¿De verdad? ¿Conocía yo a mi
madre? ¿La conocía mejor que nadie? Porque para mí era un ser mezquino, una
pésima madre, una mala persona. ¿Cómo se entierra a alguien así? ¿Cómo me
despido de alguien de quien ya me despedí hace años? Mi madre y yo ya morimos
hace tiempo.
Son las cinco de la tarde. Hace un
calor bochornoso. Me mareo.
El balcón está abierto y entra el
ruido de los coches, el sonido de sus bocinas. Siempre hay alguien que tiene
prisa, que apremia a los que van despacio. Siento que me pitan a mí. Decídase
rápido. Díganos cómo quiere que enterremos a su madre. Acepte que ha sido una
mala hija. Me mareo más.
Salomé llevaba veinte años si saber nada de Ana, su madre, cuando la avisaron de su muerte. Desde que a los dieciocho decidió irse de casa, no volvió a ponerse en comunicación con ella. Huyó de una madre que no la quería, que siempre le manifestó que era un estorbo para ella, que la culpaba del abandono del padre «Mi
padre se fue por mi culpa. No nos quiso, ni a ella ni a mí, porque yo lloraba
mucho y no les era posible descansar, porque me pasaba el día pegada a mi madre
y no les dejaba intimidad, porque hacía muchas preguntas y era agotadora, y
como mi padre se fue, a mi madre no le quedó más remedio que empezar a beber,
que dejar de quererme, porque la culpa de todo la tenía yo».
Sí, para colmo de males, la madre bebía. Tales son los recuerdos de Salomé de sus primeros dieciocho años de vida. Una madre ebria, desapegada, resentida con su hija. De todo ello huyó Salomé en un intento por que la vida de Ana no la pillara entre los dientecillos de las ruedas que la hacían girar. Y, sin embargo, Salomé se sorprende dándose cuenta de que, en gran medida, ha repetido los detalles más destacados en su propia vida. Madre sin pareja, dedicada a la limpieza de casas y oficinas, agobiada a veces por la presencia del hijo. Afortunadamente, hay muchas diferencias entre ella y su madre. Ella quiere a su hijo, sabe que es el ancla a la que fijarse cuando las cosas van mal. Es su salvación en los momentos difíciles. También se quiere más a sí misma.
«[...] ella hacía años que había dejado de querer a nadie que no fuera ella misma, y ni siquiera se quería demasiado ni se quería bien. Se trataba mal. Se enredaba con hombres peores que ella, más borrachos, más problemáticos. Se enganchaba a ellos y no les dejaba hasta que la dejaban, y vuelta a empezar. A veces por la noche la oía llorar. La oía llorar cuando estaba sola, cuando pasaba temporadas sin novios, o cuando bebía y no le daba por enfadarse o por vomitar».
Ahora, a raíz de su muerte, viaja con frecuencia al pueblo, Miraval, donde ambas vivieron hasta su marcha y donde seguía viviendo la madre; un pueblo muy cercano a Valencia, donde vive la joven, e imaginario por lo que puedo averiguar. Allí conocerá a vecinos y amigos de su madre que la apreciaban; descubrirá una madre muy distinta de la que guarda en su imaginario, y no solo por lo mucho que Ana había cambiado. Es que también descubrirá que su memoria durante todos esos años ha sido muy parcial. Otros recuerdos empezarán a aflorar, detalles desconocidos de la vida de Ana le serán revelados por los que ahora eran sus amigos y vecinos; recuerdos y detalles en los que la madre resultará hasta cierto punto redimida.
Salomé es un personaje controvertido. Las personas que le son más cercanas la ven con una cierta prevención. Es lo que sucede con Consuelo, la vecina en su casa de Valencia, casada con José Luis, un hombre enfermo y mucho mayor que ella al que conoció en un club de alterne. «José Luis camina despacio con unas gomas de oxígeno metidas en la nariz. Se conocieron en un club de alterne y se casó con Consuelo. Parece un buen hombre, bondadoso, cariñoso a su manera. No me lo imagino yéndose de putas». Consuelo no termina de simpatizar con su vecina a pesar de lo mucho que quiere a Javi, el hijo de Salomé. O tal vez por eso, porque quiere al niño y no le parece que Salomé sea la madre ideal para él. Tampoco Charo, la vecina de su madre y quien descubrió el cadáver, consigue que le resulte simpática. A Salomé la aprecian Marisol, Sebas y Miguel, los dos primeros, amigos de la infancia y el segundo, amigo de su madre y marido de Charo.
La falta de simpatía afecta también a esta lectora quien, a partir de un momento, empieza a repudiar las quejas del personaje, tanto lloriqueo ante el hecho de no haber sido bien tratada por su madre, tanta queja, tanto lamentarse de que nadie la ha querido termina por ponerme nerviosa.
«[...] empecé a recordar todas las borracheras, todos los insultos, todas las noches que me dormía llorando por las cosas que me había dicho o hecho, o por las que no me había dicho o no me había hecho. Me repetía todos los días que yo era una niña y ella no había cuidado de mí. [...] Yo quiero que me quieran, Marisol. Nunca me he sentido querida, pero quiero que me quieran. Y temo al rechazo de los demás, al daño que puedan hacerme. Pero aun así, quiero que me quieran. Necesito sentirme querida».
Como también me desagradan las respuestas de Marisol, la amiga de la infancia a la que recupera tras esos veinte años en los que tampoco se comunicó con ella. Y es que hay un par de conversaciones que me han resultado un tanto cargantes, una con Marisol y otra con Consuelo, en las que Salomé se queja mucho y las interlocutoras dan respuestas que me han parecido de libro de autoayuda.
«—¿Sabes lo que pienso? —Le dije que no—. Que llevas todo este tiempo contándote la misma historia una y otra vez: mi madre no me quiso, mi madre no me cuidó, no valgo nada, el mundo es una mierda. Y te has aprendido esa lección de memoria, como cuando estudiábamos para un examen. Estudiar de memoria no vale para nada, porque luego olvidas lo que has aprendido.
—¿Y qué tiene eso que ver conmigo? —le pregunté.
—Pues que tú has vivido de memoria, Salomé. ¿Te acuerdas de cuando en clase nos aprendíamos las cosas para el examen y luego las repetíamos como loros sin tener ni idea de lo que estábamos diciendo? —Asentí—. Pues así no vale. Aprender de memoria lo único que hace es que la memoria sea mala».
Salvo ese par de conversaciones y algún detalle menor que me ha chirriado un poco, el libro tiene una historia interesante sobre los engaños de la memoria, las relaciones de amor y desamor entre madre e e hija, el lastre de una infancia infeliz a lo largo de la vida... Además está bien escrito y resulta muy ameno.
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Carmen Amoraga |
Carmen Amoraga se dedica a la política y a la literatura. Ha sido concejal de cultura en el ayuntamiento de Picaña, diputada por Valencia en las Cortes Valencianas, Directora General de Cultura y Patrimonio de la Generalitat Valenciana. Cargos todo ellos en representación del Partido Socialista del País Valenciano PSPV.
Libros de la autora leídos con fecha de lectura entre paréntesis:
“El tiempo mientras
tanto”. (2014)
“La vida era eso”. (2014)
“El rayo dormido”. (2014)
“Algo tan parecido al amor”. (2016)
“La memoria infiel”. (2024)
Título del libro: La memoria infiel
Autora: Carmen Amoraga
Nacionalidad: España
Editorial: Espasa
Año de publicación: 2024
Año de publicación original: 2024
Nº de páginas: 296
¡Rosa!!!
ResponderEliminarmás o menos hemos coincidido en nuestra crítica, coincidimos en el detalle que Salomé cae siempre en el victimismo, en ese lamentar constante de nos ser querida por nadie, que llega a cansar, pero como ya sabes porque lo hemos comentado, esas conversaciones que te resultaron cargantes a mi particularmente no me lo parecieron, aunque entiendo que te lo hayan parecido a ti, jeje, porque es cierto que Marisol, al ser psicóloga como que tira bastante de frases y consejos de autoayuda.
Yo es la segunda novela de Amoraga que leo (no sé si ya leíste "El corazón imprudente", si no es el caso, te la recomiendo) y la verdad que la autora me gusta mucho, me gusta sobre todo su capacidad para transmitir los sentimientos, las emociones y esos personajes tan buenos que a mi parecer construye.
Ha sido un placer charlar sobre todos los detalles de esta novela, es chulo eso de no coincidir en algunas cosas y poder comentarlas entre nosotras ¿verdad?
Un beso.
Por cierto Rosa, se me olvidó algo importante, felicitarte las fiestas navideñas
Eliminar¡Feliz Navidad!!!
Lo primero y para que no se me olvide, para ti también ¡¡Feliz Navidad!!
EliminarY ya metida en faena, No he leído El corazón imprudente. Es el primero que escribió tras su paréntesis político en el que dejó un poco de lado su literatura. Lo tengo en mi lista desde que salió y espero leerlo en breve. Por cierto, he actualizado la entrada incluyendo los libros de la autora leídos.
Es cierto como os comenté que hay un par de conversaciones en la novela que me han parecido cargantes en sus quejas por parte de Salomé y un poco moralizantes y de autoayuda por parte de sus interlocutoras, Marisol y Consuelo respectivamente. Y espero que nadie entienda que el libro no me ha gustado porque me ha gustado. No es perfecto, no resulta una obra redonda, pero es recomendable. Su prosa es muy sugerente y la historia y los temas sobre los que nos hace reflexionar, de lo más interesante.
Creo que esa pequeña disensión que hemos tenido sobre el libro ha hecho los debates mucho más interesantes.
Un beso.
Hola, Rosa.
ResponderEliminarQué inicio, con esta carta de presentación, esa muerte anterior, uno quiere saber más, muchísimo más. Y encima después de leer tu estupenda reseña queda en el aire una pregunta, ¿se puede perdonar? Pero es cierto que enclaustra bastante victimismo, y eso hace que se deje de simpatizar con el personaje y alterne en la culpa, es difícil romper patrones conductuales, más cuando uno se ha habituado a convivir con ellos. Se termina viendo normalidad lo que no debería, y eso causa repetición e incomodidad para el resto.
Pero me la apunto. Vaya que sí.
Besos.
Es una novela cuyo inicio arrastra a seguir leyendo sin remedio. La única pega que le encuentro es ese victimismo en el que creo que la autora carga un poco las tintas, y esa respuestas un tanto didácticas. Por lo demás, es una novela muy recomendable con una historia muy buena y unas reflexiones de los más interesantes.
EliminarLos temas que trata son muy atractivos, desde la culpa hasta los engaños de la memoria son asuntos muy bien tratados.
Un beso.
Querida, Rosa:
ResponderEliminarLes decía a Marian y a Mava que iré leyendo las tres reseñas y vuestros puntos de vista. Desde luego la novela da para escribir, reflexionar y pensar.
Feliz Navidad, Rosa!
Espero que disfrutes con las tres reseñas. Y si te animas con la novela, seguro que también la disfrutarás. Que pases una feliz Navidad y nos leemos a la vuelta.
EliminarUn beso.
Hola, Rosa.
ResponderEliminarPienso que tiene que ser muy difícil ser madre cuando no tienes una buena referencia, quiero decir, que no quieres repetir lo que te hicieron pero no sabes tampoco cómo hacerlo mejor.
No me gustan los personajes cansinos que todo el tiempo se quejan de lo mismo. Que sí, que en la realidad hay gente muy cansina que está todo el día dando la matraca con lo mismo, pero para eso está la ficción, para evitarle estas cosas al lector.
Tenía las perspectivas más altas, sigue en la lista pero con calma.
Besos
Desde luego, si tienes buenos referentes, la maternidad puede resultar más asequible, pero en todo caso creo que es una actividad a la que todas vamos en mayor o menos medida con una venda en los ojos. Es como un salto al vacío y no sabes si caerás en mullido y saldrás indemne o si te estrellarás. Lo que sirve para un hijo puede ser erróneo para otro y así, siempre está una practicando la prueba-error.
EliminarNo quites la novela de tu lista, es cierto que el victimismo de la protagonista resulta un poco cansino, pero la novela merece la pena y seguro que la disfrutas.
Un beso.
¡Hola, Rosa!
ResponderEliminarUna novela que nos ha facilitado muy buenos temas de conversación para nuestras reuniones virtuales. Tal como le comenté a Marian, un cierre de año genial para nuestro "Debate a 3".
Un año corto pero muy provechoso y satisfactorio. Ha sido estupendo intercambiar puntos de vista acerca de lo leído, y descubrir ideas e interpretaciones a las que de otro modo puede que no hubiera llegado ;)
Tal como lo hablamos, los personajes de "La memoria infiel" me gustaron, me parecieron muy humanos. Es cierto que Salomé se queja constantemente, ja, ja, ja. Creo que de esa forma la autora quiso perfilar las consecuencias de la enorme carencia de afecto y de amor de la protagonista. También entiendo, que como en la vida real, la queja constante puede desgastar y alejar a algunos lectores.
Tal como comentas, el tema de la memoria y los recuerdo es muy interesante, sin duda peculiar como uno construye la memoria que le interesa y se ve dominado por la historia contada de una manera distinta y sin fidelidad. Una novela que definitivamente se presta para leer en buena compañía 😍
¡A por un nuevo año de "Debate a 3" lleno de buenas lecturas! Muy feliz de compartir contigo y con Marian pasiones, experiencias y descubrimientos literarios 😉
Un abrazo.
El año ha sido corto porque empezamos tarde, pero veo que han sido tres novelas en tres meses, lo que hace una media muy buena y promete que el 2025 será muy prolífico en este Debate a 3.
Eliminarla memoria infiel es una novela a la que, como sabes, le he encontrado un par de objeciones, de las que ya debatimos en su momento. Tal vez la autora no debió insistir tanto con las quejas de Salomé, pero en todo caso es un detalle menor que no le quita a la novela el interés de los temas tratados y la forma de tratarlos.
Yo también estoy encantada de nuestros debates y nuestras lecturas conjuntas.
Un beso.
Esas relaciones madre hija tan conflictivas siempre son muy literarias. Si la historia es amena y está bien escrita, como dices, aunque flojee un poco en algún momento, es buena recomendación. Un beso, Rosa, y felices días.
ResponderEliminarEl hecho de que un par de detalles no me hayan terminado de convencer no le resta mérito a una novela que trata temas de lo más sugerentes y los trata muy bien. Además resulta muy amena y está muy bien escrita.
EliminarUn beso y felices días también para ti.
Un beso.
Solo por lo que cuentas, también me ha parecido una situación un poco cargante por tanto lamento. Si lo pensáramos detenidamente, todos tendríamos alguna queja que formular a nuestros padres. Ser buen padre, o buena madre, es complicado, pues como bien se dice, los hijos no nacen con un libro de instrucciones bajo el brazo y habrán cosas que no hicieron bien por error u omisión, pero sin querer- Pero evidentemente no me estoy refiriendo a padres egoístas, alcohólicos o desapegados de sus hijos.
ResponderEliminarLa trama de esta novela parece, sin duda, interesante si no fuera porque se me antoja un tanto repetitivas esas quejas, probablemente fundadas, pero sin autocrítica por parte de la hija.
Desde luego, la muerte de un familiar próximo, como pouede ser un padre o una madre, remueve la conciencia y la memoria, nos retrotrae inevitablemente a nuestra infancia. Y si esta fue infeliz, los reproches tiene su lógica, pero la memoria a largo plazo es muy traidora y nos puede hacer juzgar las cosas de forma un tanto adulterada.
En definitiva, ya tengo suficiente con esta excelente reseña y paso de plantearme la lectura de esta novela, por muy bien escrita que esté.
Un beso.
Realmente, tan solo en un par de conversaciones he notado ese exceso de queja. Por lo demás resulta muy interesante. Tanto el planteamiento de la historia como la forma en la que se desarrolla; los personajes que están muy bien dibujados; los temas, muy interesantes y que llevan a reflexiones más interesantes aún. Todo ello la hacen una novela recomendable a pesar de esas pequeñas objeciones que le pongo.
EliminarEsas trampas de la memoria de las que la narradora y protagonista se va dando cuenta son muy interesantes porque vemos cómo esa memoria es muy selectiva y escoge algunos recuerdos y los disfraza dejando fuera otros.
Un beso.
En mi recorrido por vuestro"Debate a tres" te ha tocado en último lugar, Rosa. Y casi me alegro porque tu apunte sobre lo insoportable que se pone esta Salomé y el tono de libro de autoayuda que a veces impregnan algunos diálogos me ha parecido muy importante. Te diré que yo estos libros que escriben personalidades de lo que sea los recibo con cierta prevención precisamente porque tiran de argumentario facilón en muchas ocasiones. No he leído nada de Carmen Amoraga, es más no tenía el gusto de conocer su faceta de política valenciana, pero por lo que señalas no me siento demasiado atraído por esta lectura.
ResponderEliminarSí que me atrae, como les digo a Marian y a Mariana, el asunto de la poca fiabilidad de los recuerdos, mucho más que el ya mucho más manido de la mala relación madre/hija que he visto en bastantes novelas. Acabo de leer "La hija del optimista" en la que también este tema, el del recuerdo, aparece y tiene una gran importancia. Es por esto que puede que me anime a echarle un ojo a La memoria infiel.
Y para finalizar, querida Rosa, te deseo unas Felices Navidades. Pásalo bien y disfruta de estos días con los tuyos, familia y amigos.
Un beso grande
Carmen Amoraga yo creo que antes que política es escritora. Yo la había leído hace años y de pronto vi que había dejado de escribir. Cuando volvió hace algo más de un año con el libro anterior a este (que aún no he leído) fue cuando, en un podcast, me enteré de que había estado entregada a su cargo de Directora General de Cultura y Patrimonio de la Generalitat Valenciana y llevaba unos años sin escribir. No es una famosa a la que de pronto le de por escribir un libro, como sí que sucede con algunos otros autores. Sus libros siempre me gustaron y este también me ha gustado y creo que es bastante recomendable.
EliminarLeí este año La hija del optimista y me pareció una novela magnífica. Esa es de las que juegan en otra liga.
Un beso.
Hola Rosa, de Carmen Amoraga leí hace un montón de años Para que nada se pierda que me gustó mucho pero luego no he vuelto a repetir; esta que traes hoy me llama por los temas tratados: la relación amor-odio madre e hija, como te marca la infelicidad de la infancia en la vida posterior, la repetición de patrones... Sin embargo ese personaje tan quejoso sobre todo si es el protagonista no sé yo si me convence, ya veremos. Besos.
ResponderEliminarNo dejes de leer la novela por esas quejas que transmito. Ni a Marianna ni a Marian les resultó molesto y podría ser que a ti tampoco. Son muchos más los méritos que alabo que los fallos de los que me quejo. Si ya has leído a la autora y te ha gustado, no la dejes, porque la novela es muy interesante.
EliminarUn beso.
No he leído nada de Carmen Amoraga. Me resulta atractiva esta novela sobre las relaciones maternofiliales y la memoria. En cuanto a lo que te ha chirriado de ella, en alguna ocasión me ha pasado que algún personaje o postura en alguna novela me ha resultado cargante. Incidir continuamente en la misma idea sin aportar algo nuevo puede lastrar una lectura. En todo caso, veo que es un detalle que afortunadamente no ha conseguido empañarte en demasía la lectura de La memoria infiel.
ResponderEliminarBesos
Es un detalle menor que creo que no debería disuadir de la lectura porque los aspectos positivos lo compensan con creces. Es una autora a la que leí mucho durante un tiempo. Luego dejó de escribir porque sus obligaciones políticas imagino que no le dejaban tiempo. Volvió el año pasado con un libro que no he leído y ahora con este que recomiendo. Los temas son interesantes y están muy bien tratados.
EliminarUn beso.
Buenos días, Rosa.
ResponderEliminarVeo que esta novela está planteada como una red de relaciones humanas muy complejas. Siempre lo es cuando de fondo hay un tema paterno-filial. No he leído nunca a esta autora (mi relación con la narrativa en nuestra lengua no es fácil), pero apunto el título y tus impresiones por si me cruzo con él en algún momento. Gracias por tu estupenda reseña!!
Un abrazo!!
Hola, Undine.
EliminarYo, al contrario que tú, lo que más leo es literatura española. Siempre me ha gustado mucho. Esta autora tiene una obra muy interesante en la que las protagonistas son siempre mujeres en situaciones muy humanas y muy creíbles. Son historias sencillas en los hechos, pero complejas en los sentimientos. Muy recomandable.
Un beso.
No me acaba de convencer del todo. Por un lado la historia parece interesante pero los personajes cansinos como dice Norah me echan para atrás, besos.
ResponderEliminarJa, ja. Pues no era mi intención echar para atrás a nadie, pero entiendo que leemos reseñas para saber si un libro nos interesa o no. Y las escribimos para dar idea de nuestra opinión. Si con mi opinión disuado a alguien, imagino que es lo normal. Entiendo que no te termine de convencer.
EliminarUn beso.
¡Hola, Rosa! Vengo del blog de Marian y veo que han coincidido en varios puntos. Se nota que es una lectura fuerte y emotiva, que toca temas sensibles, como las relaciones familiares, el desamor, etc y no tengo duda que me dejaría reflexionando, así que lo tendré muy en cuenta. Además, si está recomendado por Marian, por Marianna y por ti, estoy segura que lo disfrutaré mucho. Aprovecho para desearte una muy feliz navidad. ¡Besos!
ResponderEliminarEspero que te guste es una historia que a las tres nos ha satisfecho totalmente, a pesar de los pequeños fallos que yo le he encontrado y que tampoco tienen tanta importancia. ya nos contarás si te animas.
EliminarUn beso.
Tanto lloriqueo cansa, sí. Pues había leído la reseña de Marian y me había dejado con muchas ganas de leerla, pero la tuya me hace bajar las expectativas, que no descartar su lectura.
ResponderEliminarBesotes!!!
No la descartes en absoluto. Nos ha gustado mucho a las tres y esos fallos que yo he encontrado ellas no los han visto como tales fallos por lo que bien pudiera ser algo personal que nadie más va a notar. es que a veces soy un poco tiquismiquis.
EliminarUn beso.
Vengo de la reseña de Mava y te digo lo mismo que a ella. De Amoraga leí el anterior y me gustó. Escarbaba en el amor y la madurez, y veo que esta también escarba en un terreno jugoso, como son las relaciones entre madres e hijas. No descarto leerlo. Me llama la atención, a pesar de que te haya chirriado a veces. Besos
ResponderEliminarJusto el anterior no lo he leído aunque está en mi lista desde que salió. De su época anterior al parón literario sí que leí varios y siempre me gustaron. Como me ha gustado este a pesar de los tenues chirridos. Es muy recomendable.
EliminarUn beso.