad, lo azaroso de la existencia, la duda que nos acompaña en cada momento y en cada suceso, la duda que siempre, hasta en los casos más evidentes, debe acompañar, aunque sea levemente, la condición de culpables o inocentes con que calificamos a los demás o nos calificamos a nosotros mismos. La duda acerca de si el hecho de haber podido matar es como haber matado porque entre el acto y la intención cualquier diferencia es vana.
Y todo ello "mientras a menos de quince leguas los hombres se destripaban a bayonetazos y se lo hacían en los pantalones, y morían a miles diariamente, lejos de la sonrisa de una mujer, sobre una tierra devastada en la que la mera idea de la mujer se había convertido en una quimera, un sueño de borracho, un insulto demasiado hermoso". 


Comentarios

  1. La novela parece diferente, por lo que dices de que en realidad, no es policíaca. Nunca he leído nada de este escritor, y tampoco lo conocía, pero esta novela parece interesante.
    Un besito guapa, gracias por la recomendación!

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    1. Yo he leído un par de libros del autor y te recomiendo, sobre todo, "La nieta del señor Linh", una belleza. Esta es más dura, pero también muy buena y con su belleza terrible.
      Un beso.

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  2. Me encanta como escribe Claudel. Es magnífico con que sutilidad aborda los temas. Un libro imprescindible suyo es "La nieta del señor Linh"
    Un abrazo

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    1. He leído "la nieta..." dos veces porque lo tuve que releer para la tertulia literaria del instituto en el que trabajo. Es una belleza de historia. Tengo que leer más libros suyos porque efectivamente, escribe de maravilla y sus historias son muy interesantes y originales.
      Un beso.

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  3. Tal como lo cuentas, Rosa, dan muchas ganas de leer la novela.
    Gracias por la reseña compañera.

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    1. Es que es una novela muy buena que merece la pena leerse.
      Gracias a ti, guapa.
      Un beso.

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  4. Almas grises me encantó y como ya sabes, tengo muchas ganas de leer La nieta del señor Linh.

    Un besote.

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    1. "La nieta del señor Linh" es una novela muy especial que no debes dejar pasar. Creo que te gustará muchísimo. Yo quiero profundizar más en el autor. Solo he leído estos dos, pero creo que tiene mucho que contar.
      Un beso.

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  5. ¡Hola Rosa!
    Se trata de un gran escritor y cineasta, Philippe Claudel (por cierto este apellido también le correspondió al gran poeta Paul Claudel que falleció en 1955).
    Concretamente esta novela no la he leído pero si la tenía entre mis futuras lecturas y ahora que acabo de leer tu interesante reseña pues no tardaré en leerla.

    Muchas gracias por tu estupenda reseña.

    ¡Buen comienzo de semana!
    Un abrazo grande y muchos besos.

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    1. Comparten apellido, pero creo que nada más. En su día busqué relación de parentesco y recuerdo que no vi nada, incluso en algún sitio se decía que no existía tal.
      No dejes de leer esta novela. Es dura, pero muy buuena.
      Un beso.

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  6. ¡¡¡Hola!!! Muchas gracias por la reseña, me apetece mucho creo que tiene unos ingredientes que me encantan.
    Besos.

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    1. Te gustará. Se lee muy bien a pesar de que es triste y dura, y tampoco es muy extensa. Está muy bien escrita además.
      Un beso.

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  7. No se si es cuestión de suerte pero la novela y el cine francés siempre me han gustado mucho. Y este parece que podría ser un nuevo ejemplo, así que tomo debida nota para leerla. El argumento, la descripción del lugar, de las condiciones de vida y de los personajes la hacen especialmente interesante.
    Muchas gracias, Rosa, por tu elaboradísima reseña.
    Un abrazo.

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    1. A mí también me gusta mucho todo lo francés y, aunque prefiero el cine, también me gusta mucho su literatura.
      Este autor une ambas facetas ya que es escritor, guionista y director de cine. Hasta tiene el César a la mejor ópera prima por "Hace mucho que te quiero" de la que es director y guionista. Un hombre muy interesante en todos los aspectos.
      Un beso.

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  8. Acabo de leer tu reseña (muy buena, como siempre) a ver si me inspira para leer el libro (en este momento ando buscando uno) pero quizá me decida por "La neta del señor..." Lo buscaré.
    Un beso.

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    1. "La nieta..." es una novela muy especial, como ya he dicho. esta es más dura, pero también más real. La otra sorprende, esta sobrecoge.
      Un autor para no perderse.
      Un beso.

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  9. Hola Rosa, mientras leía la reseña pensaba en qué había leído del autor y efectivamente fue la nieta del señor Linh, qué preciosidad de libro, escrito con una sensibilidad y ternura impresionante. Dices que este es más duro y para mi la nieta ya lo era aunque escrito con una dulzura impresionante, pero creo que me gustará ver si el autor en este tiene la misma sensibilidad, aunque no sé cuándo le tocará porque tengo una lista que no deja de crecer y ahora ya menos tiempo.
    Un beso enorme

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    1. Este es mucho más duro. Aparte del tema del asesinato, que no es lo fundamental, las vidas de las personas, la época, la ambientación, hacen que todo sea muy gris, sobre todo ciertas almas de ciertos personajes que vuelven gris el mundo con su mediocre vulgaridad.
      A ver cuando saco yo tiempo para leer más cosas del autor.
      Un beso.

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  10. No conocía al autor, ni tampoco esta novela ni la otra que comentan muchos seguidores. Contrariamente a todos y, a pesar de tu extraordinaria reseña (me embelesa tu forma de contarnos, Rosa), no la voy a anotar (qué alivio), pero por descarte, no porque no me parezca interesante la trama.
    ¡Un beso enorme!

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    1. Pues creo que, a ti precisamente, "La nieta del señor Linh" te gustaría bastante.
      La verdad es que es un alivio leer reseñas y ver que el libro no te apetece, pero, por otra parte es genial leer reseñas y descubrir cosas maravillosas.
      Un beso.

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    2. Esa sí la anoto, o sea, ya el alivio es menor ;-)
      Gracias por la recomendación, Rosa.

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    3. No dejes de contarme lo que te parece.

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  11. Un libro trabajado y potente en cuanto a trama y ambientación que sin duda merece ser leído. Y más cuando no conocía a este autor. A ver si alguien inventa una máquina de esas que cuando entras en ella el tiempo se detiene y poder leer todo lo que nos propones. Magnífica reseña, Rosa. Un abrazo!!

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    1. Esa máquina sería maravillosa. Yo me trasladaría a vivir a ella a leer y leer.
      Es un autor, guionista y director de cine. Bastante interesante, al menos como escritor. Ando ahora detrás de un par de películas suyas y como novelas solo he leído dos, quiero leer más porque me gusta mucho.
      Un beso.

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  12. Conforme iba leyendo la reseña (en realidad la leí esta mañana pero no me dio tiempo a comentar. Si me distraigo en un examen me copian a discrección, jaja) me vino a la cabeza "Soles negros" de Ignacio del Valle, que leí hará un par de meses. Si no recuerdo mal, conocías la saga. Ya acabada la reseña, creo que tiene algo más y me llama bastante. Los fragmentos me encantan, conectan con mi manera de entender la literatura, así que apunto a este autor.
    Un abrazo.

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    1. Soles negros es el que me queda de la serie de Arturo Andrade de Ignacio del Valle.
      No tiene mucho que ver, creo. En esta novela, el asesinato es un mero pretexto. De hecho, te olvidas de él y sigues leyendo acerca de los sucesos y personajes de la ciudad sin acordarte casi de que hay un crimen por resolver, a no ser cuando la trama se mete directamente a ello, pero no es el motivo principal. De hecho, no la tengo catalogada como novela policíaca, y es curioso porque hasta el narrador es un policía.
      Creo que te gustará. Es un autor muy prestigioso en Francia y encima, es director y guionista de cine. Ando tras dos libros suyos y dos películas.
      Y deja a los pobres chicos que copien un poco y se adiestren que ya casi no saben ni copiar.
      Un beso.

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  13. Una historia que encierra a su vez muchas otras historias. No termino de encontrar el género al que pertenecería la novela, pero no importa, igualmente me parece interesante. No creo que llegue a leerla por falta de tiempo, y es que es imposible abarcarlo todo, pero está bien que al menos empiece a sonarme el nombre del autor, que desconocía por completo.

    Muchas gracias, Rosa, como siempre un placer leerte :)

    ¡Feliz velada de sábado!

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    1. Solo he leído dos libros del autor, pero ambos son muy buenos.estabws una novela muy dura, pero muy real. Yo tampoco sabría asignarla a un género más allá del género del dolor.
      Ahora he conseguido dos de sus películas. A ver si están a la altura de sus novelas.
      Un beso, guapa

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