"Vértigo"
Antigua estación de León ya abandonada. Rosa Berros Canuria (2017) |
Tengo una incómoda y enervante sensación de vértigo. Me despierto por la mañana y la angustia se me agarra al estómago y me lo estruja y retuerce de manera que solo respirando hondo consigo enderezarlo y llevarlo a su tamaño y aspecto habituales. Pero enseguida la ansiedad, con su zarpa golosa, lo estruja de nuevo en un juego obsesivo en el que se ha empeñado en vencerme sin piedad. Así es que no consigo retener nada en el estómago y vomito sin parar; nada cabe en el gurruño arrugado en que está convertido la mayor parte del tiempo.
Hace varios días que le he perdido la pista. Después de saber en todo momento en qué lugar se encontraba, es como si, de repente, se hubiera confundido con el entorno para desdibujarse hasta hacerse invisible; como si se hubiera hecho bruma en el aire que respiro; como si hubiera ardido en el mismo fuego que me consume desde hace varios días; como si se hubiera licuado en el fondo del lago a donde voy a nadar cada atardecer; a donde iba, más bien, porque tengo miedo de que surja algún indicio, alguna pista y me encuentre en medio del agua, sin móvil, sin ordenador, sin ninguno de esos artilugios por los que hoy en día nos llegan las noticias, las deseadas y las no tanto.
No sé dónde se encuentra, por
dónde se me ha extraviado, en qué recóndito e inaccesible lugar se halla
escondida. Sólo sé que necesito encontrarla como sea, saber dónde se encuentra, lejos o cerca. Necesito dar tregua a
esta zozobra, despertarme por la mañana y ser la persona alegre y despreocupada
que solía, dejar de sentir que según abro los ojos, un minuto antes de que
suene el despertador, me va a saltar encima el malestar incómodo de la
ansiedad y la angustia.
Desde
que nos enamoramos, hace ya... unos años, nunca dejé de saber donde estaba. En
todo momento, tanto si se hallaba en casa como si estaba ausente, bastaba una
llamada telefónica, un corto viaje en un tren de cercanías, una pequeña subida a su estudio en la buhardilla, para encontrarme con ella o con su voz alegre y
un tanto burlona; para sumergirme en su abrazo cálido y posesivo.
Incluso cuando se fue, después de que la amenaza latente se hiciera realidad y el abandono se materializara, nunca he dejado de saber su paradero con certeza. Ya me he encargado yo de seguirle la pista, aunque para ello haya sido necesario ayudarme de toda clase de subterfugios.
Incluso cuando se fue, después de que la amenaza latente se hiciera realidad y el abandono se materializara, nunca he dejado de saber su paradero con certeza. Ya me he encargado yo de seguirle la pista, aunque para ello haya sido necesario ayudarme de toda clase de subterfugios.
Ahora,
por primera vez, no tengo ni idea de donde puede estar. Me resulta insufrible
esta sensación desconocida. Es como si hubiera perdido mi anclaje al mundo; el mundo es ella y yo mirándola, yo viéndola, yo controlando su posición en cada momento. Si no puedo ubicarla, me desprendo del mundo y vuelve el vértigo.
Llevo
tres días siguiendo indicios que se pierden en esta estación. Hasta aquí llegó
con su presencia furtiva, pero si partió, no se sabe cuando ni hacia dónde.
Me
siento atacado por una insoportable sensación de impotencia y un insufrible
ataque de ansiedad.
Tengo
que encontrarla, saber lo que hace, qué piensa y qué planea, dónde está y a dónde se dirige, qué sabe. Sólo
de esa manera podré adelantarme a ella e impedir que me encuentre. Esta estación
está demasiado cerca. Debo encontrarla.
este rincon me permite volar! bessitos!
ResponderEliminarGracias. Me alegro de que levantes el vuelo. Y si es gracias a mi relato, mucho mejor.
EliminarUn beso.
Es gratificante comprobar que el acosador también sufre. Algo es algo.
ResponderEliminarReflejas muy bien la obsesión de quien quiere poseer a la persona supuestamente amada, de quien necesita controlar para sentirse bien cómo se desestabiliza cuando su presa desaparece.
Me ha encantado. Un 10, amiga.
Un besote muy grande.
Bueno, has hecho una lectura distinta a la mía y, tras volverlo a leer, pienso que se puede interpretar de distintas maneras. Me ha encantado ver esta interpretación tuya.
EliminarUn beso y muchas gracias, guapa. A ver que opinan los participantes de "El tintero de oro".
Hola Rosa.
ResponderEliminarEl dolor obsesivo de una ausencia, casi parece el último tren a juzgar por la angustia de la voz narradora... quizás la perdió para siempre en un acto irremediable. Es un texto tan abierto que da lugar a varias interpretaciones.
Sin duda está bien escrito, porque me llega el desgarro de quien da por sentado que ha perdido, la pista quizás para siempre, de la mujer que ama.
Un abrazo Rosa, gran trabajo compañera.
Muchas gracias. me alegro de que te haya gustado. Desde luego, parece que da para varias interpretaciones. Si lees comentarios anteriores, verás que hay alguna más. La mía, de momento, me la guardo.
EliminarUn beso, guapa.
Gracias, Rosa, por participar con este relato en EL TINTERO DE ORO. Un fuerte abrazo y suerte!!
ResponderEliminarUn placer, David. Muchas gracias a ti por la oportunidad.
EliminarUn beso.
Angustioso, muy inquietante y muy bien escrito. Mucha suerte Rosa.
ResponderEliminarGracias, guapa.Un beso.
EliminarYo creo que el que quiere desaparecer es el. No sé de todas formas esta muy bien escrito. Un abrazo
ResponderEliminarVas bien encaminada, aunque, por lo que veo, hay interpretaciones variadas. La tuya es de las que más coinciden con la mía.
EliminarUn beso.
Hola guapa! Me ha gustado mucho el relato, es verdad que da pie a varias interpretaciones. Yo habría dicho que, hablando de amenaza que se hizo realidad, ella ha huído por algún tipo de represión, aunque parece que ahora los dos son enemigos y se quieren encontrar antes que el otro en lo que parece más un acto de defensa que de amor.
ResponderEliminarUn besito guapísima! Estaré atenta a las interpreraciones :))
Una buena interpretación. Y sí,como ves,hay para todos los gustos. No voy a desvelar la mía del todo.
EliminarMuchas gracias por tus palabras.
Un beso.
Me gusto mucho tu relato, no solo la forma de narrarlo, sino el contexto. Por fin el acosador se siente acosado.
ResponderEliminarBesos!!
¿Acosador? ¿Víctima? No queda claro.
EliminarMe alegro de que te guste.
Muchas gracias y un beso.
Has logrado contagiarme esa zozobra, esa angustia. Y has logrado sorprenderme cuando, llegado el final, adivino el motivo de tal ansiedad.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho la forma de desarrollar la trama de este relato.
Que tengas suerte en el Tintero de Oro.
Un abrazo.
Muchas gracias, Josep Mª. Lo mismo te deseo. Tu relato, el único que he leído aún y porque lo leí en tu blog, me gusta mucho.
EliminarUn beso.
Ummm leyendo comentarios y el relato, en un principio bien parece que el acosador es el protagonista, pero me da la sensación de que es él el acosado con ese final. Esa sensación de no saber la persona que te acosa, que no sabes por donde va a salir ni que planea.
ResponderEliminarMuy buen relato Rosa, me ha gustado mucho.
Un besillo.
Por ahí van los tiros: ¿acosador acosado o simple víctima? cada unolo tendrá que decidir.
EliminarMuchas gracias, guapa.
Un beso.
Qué angustia Rosa. Un relato bien desarrollado, bien contado que deja al lector con más de una interpretación.
ResponderEliminarAbrazos guapa.
Gracias, Mer. Veo que da para pensar más de lo que pretendía, ja, ja.
EliminarUn beso.
Me ha gustado el relato. Yo diría que él es un tipo controlador enfermizo al que su pareja abandona. La intenta seguir controlando desde la distancia y cuando no lo consigue se angustia por si ella lo encuentra para vengarse, por esa actitud, o por algo más que le hizo y que no sabemos. Es un personaje paranoico al que puede su paranoia. Y está muy bien retratado.
ResponderEliminarUn saludo
Muchas gracias, Juan Carlos. No he llegado a decidir si es el acosador acosado o solo acosado. Dejo a cada lector la decisión, en todo caso, un poco paranoico sí que es.
EliminarUn beso.
Tú relato desprende mucha dureza pero esta muy bien descrita esa dureza, y no se si decirte que es el protagonista el que huye o va en busca de algo en fin creo que se podría decir que hay angustia, eso si lo reflejas muy bien.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho. Besos Rosa y suerte. TERESA.
Era lo que pretendía sobre todo: reflejar una situación de angustia, algo que se te escapa de las manos y cuyo caos no sabes o no puedes controlar. Si lo he conseguido, me siento feliz.
EliminarGracias y un beso.
Ya te comenté, cuando lo leí, que resultaba un relato muy inquietante, quizás por el carácter enfermizo que trasluce la voz del narrador. Insiste en varios conceptos de posesión y vigilancia, incluso antes de perder el rastro del otro personaje. ¡Asusta!
ResponderEliminarHe leído las diversas interpretaciones y tus comentarios. Yo creo que la clave está en estas dos palabras: "qué sabe". Parece -no sé si me equivoco- que lo que le preocupa es lo que pueda saber la persona ausente. Es un detalle muy sugerente y le da un toque de género negro.
Muy buen relato, Rosa. Besos.
No puedes equivocarte, Carmen. Un lector nunca se equivoca al interpretar un texto. Puede que no coincida con la interpretación del autor, pero eso no significa equivocarse.
EliminarMe alegro de que dé lugar a tantas lecturas diferentes porque a mí son las historias que más me gustan. Eso de que dejen frentes abiertos en los que yo pueda meterme a indagar con mi imaginación, es lo que más valoro cuando leo una historia.
Un beso y muchas gracias por tus palabras.
Un relato angustioso, independientemente de la interpretación que se haga.
ResponderEliminarUn placer leerte, Rosa. Mucha suerte.
Pues es justamente lo que quería: que fuera angustioso. Quería transmitir la ansiedad de quien no sabe a lo que se expone ni por donde le viene la amenaza o la pérdida.
EliminarPalabras muy gratificantes.
Un beso.
Está muy bien descrita esa angustia, sobre todo porque cabe dentro de ella cierta ambigüedad y es interesante que cada lector vea indicios diversos que le llevan a pensar en una mente perturbada, en un corazón herido e incluso en un crimen.
ResponderEliminarCambiando de tema, no sabía que la estación de León estaba abandonada. Es una maravilla de la arquitectura del hierro. Supongo que la habrán rehabilitado de algún modo, como hicieron con la de Toledo o la de Plaza de Armas en Sevilla. Por mucho que avancemos la sensibilidad hacia el patrimonio es lo último.
Un abrazo.
Pues siento decirte que, por ahora, la estación de León está como la ves: totalmente abandonada. Las fotos son de este verano. Para mí es un lugar muy entrañable y con muchos recuerdos. Mi padre fue maquinista de RENFE con lo que teníamos gratis los viajes y como nunca tuvimos coche, todos los viajes los hacíamos en tren. Luego, cuando empecé a trabajar, estuve dos cursos viajando a y desde León todos los fines de semana con o que es una estación en la que he cogido muchos trenes.
EliminarNo sé si habrá planes de rahabilitación, pero conociendo a los políticos locales y autonómicos, no me extrañaría que la dejen morir y caerse de pura ruina.
Un beso.
Hola Rosa!! Interesante relato! Leyendo los comentarios está claro que da pie a muchas interpretaciones! Eso es fruto de una buena escritura :) Mi primera opinión al leer el relato es que refleja la angustia del acosador, su sufrimiento; aunque por otra parte me plantée también si no sería el resultado de un amor frustrado por causas mayores. ¡Quién sabe! De todas formas, gracias por regalarnos el beneficio de la duda! Un saludo!
ResponderEliminarCreo que la duda es uno delos mejores regalos que nos puede hacer un autor. No creí que me hubiera salido tan bien, pero viendo las lecturas tan variadas parece que he sembrado bastantes dudas. Lo que no acabo de decidir es si eso es bueno o malo.
EliminarUn beso y muchas gracias.
Hola, Rosa:
ResponderEliminarDesde el punto de vista narrativo, quiero felicitarte porque has sabido "jugar" con el lector, es decir "tocarle por dentro", lograr que tus letras nos impregnen de ansiedad y angustia, tal y como la vive el protagonista a través de su gran monólogo.
Tu forma descriptiva y el léxico utilizado es impecable.
Has creado una trama bastante sugerente, donde dejas abiertas varias puertas o interpretaciones de la historia, desde un posible acosador celoso a una víctima acosada y pasando también por un paranoico asesino que esconde un oscuro pasado, o tal vez una pareja infiel que teme ser descubierto por su mujer. Ciertamente aquí, en este final lleno de interrogantes, en mi modesta opinión, es donde radica la calidad y originalidad de tu relato, al que deseo mucha suerte en el concurso.
Un beso y feliz semana.
Muchas gracias por tus palabras, Estrella. Me satisface ver que he conseguido transmitir esa angustia que siente el personaje y ese final un tanto abierto.
EliminarUn beso.
Al principio pensé yo también que se trataría de un acosador obsesionado. No obstante, a medida que avanzaba en la lectura, me di cuenta de que tal vez la angustia de este hombre, ese vértigo que experimenta, se debiese a que había algo más allá de una mera persecución. Creo yo que ambas partes juegan al gato y al ratón de manera intermitente.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho, Rosa. Mucha suerte.
Abrazos.
No está muy claro quién huye de quién, ni quién tiene más motivos para escapar ese es el quid y lo que tiene que decidir cada lector.
EliminarMe alegro de que te haya gustado.
Un beso.
Hola Rosa,
ResponderEliminarLo que he interpretado a leerte es que sí se trata de la víctima, que si es verdad que está acosando a su verdugo, pero para no ser encontrado. Y con ello de nuevo iniciar el sufrimiento.
¿Nos lo desvelas? ¿Lo he interpretado bien?
Que solitario se puede sentir uno cuando el recuerdo de los buenos momentos no son como uno creía.
Mucha suerte, amiga :)
Un beso enorme.
No hay nada que desvelar. El final queda abierto y se puede interpretar de muchas formas. Yo tengo la mía, pero no es más que una de las posibles.
EliminarMuchas gracias por tus palabras.
Un beso.
¡Hola! He llegado a tu blog a través de El Tintero de Oro. Me ha gustado mucho tu relato, tiene un aire angustioso y obsesivo muy propio de un psicótico. Mucha suerte en el concurso.
ResponderEliminarSaludos
Gracias por tus deseos. Viniendo del blog de David, sé especialmente bienvenida.
EliminarEstoy encantada de que hayas captado la angustia que quería transmitir.
Un beso.
¡Qué buen relato, Rosa! Cuando ya tenía más o menos claro que el protagonista era un acosador, resulta que solo quiere saber dónde está ella para evitar que le encuentre. Me ha parecido un giro sorprendente y muy original. También me ha gustado mucho cómo describes la sensación de ansiedad. Creo que todos la hemos experimentado en alguna ocasión, pero tú la has llevado al papel a través de las imágenes y la has hecho tan real...
ResponderEliminar¡Un beso grande y mucha suerte en el concurso, guapa!
Gracias, Julia. Me alegro mucho de que te haya gustado y te deseo mucha suerte a ti también. Tu relato lo conozco ya del blog y ya te dije lo que pensaba.
EliminarNo sabes cómo me halaga el gustan tus palabras acerca de mi capacidad para transmitir la angustia en el papel.
Un beso, guapa.
Buffffff!!! Angustioso, desde luego. Tal vez ese control no es enfermizo. Tal vez se trate de un espía que se enamora en territorio enemigo de la persona menos adecuada y ahora no sabe si ella le ha descubierto o no. Por hacer otra lectura, que se pueden hacer mil!!!
ResponderEliminarUn abrazo y buen fin de semana.
Esa lectura aún no la había hecho nadie.
EliminarUn beso y feliz semana a ti también.
Hola Rosa, pues tengo que confesar que se me había pasado el relato, lo siento pero me parece que no llego a todo lo que publicáis. Ahora hace un ratito he decidido participar en el concurso de David y he visto que participabas con el relato y aquí me tienes.
ResponderEliminarAngustioso e incierto y así es como resumiría el relato, porque esas sensaciones son las que me llevo de tus letras. No sé quién es el acosador ni quién el acosado ni al final quién huye de quién porque has jugado con la ambigüedad para que construyamos nuestro final y me he quedado con esa dependencia que se da en relaciones enfermizas en las que ambos sufren y en las que ambos pueden ser huir y perseguir en momentos distintos.
Un beso
Y a mí se me había escapado tu comentario a esta entrada.
EliminarYo tengo mi opinión, pero no creas, es solo una opinión y tampoco estoy muy segura de quién es el que acosa y quién el acosado.
Me alegro de haber conseguido esa ambigüedad y transmitir esa angustia.
Un beso.
Hola Rosa, no te imaginas cómo he disfrutado de tu relato, el cual tiene profundas connotaciones psicológicas.
ResponderEliminarCon una clara narrativa nos vas mostrando el perfil del personaje que cuenta en primera persona su situación anímica, los vaivenes de su enamoramiento, la relación con el objeto de su angustia, las inseguridades, las suposiciones, las dudas, la posibilidad de acosar o ser acosado, pero sobre todo el padecimiento que en él se produce.
En mi humilde forma de interpretar el texto, me inclino por colocar en el centro de la historia a ese estado del aparato afectivo del personaje, la angustia, por ser el dominante, siendo el vértigo y la ansiedad síntomas que lo acompañan lateralmente, incluso el miedo y las obsesiones que lo atormentan.
Y con este material construyes un relato magnífico, porque nos colocas en la misma piel del personaje, sin saber cual va a ser el desenlace a que lo va a llevar su estado, dejando la puerta abierta a las innumerables suposiciones de acuerdo a las pistas sembradas en la historia que nos cuentas.
Un texto estupendo. Espero que tengas mucha suerte en el concurso. Un saludo.
Ariel
Muchas gracias, Ariel. Me siento muy honrada por tus palabras y me alegro de que te haya gustado (además estoy hinchada de felicidad como un pavo).
EliminarA ver si saco tiempo y empiezo yo también a leer los relatos que concursan porque ando este mes...
Un beso y muchas gracias de nuevo.
Me deja la impresión de una angustia, ya que menciona saber donde la encontrarla, bastaba una llamada o un corto viaje. Después ella se esfumó y él ha quedado sin poder saber su paradero, el juego terminó, no podrá manipular el encontrarla cuando le plazca. Buen relato que abre muchas posibilidades de percepción. Suerte
ResponderEliminarGracias Xavier. Me alegro de que te guste.
EliminarEs cierto que deja abiertas muchas posibilidades. Así cada uno puede elegir la que más le guste.
Un beso.
Hola Rosa, chica que relato, no se si es una obsesión convertida en persecución, ese estar tan pendiente de la tecnología para las últimas noticias del paradero. Lo malo es que si la última pista es esa preciosa estación, uhm, apaga y fin. Por cierto, que pena dejara ese edificio abandonado; a mi me encantan las estaciones, los trenes, cuantas historias rodantes,... Bueno a lo que iba, el relato. El protagonista es voz y ojos que ven que le persiguen o es él el que persigue. El ritmo, como el tren no para, pero no hay final, me cachis. Es inquietante, pura intriga jeje. Un abrazo
ResponderEliminarFinal sí tiene, en realidad, tantos como lectores.
EliminarEs una estación preciosa para mí. Mucho he vivido en ella y reído y llorado. En ella me he despedido, he recibido y me han recibido. Demasiadas vivencias y emociones, pero así son las cosas. Ahora el tren no entra en el centro de León, se ha eliminado un paso a nivel que había y se han unido dos barrios de la ciudad que las vías mantenían separados. Muchas mejoras para los ciudadanos, pero esa estación...
Un beso.
Me ha 'angustiado' leerte, Rosa ;-)
ResponderEliminarTranquila, que es tan solo porque has sabido transmitir la tensión que puede llegar a haber entre dos personas controladoras que no se resignan a perder de vista (ni perder la pista) al otro.
Muy ocurrente, amiga.
Te deseo muuucha suerte en el concurso.
Un beso.
Me alegro de haberte angustiado porque era lo que pretendía: ser capaz de transmitir angustia, ansiedad, intranquilidad. Haber conseguido eso y las numerosas y variadas interpretaciones al texto, era mi objetivo. está cumplido. Si encima tengo suerte (no creo, por lo que llevo leído hay cosas muy buenas), tanto mejor.
EliminarSuerte a ti también, guapa.
Un beso.
Hola, Rosa. La que has armado, amiga, al regalarnos este excelente texto que admite tantas interpretaciones posibles, y lo que nos gusta a los lectores que así sea... Yo me quedo con... cualquiera de ellas, todas pueden redondear esta angustiosa historia. Te felicito, me ha gustado mucho.
ResponderEliminarTe deseo suerte en el concurso.
Un abrazo.
Muchas gracias, Patxi. Es un lujo contar con tantos finales para mi relato y tantas interpretaciones distintas. A mó, como lectora, mu gusta que me dejen algo a la imaginación, nada peor que esos escritores que lo dejan todo atado y bien atado y te impiden participar y poner tu granito de arena.
EliminarUn beso.
Un buen relato intrigante y angustioso Rosa. El parece que controla todo de ella. Ella es la que huye, pero el quiere controlar saber donde se encuentra e evitar que ella le encuentre.¡ Suerte en el concurso!
ResponderEliminarUn abrazo
No se sabe muy bien quién controla a quién, pero él tiene mucha angustia de no saber dónde está ella y ante la posibilidad de que la pueda tener encima. No sé qué habrá hecho él, pero parece ser que ella sabe defenderse.
EliminarUn beso, guapa.
Las estaciones, y sobretodo las abandonadas seguro que todas tienen una historia que contar. En tu caso, el lector se introduce dentro del texto para recrearse de tu narrativa precisa, clara y contundente. ¡Me ha encantado!
ResponderEliminarUn abrazo grande.
Esa es una estación que para mí tiene muchos sentimientos encerrados. He salido de ella y he llegado a ella tantas veces, con tantas emociones y expectativas o penas y despedidas, que una buena parte de mí se ha quedado en su ruina y abandono.
EliminarMe alegro de que te haya gustado.
Un beso
Hola Rosa. De la mano de David, vengo a tu blog, y encuentro un texto muy interesante, angustiante, donde la tensión es contínua. Al decir en la última frase que trata de evitar que ella sea quien la encuentre, se nos da una pista de quien es victima o victimario, aunque en una relación así... Muy logrado. Te deseo suerte en el certamen y te dejo cariños.
ResponderEliminarGracias, guapa. Yo ando retrasadísima con los relatos.
EliminarEste es un texto pretendidamente ambiguo. Yo tengo una leve idea de quién es el acosador o el que debe tener miedo, pero no es más que una leve idea. nada podría asegurar.
Un beso.
¡Qué bueno, Rosa!
ResponderEliminarMe ha recordado a la canción de Police. Aquel video con la mirada fija del cantante diciéndote eso de " cada paso que des, cada respiración que hagas...yo te esté estaré esperando...". O algo así, que que el inglés y yo no nos llevamos muy bien.
Tu has ido más allá y te felicito por ello.
Suerte en el tintero.
Un abrazo.
Yo soy muy mala para la música cantada en inglés, pero por lo que dices, le podría ir bien a este relato. Lo que no sabemos bien es quién respira y quién vigila.
EliminarMuchas gracias por tus palabras.
Un beso.
Hola Rosa!!
ResponderEliminarInteresante y envolvente relato que tuve que leer dos veces para alcanzar una interpretación de eso de lo que intenta escapar la protagonista pero que a la vez la mantiene en el deseo... No sé si es una idea, la inspiración o una persona. En todo caso, aunque me dejas en ascuas, creo que tu relato se sostiene por el retrato de esta zozobra constante que has sabido retratar muy bien, y que claro, se queda con tu lector. Me encantó la foto de la estación del tren, abandonada, me suena a magia, !UF, cuántas cosas pueden pasar allí!
Disfruté mucho leerte, suerte en el concurso.
Abrazo!!
La estación es muy querida para mí. He cogido tantos trenes en ella desde que tenía u años hasta los treinta y cinco más o menos, que es como si parte de mi vida hubiera transcurrido en ella.
EliminarEn una estación así pierde mi personaje la pista de la mujer ¿de la que huye? ¿a la que acosa? No lo sabemos, pero para él es muy importante saber dónde está para que ella no le localice. El resto es pura suposición de cada cual.
Muchas gracias y un beso.
¡Hola Rosa! El título de tu relato casi diría que resume lo que tu personaje siente por la pérdida de ¿la mujer que ama? y le produce esa sensación de ansiedad, que hasta se refleja en su estado de salud, dice que "el estómago se le estruja"..Él es una persona posesiva, será amor lo que siente o es ansia de poseer. Para mí es un obsesivo, desesperado porque no sabe donde está el objeto de su obsesión. Está muy bien narrado y me ha gustado. Mucha suerte en el concurso. Un abrazo Rosa.
ResponderEliminarObsesivo y desesperado y aterrorizado porque cuando no sabes dónde está el objeto del que huyes, lo puedes tener encima.
EliminarEsa es la angustia que quería transmitir.
Un beso y muchas gracias.
Hola, Rosa. Muy bien manejada la introversión del personaje. Creas bien esa sensación de vértigo y angustia. El relato es muy abierto a diferentes interpretaciones, para mí demasiado, aunque no es malo que el lector se cuente su propia historia y haga una lectura más interactiva. Suerte en el concurso. Besos.
ResponderEliminarGracias, guapa. la verdad es que quise dejar el final un poco abierto, pero no me imaginé que iba a dar para tantas interpretaciones. De todas formas, lo que más me interesaba era transmitir la angustia. Si lo he conseguido, me doy por satisfecha.
EliminarUn beso.
Ya he podido aterrizar en este relato y dedicarle dos lecturas.
ResponderEliminarY es que la angustia del protagonista invade toda la narrativa y para mi es la auténtica protagonista, ella, y el miedo del narrador a perder el control absoluto sobre alguien a quien en principio amaba y ahora teme que le encuentre a él.
La verdad es, que has dejado un final tan abierto que todo es posible; de lo que sí estoy seguro que por esa estación tan cercana puede aparecer de un momento a otro el peligro personificado para un tipo algo desquiciado.
Besos y mucha suerte.
Efectivamente, esa es la estación donde le perdió la pista y, a partir de ahí, puede estar en cualquier lugar. No hay nada peor que no saber dónde está y de dónde puede venir lo que más temes.
EliminarLa angustia era lo que quería representar. De ahí el título.
Un beso y muchas gracias.