"La cartera" Francesca Giannone
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El autobús de línea azul oscuro, destartalado y oxidado, se detuvo chirriando en el asfalto ardiente de primera hora de la tarde. El viento, húmedo y bochornoso, hacía ondear las hojas de la gran palmera que se alzaba en el centro de la plaza desierta. Los tres únicos pasajeros que había a bordo bajaron: Carlo el primero, con el puro apagado entre los dientes, vestido de punta en blanco con chaleco y los oxford de piel marrón bien lustrados, impolutos después de un viaje que, primero en tren y después en autobús, había durado dos días. […] Se quitó el sombrero de fieltro y lo usó a modo de abanico, pero solo consiguió mover el aire caliente. En verano, el siroco que soplaba de África era tan despiadado como recordaba. Anna lo percibió en cuanto puso un pie en el suelo. Llevaba un vestido negro largo, señal del luto que se obstinaba en mantener desde hacía ya tres años, y sostenía a duras penas a Roberto, un niño de un año de mirada avispada. Era junio de 1934 cuando Carlo Greco, s...