Entradas

"Las fieras" Clara Usón

Imagen
Esto es lo que me contaron. Una tarde de septiembre del año 1985 un hombre fue tiroteado en el umbral de su casa, en una ciudad de Bizkaia. Su hijo, de diez años de edad, también resultó herido y murió en el hospital dos días después, sin haber recuperado el conocimiento. La mujer del difunto, y madre del niño, los encontró al regresar del supermercado; el hombre caído de bruces sobre un charco de sangre en el zaguán, frente a la puerta de entrada; a pocos metros el niño, tendido de espaldas. El hombre presentaba seis impactos de bala, dos de ellos mortales; tenía la cara completamente desfigurada. Al niño le alcanzó una única bala en la frente. La mujer sufrió una crisis nerviosa y tuvo que ser hospitalizada. No supo, no le dijeron, que su hijo había fallecido hasta al cabo de una semana. El niño agonizó, solo, durante cuarenta y ocho horas en la unidad de cuidados intensivos. La otra hija del matrimonio se hallaba en el extranjero cuando sucedieron los hechos.  Así empieza Las fie

Nuevas reseñas en Instagram

Imagen
Esta entrada es para hacer el anuncio de una novedad en algunas reseñas que creo que no ha quedado muy clara.  Hace ya años que publico en Instagram el anuncio de mis reseñas en el blog. Puede que hayáis notado que desde hace un tiempo las publicaciones en esa red social son algo distintas. Constan de más imágenes, con citas de la novela y con foto y pequeña (muy pequeña) semblanza del autor. También, en el perfil de IG, enlazo ya no solo a la página de inicio del blog sino que hay enlaces a las cinco últimas reseñas.  Pero además de dar publicidad a las reseñas del blog de esa forma diferente, he empezado a publicar reseñas que solo aparecen en Instagram . Se distinguen porque justo al lado del título y el nombre del autor aparece el Hashtag #minireseña . Son mucho más escuetas que las del blog (ya sabéis que Instagram solo admite 2200 caracteres). Para que sepáis encontrarlas, son las que aparecen en el widget que he colocado en la columna de la izquierda del blog. Salen tan solo l

"48 pistas sobre la desaparición de mi hermana" Joyce Carol Oates

Imagen
Tela blanca sedosa, sin cuerpo. Charco de seda, en pliegues lánguidos y acuosos en el suelo donde (se apresura a asumir la observadora/voyeur) ella se había desprendido del vestido con un movimiento del cuerpo, dejando que cayera sinuosamente como una serpiente, pero una serpiente sedosa, de un blanco perfecto, un blanco puro, blanco como una camelia, deslizándose por las caderas y los muslos hasta el suelo enmoquetado. Aunque sin cuerpo, sin huesos, con una leve fragancia a cuerpo (de mujer). ¿Es una pista? El vestido lencero de Dior de seda blanca finísima de mi hermana M. descubierto en el suelo de su dormitorio. Después de su desaparición el 11 de abril de 1991. ¿O se trata de una prenda de poca importancia, pura casualidad, irrelevante y accidental, y no de una pista? A lo largo de los cuarenta y ocho capítulos de esta novela, Joyce Carol Oates nos va dando pistas, nos va despistando, nos muestra cómo se ocultan las pistas... Juega con nosotros de una forma cautivadora

"La escapada" William Faulkner

Imagen
Y entonces sentimos toda la oscuridad de la primavera: las grandes ranas de las ciénagas con voz de bajo, el ruido que hacen los bosques, los grandes bosques, las tierras todavía vírgenes con sus animales salvajes, mapaches y conejos y armiños y ratas almizcladas y los grandes búhos y las grandes serpientes (mocasines y serpientes de cascabel) y quizá incluso la respiración de los árboles y del mismo río, sin mencionar los fantasmas: los antiguos chickasaw que dieron nombre a la tierra antes de que la viera el hombre blanco y también los blancos, Wyott y el viejo Sutpen y los cazadores del comandante De Spain y las chalanas cargadas de algodón y las caravanas de carros y los carreteros pendencieros y la sucesión de bandidos y asesinos que terminaba desembocando en la señorita Ballenbaugh; de repente me di cuenta de la clase de ruido que estaba haciendo Boon. Porque Boon se estaba riendo y la causa de su risa podía ser causa de cualquier cosa menos de risa, pero así son los personaje

"Juego y distracción" James Salter

Imagen
La casa de los Wheatland está en la parte vieja de la ciudad, exactamente encima de la muralla romana. [...] Es grande y de piedra, con el tejado hundido y los alféizares gastados. Una casa enorme, de ventanas altas como árboles, exactamente como la recuerdo de una visita de unos pocos días en que, al subir desde la estación, tuve la extraña certeza de que estaba en una ciudad que ya conocía. Sus calles me resultaban familiares. Para cuando llegamos a la cancela, ya se había formado la idea que flotó en mi cabeza durante el resto del verano: la de que volvería. Y ahora estoy aquí, delante de la puerta. Y en  la casa de los Wheatland en Autun es donde el narrador, del que no llegaremos a saber el nombre, decide pasar un tiempo para conocer la Francia verdadera .  Esa Francia de la que empieza hablando a la vez que nos describe su viaje en tren desde París hasta Autun. «La vida secreta de Francia, en la que nadie puede penetrar, la vida de álbumes de fotos, de tíos carnales, de nombre

Tres eran tres 38

Imagen
Tres novelas escritas originalmente en castellano nos trae este Tres eran tres ya en su entrega treinta y ocho. Dos son españolas y una, uruguaya. Una es un relato de menos de treinta páginas; otra, el remate de una historia que comenzó en una novela anterior; la última, la segunda entrega de lo que de momento es una trilogía. Las tres me han gustado.  " El tiempo de las fieras ". Víctor del Árbol. En El tiempo de las fieras nos volvemos a encontrar con algunos personajes de la novela anterior del autor, Nadie en esta tierra . Encontramos al inspector Julián Leal, retirado por causas de salud y otras que no menciono para quienes no hayan leído esa novela anterior. Nos encontramos también con Soria que ahora está en Lanzarote medio de exilio, medio de retiro antes de la jubilación. Y nos encontramos con Virginia que ha dejado la policía y lleva los negocios de su padre en Nueva York. Y está, por supuesto, el sicario.  En mi reseña de Nadie en esta tierra , comentaba lo inter